One Piece Fanon
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Arco De La Iniciación
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Creador Jorgetaker

El Arco De La Iniciación, es el primer arco de la primera saga de La Leyenda De Los Piratas del Zorro, que cuenta las aventuras de los Piratas Del Zorro

Capítulo 1.-[]

Era una calurosa noche en un bosque de algún lugar del mundo, el viento soplaba arduamente, mientras el sonido de metales chocando esfumaba la tranquilidad de aquél paisaje. Dos jóvenes combatían entre ellos a la par mientras sonreían, lo estaban dando todo y disfrutaban aquel detalle.

-          No puedo romper la defensa – dijo sonriendo uno de ellos, que llevaba el torso descubierto y un gran tatuaje en la espalda de un dragón, que abarcaba inclusive sus brazos.

-          Ni yo la tuya – respondió el otro, quién tenía una gran cicatriz en la nariz, y una gran hombrera de metal del lado izquierdo que cubría inclusive su mano.

-          No puedo creer que, hasta este momento, seguimos tan igualados

-          Nunca podrás superarme – dijo el otro con un tono egocéntrico y suspiró – ni yo podré superarte a ti

El viento soplaba de una forma violenta y el paisaje se hacía cada vez más húmedo, una gran tormenta se avecinaba.

-          Parece qué es tiempo de movernos… – dijo el del gran tatuaje – pronto sabrán dónde nos escondemos.

-          De algún modo, siempre nos encuentran… - suspiró mientras guardaba su gran espada.

-          Si no hicieras tanto escándalo siempre, podríamos quedarnos más – contestó de forma burlona – pero la ley nos busca

Estos dos jóvenes se conocían de ya algunos años, que se encontraron por obras del destino, que se enfrentaron y se dieron cuenta que sus habilidades eras prácticamente similares, se enfrentaron un par de ocasiones más y el resultado era lo mismo, así que decidieron unirse para formar un gran grupo de compañeros fuertes. En aquella época, los piratas y bandidos habían aumentado de manera exponencial, además de que las leyes se hicieron más estrictas y disparejas en las clases sociales, el egoísmo y la avaricia hacían que el mundo estuviera en una guerra constante por más territorios, riquezas y sobre todo poder.

Estos dos jóvenes, ya eran conocidos por ser rebeldes en los pueblos cercanos, sin embargo, no eran delincuentes como tal, sólo se resistían a la desigualdad, y tuvieron que rebelarse ante estás autoridades, siendo así, haciéndose enemigos de la ley.

Hasta este momento, eran conocidos como los bandidos del zorro, aquel nombre parecería de insulto o de broma, pero la razón era porque sus movimientos eran audaces y precisos, y cuando era necesario, usaban su gran fuerza para afrontar los grandes problemas. A pesar de este mote que entre la sociedad se hizo, varios pueblos pequeños los recordaban con felicidad, pues estos pueblos fueron ayudados por este par, siendo liberados, o con donaciones de comida y dinero.

-          Necesitamos unos días para despedirnos… además tengo que despedirme de Jack – dijo en forma de petición el de la cicatriz

-          Te encariñaste demasiado con ese niño – suspiró – la verdad es que yo también, nos quedamos demasiado tiempo aquí

-          Fue tu idea entrenar a ese niño – sonrió – además este pueblo es muy tranquilo y sencillo

-          Vámonos al campamento, sólo dos días más y nos iremos – ordenó – estos días serán para conseguir provisiones y despedirnos de todos.

Al día siguiente, el par llegó de nuevo al pequeño pueblo llamado Villa Raíz, siendo un pueblo ganadero y de agricultura. El par llegó a casa de Jack, un niño al que han estado entrenando pues tenía un corazón noble y a ellos le parecía agradable y único.

-          ¡Buen día Jack! – gritó el del torso desnudo – es hora de entrenar!

-          ¡Buenos días! – gritó el niño mientras salía de su casa listo para entrenar

-          Hola pequeño – saludó el otro del par – es hora de tu examen final

-          ¿Examen final? – preguntó dudoso

-          Es el último día de entrenamiento, nos vamos mañana – contestó el del tatuaje

-          ¡Pero todavía no estoy listo! – exclamó el niño

-          Tienes que practicar por tu cuenta, cómo hicimos nosotros – sonrió el de la hombrera – sabes nuestra situación actual con el gobierno mundial, somos buscados y si nos quedamos más tiempo nos encontraran

-          ¡Pero ustedes pueden derrotarlos fácilmente! – gritó Jack con lágrimas en los ojos, no quería separarse de sus maestros y, además, amigos

-          Aunque eso fuera cierto, pondríamos en el mapa a Villa Raíz, sería enemigo del gobierno y no dudarían en atacar – suspiró el joven tatuado – no queremos irnos, pero por la seguridad del pueblo, es necesario.

-          Yo no entiendo… - el niño estaba a punto de estallar a llorar

-          Bueno, mucha charla por hoy, ¡vámonos a entrenar!

Los jóvenes entrenaron al chico por más tiempo, al terminar, fueron por las provisiones necesarias para el viaje y llevaron a Jack a su casa, el rumor se había corrido rápido y el pueblo lo esperaba afuera del hogar del niño.

-          ¿Qué pasa? – preguntó el de la hombrera - ¿Algún problema?

-          No hay ninguno – sonrió un hombre de edad ya avanzada sonriente – ustedes se empeñaron a dejarnos felices y prósperos

-          Entonces… ¿Por qué están todos reunidos? – preguntó el del torso desnudo

-          Estamos en deuda con ustedes, y todos en el pueblo nos enteramos de que se van, así que todos cooperamos para darles esto – el hombre apuntó hacia unos costales llenos de comida y una pequeña bolsa con algo de dinero – sé que no es mucho, pero es necesario pues tenemos una deuda que nunca podremos pagar

-          Es demasiado… no es necesario…- dijo apenado el de la cicatriz

-          Sólo tomaremos la comida, el dinero lo necesitan – ordenó el otro del par

-          ¡Siguen ayudándonos inclusive en estos momentos… muchas gracias!

El par tomo las bolsas de comida y se fueron a su campamento, alistándose para partir, pero nadie se había percatado que unas siluetas de asomaban en el horizonte.

Esa misma tarde, una chica de pelo blanco llegaba en su gran corcel del mismo color, saludando al pueblo y preguntando dónde podría quedarse a pasar la noche, Jack, quién estaba merodeando por la zona, accedió a llevar a la chica a la posada del pueblo, que se encontraba un poco alejado.

-          ¿Y de dónde vienes? – pregunto amablemente Jack

-          De muy lejos, de un lugar que no has escuchado – contestó del mismo modo la chica, no parecía mayor de 20 años

-          ¿Y a dónde te diriges? – preguntó nuevamente el niño

-          No lo sé realmente, simplemente sigo mi camino en conocer el mundo – sonrió la chica, Jack no pudo evitar sonrojarse

Llegaron a la posada, mientras la chica amarraba a su caballo afuera del lugar, Jack le consiguió la habitación y la llevo hasta a ella.

-          Esta es tú habitación, si necesitas algo puedes hablar con el señor Kennedy, es el dueño del lugar – dijo el niño

-          Muchas gracias – agradeció la chica mientras entraba a su habitación

-          Olvide preguntarte tu nombre – el niño se sonrojo al decir esto

-          Ciri, puedes decirme Ciri – contesto amablemente la chica con una sonrisa, que hizo que Jack se sonrojara más

-          ¡Mucho gusto! – se despidió y se fue corriendo el niño


Un estallido despertó a Ciri, que de levantó alerta, escuchaba gritos y risas, tomo su espada y salió de la posada corriendo, el centro del pueblo estaba en llamas, un grupo de bandidos había tomado la ciudad.

-          ¡Ahora que se fueron esos inútiles, podemos hacer lo que queramos en este pueblo mediocre! – gritaba riendo uno de ellos

Ciri sabía que tenía que hacer algo, y empezó a atacar a los bandidos que se aproximaban a la posada, avanzando lentamente al centro del pueblo. A lo lejos, veía una pequeña silueta peleando con unos cuantos, de ellos, avanzó un poco más y pudo notar que era Jack, quien había derrotado unos cuantos pues estaban en el suelo, pero empezaban a rodearlo, tenía que darse prisa.

Avanzó un poco más derrotando 2 bandidos más, de reojo vio que Jack estaba exhausto y no podía más, pero la peli blanca estaba rodeada, de un gran giro acabo con sus atacantes. Cuando se recuperó, volteó su cabeza para ver a Jack, ya no estaba, un silencio en el pueblo estaba llegando, solo las llamas que consumían al mismo se hacían oír.

-          ¡Ayuda! – gritó una madre con su hijo que estaba atrapada en una casa consumiéndose por las llamas

-          Aguante un poco – gritó Ciri quién fue a intentar rescatarla.

La casa estaba rodeada de llamas, el fuego la consumía poco a poco, Ciri observó la situación, si bien, las llamas estaban en el perímetro y debajo, el fuego no había llegado al segundo piso donde se encontraba la mujer y su hijo. Ciri guardó su espada, suspiró, vio a la mujer a los ojos y de pronto desapareció dejando un destello verde.

Luzverde












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El par de jóvenes decidieron empezar su viaje por la noche, por lo que ya se encontraban retirados de Villa Raíz. Habían parado en un lago a descansar tanto ellos como sus caballos.

-          ¿Y bien? ¿Alguna idea de a dónde iremos? – preguntó el de la cicatriz

-          Según me han dicho, a 2 días más hay un pequeño pueblo, podremos quedarnos ahí un tiempo – respondió el del tatuaje

-          Entonces es un hecho que iremos al mar… ¿Verdad?

-          Es la única forma de estar a salgo

A lo lejos, se escucharon un caballo que iba a todo galope, sobre de él un aldeano de Villa Raíz desesperado que se dirigía hacia ellos.

-          ¡Por favor regresen, nos atacan! – gritó suplicando


Había pasado un día después del ataque, el pueblo estaba recogiendo los restos de lo quedaba el pueblo, saqueado y destruido, el único edificio intacto eran el establo y la posada, los cuales se adaptaron para que la mayor parte del pueblo se resguardara.

Ciri llegaba con unos conejos que había cazado para alimentar a los aldeanos.

-          Se llevaron a Jack y a John… - murmuraba una mujer

-          ¿Alguna idea de quiénes eran? – pregunto la peli blanca

-          Llegaron gritando su nombre… - dijo el hombre de edad avanzada mientras les daba unas mantas a unos aldeanos – Los Bandidos del verde…

-          ¿Saben algo de ellos? – preguntó nuevamente

-          Su líder se hace llamar el “Terror Verde”, le gusta saquear pueblos y asesinar por gusto – se notaba molesto el hombre mientras los decía – toma a los jóvenes de los pueblos para que se iban a sus filas.

-          Bien… - suspiró Ciri mientras se alistaba – iré a buscarlos

-          ¿Estas locas? ¿Tú sola? – contradijo el hombre

-          Ya saben que soy fuerte, así que no se preocupen – sonrió Ciri

-          ¡Son demasiados! – exclamó nuevamente el hombre

-          Tranquilo, estaré bien

Dicho esto, Ciri salió del lugar, subió a su caballo y empezó a buscar el rastro.


Llevo unas horas encontrar el rastro, pero finalmente lo encontró, siguió el rastro hasta que encontró un caminó, el cuál la llevo a un campamento grande. Analizó el campamento y contó los hombres, 10, 20, 30... Tenía a la vista 30 hombres vigilando el campamento, a lo lejos, observó a Jack y unos niños más amarrados a un árbol, no sería nada fácil.

Optó por el sigilo, se fue acercando silenciosamente y neutralizado por las sombras. Aquel campamento tenía alrededor muchos arbustos y árboles que le permitan esconderse, avanzó un poco hasta que por error piso una rama y los bandidos se percataron. Cirilla suspiró y desenvaino su espada dispuesta a atacar. Un ruido detrás de ella la sorprendió y la golpeó con gran fuerza lanzándola unos metros lejos, un sujeto con capucha negra y una máscara verde salía de las sombras, no tuvo ninguna duda, era el llamado “Terror Verde”.

-          ¡Muchachos! Miren que belleza nos viene a visitar – dijo en tono burlón – que honor que nos visite una hermosura como tú

-          Así que tú eres… - dijo Ciri mientras se levantaba – el Terror Verde… supongo que eres tan feo que usas máscara…

-          Vienes a mi campamento a insultarme niña – río un poco – tienes agallas, pero lamentablemente eso se acaba ahora – el hombre empezó a caminar alrededor de Ciri – buenas curvas, linda cara, con habilidades para el combate, te encargaste de varios de mis hombres ayer

-          Y hubiera acabado contigo si hubieras estado – dijo amenazante Cirilla

-          Bueno bueno… - dijo con el mismo tono – creo que te habrás dado cuenta de que yo no soy un debilucho como mis hombres

-          Pero si un tarado como todos ellos…

Los subordina dos de aquel hombre empezaron a rodear a Ciri mientras está solo tomaba con fuerza su espada, esperando cualquier ataque.

-          Este es tu fin… niñita…

En ese momento una exposición dentro del campamento vio a la luz y dos sombras se veían detrás de aquel estallido.

-          ¿Qué carajo?! – exclamó el de la máscara

-          Venimos por los mocosos – dijo una de las sombras quien se acercaba con su compañero a ellos

-          ¡¡Señor ellos son el par de Bandidos!! – dijo un hombre asustado

-          Lo sé – dijo serio – JT y Egan – suspiró – los Bandidos del Zorro.

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