One Piece Fanon
Registrarse
Advertisement
Arco de la Bailarina
Bailarina
Información
Número de capítulos 30 (823 a 852)
Fecha de creación 01/01/20
Fecha de finalización 25/05/20
Anterior Ave Azul: Avenger
Posterior Arco Real
Creador Darkarchangel

El Arco de la Bailarina es el trigésimo primer arco de la historia de los Piratas del Ave Azul y el primero de la Saga de la Liberación.

Antecedentes[]

Tras el trágico destino de su tirador, la tripulación se ve dividida entre la pasividad y la venganza. Incapaz de tolerar esto, Evangeline parte sola en busca de Bela. Reconociendo que su accionar esta haciendo que pierda aun más camaradas, Jean y compañía siguen a Evangeline para hacerla volver, enfrentar a Bela y dar con el paradero definitivo de Jane Aprilia, todo al mismo tiempo.

Capitulo 823: Los mande a todos al demonio…[]

Jean: ¿Todo en orden? 

Big Bird: ¿Todo en orden? ¿Todo en orden? 

Angélique: Todo en orden… 

La Ocean Spirit navega por las oscurecidas aguas de un día nublado. El clima ha sido terrible los últimos días pero parece haberse calmado un poco al fin, igual que los corazones de los Piratas del Ave Azul. Aun duele, aun duele muchísimo. Pero ya han comenzado a aceptar la situación, sin olvidarse nunca de su amigo, claro.

Samir: ¡Ey, Jean!

Samir sale de la cabina en ese momento. Se le ve un tanto sudado, como si hubiera estado trabajando recientemente.

Jean: ¿Qué ocurre, Samir ?

Samir: Ya la acabamos.

Jean: ¿Ya?

Samir: Ya.

Jean: ¿Y Evangeline?

Samir: También ya acabo.

Jean: Ok. Vamos en un segundo.

Jean llama al resto de sus compañeros para que vayan al interior de la cabina y todos van. Incluso Angélique que estaba al timón, dejando un clon de si misma hecho por Katrina en su lugar. Adentro, en la sala de reuniones, Bert y Samir han montado una bellísima vitrina. Con molduras de pistolas hechas en metal, y flamas y olas talladas en madera. Entre los dos, ayudan a Evangeline, todavía algo tocada por sus lesiones, a subir hasta lo más alto y depositar un cierto objeto adentro.

Evangeline: Listo. Está perfecto.

Big Bird: Perfecto, perfecto, ahh.

Samir y Bert la ayudan ahora a bajar, y luego toda la tripulación observa a adentro de la vitrina. Lo que ahora yace ahí es nada más y nada menos que el Star Blaster, perfectamente reparado. Como si nunca le hubiera pasado nada de nada. Ojala pudiera decirse lo mismo de su amo.

Isabel: Se ve muy bien.

Evangeline: ¿Tu crees? 

Mia: Seh. Al rubio le hubiera encantado.

Evangeline deja caer una lágrima que se enjuga de inmediato, para luego recibir pequeñas palmadas en el hombro de varios de sus amigos y un abracito de Katrina, lo que causa una leve sonrisa de la mujer alada.

Evangeline: Gracias, chicos.

Jean: *sonriendo también* No hay que agradecer.

No obstante, toda su pequeña remembranza de su amigo se ve interrumpida por un grito de la Angélique replicada.

Copia de Angélique: ¡Tierra a la vista!

Todos salen ante el anuncio, y Angélique toma el lugar de su otro yo nuevamente. En efecto, hay tierra a la distancia, y no es una sola isla, son varias. Los del Ave Azul han vuelto al Archipiélago de Eiyuu.

Angélique: Váyanse preparando. No tardaremos mucho en llegar. 

Todos asienten y van a sus puestos. No obstante lo que cualquier otro día generaría entusiasmo, volver a Eiyuu, hoy les causa una terrible sensación de anticipación. Especialmente Katrina, que se ve visiblemente estresada, y Jean, que aunque no estaba esbozando una sonrisa muy grande hace un rato, todavía muestra un cambio radical en su expresión, totalmente afligida

Angélique: Tranquilo, Jean.

Jean: Básicamente la mande al demonio. Los mande a todos al demonio…

Angélique: ¿eso le dijiste?

Jean: No…. Pero seguro así lo sintió ella.

Angélique: Todo va a estar bien, Jean. 

Finalmente, arriban a las aguas someras de Kettei. Se ve ya la entrada a la cascada subterránea, y como siempre, Marcel está vigilándola. No obstante, está vez al verlos no tiene su característica sonrisa, está demasiado serio. Con su radios, envía un mensaje y luego,  a toda velocidad nada hacia la Spirit y sube a la cubierta. 

Angélique: Marcel. Hola, ¿Cómo está to…?

Marcel: Vaya. Entonces si volvieron…

Su voz, aunque calma, tiene un dejo de enojo , y esto acrecienta la aflicción en el corazón de del joven capitán de cabellos azules.

Marcel: Se me dio instrucciones de no dejarlos pasar.

Mia: ¿¡Qué!?

Isabel: ¡Pero…!

Lo sabía. Jean lo sabía. Y lo entiende perfectamente. Él se marchó, hizo que su tripulación se marchará. Abandonó a la Alianza. ¿Porque lo querrían de vuelta? No obstante, el Tritón fragata hace un añadido. 

Marcel: No dejarlos pasar por el momento… la Capitana y el resto del consejo ya vienen para acá. No se muevan.

Angélique: Ok…

Esto alivia a los del Ave Azul, aunque también los preocupa. Tal como ha dicho, uno de los barcos de la flota del Zafiro no tarda en aparecer, siendo subido por el propio Shane y su hermana. Este se pone lado a lado con la Spirit, dejando a ver a los dirigentes de la Alianza. Hollow y Banshee, que se ven tensos. Fernand y Fitz, que parecen iracundos, aunque sus ojos denotan preocupación. Todos los contramaestres del Zafiro, cuyas expresiones varían demasiado para poder describirlas. Y, por supuesto, Betula, que tiene la mirada más severa que se le ha visto.

Betula: Entonces se han decidido a volver, ¿eh?


Y ahora, un paréntesis chiquitillo. Al fin, al fin paso. Está historia ha llegado a los 823 capítulos y con ello,  alcanzado a la de los Piratas Freak (sin contar la secuela claro). No obstante, alcanzar no es lo mismo que superar, para ello, jeje, hay que esperar otro capitulo. Por mientras, los dejo con este dibujo que he hecho al respecto, continuación del dibujo de los 800. Agradezco a Gara por ser el que comenzó las grandes historias. 

823 Reach you

Capítulo 824: ¿Crees que puedes solo enviar disculpas?[]

Y entonces, el día prometido ha llegado. Con la primera palabra de este capítulo 824, la historia de los Piratas del Ave Azul finalmente superará en longitud a la de los Piratas Freak. Jeje. A este paso, definitivamente llegaré a mil. Agradezco a mis queridos amigos y lectores por acompañarme en el camino. Y si, hablo del buen y razonable Xini, de mi querido Piecito al que hago sufrir, de MI HERMANO Y COMPADRE TROY que me amenazó de muerte, de Nail que me amenazo de muerte también. De Roto y Cre, que se que están un poco atrás pero continúan adelante a pesar del dolor. De quien me haya olvidado (sorry). Y tambien de todos lo que me leen en el futuro lejano que ni siquiera puedo contemplar. Pero especialmente, al hombre que hoy supero en cantidad, aunque no calidad, el Vengativo, diabólico e inspirador Gara. Gracias a todos. Espero poder seguir transmitiendo mis historias en el futuro a ustedes. Los amo.

824 Surpass you

Betula: Entonces se han decidido a volver, ¿eh?

Aunque su voz es calma, totalmente estoica, se nota perfectamente que hay algo más. ¿Rabia? ¿Desdén? 

Jean: Betula… yo… 

Aunque esperaba esa y más hostilidad, en el fondo, Jean deseaba escuchar las dulces palabras que su maestra siempre tiene para ofrecerle. Ahora, está congelado. 

Katrina:...

Fernand:… 

La situación es idéntica para Katrina y su padre, con la diferencia que el ni siquiera le reclama, solo observa en silencio. De hecho, ahora todos están en silencio, y la situación se torna incomoda por unos momentos. Los del Ave Azul no saben a donde mirar mientras son mirados de vuelta por los lideres de Todos somos Esclavos. Pero entonces, uno de los piratas de la pluma en la bandera se da cuenta de a quien pertenece una de las miradas de hasta atrás. 

Taylor: ¡Ink! ¡Volviste! 

En efecto  la última de las trillizas esta ahí, y únicamente responde con una leve sonrisa. Se ve tan demacrada, pero al menos, parece estar mejor que ese día. Junto a ella hay, alguien más. 

Jean: ¡Maximilian…! 

Maximilian: Jean Black…

¡El ex Guerrero del Mar está ahí! ¿¡Fue aceptado entonces por la Alianza!? No obstante, antes de poder tener una respuesta, o de siquiera poder formular una pregunta, otra serie de palabras duras se deja oír. 

Betula: ¿No vas a responderme? ¿Te crees muy grande para eso? 

Jean: No…  es solo que… 

Betula: ¿Es solo qué que? ¿Te crees que puedes simplemente marcharte cuando te plazca y volver cuando te viene en gana? ¿Qué puedes abandonar a aquellos que confían en él solo así? ¿Crees que puedes enviar “disculpas” con “este hombre y ya”? 

Maximilian se siente incomodo al oír eso, aunque no precisamente por ser el agraviado, sino por la mirada de pesar de Jean. No obstante, este suspira muy fuerte, y finalmente logra hablar. 

Jean: Lo lamento, Betula…

Ahora, mas que verle, todos escuchan atentamente lo que el peliazul tiene que decir, y que este dice con voz trémula. 

Jean: De verdad, de verdad lo siento. Estaba en un lugar muy oscuro… aun estoy en un lugar muy oscuro, y no es excusa ni aun así. Hice cosas terribles. Traicione la confianza de mis amigos, de la Alianza. Traicione tu confianza. 

Algunas de las caras se ablandan mientras el peliazul sigue hablando, aunque no así Betula, que sigue seria a muerte. 

Jean: Se que no merezco que me perdonen por lo que he hecho, pero quiero compensarles aun así, aceptaré cualquier castigo que me den… y… *traga saliva* y si no desean que vuelva, me iré. 

El silencio prevalece otra vez y las miradas fijas a ellos regresan. Viendo que nadie dice nada, la tripulación del peliazul afianza sus palabras. 

Big Bird: Lo sentimos, lo sentimos. 

Angélique: Ninguna cantidad de disculpas es suficiente para enmendarlo. 

Katrina: Perdóname. 

La pelinegra mira a su padre al decir esto, y este casi se derrite con su rabia, y con él varios más. Aunque la vocera de la Alianza aun permanece silente. Dando media vuelta y dando la espalda a su alumno, ordena a su nave volver, para sorpresa de sus propios subordinados y aliados. 

Betula: Rápido, de vuelta a la base. 

Kin: Pero… 

Fernand: Señorita Betula… 

Bajando la cabeza, Jean y sus camaradas aceptan que ya no son deseados, o eso creen, porque… 

Betula: Tch… ¿Qué demonios están esperando? Marcel. Que entren ya.

La sonrisa de Jean se hace presente, y busca Betula para agradecerle en cuanto alza la cabeza. No obstante ella ya se ha ido a la cabina. Marcel, tal como le han dicho, los ayuda a bajar. Su regreso genera barullo en la base, especialmente entre los soldados del Zafiro y de Wind Jester. 

Soldado de Zafiro: Vaya, vaya, vaya. 

Soldado de Wind Jester: Miren quien decidió aparecer. Después de semanas buscándolos regresan ellos solos.

Soldado del Zafiro: Tch…

Capitulo 825: El tiempo lo cura todo[]

Un rato más tarde… 

Samir: ¿Y… cuando volviste? 

Ink: La semana pasada. 

Tras volver a la base y atrancar a la Spirit, los del Ave Azul se dan un tiempo para ponerse y poner al corriente de varios eventos. Taylor y Samir están en el Black Roselia, bebiendo té con Ink. Está, aunque aun se ve agotada y triste, parece estar mejorando un poco. 

Taylor: Me alegra que volvieras. 

Ink: Y a mi me alegra que ustedes volvieran. Me preocupé cuando me dijeron lo que paso, y que habían desaparecido sin dejar rastro. 

Samir: Lo sentimos. 

Taylor: No volverá a pasar. 

Ink: Lamento de verdad lo que les pasó. Sé…  sé lo que se siente. 

La chica les da un abrazo a cada quien, tratando de contener su inconmensurable fuerza, y ambos se lo devuelven con mucha calidez. Al mismo tiempo, en una de las naves de Wind Jester, Katrina solo esta sentada en un sillon, agachando más y más la cabeza, los hombros y la mirada mientras el Bufón de los Vientos vocifera y camina en círculos frente a ella. 

Fernand: ¡No cuentas de banco! ¡No celebraciones! ¡No permisos para pasear a la superficie! ¡Estarás castigada hasta el año 1600!

La chica solo acepta todo sin repelar, al menos hasta que su padre llega a su último castigo. 

Fernand: ¡Es más! ¡Te quedarás aquí! ¡No más Piratas del Ave Azul! 

Katrina: ¡¡Nooo!! ¡¡NOO!! 

La chica grita por ésta decisión. Pero no con enojo. Está llorando. Literalmente termina arrojándose a los pies de su padre y apretando sus pantalones, muy para la sorpresa del CEO de Wind Jester. 

Katrina: ¡No, papá ! ¡Por favor, no! ¡No! ¡Lo que sea menos eso! ¡Por favor, te lo ruego! ¡Me necesitan! 

La chica no había llorado tan fuerte desde el funeral de su camarada, y sus lágrimas tan desesperadas terminan por derretir la máscara enojada de su padre, que la aferra a su pecho con gentileza. 

Katrina: *sniff* Yo los necesito *sniff*

Fernand: Lo se, lo se… lo siento yo también. Me deje llevar… En ese entonces, yo… pensé que te había perdido otra vez. 

El hombre la aprieta con más fuerza mientras hace una pausa en su discurso. 

Fernand: Entiendo porque hiciste lo que hiciste, pero no estuvo bien para nada. ¿Lo sabes? 

Katrina: Si, lo se. 

Fernand: Esa es mi niña. Ya no llores. Sabes que no soporto… verte llorar *sniff*. 

Katrina: Je... Ok. 

No muy lejos de ahí,  Evangeline pasa el tiempo sentada a la cima de una de las casas de la Ciudad Antigua, solo observando todo. Con ella están Shane y Wendy, está última con su abultadísimo vientre de ocho meses. 

Shane: Entonces, ¿saben donde esta? 

Evangeline: No con certeza completa,  pero es lo más cerca que hemos estado jamás. 

Shane: Ya veo. 

Hablan de Jane Aprilia, una vez más, pero esto causa mucho dolor. La mirada de los tres revela mucha tristeza, especialmente la de Evangeline, por supuesto, aunque Shane, con la apuesta que había prometido y que no pudo cumplir, está casi igual

Shane: De verdad, de verdad, lo siento mucho. 

Aun muy herida por dentro, Evangeline empieza a lagrimear. 

Wendy: *reclamando bajito* Shane. 

Shane: Lo siento. 

Ambos le confortan como mejor pueden. De la misma manera, Fitz abraza a Angélique en otra parte de la base, ofreciéndole pañuelos y tambien brownies de chocolate mientras ella le cuenta la situación, aunque ella no está llorando, solo esta abatida, contándole la situación ocurrida. 

Angélique: Al final se arreglo todo… bueno, lo que se podría arreglar. Jean empezó a actuar otra vez como él, pero, no fue nada agradable pasar por eso. 

Fitz: Vaya. No creí que el fuera la clase de persona que haría eso. 

Angélique: ¡No lo es! ¡¿No te imaginas como se pudo estar sintiendo!? 

La pelirroja se muestra bastante molesta por las palabras del joven Darcy y este hasta intimidado se siente, por lo que procede corregirse.

Fitz: Perdón. No lo decía con desdén. Es solo que, bueno, es inesperado de su parte. Lord Winchester estaba preocupado también por ustedes. Yo estaba preocupado por ustedes… por ti. 

Angélique: Lo se… lo siento, sobrereaccioné. 

Fitz: No pasa nada, linda. 

El pelinaranja besa suavemente la frente de la pelirroja y ambos se quedan pegados hombro con hombro después. La escena es vista desde lejos por Jean, el cual se ve infeliz de nuevo. Junto a él, está Maximilian. Sus hombres estan tomando una de las casas abandonadas como suya. Han sido aceptados en la Alianza… bajo ciertas condiciones

Jean: ¿A prueba? 

Maximilian: Si. Después de oír toda nuestra historia y las circunstancias, lo aceptaron. Pero dados nuestros antecedentes, pues, dijeron que no pueden confiar en nosotros completamente. No tenemos voto en el Consejo, por ahora solo estamos ahí, flotando. 

Jean: Ya veo… 

Maximilian: Pero está bien. Yo tampoco confiaría en mi. Madame Karma parece muy sensata y cauta. En este mundo, eso nunca esta de más. Es digno de admirarse. Gracias por la oportunidad, Black.

Jean sonríe por estas palabras hacia su maestra, aunque pierde la expresión pronto al recordar como está su relación justo ahora, por lo que se apoya en una barda, y esconde la cabeza entre los brazos, suspirando. 

Jean: Me alegro que Betula te aceptara al menos. A mi no creo que me quiera volver a hablar.

Pero el Hombre Montaña le sonríe inesperadamente. 

Maximilian: No creo que sea el caso. 

Jean: ¿no? 

Maximilian: Nope. Cuando le entregue las plumas que me diste, junto con tus disculpas. Debiste ver su cara, creí que iba a llorar en serio. 

Esto da algo de esperanza al joven capitán. 

Jean: ¿En serio? 

Maximilian: Que me parta un rayo si no. Ella está dolida por lo que sea que pasó entre ustedes, pero el tiempo lo cura todo, hasta lo que creerías que no sanará nunca. 

El ex Guerrero piensa en su querida Malve, y Jean a su vez, en su amigo. No obstante, sus pensamientos se ven interrumpidos, por un anuncio de “El Altavoz”. 

Sonya: A todos los miembros del consejo. Se solicita su presencia en la sala de reuniones. 

Capítulo 826: Lo iban a saber de todos modos[]

En la sala de reuniones, el consejo de Todos somos Esclavos ya está presente. Maximilian también está ahí pero como observador y oyente, sentado junto a Jean y Angélique , y es por este motivo, que las miradas desconfiadas se juntan todas en un mismo lugar. 

Betula: Muy bien. Demos inicio a esta sesión. El primer punto del día, la Operación contra Canro Kitchen. Hollow, puedes poner al tanto a “los recién llegados”. 

Jean vuelve a sentirse incomodo por como habla su maestra pues aunque también abarca a Ink y Maximilian, se oye todavía ese resentimiento. El Poltergeist, por su parte, se levanta para hablar al oír su nombre.

Hollow: La situación de la Operación contra Canro Kitchen es que ha salido de la pausa, aunque aun hay que hacer preparaciones previas. Lord Fernand Winchester ya nos ha ofrecido sus recursos y una de sus sedes de Wind Jester para que podamos comenzar desde ahí y…

No obstante, Maximilian alza la mano para preguntar. 

Maximilian: Disculpen la intromisión, je. Pero, ¿por Canro Kitchen se refieren a la organización que cocina para los Dragones Celestiales? ¿La dirigida por El Bullioso? 

Hollow: ¿Si…? 

Betula: ¿Conoce a su líder? 

Maximilian: Si. Una vez lo vi en Mary Geoise, cuando aún era Guerrero del Mar *suspiro*. El tipo se veía como una pomposo payaso bastardo, pero creí que era por creído simplemente, no tenia ni idea de que fuera esclavista. 

Betula: ¿Algo que pueda decirnos sobre él? ¿Alguna debilidad? Podría ser inteligencia muy valiosa. 

Maximilian: Lo único que se de él es que nunca va solo a ningún lado. Tiene un “sequito” de guardaespaldas, y bastante grande. Llegar a él directamente es complicado. Espero que estén conscientes de la magnitud que tendría montar una operación como esa contra una organización afiliada al Gobierno Mundial. 

Hollow: Lo estamos. Y por eso estamos tomando todas las precauciones posibles. 

Maximilian: Entiendo. 

Betula: Bueno, ahora el punto número dos. Ink. 

La última de las trillizas se levanta al ser mencionada. Sea cual sea el asunto del que debe de hablar, le es doloroso, aunque es importante si es que va a hablar de ello. 

Ink: Durante mi… ausencia, descubrí que los remanentes de los Pastores se habían reorganizado bajo el mando de Mercer Berserker.

Angélique: ¿La mujer que enfrente? 

Ink: ¿Era ella? 

Esto supone un problema, representa que hay esclavistas todavía rondando en Jacar, lo que pone particularmente nerviosos a los Piratas del Ave Azul. O eso sería en otro caso.

Mark: Hay que asegurarnos entonces de que no vuelvan a sus actividades. Hay que enviar un grupo tras… 

Ink: Oh. No hace falta, los acabe ya. Solo estaba avisándoles. 

Jean: ¿Los acabaste entonces? 

Angélique : ¿A todos? 

Ink: Sep. Se los llevo la Marine. 

Angélique: ah, ok. 

La Alianza queda un poco desconcertada por el asunto, y el silencio se hace presente un momento. Solo queda un asunto pendiente por tratar, y es Betula quien rompe el silencio para ello, aunque no de la forma más amable. 

Betula: ¿Y bien? Jean, Angélique. No van a hablar de su “descubrimiento” cuando estaban afuera. 

Jean: Ah, si, si. Claro. *ehem* Durante nuestra….ahm… ausencia. Tuvimos un encuentro con… Bela… el hombre que ma… el comprador confirmado de Jane Aprilia… 

Betula: Eso ya lo sabíamos. Lord Fernand nos informó. 

Jean: Ah…. Me refiero a una segunda vez. Durante este encontronazo, Bela revelo que ya había vendido a Jane, hace poco más de mes y medio. Pero nos dijo exactamente a donde. 

Esto hace que a algunos de los miembros del Consejo se les abrán los ojos muy grandes. 

Fernand: ¿Dónde? 

Jean: Un Girls Show llamado Devil’s Divine. Ciudad de Black Angus, Reino de Brushian. 

El barullo se deja oír un momento, todos comentan entre si al respecto hasta que Jean vuelve a hablar. 

Jean: Si se me permite, yo y mi tripulación iremos hasta allá y… 

Betula: Ya no tienen poder para decidirlo. 

Jean: ¿Uh? 

Angélique: ¿Qué?

Capitán y Primer Oficial se ven confundidos. ¿Cómo que no tienen poder? Ante esto, los otros miembros del consejo, especialmente Shane, miran hacia Betula. 

Shane: ¿No les dijiste? 

Betula: Aun no. 

Wendy: ¡Debimos haber empezado por ahí entonces! 

Betula: Lo iban a saber de todos modos. Da igual cuando se enteraran.

Jean: ¡Woah, woah, woah! Esperen un segundo. ¿De que están hablando? 

Ahora, muchos del consejo miran a Jean y su compañera con incomodidad, pero es Betula quien les resuelve la duda. 

Betula: Tú y tus piratas del Ave Azul están a prueba. 

Capitulo 827: Argumentos y contrargumentos[]

Angélique: ¿A prueba? ¿Cómo que a prueba? 

Jean se ha pone ligeramente pálido al oír esto. 

Jean: … Significa que no tenemos voz ni voto sobre las acciones y decisiones de la Alianza. 

Betula: Exacto. 

Ahora, el rostro de Jean se le contagia a la pelirroja, y el resto del consejo mira en silencio. 

Angélique: Pero…

Jean: Por favor. No pueden estar hablando en serio. 

Pero Betula está más seria que nunca. 

Betula: ¿Crees que bromeo acaso? Dijiste que aceptarían cualquier castigo que la Alianza decidiera y este fue decidido por el Consejo incluso desde antes de su regreso. Los Piratas del Ave Azul estarán a prueba hasta nuevo aviso. ¿O es que no tienes el valor de ser fiel a tu palabra? 

Ante esto, el capitán y su primer oficial simplemente agachan la cabeza. 

Jean: *suspiro* Esta bien…

Pero ambos quedan descorazonados. Sin potestad para actuar por su cuenta no pueden ir a Brusian a rescatar a Jane. No pueden cumplir los sueños y deseos de su difunto tirador. No pueden salvar a la hermana de su amigo. Mientras,  Betula esta por dar terminada la reunión. 

Betula: Muy bien. Con lo de Canro Kitchen hay que poner nuestro máximo esfuerzo para lograr la operación. Intentaremos contactar a los Joshidanshi  y… 

No obstante, es interrumpida. Uno de sus contramaestres alza la mano. Shane. 

Shane: Estoy seguro y consciente de que lo de Canro Kitchen requiere mucha atención y preparación. Pero no debemos dejar de lado el asunto de Devil’s Divine que los Piratas del Ave Azul mencionan. 

Aunque seria a matar, Betula escucha con atención lo que su camarada tiene que decir, mientras que los del Ave Azul miran esperanzados. 

Shane: Según me contó Evangeline. El Devil’s Divine no solo es un Girls Show, es un asunto más parecido a Choc Cigar Company. El lugar vende la virginidad de las chicas que tienen ahí al mejor postor. Es básicamente un prostíbulo de súper lujo para los aristócratas. Siendo el caso, no podemos hacer esto a un lado. 

Betula: No creo que nadie planeara hacerlo de lado. 

Ante esto, Jean, Angélique y varios de los presentes miran confundidos a Betula. ¿Por qué pareciera que sus palabras contradicen a sus acciones? 

Shane:… Bueno, siendo ese el caso. Los Piratas del Ave Azul están dispuestos a ayudar a esas mujeres del Devil’s Divine. Si, sé que están a prueba. Pero que mejor prueba para demostrar su compromiso con la Alianza nuevamente. 

Betula alza una ceja. 

Betula: ¿Estás proponiendo entonces a los Piratas del Ave Azul para esa misión? 

Jean y Angélique ahora se ven expectantes, y Shane, que lo ve todo desde su lugar, sonríe con todos sus afilados dientes. 

Shane: Si. Apoyo esa moción con toda violencia.

Aunque no emite ningún sonido en absoluto, los labios de Jean se mueven diciendo “Gracias, Shane”. Mientras con los ojos cerrados y sosteniendo su mentón con la mano, Betula suspira visible y audiblemente antes de hacer una pregunta.

Betula: ¿Los que estén a favor que los del Ave Azul se queden a ayudar con la operación de Canro Kitchen?

Tristemente para Jean, su propia maestra y cuatro de sus contramaestres alzan la mano. Son los que le han visto serios toda la noche. No obstante, con solo cinco votos. Aun podrian tener oportunidad

Betula:… ¿los que estén a favor de que los Piratas del Ave Azul vayan a Devil’s Divine. 

Jean y Angélique están a punto de levantar la mano, por costumbre aunque se detienen antes de hacerlo realmente. Cinco manos tambien se alzan a su favor, todas ellas tambien de Piratas del Zafiro. Las manos del propio Shane, su esposa, el medico de cabello verde y las dos mujeres con casco, todos los más cercanos a los Piratas del Ave Azul. 

Betula: Tch… tenemos un empate. 

Pero aun hay otras cinco personas sin votar. Los de Wind Jester, los de Hollow y la última de la Triada de Sangre. 

Betula: No podemos tener un empate, voy a pedir a los que faltan de votar que elijan una de las dos opciones. 

Todos esperan la decisión que tomaran, especialmente el Ave Azul. No obstante, el resultado si que es inesperado. 

Ink: Voto por Devil’s Divine. 

Hollow: Los Piratas de Hollow votamos por Devil’s Divine. 

Fernand: Wind Jester también vota por Devil’s Divine. 

Ahí esta el resultado. La votación más desigual que se ha visto en la Alianza.  Cinco votos en contra, diez a favor. Jean y Angélique sonríen por ello pero Betula no abandona su actitud pesada. 

Betula: Bien, el Ave Azul irá. Pero aun están a prueba, así que alguien debe ir con ellos para asegurarse que “no hagan nada estúpido”. 

De inmediato, tres manos se alzan. 

Ink/Shane/Wendy: ¡Yo iré! 

De nuevo, esto es inesperado, y tambien indeseado a nivel táctico. 

Betula: Gracias por su… apoyo, pero dos contramaestres y una líder con sus naves son  demasiado poder militar y… 

Ink: Ay, por favor, admitámoslo. El Roselia no aporta nada a nivel militar y tampoco una moribunda treintona. 

Betula: Ink, no digas… 

Wendy: Y en todo caso, podemos ir Shane y yo solo en el Ultralite o en el Quartz, para no llevar demasiadas naves. 

Mark: Pero… 

Devon: El embarazo….

Los que rebaten son los que están en contra, con sus miradas serias. Pero a su argumento llegan los contrargumentos. 

Wendy: Aun faltan algunas semanas para que nuestro Axolotito llegue con nosotros. 

Jean y Angélique: ¿Axolotito? 

Shane: Además, mi esposa es perfectamente capaz de cuidar de si misma y de Axolotito. Y yo soy perfectamente capaz de proteger a mi familia. 

Wendy:  ¿O acaso creen lo contrario? 

No pudiendo rebatir esos argumentos,  el Consejo finalmente accede. 

Betula: Muy bien. Los tres irán con el Ave Azul a Brusian.  

Capitulo 828: Un buen líder debe saber eso.[]

Terminada la sesión al fin, Jean y Angélique regresan inmediatamente a su nave, en donde sus camaradas ya les esperan para ver que noticias traen, y la primera, la mala, no les gusta nada. 

Todos: ¿A prueba? 

Big Bird: ¿Prueba, prueba? 

Angélique: Si. No tenemos voto en la Alianza, al menos por ahora. El resto del consejo controla nuestras acciones. 

Evangeline: Pero… ¿Qué pasará entonces con Jane? 

La preocupación en los rostros de todos es evidente, pero es calmada por su capitán. 

Jean: Esa es la buena noticia. Iremos a Brusian por ella de todos modos. Denle las gracias a Shane por eso. Él estuvo abogando por nosotros y le debemos mucho. Nos acompañará junto con Wendy e Ink

Mia: Genial. ¿Zarpamos ya? 

Angélique: Aun no. Saldremos a primera hora mañana. Wendy ira a un chequeo médico antes de partir. 

Mia: Ahhhhhhhhh.

Jean: Aun así, hay que prepararnos. Reúnan todo lo necesario, descansen un poco, hagan lo que tengan que hacer. 

Y así lo hacen. Un rato más tarde, las preparaciones de los piratas continúan y Jean dirige toda la operación sin notar que su maestra lo está mirando desde el mástil del Jewelry Power, una vez más mortalmente seria. 

Fleur: ¿Vigilando? 

Betula: ¡Kyah! 

De la nada, su primer oficial aparece colgada de unas velas, medio metiéndole un susto de muerte a su capitán. 

Betula: Ughh… ya te he dicho que no me hagas eso. 

Fleur: Era para hacerte reír, señora seria. 

Pierna Llameante nota entonces que su capitán tiene en la mano la foto de su familia y hacia donde está mirando. 

Fleur: Betula. ¿No crees que estás siendo demasiado dura con él? 

Betula: Debo recordarte que tu votaste a favor del castigo. Y en contra de la misión a Brusian. 

Fleur: Lo se. Pero eso es lo que hace un buen Primer Oficial, secundar las decisiones de su capitán “por malas o estúpidas que sean”. 

La mujer lo fice con una sonrisa enorme mientras mira a su propia alumna de cabellos rojos ayudar a su capitán. No se burla, de verdad seguiría a Betula al fin del mundo si hiciera falta. Después de un suspiro, ella responde. 

Betula: Él debe de aprender que sus acciones tienen consecuencias. Todo capitán, todo buen líder debe saber eso. 

A la mañana siguiente… 

Shane: ¿Todo listo? 

Jean: Listo. 

Wendy: Listo. 

Ink: Preparado. 

La Ocean Spirit, el Quartz Crystal y el Black Roselia ya tienen todo para zarpar. Además de la tripulación del Ave Azul, también va la mitad de la tripulación de Shane y la mitad de Wendy, unos 50 y pico de hombres, entre los que se cuentan Beatrix y Marcel, cosa esperada en realidad. Lo inesperado, es que hay alguien acompañando a Ink. Un solo tripulante. 

Taylor: ¿Zachary? ¿Qué haces aquí? 

Ink: Oh. ¿Él? Es mi nuevo grumete/jefe de personal/ primer oficial/ discípulo. Jajajajja. 

Zachary : Ahmmm, eso supongo, je. Todos somos Esclavos me dio una nueva vida, completamente diferente a la mierda de Payne, así que, me gustaría empezar a retribuir algo a la Alianza…y está es la división con menos gente, así que tal vez pueda ser medio útil. 

Taylor: Oh… excelente. Bienvenido. 

Esto alegra al médico, pues al menos así su amiga no estará tan sola y aquel hombre al que salvo tendrá un propósito. Con los hombres y mujeres que realizaran la expedición reunidos y listos, Shane, como jefe de la operación, es quien da la señal. 

Shane: ¡Hacía Brusian! 

Todos: ¡Hacía Brusian! 

Y entonces las naves empiezan a salir de la base propulsadas por gyojin y tritones. 

Jean: (No te preocupes, mi amigo. Ya vamos por ella) 

Mientras tanto… en su destino… 

Una isla gélida, completamente  gélida. Los primeros rayos de la mañana apenas asoman en alguna costa. Ahí un barco de la Marine arriba sigilosamente, mientras que en tierra, un grupo de hombres acorazados y armados ya esperan al oficial que viene en el barco y que no tarda en bajar. 

Barok: Joder, que puto frio esta haciendo. 

El oficial resulta no ser otro que Barok, el cual, con su leve camisa verde agua, no le cubre nada del frio. Sobándose los pezones para darse calor y que no se le noten tanto. El peliverde llega con el líder de los hombres armados, el cual se ve particularmente gallardo. 

Barok: Usted es… ¿Lord Emeric? 

Emeric: Uf, gracias al cielo. Le agradezco infinitamente por su tiempo, Capitán. Temiamos que la Marine no tomará nuestro llamado en serio y… 

Barok: No soy capitán, soy comandante… fui… degradado.. Recientemente 

Emeric: Ahh… Ok. Comandante. Bueno, permítame informarle a grandes rasgos de la situación. 

Barok: Aha… 

Emeric: Como sabrá, hace poco obtuvimos pruebas de que uno de los altos cargos más importantes del reino, ha estado haciendo negocios ilícitos en los Bajos Fondos. Este Alto Cargo, Lord… 

Ambos caminan entre los hombres acorazados de Emeric, no obstante, Barok no pone atención a lo que dice. Se dedica sólo a tratar de limpiar sus lentos oscuros del baho de su propio aliento y la escarcha que se les forma. 

Emeric: Y es por eso que solicitamos su ayuda. Con la Marine, podríamos tener una oportunidad. 

Barok: Ah, que bien. 

¿??? : Si, que bien, que bien. 

Una voz los toma por sorpresa. De detrás de un pino nevado sale otro hombre, con armadura similar a la de los soldados de Emeric, pero en color rojo. Melena desatada, mirada enloquecida. Barok no sabe que ocurre, pero la mirada furiosa y preocupada de Emeric indica que él si. 

Emeric: Agamenon. 

Agamenon: La verdad, no lo creí posible. Que consiguieran el apoyo de la Marine, especialmente tu, Emeric. ¿Dónde está esa perra a la que sirves?

Emeric: No está aquí. 

Agamenon: Si. Eso ya lo se. Nunca debiste llamarlos. Ahora por tu culpa, muchos buenos soldados van a morir. 

De entre el bosque, sale otro grupo, con el mismo uniforme que el grupo de Emeric pero con vivos rojos. Es extremadamente numeroso. Dándose cuenta de la gravedad de la situación, Barok llama a sus hombres y les ordena. 

Barok: ¡No dejen que rompan su formación! ¡Sargento! ¡Llame al Cuartel General!

Agamenon: Anda, Marine. Inténtalo. Cortamos las comunicaciones. 

Agamenon toma un arma a su espalda, una especie de bastón, y tallando la punta contra una roca, la prende en llamas, cual fósforo gigante. 

Agamenon: Nadie vendrá.

¿Qué ocurre en Brusian?   

Capítulo 829: Bayas de Endrino[]

¡Retirada! ¡Retirada! 

Sangre tibia se escurre y derrite la nieve que no deja de caer de forma incesante. En el bosque de aquella cala en Brusian, los hombres de armaduras azul negras van huyendo. Sus números se han reducido terriblemente, y los que quedan van heridos, incluyendo su líder de facto, Lord Emeric. 

Emeric: (... estamos solos otra vez) ¿¡Nos siguen aun!?

Al voltear hacía atrás, efectivamente comprueban que aun hay hombres de armaduras negras y rojas tras de ellos. Y aunque hay distancia, es evidente que les darán alcance si no hacen algo. 

Emeric : Pshe… prometí que ya no la iba a usar, pero no podemos arriesgarnos a que encuentren la base. 

El noble, con la cabeza sangrante, saca de entre su abrigo una pistola, la carga con una extraña capsula y apunta al cielo. 

Emeric: ¡Ahi va!

Al jalar el gatillo, una pequeña cantidad de humo verdoso se eleva al cielo, y súbitamente, la nevada comienza a arreciar, complicando el camino de sus perseguidores. 

Soldados de rojo y negro: ¡Aghhh! ¡Maldita sea! 

¿Qué ha pasado? Una masacre. En aquella caleta donde la Marine había llegado, solo hay ruina. El barco en el que llegaron, en llamas, o más bien, ya en brasas, pues se apaga lentamente. El resto de los hombres de Emeric, yacen muertos por doquier. Los marines, haciéndoles compañía en el suelo, siendo cubiertos por la nieve y las cenizas. 

Agamenon: ¡Muevánse! ¡Rápido! 

El que comanda a los hombres de rojo y negro camina hasta el oficial que lideraba a los Marines, Barok. También esta en el suelo, sus gafas están rotas, su capa y gorra en llamas, con la sangre brotando de su boca y una horrible marca de quemadura que atraviesa su camisa y llega a su piel. 

Barok: Aghh… aghh… 

Agamenon: Tch… 

El hombre de la melena alborotada lo mira desdeñoso desde arriba, y con la parte no flameante de su bastón, le impacta justo en la quemadura con una fuerza brutal. 

Agamenon: Todo fue su culpa.

Barok: ¡…!

...

Y con eso se le escapa un último jadeo, mientras que Agamenon camina a paso raudo y furioso al ver a sus hombres regresar con las manos vacías. 

Soldado: Lo siento, general. La tormenta arrecio de repente y… 

Agamenon : Tch… Mierda. Ese bastardo escapo. ¡Todavía no encontramos a la perra maldita y, con este *señala a Barok* baboso muerto, todavía no se que voy a hacer. Algun otro de sus amigos "Marines" va a venir eventualmente a ver que le paso. 

Agamenon no deja de maldecir su suerte, golpeando arboles con su “antorcha” gigante, reventándolos y quemándolos al mismo tiempo. No obstante, su berrinche es interrumpido por otro de sus soldados, el cual trae algo en la mano. 

Soldado: General. 

Agamenon: ¡¿Qué!? 

Soldado: ¡…! Ahmmm… encontramos esto en el bosque. 

El soldado extiende entre sus dedos la rama de un endrino con algunas de sus bayas. Al principio, parece completamente corriente y Agamenon ya está por mentarle la madre o algo por perder su tiempo. Pero al mirar de cerca, se da cuenta de su color peculiar, negro puro, cada una con una única espiral rojiza y los tallos rizados. Una fruta del diablo. 

Soldado: Apareció de repente. 

El general de ojos enloquecidos empieza a sonreír de nuevo, con esa torcida mueca suya, mientras toma las antes endrinas y dirige una mirada rápida a lo que queda de Barok. 

Agamenon: Ese inepto…creaba ilusiones, ¿no? 

Soldado: Si, señor. 

Agamenon: Hmmm, jeje jeje.  Una buena noticia después de todo. ¡Preparen todo! ¡Que los vehículos estén listos para volver a Ciudad Ciudadela! 

Soldados: ¡Si, señor! 

El general vuelve a sonreír, unque más recatadamente esta vez.

Agamenon: Sus altezas querrán ver esto.    

Capitulo 830: El nombre que fue escogido[]

Días mas tarde…

Shane: *vía den den mushi* Pararemos aquí un momento.

Jean: Entendido. Angélique. 

Angélique: Voy. 

La misión rumbo a Brusian continua para los tripulantes de la Ocean Spirit, el Black Roselia y el Ultralite Sapphire. Los cuales hacen un descanso breve pars reponer fuerzas y rellenar tambien el subministro de oxigeno del submarino. El viaje ha sido largo hasta ahora… y un tanto tortuoso. Debido a la carencia de un Eternal Pose de Brusian, han tenido que ir todo el camino hasta Night Howler y luego hacia Beni Beni. Lugares que ahora solo traen malos recuerdos de lo sucedido con su amigo y su asesino. 

Mia: Prepare te, café y chocolate calientito para todos. 

Katrina: Uhhh, quiero. 

Isabel: Y yo. 

Marcel: Gracias, señorita Mia.

Pero, al menos físicamente, esos lugares ya están atrás. El clima actual es fresco y lo suficiente ventoso como para requerir una capa de ropa extra, aunque calmo y hasta cierto punto agradable. Con ello, todos disfrutan del pequeño refrigerio que les ha hecho Mia o realizan otras tareas. 

Ink: Simplemente apunta a donde quieras. Luego jalas la palanca y presionas el botón al mismo tiempo. 

Zachary: ¿Así? 

Los nuevos compañeros del Black Roselia tienen un pequeño momento de convivencia con Ink enseñando a Zachary como disparar el arpón del barco. No obstante, al hacer pruebas, este se dispara en contra del Ultralite y rebota hasta rasgar la vela de la Spirit… y casi decapitar a Samir. 

Zachary: ¡Ahhh, perdón! 

Samir: ¡…! 

Ink: *Aguantándose la risa* Sorry. 

Por suerte, el incidente no pasa de ahí. Taylor y Bert cambian la vela por una nueva, mientras observan algo en la cubierta del Ultralite. 

Wendy: ¡Aghh! 

Beatrix: Estás bien. 

Wendy: Si… es solo que Axolotito patea muy fuerte a veces. Me deja sin aire. 

A Wendy, con su abultado vientre, reír junto a su cuñada mientras beben su chocolate.

Taylor: Es una vista agradable, ¿no?

Bert:  Me recuerda a mi Eliza cuando esperaba a nuestra Beth. Pero no se si ella debiera haber venido estando así. Digo, ¿no es peligroso? 

Taylor: Lo es. Y no solo por la misión. Como médico se que el tercer trimestre es el más riesgoso para la madre. Pero bueno, si Gareth lo aprueba y ella esta cómoda, supongo que esta bien. 

Bert: Ya veo. 

Este tema de conversación es el mismo que tiene el esposo de la embarazada y el capitán de los Piratas del Ave Azul, que observan justo desde encima de la escotilla del submarino.

Jean: ¿Y no te preocupa? 

Shane: Je. Por supuesto que si.  Pero jamás habría convencido a Wendy de dejar esta misión de lado. Ella se unió al Zafiro y luego a Todos somos Esclavos para ayudar a la gente con toda su energía, incluso ahora. Ella quiere hacer de este mundo un lugar mejor para todos, y eso incluye a nuestro Axolotito también. 

Jean no puede evitar sonreír ante está contestación, mientras que Shane sigue hablando. 

Shane: Y por supuesto yo estaré ahí para ella siempre. Tambien quiero un mundo mejor para todos, para mi esposa, para mi bebe… para mi hermana… 

Por alguna razón, el énfasis que pone Shane en “hermana” le llama la atención al peliazul. Shane se da cuenta, y se explica sin que tenga que pedírselo. 

Shane: Nunca te conté yo, como me uní a Todos somos Esclavos, ¿o si? 

Jean: Creo que no.

Shane mira muy serio hacia donde está su familia feliz, como si recordará algo sumamente trágico. 

Shane: Bueno, sabes eso de que las sirenas jóvenes son las esclavas que valen más dinero en subasta. ¿No? 

Jean: Eso he oído, si. 

Shane: Bueno. Los que secuestraron a Betty también lo habían oído. Un día estaba casa riñéndome por dejar todo sucio y nunca hacer nada. Y al día siguiente, se la habían llevado. La busque por mar y tierra ¡Dios!, la hubiera buscado en el cielo también si hubiera podido, pero no podía encontrar a mi hermana.

Jean escucha impactado la historia. Si bien, sabe que mucha gente en Todos somos Esclavos tenía familiares que son o fueron esclavizados, no esperaba que fuera el caso con su amigo de dientes de sierra.

Shane: Creí que no había esperanza. Pero luego conocí a Wendy y a Betula y ellas me la devolvieron. Me ayudaron a buscar, y a encontrar a mi hermanita. Aunque el daño estaba hecho. 

Jean: ¿Daño? 

Shane: Eso de que las sirenas jóvenes valen más… no es del todo cierto. Solo si son lo suficientemente bonitas. Y Betty, con sus colmillos asomándose de su boca, aparentemente era como “un vampiro horrendo”. Los que la secuestraron, enojados por no poderla venderla porque daba miedo a sus compradores, le hicieron cosas horribles.

Jean mira hacia Beatrix de nuevo, dándose cuenta de la docena de cicatrices que tiene la sirena en sus brazos y cola.

Shane: Pero, con mucho tiempo y esfuerzo, en cuerpo y alma, ella volvió a estar bien. Y después de que pude salvar a mi hermana, lo decidí. Me quedé con el Zafiro pars ayudar gente, para evitar que la hermana de alguien más sufriera.

Y entonces, hace clic en Jean. Su insistencia en venir y ayudarlos ahora. Y antes, las apuestas, las promesas, todas las palabras de aliento hacía su difunto tirador. La esperanza que le dio primero que nadie, incluso que él propio peliazul o cualquiera en su tripulación. Todo ese tiempo, Shane lo apoyó incondicionalmente porque alguna vez tuvo el mismo dolor.

Jean: Todo esto... Lo hiciste por…

Shane: Le prometí que hallaríamos a su hermana antes de que naciera mi bebe. Y eso pretendo, incluso si él ya no está aquí.

El capitán del Ave Azul de nuevo sonríe, aunque también debe usar mucha de su voluntad para no ponerse a llorar ya mismo.

Jean: Gracias, Shane.

Shane: Je. De nada. 

Luego, el gyojin tintorera regresa a su tema de conversación inicial. 

Shane: Y con respecto al bebe… también ya escogimos un nombre para Axolotito.

Jean: ¿Ah, si? ¿Cuál?

Al decírselo, Jean nuevamente tiene ganas de reír y de llorar. Tras esto, el descanso termina, su trayecto continúa  y el clima se enfría aun más, hasta que finalmente, se oye el grito tan deseado.

Zachary: ¡Tierra a la vista!     

Capitulo 831: Barrio rojo[]

Con el clima casi helándoles hasta los huesos, una isla se yergue imponente e inmensa al horizonte, con grandes montañas y extensos bosques, todos completamente cubiertos de blanca nieve. Una isla de invierno en invierno. 

Big Bird: *temblando de frío* ¿E… esa es? ¿Esa e… es? 

Angélique: Debe ser. 

Jean: Brusian… 

Tratando de cubrirse del clima, todo el grupo se viste con sus mejores galas invernales. No tardan mucho más en llegar, y las tres naves atrancan en un puerto con aspecto un tanto marginal y austero, que aparte de congelado, parece congelado en el tiempo, todo se ve viejo. 

Evangeline: Entonces, henos aquí. 

Ink: Henos aquí. 

Zachary: ¿Y… ahora que? 

Jean: Bueno, llegamos a Brusian. Bela… ese bastardo dijo que el lugar se llamaba Devil’s Divine, y estaba en Black Angus. 

Angélique: Hmmm, deberíamos asegurarnos primero si estamos cerca de esa ciudad para empezar. 

Jean: Entonces…

El peliazul ya esta apunto de dar las ordenes, pero recuerda pronto que él no está a cargo. 

Jean: Ahm… ¿Shane? ¿Wendy? ¿Ink?... ¿Que opinan? 

Ink: Me gusta. 

Shane: Estoy de acuerdo. Marcel. Tu y el escuadrón uno vigilaran los barcos. 

Marcel: Si, señor. 

Zachary: Ahmmm, ¿yo también?

Ink: Nah, no hace falta. Tu vas conmigo. 

Zachary: Oh… ok. 

Wendy: El resto va con nosotros. Ustedes también Ave Azul. Busquen a alguien que tenga algo de información de donde estamos con exactitud. 

Piratas del Ave Azul: Si… 

Y así lo hacen. No obstante, no encuentran a mucha gente, y la que hay, es arisca o temerosa. Tras un rato, se reúnen para comentar resultados. 

Shane: Bien, espero que les haya ido mejor que a nosotros. 

Wendy: No tenemos nada. 

Bert: Nope. 

Ink: Yo si. Estamos en Puerto Alcázar. 

Wendy: ¿Alcázar? 

Angélique: ¿Y esta cerca de Black Angus?

Ink: Ni idea. Es lo único que me dijeron. 

Katrina: Yo si oí algo más. Blsck Angus no es una ciudad, es un distrito. Y es un distrito de este Puerto. 

Taylor: Si, a mi tambien me dijeron eso. Y me dieron indicaciones. No estamos lejos en realidad. 

Shane: Genial. Andando entonces. 

Taylor: Si… pero no va a ser muy agradable pasar por ahí. 

Shane: ¿Por qué?

Taylor: Bueno… Black Angus, es… 

Minutos más tarde

Mujer: ¿Te quieres divertir un rato, papito? 

Jean: Tch… un barrio rojo. 

Angélique: Hmmm, con razón el nombre. 

En efecto, Black Angus es una “meca del placer”. Cada edificio en el lugar es un prostíbulo, Burdel, Girls Show, un bar para ligar, un antro de mala muerte. Iluminado en su exterior por luces rojas… y tambien otra clase de luces de las chicas que es un milagro no mueran de hipotermia vestidas así. Nuevamente, los Piratas van en parejas para buscar el famoso Devil’s Divine, encontrando en cambio situaciones incomodas. 

Mujer: Hola, preciosa. ¿Quieres experimentar un poco? 

Isabel: *corriendo* No, gracias. 

Hombre: *cargando una charola con muestras gratis de tragos* Ey, amiga. Estos van por la casa. ¡Amiga! 

Mia ve al hombre del alcohol, pero para sorpresa de su compañera, de inmediato lo ignora. 

Isabel:¿Tu rechazando una copa? No lo creo. 

Mia: Je. Eso es porque se de licores. Y lo que sea que había ahí olía adulterado hasta aca. El tipo era un ladrón o algo peor. 

Isabel: Ughh... 

Angélique y Katrina van por su lado, sintiéndose increíblemente incomodas y hasta algo atemorizadas, pues decenas de hombres, ebrios o drogados, no dejan de lanzarles piropos. 

Hombre: ¡Quisiera ser sol para darles todo el día! 

Hombre 2: ¡Y yo azúcar para endulzar esas toronjas! 

Katrina ¿¡porqué no los golpeamos todavía!? 

Angélique: Porque hay cosas más importantes que hacer. Pero al que se me acerque, le voy a meter la bota por donde no da el sol. 

Katrina: Ugh…, no se como mi padre puede gustarle venir a lugares así. 

A los otros les va más o menos igual o peor. Samir y Taylor son producto de burlas cuando alguien los ve tomados de la mano, y Shane tiene que reventarle los dientes a alguien cuando le gritan a Wendy que le “harán otro hijo”. Para su desgracia, Black Angus es más grande de lo que parece y la situación se prolonga un rato. 

Jean: Carajo. Si no hiciera tanto frio, buscaría el dichoso lugar volando. 

Big Bird: Frio, frio…. *castañea el pico*

Pero mientras el peliazul intenta calentarse las manos, algo le llama la atención. Un par de hombres que no se ve como los demás del lugar, se ven bastante elegantes, y entonces Jean recuerda lo que le dijo Bela.

Jean: “Los aristócratas pagan bien por chicas… “

Con sigilo, Jean se decide a seguirlos por un rato hasta que ellos entran a un tugurio especialmente llamativo. Con un anuncio de neón rojo brillante en su entrada en forma de una diablesa desnuda… y un nombre bien claro. Ante esto x Jean toma su Den Den Mushi y llama a todos sus compañeros.

Jean: Encontré el lugar.      

Capitulo 832: Cuota de entrada[]

Angélique: ¿Entonces es aquí? 

Jean: Si. 

Evangeline: El Devil’s Divine. 

Los Piratas del Zafiro, del Ave Azul y la nueva Tríada se reúnen afuera del enorme edificio. Se les nota cierto nerviosismo, especialmente a Jean y Evangeline. 

Mia: ¿Atacamos? 

Ink: No hay necesidad. Hay que entrar por la puerta principal. No saben a que venimos. 

Katrina: Suena bien. Finjamos ser “clientes” como hace mi padre. Podemos ver todo desde adentro. 

Shane: Hagámoslo entonces. 

Wendy: Escuadrón 2. Quiero a la mitad de ustedes afuera por si algo pasa. 

Y así lo planean y así lo hacen. El grupo, consistente en los del Ave Azul, la pareja Gyojin-sirena, la nueva triada y un par de soldados del Zafiro entra. Pasan primero por una gran puerta externa de vidrio polarizado, lo que los lleva a un gran lobby. Muy lujoso, aunque completamente vacío. Ahí,  ya se oye la música de un tugurio resonar desde más adentro, saliendo de otra puerta, y que es a donde tratan de ir.  No obstante…

¿???: ¡Ey, ey, ey, ey, ey! ¡¿A donde creen que van!? 

Un hombre grandotote les corta el paso. Esta elegantemente vestido de traje negro, lleva gafas oscuras, el pelo relamido y un den den mushi chiquitito en la  oreja. 

Jefe de cadeneros del Devil’s Divine. Louie

Katrina: Ughh, parece agente de simulación…. 

Shane: Vamos al Devil’s Divine. ¿No es evidente? 

Louie: Ustedes no van a ningún lado. ¿Qué no saben leer? 

El cadenero señala a un letrero el cual aparentemente tiene algunas reglas que al grupo no le gustan nada. La primera, el lugar solo acepta humanos. La segunda, solo acepta hombres. 

Louie: Ni tu, pececito… 

Shane: Grrrr… 

Louie: Ni el ave… 

Big Bird: Baboso, baboso. 

Louie: Ni las “viejas estas de aquí “pueden entrar. Este club es solo para “Verdaderos hombres”. 

Ink: Tch… 

Esto de inmediato descalifica a todas las chicas del grupo, a Shane y a varios piernas largas que acompañaban al grupo. Solo los hombres del Ave Azul y Zachary no quedan fuera. 

Shane: Tch…  Ok. Entra tu, Jean. Tu y tus chicos “diviértanse “. 

Siendo esa la señal de que Jean queda a cargo de todo, Jean asiente. No obstante, el cadenero aun le corta el paso. 

Louie: Ah, ah, ah. 

Jean: Tch…  ¿ahora que? 

Louie: Devil’s Divine es el club más exclusivo de la ciudad. No dejamos que cualquiera entre aquí,  eso “arruinaría la experiencia” a nuestra clientela. Para poder entrar necesita cubrir una cuota inicial. Una contribución para nuestro establecimiento. 

Jean: Hmph… ¿y cual es la cuota, “señor”? Le aseguro que podemos pagarla. 

Jean y compañía ponen cara de hastío, mientras que Katrina ya esta sacando su chequera. Aparentemente su padre no le ha cortado la cuenta después de todo. No obstante, la sonrisa de Louie dice que hay algo malo en esa cuota. 

Louie: ¿En serio? ¿Trae esclavas con usted? 

A todos se les abren los ojos de sorpresa y rabia. ¿Escucharon bien? La cuota son… 

Louie: además de una cierta suma de dinero, la cuota es mínimo una buena chica para el “show” por persona. ¿No las tienen, verdad?

El peliazul y compañía sienten asco, aunque el cadenero piensa que es simple rabia.

Louie: Ahora, a menos que quieran dejar a una de estas putitas… *señala a las mujeres del grupo*

Mia: Hijo de la…

Louie:… se me van largando de aquí. No queremos “vagos”. Dan mala imagen.

La gran mayoría ys esta encendido de rabia, pero no hacen nada aun y no se mueven. Viendo esto, Louie aprieta un botón del den den mushi en su oreja. Evangeline y Jean sienten lo que ocurre de inmediato. 

Evangeline: Jean… 

Jean: Ya se, llamó a seguridad. 

Todos ya se están preparando a pelear, o eso parece. Pero antes de que la situación pueda escalar más…

Ink: ¡Zachary! ¡Nos vamos!

Zachary: ¡…! S.. Si.

La nueva Tríada se va, y, sorprendidos, el resto del grupo se va también ante la mirada complacida de Louie, el cual vuelve a llamar por su den den mushi.

Louie: Quiero que pongan a esos en la lista negra.  No quiero que vuelvan a entrar.

Esto alcanza a ser oído por el grupo pero salen igual. Acto seguido, varios reclaman directamente a Ink.

Jean: ¿Qué diablos fue eso?

Mia: ¡Podíamos haberle ganado perfectamente!

Ink: Aha. Eso lo se. Es más, si hubiera querido podría tirar el edificio entero de un putazo, pero. ¿Y luego que? ¿Los vencemos, irrumpimos y a ver que pasa? Pondríamos en riesgo a las chicas que queremos salvar su sólo vamos a lo loco.

Jean: Tch…

Y es que tiene razón. Entrar directamente  no es buena idea.

Shane: Necesitamos otras forma de entrar. La puerta de enfrente no es opción con lo de la esclava reglamentaria.

Wendy: O la súper discriminación.

Bert: O el hecho de que ahora estamos boletinados ahí.

Taylor: ¿Esperamos a la noche?

Isabel: Es un Girls show. Es más activo de noche.

Taylor: Cierto.

Katrina: ¿Entonces que?

Ninguno tiene idea. Bueno, ninguno excepto una persona.

Ink: Aun podemos entrar por la puerta principal.

Todos: ¿Huh?

Ink: Pero va a ser incómodo y voy a necesitar que me ayudes con unas cosas, Samir.

Samir: ¿Yo?

La mujer convoca a un circulo y en voz baja les comenta su idea, dejando a todo mundo muy sorprendido.       

Capitulo 833: Devil’s Divine[]

Un rato más tarde… Ocean Spirit… 

Samir: ¡Más calor! ¡Y necesito un martillo macho! 

Evangeline: ¡Voy! 

Bert: ¡Estoy en eso! 

Aunque afuera hace un frio de los mil perros, en el taller de la Spirit, el calor hace sudar. La fragua esta encendida, y ahí, el herrero del barco, con ayuda del carpintero, esta trabajando el metal de algo. Finalmente, tras aproximadamente una hora, lo templa en frio aceite. 

Samir: Perfecto. 

Terminado lo que sea que haya hecho, los tres salen del taller nuevamente bien abrigados. En la cabina, ya los esperan sus camaradas y aliados. Samir entrega lo que sea que haya hecho a Ink con una cadena soldada en un extremo. Ella lo mira por un segundo, siente su peso y sonríe. 

Ink: Wow. Casi parece de verdad. Bien hecho, Samir. Con esto ya tenemos todo. 

Zachary: Yo todavía no se de donde sacaste ese traje. 

Ink: Carnaval. Larga historia. Bueno, voy a prepararme.

Salvo por Ink, el resto del grupo parece bastante incómodo con lo que sea que pretenden, y no dudan en externarlo. 

Shane: Sigo diciendo que no me gusta este plan. 

Angélique: A mi tampoco. 

Ink: Ya se. Ya se. Pero es lo mejor que tenemos. 

Wendy: Me sentiría mejor si alguien más pudiera entrar. 

Taylor: Podría ir tambien. 

Evangeline: Y yo. 

Ink: Lo siento, chicos. Pero no me concentro bien con mas de dos personas aparte de mí. 

Taylor: Hmm… 

Ink: No se agüiten. Voy a estar bien. No me va a pasar nada. Saben que se partir culos. Además, Plumita me cuidara, ¿verdad? 

El peliazul, aunque también algo preocupado, sonríe. 

Jean: Por supuesto. Hay que hacer esto. 

Más tarde… En el lobby del Devil’s Divine… 

El día va tranquilo tras las pequeñas escorias que sacó y Louie se dedica a jugar solitario en una mesita. No obstante, otro cadenero llega corriendo a verle.

Cadenero: ¡Señor Louie! 

Louie: ¿Queeee? 

Cadenero: Hay… hay un nuevo cliente y… 

Louie: Adivino. No tiene los medios para entrar. ¿Qué en serio no puedes manejarlo tu? 

Cadenero: No es eso, señor. De hecho…

¿??? : ¿Qué es lo que tiene que hacer uno aquí para que lo atiendan? 

Una voz gruesa y potente llama ahora si la atención de Louie, que voltea para buscar su fuente. Frente a él, hay un hombre joven, de cabellos rojizos y ojos verdes, vestido elegantemente para el frío y con docenas de joyas, que aunque se ven un tanto femeninas, evidentemente son de oro y piedras preciosas. El tipo bien podría ser un príncipe o un lord. 

¿???: ¿Y bien? Vengo desde el otro lado del Nuevo Mundo escuchando que este es el mejor club para caballeros que hay, traigo el precio de entrada y todo, ¿y no me atienden? ¿En serio éste es el mejor lugar del Nuevo Mundo? 

Louie: ¿Precio de entrada? 

El pelirrojo jala de una cadena en su mano. Esta conectada a un collar de esclavo y quien lo porta es una voluptuosa rubia de ojos azules. 

Louie: ¡Oh! Discúlpeme, mucho señor. Sele  atenderá de inmediato. Si gusta seguirme. 

El rico pelirrojo y su esclava entran al establecimiento entonces. Mientras que afuera de este, Todos somos Esclavos vigila, con Evangeline usando su mantra para percibir la entrada de éstas personas. 

Evangeline: Ya están dentro. 

Shane: Bien. Todos sigan en sus posiciones. Buena suerte, chicos. 

¿Quién es ese rico noble y su esclava? Nada más y nada menos que Jean e Ink, disfrazados y transformados con el poder de la Kara Kara. Ya en el interior, ambos son llevados a una sala de registro, en la cual, son abordados por otra persona a la que Louie parece responder. Un hombre castaño, vestido rimbombante y bastante musculado. 

¿???: ¿si, Louie? 

Louie: Jefe. Le traigo aquí al señor… ahmm… 

Jean: Lord Johann Schwarz.

Louie: Eso. El señor… Sbars, desea conocer los servicios de Devil’s  Divine. Ya tiene su pago preparado y todo. 

Shenanigan observa a Jean e Ink fijamente por un segundo y luego sonríe. 

Shenanigan: Por supuesto, Lord Schwarz. *dirigiéndose a Ink* Ahora tu, chamacona. Déjame verte bien. *hacia Jean ahora* ¿tiene algo de especial aparte de que se ve buenísima? 

Ninguno de los dos dice nada, solo sonríen mientras Ink enciende su cuerpo en colores azul y rojo fluorescente. 

Shenanigan: Ohhhohohoho. Esto les va a encantar a mis clientes. ¡Louie! Llévala con Marseille. Que le enseñe como está la movida. 

Ink: (Joder…) 

Esto pone un poco nerviosos a la ladrona y al pirata. No esperaban separarse tan pronto. No obstante, siguen con su charada y solo se desean suerte en silencio, mientras la rubia temporal es llevada a otra puerta. 

Jean: ¿Estoy aceptado entonces? 

Shenanigan: Por supuesto, señor. Permítame le de su recorrido de primera visita. 

El gerente lleva a “Lord Schwarz” por otra puerta, una que al abrirse libera luces de neón rosadas y un fuerte aroma a licor, a tabaco, a perfume y a sudor. 

Shenanigan: Sea oficialmente bienvenido al Devil’s Divine. El mejor club para caballeros del Nuevo Mundo. Tenemos a las menores chicas que pueda desear. Como podrá ver ofrecemos un amplio servicio a sus necesidades masculinas desde bailes eróticos hasta cumplimiento de  fantasías. Contamos con paquetes para cumpleaños, despedidas de solteros, reuniones de negocios, fiestas privadas.. 

Jean no obstante no escucha ni una sola palabra de lo que dice ese castaño. Esta ocupado en observar todo a su alrededor. Docenas, casi cientos de chicas, de todas edades y razas, vestidas de las formas más denigrantes, bailando de forma obscena en tubos, mesas, tarimas, colgadas de telas y cuerdas, mientras unos pocos hombres observan con lascivia y morbo. Todas tienen con una sonrisa en la boca. Una sonrisa… tan falsa. Jean siente tanta tristeza, tanto asco. 

Shenanigan: Si desea los servicios de “alcoba”. Solo hable con cualquier chica que desee y lo atenderán como se debe. 

Jean: ¿Qué? Ah, si… si. Creo que por ahora solo voy a observar. 

Shenanigan: Je. Todos hacen eso la Primera vez. Pero le aseguro que lo dejaran encandilado pronto. Debo dejarlo, pero si necesita cualquier cosa solo debe preguntar por mi. 

Jean: Gracias… Señor. 

El gerente esta apunto de marcharse, y Jean de dejarlo ir, pero entonces, al peliazul se le ocurre una idea para tratar de hallar lo que vino a buscar. 

Jean: Pero si pudiera enviarme algunas castañas para ver un rato, no estaría mal… me encantan las castañas. 

Shenanigan: Je, a mi también. Le enviare unas cuantas. 

Jean se queda entonces en un cómodo sofá, con una mesita llena de botanas y una copa de vodka que se ha obligado a comprar y beber para poder soportar lo que esta viendo. Pidió castañas en esperanza de encontrar a Jane, pero le han enviado 10 chicas y ninguna de ellas es, ni siquiera se parecen remotamente. Solo ve sus traseros meneándose al ritmo de una música extraña y obscena. 

Bailarina: ¿Qué pasa? ¿No te gusta, papito? 

Jean se da cuenta de que los cadeneros lo están viendo extraño, así que, para no levantar sospechas, le da una propina a aquella chica, que sigue bailando. En ese momento, recibe una llamada, lo que lo ayuda a despejar su mente del “espectáculo”. 

Jean: ¿Diga?

Shane: ¿Todo en orden? Evangeline dice que tu e Ink se separaron. 

El peliazul, aun en su papel, responde con entusiasmo. 

Jean: Oh, si, si. Todo bien. Este lugar te encantaría, es Sabaody Park para degenerados. La chica de colores está fabulosa. 

Shane: Ah… ok. ¿Y alguna señal de… de ella? 

Jean: aun no, pero te aviso cuando me aburra. Adiós. 

Shane: Ok, con cuidado. 

El joven capitán cuelga entonces, pensando que tal vez debería llamar directamente al tal Shenanigan y preguntar por “Piernas Rigidasc pero entonces, en la tarima enfrente de donde le bailan a él , ve algo. Una chica con una medusa azul en la espalda. 

Jean: ¿huh? 

La chica se esta bajando del lugar para ir otra mesa y Jean se excusa de la suya diciendo que va al baño para poder seguirla. La chica tiene una docena de marcas de esclava, varias de ellas de organizaciones que conoce. Cabello castaño, buen cuerpo. Pluma Azul Dorada saca entonces algo de su ropa. La foto de su difunto amigo con su hermana. 

Jean: Es… 

Justo en ese momento, la chica se sube a otra tarima y se voltea, dejando ver su rostro, es identica a la foto. 

Jean: si es…

Jane

… 

Jane.        

Capitulo 834: The Cane[]

Jean: Jane… 

El peliazul se queda ahí,  parado como idiota, viendo fijamente hacía donde está ella, la cual baila sobre la mesa de alguien más. Ella, no obstante, además de las miradas lascivas de los que la solicitaron, siente la mirada de Jean y se incomoda. 

Jean: Jane… 

El peliazul que por el momento es pelirrojo se empieza a acercar a donde ella esta sin advertirlo el mismo, no obstante, antes de que pueda ir muy cerca, es interceptado. 

Shenanigan: ¿Todo bien, señor Schwarz? 

El gerente se encuentra en su inspección de rutina, asegurándose de que clientes veteranos y novatos estén bien atendidos. Aunque claro, esto le mete un susto de muerte al muchacho. 

Jean: ¡Si!... Digo, todo bien. 

Shenanigan: ¿Qué hace aquí? ¿No le gustaron las chicas que le mande? 

Jean: Ahm… no, no es eso. Es que… 

Pero tan solo escucha la palabra no, el de los lentes oscuros toma de su cintura un látigo y lo usa para aporrear desde una gran distancia a una de las chicas que le mando, dejando una marca terrible y haciendo que la chica caiga al suelo. 

Chica: ¡Kyah! 

Shenanigan: ¡Haz bien tu trabajo, maldita sea! 

Jean: ¡Woah woah woah! ¡Calma! 

El joven capitán evita que le vuelva a dar interponiéndose y tiene que usar toda su fuerza de voluntad para no sacarle los ojos de un zarpazo. 

Jean: Si, me “gusto” el servicio. Sólo iba al baño y…. Me distraje. 

El gerente se da cuenta de que Jean desvía la mirada, y al ver a donde esta viendo, no puede evitar reírse. 

Shenanigan: Jojojojo. Pues si que le gustan las castañas. Y debo decir que tiene buen gusto, Señor Schwarz, extremadamente finos. 

Jean: ¿Finos? 

Shenanigan: Esa chica es famosilla, ¿verá? Es la fabulosa “The Cane”

Jean: ¿The Cane? 

Shenanigan: Si, si, si. Es todo un espectáculo. Es más, déjeme preparar algo. 

Acto seguido, ante la confundida mirada de Jean, el gerente va a la mesa donde esta ella bailando se disculpa con el par de clientes de ahí y se lleva a la chica hacía el lugar central de ese piso del club, el escenario principal. Luego, da ordenes al encargado de la música y las luces, las cuales se tornan de un color rosa brillante mientras a él le entregan un micrófono. 

Shenanigan: ¡Caballeros! ¡Como una cortesía ara demostrar que nuestros servicios son los mejores, Devil’s Divine se complace en presentarles a una de las mejores chicas que hayan pasado por este lugar! ¡La creme de la creme! ¡La única e inigualable! ¡The Cane! 

Jane aparece en escena entonces, con la luz rosada bañándola, haciéndola ver aun más “seductora” o más “degradada”, eso depende de quien la mira, pero para la mayoría de los presentes es solo lo primero. La música comienza a sonar, una música bastante vulgar, y ella, con una “sonrisa”, se enreda en al tubería sobre el escenario. 

Hombre 1: Pura cosa bella, pura cosa hermosa. 

Hombre 2: Y si le daba… y no consejos, jejeje. 

Docenas de hombres observan su danza, llena de una asombrosa fuerza y destreza. Aunque a ellos no es impresiona eso, solo sus senos, solo su rostro, solo su cuerpo. 

Ink: Tch… hombres. 

La actual rubia está viendo todo tambien, mientras otra de las chicas le explica los “servicios que va a ofrecer”. Jane, por su parte, sigue con su acto. Algunos le lanzan dinero, joyas o hasta condones sin usar. Otros solo se limitan a verla mientras babean, o sangran de la nariz. Shenanigan por su parte, regresa a donde esta Jean, el cual también está mirando fijamente. 

Shenanigan: No se lo dije, no hay nadie que use el tubo como ella. Es simplemente magnifica. 

Pero Jean no responde, y Shenanigan no comprende porque, y es al voltear a verlo que se da cuenta de que Jean está mortalmente serio. Hasta podría decirse que tiembla, lo que extraña al gerente y le pone nervioso.

Shenanigan: ¿Señor? ¿Todo bien? 

Jean: Esa chica… la quiero para servicio de alcoba…

Shenanigan sonríe de nuevo, malinterpretando al “pelirrojo”. Piensa que tiembla de deseo, pero en realidad es de rabia. Jean, por su parte, solo quiere una oportunidad de acercarse a Jane. No obstante, Shenanigan debe decepcionar a su nuevo cliente. 

Shenanigan: Repito. Tiene buen gusto. Pero lo lamento. The Cane no esta disponible para ese servicio. 

Jean: ¿¡Como que no está disponible!? 

El joven pirata está empezando a perder la paciencia, y Shenanigan se asusta un poco por ello, pero procede a explicarse. 

Shenanigan: Bueno… Señor. Lo que pasa es que esa chica es una “Piernas Rígidas”. Seguro conoce el término. 

Jean: Si… lo conozco… 

Shenanigan: Por lo tanto, sabrá que su virginidad es algo muy valioso, y algo que se paga muy bien, si se encuentra a la persona indicada.

Jean: ¿Cuánto? 

Jean habla casi escupiendo las palabras, pero el gerente una vez más lo malinterpreta, creyendo que no puede contener su lujuria por ella. 

Shenanigan: No esta a la venta… aun. La subastaremos en unos días. Esta cordialmente invitado, por cierto. 

Jean esta usando toda su fuerza de voluntad para no abrir al sujeto en canal con sus garras. Este, una vez más malinterpretando su enojo como rabia por no poder poseer a The Cane justo ahora. 

Shenanigan: Pero, ya que ha demostrado tanto interés, y en señal de buena fe, por ser está su primera visita, lo dejare tener un baile privado. Solo ella y usted, ¿Qué le parece? 

Esa es. La oportunidad que necesita para contactar a Jane. Asi que, Jean se traga su rabia y dice en voz baja y grave. 

Jean: Hecho. 

Shenanigan: Bien, haré los arreglos. 

El gerente sonríe con fuerza pero luego toma a Jean por el hombro con fuerza. 

Shenanigan: Pero creame, señor. Si intenta “tomarla”, lo pagará caro.         

Capitulo 835:Tu hermano[]

Con todo y la advertencia de Shenanigan, Jean no se amedrenta. Después de todo, no es como que de verdad fuera a intentar a hacerle una cosa así a Jane, eso sería impensable. Es llevado entonces llevado a una salita privada en la cual un cadenero espera afuera. No mucho tiempo después llega Jane, la cual tiene una vez más esa “sonrisa” en su rostro. 

Jane: Hola, “guapo”. ¿Tu eres el señor Schwarz? Me dijeron que querías algo especial.

Su voz es seductora pero con un claro dejo de tristeza y rabia. Jean mira fijamente hacia ella, cosa que ella esperaba, después de todo, él pidió sus “servicios”. Aunque por supuesto, no es por eso que Jean la mira. 

Jean: (Muy bien… lo logramos. Ella está aquí, la encontraste, la tienes enfrente… cumpliste la promesa…) 

Pero a pesar de haber cumplido finalmente ese tan anhelado objetivo, esta nervioso, muy nervioso.

Jean:  (Ahora… como se supone que le diga lo que paso con su… a su… lo que sucedió con él) 

Mientras piensa en eso, Jane ya ha encendido el altavoz de donde sale la música y se ha trepado a la tarima de la sala, dispuesta a comenzar su acto, mientras que el da un suspiro para darse el valor de hablar. 

Jane: ¿Listo? 

Jean: (Tchh… Es ahora o nunca. No puedo perder más tiempo ). No hará falta que te subas ahí.

Jane: ¿Huh? 

Jean: No tienes que bailar para mí, Jane. 

La castaña se ve sorprendida de que aquel hombre la llame así. Se ve también muy incomoda. No obstante, solo procede a “corregir” al “pelirrojo”. 

Jane: Creo quiso decir The Cane. 

Jean: Se que ese no es tu nombre real. Tu nombre es Jane Aprilia… aunque la gente te mal llamó  de la forma como dices… o como Piernas Rígidas….

Jean se acerca a ella muy lentamente, pero a Jane no le gusta nada, y se va haciendo para atrás, acercándose al tubo que hay para bailar en la sala, el cual aferra con la mano. 

Jean: Llevo tanto tiempo buscándote. 

Jean da otro paso al frente, intentando extender la mano, pero ella, completamente aterrada y hostil hacia el, aferra la cañería y usando su agilidad, da una veloz vuelta y pega a Jean una patada justo en la cara. 

Jane: ¡No te atrevas a tocarme! 

Jean: ¡Aghh! 

El peliazul se va de espaldas al suelo por el lo inesperado del golpe, mientras que Jane, demostrando una fuerza asombrosa, arranca la cañería del suelo con todo y tornillos y al toma como si fuera un bo. 

Jane: ¡Si ya sabes que soy Piernas Rígidas, entonces debes saber también lo que le pasa a los penes de todos los verga alegre que han intentado meterse conmigo o en mi! ¡Así que si piensas que puedes hacer algo conmigo estás muy equivocado! 

Jean: ¡Woah! ¡Espera! ¡Tranquila! ¡No voy a hacerte daño! 

Jane: ¡Si, claro! ¡Eso dicen todos! 

Jean: ¡No, en serio! ¡Lo juro!

La joven alza la cañería contra Jean, dispuesta a golpearlo con todas su fuerzas. Pero Jean alzando las manos, se hecha para atrás y sigue hablando, esta vez, más calmado. 

Jean: Mi nombre no es Johann Schwarz, es Jean Black. 

Jane: ¡Aha! ¡Que interesante! 

Jean: Soy el capitán de los Piratas del Ave Azul.

Jane: Tsk, pirata… 

Esa frase hace que la ira de la castaña se encienda aun más. Pero la siguiente frase la apaga por completo. 

Jean: Tu hermano. Él navegó conmigo.

Jane: ¿Mi hermano…? 

Hermano. Una palabra poderosa para ella. Una palabra que la envía muchos años atrás, ante un niño de ojos lima y cabellera dorada, serio pero fácilmente emocionado. Su hermano. ¿Y este tipo dice que le conoce? Sobrecogida por esa información, Jane simplemente deja caer la tubería de sus manos.

Minutos más tarde…

Tras decirle Jean que conocía a su hermano, Jane se ha calmado lo suficiente  como para que pueda decirle sus razones pars estar ahí. Todo el alboroto ha pasado, el tubo vuelve a estar en su lugar y gracias a la música, nadie ha notado nada y aprovechan para hablar en ese momento que tienen.

Jane: Entonces… viniste aquí para sacarme… ¿eso dijiste?

Jean: Si. Se lo prometí a tu hermano. Así tuviera que ir al fin del mundo, te traería a casa. El nunca dejo de buscarte… nunca se dio por vencido… 

Jean le sonríe aguantándose un montón de cosas que anegan su corazón. 

Jean:… y al fin te encontramos. 

Jane se ve confundida, como si fuera algo demasiado maravilloso. De hecho, si es demasiado maravilloso, pues sabe que hay algo terriblemente mal en eso, algo que no duda en preguntar, a pesar de que sabe el dolor que le provocará.

Jane: Si dices que el nunca se dio por vencido…¿por qué estás tu aquí y no él?

Esa es la pregunta. Eso es lo que Jean se ha estado temiendo desde el momento que supo que había encontrado a Jane. No obstante, debe decírselo. Ella debe saberlo, es su hermana y es su derecho.

Jean: Lo lamento mucho, Jane.          

Capitulo 836:  Estos no son joyería[]

Mientras tanto… 

¿???: ¡Hey! ¡chica nueva! ¿Qué haces? 

Ink: ¿Eh? ¡Ah, perdón! 

La chica del esponjoso cabello se encuentra observando a una puerta cerrada con un cadenero al frente, exactamente donde Jean y Jane están metidos, y se pregunta que hacen, cuando una de las chicas que “trabaja” ahí la descubre sin hacer nada. Parece ser la mayor de todas, cerca de los 40 o ya pasados. Vestida de cuero negro, voluptuosa figura y cabello dorado, muy bonita, aunque sus hombros muestran muchas marcas de látigo. 

¿??? : Je, tranquila, niña. Yo no te voy a hacer nada, pero el “jefe” si lo hará si te ve haciéndote loca

  • Escort veterana. Marseille 

Ink: Ah, si, si, está bien. 

Marseille: Por cierto, ¿estas segura de que no quieres quitarte ese collar? Hay alternativas más “cómodas”. 

Ink: ¡No, no! Estoy bien así.

Marseille: Ok, lo que digas…  (pobre chica, si que está aleccionada). 

Ink, por supuesto, no cambiara su falso collar por algo de verdad. Está ahí para ayudar a esas mujeres, especialmente a Jane Aprilia, así que va sacando información como puede. 

Ink: Oiga… señorita Marseille. 

Marseille: ¿Si? 

Ink: ¿Cómo cuantas chicas hay aquí? 

De regreso a la sala privada… 

Jane: No…  *sniff*

La noticia de su hermanito ha pegado con todo a la chica castaña, tal como sería normal. Llora sentada en el sofá para clientes mientras se sostiene el rostro con las manos. 

Jean: De verdad lo lamento. 

Jean está abatido por ello también, tanto por la pena  de ella como por su propia pena, aunque intenta ignorar la suya. Esta ahí para ayudar a Jane, y esto significa también confortarla. No obstante, cuando intenta poner una mano en su hombro para calmarla, esta inmediata e instintivamente se hace a un lado. 

Jane: ¡…! 

Jean: Lo siento… no quise… 

Después de tantos años de abusos, parece que Jane ya no soporta el contacto humano, así que para evitar incomodarla más, Jean se hace lo más lejos posible en el sofá y deja solo que se desahogue, prometo con lágrimas, luego con palabras. 

Jane: ¿Sabes… *sniff*… porqué… porqué me volví Piernas Rígidas? 

Jean no responde con palabras, solo niega con la cabeza.

Jane: Porque… porque no quería rendirme… tenía la esperanza de que un día lo volvería a ver… tenía la esperanza… 

La chica hace una pausa antes de mirar a Jean, con el rostro mojado y enrojecido.

Jane: ¿En serio el nunca dejo de buscarme? *sniff*

Jean: Nunca dejo de hacerlo.

Con éstas palabras, Jane se pone a llorar aun más fuerte, lo que causa un poco de pánico e incomodidad en Jean. 

Jane: Nuestro sueño… era recorrer el mundo juntos. Tendríamos aventuras… seríamos felices… y en lugar de eso…  él… Si no me hubieran capturado en primer lugar… el no habría tenido que pasar el resto de su vida buscándome. Habría tenido una vida en lugar de buscarme todo el tiempo… ojala solo se hubiera olvidado de mí en lugar de ser miserable lo que le quedo de vida. 

Jean no puede evitar recordar esa conversación que tuvo con su amigo poco antes de que muriera. Era exactamente sobre esto. 

Jean: Ella querría que seas feliz, quiere que seas feliz… Y si la rescatamos… no. ¡Cuando la rescatemos…! ¿No crees que se entristecería si viera lo miserable que eres?

El peliazul tenía razón, y Jane llora por ello. Pero de inmediato, habla para calmarla. 

Jean: No digas eso. Lo que pasó no fue tu culpa de ninguna forma. 

Jane: Pero… pero él… 

Jean: Si, nunca dejó de buscarte. Pero tampoco dejó de buscar su felicidad. Él vivió muchas aventuras, viajo a lugares fantásticos, enfrentó peligros… hizo amigos… 

Mientras va diciendo esto, Jean saca de su abrigo unos papeles doblados y se lo entrega a Jane. Esta los desdobla sorprendida el ver su contenido. Uno la foto de ella y su hermano  cuando eran más jóvenes, tal y como ella lo recordaba. El otro, su cartel de recompensa, la imagen  de su rostro que nunca pudo ver en persona. 

Jane: Je… se volvió muy guapo con los años… cuando lo vi por última vez, era un enano blandengue.

Ella ríe un poco por ello, y Jean también, mientras intenta contarle como era su hermano el tiempo que no pudo estar con ella. 

Jean: Podía ser un cretino muchas veces y tenia algunos problemas de control de ira…Bueno, no mas que yo. Pero era amable, honesto, tenaz y muy valiente. 

Jane: Je… si, eso suena como mi hermanito… 

Jane sigue sonriendo mientras mira las fotos, pero su sonrisa se detiene al oír un sollozo. Jean   que ha estado intentando evitar llorar, al final no puede contener unas lágrimas. 

Jean: Él era… uno de los mejores amigos que tendré jamás… mi mejor amigo. El siempre detuvo ahí para mí y yo… no pude ayudarlo, no pude cumplir la promesa que le hice. 

Jane mira sorprendida a aquel muchacho, solo dándose cuenta apenas del impacto que su hermano menor tuvo en él y que seguro tuvo en más gente. No solo ella perdió a alguien. Jean, no obstante, se seca las lágrimas como puede e intenta sonreír de nuevo.

Jean: Pero si puedo salvarte a ti, ahora. 

Jane: ¡Woah! ¡¿Ahora como en ahora!? 

Jean: Si. Ese bastardo de Shenanigan quiere subastarte. Debo sacarte aquí lo más pronto posible. Nadie nos ve justo ahora, es la oportunidad. 

Esto por supuesto ilusiona a la chica, no obstante, la realidad la golpea rápido otra vez. 

Jane: ¡Espera, no! ¡No puedo salir de aquí! 

Jean: Si te preocupas como saldremos, no te preocupes. Yo me encargo. Una amiga mía tambien ayudara a  las otras chicas, pero tu te tienes que ir ya.

Jane:  ¡No, en serio no puedo! 

La chica se alza y extiende sus manos hacia Jean, con los antebrazos hacia arriba. Estos tienen un brazalete dorado de cada lado, pero no son brazaletes comunes. Son brazaletes de esclavo, brazaletes explosivos. 

Jane: Estos no son joyería. Te lo dije, no me puedo ir… no así como así.

Jean: Tsk..           

Capítulo 837: La promesa de volver[]

Jean revisa las muñecas de Jane una y otra vez, buscando una forma de, tal vez, poder quitarlos sin riesgo para ella. No obstante, es imposible, están demasiado prietos para intentar deslizarlos por sus manos y forzarlos para abrirlos solo los haría explotar. 

Jane: No tiene caso. 

Jean: (Tch… Tiene razón. Necesito la llave) 

Pero antes de poder pensar como conseguirla, se oye un toquido a la puerta de la sala. 

Jean: Maldición. 

Ambos retoman su papel rápido, él sentado en el sillón “disfrutando del acto” y ella “siendo el acto”. La puerta se abre justo en ese momento, dejando entrar a Shenanigan y al cadenero de la puerta. 

Shenanigan: ¿Y? ¿Nos divertimos? 

Jean: Por supuesto… 

Jean logra serenarse lo suficiente esta vez como para esbozar una sonrisa, que Shenanigan interpreta como que ha quedado complacido y esto, a su vez, le complace a él. No obstante, esta mueca se le borra al notar el rostro de Jane, todavía rojo y húmedo por haber llorado. 

Shenanigan: “Cane” ¿Por qué está corrido tu maquillaje? 

Jane: ¡Ah…! Creo… creo que es por el sudor. Hace calor aquí,  y el esfuerzo… 

Shenanigan: Ah, ya… 

Por suerte, se lo ha creído, y tanto el muchacho como la chica suspiran, aunque no muy fuerte para no delatarse. 

Shenanigan: Ve a lavarte y a retocarte entonces. Hay más clientes que atender. 

Jean: Espere un poco por favor. ¿No me la puede dejar unos minutos más? Pagaré extra. 

Shenanigan no se ve seguro hasta que dice lo del pago, por lo que lo permite y cierra la puerta para darle un par de minutos más. Una vez cerrada y asegurándose de que no los oye, Jean se apresura a hablar. 

Jean: Jane, ¿sabes de casualidad donde guarda las llaves Shenanigan? 

Jane: N… no. Tal vez en su oficina pero no tengo ni idea. 

El pirata se muestra desilusionado por está información, pero entonces se le ocurre otra idea. 

Jean: Ok, nuevo plan. Cuando puedas, busca a una chica nueva. Se llama Ink. Va de rubia de ojos azules justo ahora, con el cabello muy esponjoso. Si no sabes quien es, la encuentras igual fácil. Es la chica que cambia de colores. 

Jane: ¿¡Qué!? ¡Yo no…! 

Jean: Ella es mi amiga. Viene de encubierto. Te ayudará. Ayudará a todas. Te explicará lo que vamos a hacer. 

Jane no comprende mucho, y se siente abrumada por lo rápido que habla Jean, especialmente porque ese chico que dice ha venido a salvarla esta a punto de separarse de ella. Pero aunque está muy exaltado, se asegura de que cada palabra que dice le de calma a ella.

Jean: Me tengo que ir, pero… 

Jane: ¿¡Qué!?  ¡No! ¡Espera! 

Jean: Yo volveré. Mañana y cada día hasta que pueda encontrar una forma segura de sacarte de aquí. Por ahora, no puedo ayudarte, pero lo haré. Hasta entonces, ve con Ink, ella te cuidará. En serio, te sacaré de aquí, lo prometo.  Yo volveré por ti. ¿Entendiste todo lo que te dije? 

Jane: Yo… 

Pero a pesar de lo abrumada que está, de todas las noticias que le han dado hoy, de la situación y de que aun hay algo en ella que cree que está alucinando o está soñando y despertará, o le están mintiendo cruelmente, Jane elige creerle. 

Jane:… si, entendí… 

Jean le sonríe. Y ella le sonríe levemente de vuelta mientras se disponen a salir por su cuenta. 

Jean: Todo estará bien… 

Shenanigan los espera afuera. Jane hace lo que le instruyó que hiciera antes y Jean se queda con el, bastante serio de nuevo. 

Shenanigan: Confió en que haya disfrutado de su tiempo con ella, señor Schwarz. 

Jean: Si… si que ha sido muy provechoso. ¿Cuándo dijo que es la subasta? De verdad, de verdad, que estoy interesado en ella. 

Shenanigan: Jeje. Eso es bueno de oír. ¿Quiere que ponga su nombre de una vez en la lista de  compradores? 

Jean: Porque no… No me queda mucho tiempo hoy, debo volver con mis asociados, pero quisiera aprovechar el rato que me queda. 

Shenanigan: Por supuesto. ¿Algo en especial? 

Jean: Ya que lo dice, si… la esclava que traje yo… la verdad es que la extraño un poco. Quiero un especial con ella. 

Shen: Se la mando ya mismo. 

Y así lo hace. La actual rubia es llamada ante él. Al principio, ya esta preguntándose como hacer para librarse de esa situación pero cuando ve a Jean, puede relajarse. 

Ink: Agh, no me hagas eso. Cuando me dijeron que me habían solicitado entre en pánico. Ya estaba pensando como matar  a alguien sin levantar sospechas. 

Jean: Lo siento, la próxima preguntaré directamente. 

Ink: La encontraste, ¿verdad? 

Jean: Si. Pero tenemos un problema. 

Jean cuenta a Ink lo de las esposas, y esta cuenta lo que averiguo. Ambos acuerdan entonces llamar a Shane y al resto de sus aliados, y cuentan la situación. 

Shane: Vaya. Es un problema. 

Ink: Eso y que hay mas de 260 mujeres aquí.  Sacarlas a todas va a costar. 

Wendy: Hay que llamar al resto de la Alianza. Necesitaremos una operación de escala más grande. 

Jean: No tenemos tiempo para eso. A Jane la subastarán en cinco días. Sera tarde para ella. 

Angélique: Hará que sacarla antes de eso, ¿no? 

Jean: Podemos hacerlo. Si Ink… 

Pero Jean se queda súbitamente callado. Ha recordado que aun no tiene autoridad para nada. No obstante, Ink lo aprueba por su propia autoridad.

Ink: Me quedaré aquí. 

Todos al otro lado de la linea: ¿¡Que!? 

Ink: Estaré bien. Solo será por el tiempo que haga falta. Jean, ¿Cuál es tu plan? 

El muchacho, sabiendo que tiene el permiso, ya no tiene reparos en hablar.

Jean: A Jane la venden en cinco días… nosotros actuaremos en cuatro.            

Capitulo 838: Tranquila y Serena[]

Madrugada… cerca de las 5 am… 

El Devil’s Divine esta cerrando sus puertas por el momento. Todos necesitan descansar, incluso en los burdeles.

Jane: Es aquí.

Ink: Oh… 

Ya se ha encontrado con Ink, aunque no han tenido oportunidad de hablar al estar siempre vigiladas. Pero ahora, no tienen que preocuparse. Ya las han enviado a sus habitaciones, que mas bien parecen barracas de mala muerte. Solo catres para acostarse, con el suelo y las mantas sucias, con barrotes en la única y diminuta ventana, ahí pueden hablar. Solo esperan que el resto de las chicas se vaya a dormir. 

Ink: No tienes de que preocuparte. Jean, los demás y yo nos encargáremos de todo. Solo tienes que hacer con lo que digamos, y si tienes cualquier información sería de mucha ayuda. 

Jane: Ok, no se mucho pero… espera, ¿dijiste los demás? ¿Cuántos…? 

Ink: Unos 50, está vez al menos. Creo que ya somos más de mil. 

Jane:… 

La chica se queda callada, parece incomoda. Ink, siendo tan curiosa como es, no duda en preguntarle. 

Ink: ¿Pasa algo? 

Jane: No. Es sólo que… 

La chica comienza a derramar lágrimas sin poder detenerlas, e Ink solo la mira compasiva. 

Jane: No puedo creerlo… ¿de verdad hay alguien que quiere sacarme de aquí? 

Ink: Es la prioridad de todos que estés sana y salva afuera. 

La castaña sigue derramando algunas lágrimas, pero sonríe levemente. Le cuesta trabajo creerlo aún. Han sido años. Años que lleva como esclava… y no puede evitar pensar en todas cosas que le han ocurrido en ese tiempo, empezando por el principio.

Hace 6 años… 

Todo había pasado tan rápido. Había tenido razón. Aquellos gyojin y tritones no se iban a quedar solo así después de que los ahuyentaran. No, los desgraciados trajeron refuerzos. Ahora, su hogar, Triumph, estaba en llamas, y para colmo, una sirena especialmente horrenda está tratando de degollar a su hermano menor, por suerte, lo ha evitado lanzándole una roca. 

Jane: Aléjate de mi hermano, perra. 

No obstante, la sirena solo se aleja un segundo, para luego dirigir la mirada hacía ella. ¿Por qué parece que la esta analizando? ¡Aghh! ¿¡Por qué le sonríe!? 

Caliope: Que chica tan linda!. Fuhuhuhuhu, tu nos serás útil. 

¿Útil para que? Ella no lo comprende al principio. Pero entonces, la sirena chasquea los dedos y dos soldados pirata aparecen a su lado. 

Caliope: ¡Llévense a la chica! 

No tiene ni tiempo de hacer nada cuando ya tiene las manos de ambos encima, sosteniéndola con fuerza. Intenta patalear, luchar para liberarse… pero no puede.

Jane: ¡No! ¡Suéltenme! 

Su hermano tampoco puede quitárselos de encima. ¡Déjenla en paz! grita él. Pero esa repugnante sirena le atacas para alejarlo. Le ha cortado el rostro con una espada. ¡Su ojo! ¡No para de sangrar! No mucho después, el cae al suelo. ¿¡Esta vivo!? ¿¡Está muerto!? No puede averiguarlo, pues siente un golpe seco en la cabeza y todo se vuelve negro. 

…. 

Jane: No…  ¡No, no, no, no, no! 

La chica despierta al fin. Al principio, no comprende que sucede, pero luego, los recuerdos vuelven. Atacaron a su hogar, a su hermano. Si esto no le causara suficiente desesperación x le hecho de que esta en una jaula en la completa oscuridad solo lo empeora.

Jane: ¡No! ¡Maldición! ¡Ayuda! 

Sus gritos se une a decenas de otros. No es la única ahí. Tiene que  salir, tiene que volver y asegurarse de que su hermanito esté bien. Pero no hay forma de salir. Y aunque la hubiera, esas odiosas criaturas mitad pez vigilan día y noche, y así por dos noches, hasta que dos de ellos sacan su jaula y las de los demás y la llevan a un palacio con el agua de mar que  le rodea brillando en verde. 

Jane: ¿Pero que…? 

Está en Nephrite, mar de Jade. Pero ella no lo sabe y tampoco le interesa. Solo sabe que la llevan, ahora en cadenas, a un lugar sombrío y sucio, en donde hay varios gyojin, uno de ellos con una gran cuchilla cubierta de un liquido azulado. 

Jane: ¡No! ¡Suéltame! ¡Auxilio! ¡KYAAAH! 

Nadie viene a salvarla, nadie la puede ayudar. Fácilmente, estos la someten, le arrancan la ropa de la parte superior de su cuerpo y con gran saña, le cortan la espalda. Tantas veces, tan lentamente. Los gyojin no se inmutan por sus gritos ni por sus lagrimas, solo la arrojan sobre su ropa rota y cierran la reja de una celda. Aunque antes, arrojan a alguien más. 

Jane: *sniff*… aghh… *sniff*

La pobre castaña no deja de llorar, especialmente porque esta cubierta de sangre. ¿Qué le han hecho? 

Jane: Me… ¿me voy a morir? 

¿???:Tranquilízate… no te vas a morir. Solo te marcaron. 

Jane: ¿Q…que? ¿Marcar? ¿Quién… 

Jane mira hacia donde viene aquella otra voz. Hay otra chica ahí, es quien arrojaron tambien a esa jaula. Muy bonita. Cabello verde agua frondoso, ojos azules. Se cubre el torso con sus ropas tambien destrozadas. Tambien está sangrando. 

Chica: Nos marcan porque ahora somos su propiedad. Somos esclavas. Pero no te estas muriendo. Calma.  

Jane: ¿Esclavas? No…

Jane vuelve a llorar. ¿Por qué? ¿Por qué tuvo que pasarle esto? No obstante, aquella chica se acerca y la toma del mentón con firmeza pero también gentileza. 

Chica: No. No pierdas la esperanza. Es lo peor que puedes hacer. Tienes que mantenerte tranquila y serena.  Tranquila y serena. Respira conmigo, calma. 

La mujer, a pesar de la aterradora situación, nunca pierde la calma, y su forma de hablar es, de cierta forma, reconfortante para Jane, que reduce sus sollozos tras unos minutos. 

Chica: Eso es. Tranquila… Me llamo Merva Topthorn. ¿Cuál es tu nombre? 

Secándose las lagrimas, ella se lo dice. 

Jane: Jane Aprilia...              

Capitulo 839:Viajar y comer pastel[]

Con el paso de los días, la marca ha comenzado a sanar, aunque la cicatriz tiene color y forma. Todo ese tiempo, Jane lo ha pasado junto a Merva, cuya compañía, aunque no le evita tener miedo, si le evita caer presa de este y del pánico. 

Los gyojin solo las tienen ahí,  en su celda que más bien es una jaula grande, alimentándolas con pescado crudo, igual que al resto de sus prisioneros.  

Merva: Come. Necesitas fuerzas para terminar de sanar. 

Jane: Hmph. 

Pero a pesar de todo, Jane se la pasa con arcadas durante todo el tiempo que esta comiendo, mientras que Merva come sin chistar. 

Jane: ¡Aghh! ¿¡Como lo haces!?  ¿¡Como puedes comer esto sin vomitar!? 

Merva: Crecí en una casa que también era una barra de sushi. Era todo lo que comía 

Esto abre tema de conversación, que es lo único que tienen para matar el tiempo, conversar. 

Jane: ¿Barra de sushi? ¿Eso existe? 

Merva: Sep. Mi mama puso el negocio cuando supo que yo nacería. La ayude con eso después, hasta que ella murió hace un año. Después de eso, puse una pastelería. Siempre me gusto hacer postres. 

Jane: Ya veo. 

Merva: Y tu, ¿Qué sueles hacer normalmente? 

Hablan como si no estuvieran encerradas, como si fuera algo de todos los días. 

Jane: Bueno. Le hago a todo. Limpieza, venta de comida, empacar cosas, ayudar a transportar cosas a los barcos, cosas así. 

Merva: Que productiva, jeje. ¿Y para que tantos empleos? ¿Tan mala era la economía en tu isla? 

Jane: He. No. Ahorraba para poder hacerme al mar. 

Merva: ¿Hacerte al mar? ¿Como pirata? 

Jane: ¿Qué?  No, no. Como aventurera. Ir y viajar, por todo el mundo. Ese es mi sueño y el de mi hermano.

Merva: Wow. Lindo sueño. 

Jane sonríe al contarle, pero su sonrisa de inmediato se apaga, pensando en cual fue la última ocasión que vio a su hermanito. Lo fuerte que gritaba, lo horrible de la herida en su cara. Lo profuso que sangraba, como se quedo en el suelo después. Merva distingue todo esto en el rostro de su nueva amiga, y se preocupa. 

Merva: ¿Qué pasa? 

Jane: ¿Crees… que podamos salir de aquí algún día?!

Merva se ve sorprendida, y tambien sobrecogida, no obstante, eso solo le dura un segundo. Luego, sonríe genuinamente. 

Merva: Por supuesto. La Marine nos sacará de aquí pronto. Tu podrás ir con tu hermano de viaje, y cuando lo hagan, pásense por mi pastelería. Les daré una rebanada de mi volteado de piñas especial. 

Jane: He. Suena bien.

Así, los años pasaron. Dos años en esa celda. Solo viviendo a base de pescado crudo mientras sus vecinos de celda son vendidos. Eventualmente, una mujer llego a verlas, con mucho interés. 

Ivonne: Hmmph. Estas no están mal.  Me las llevo. 

Evandra: Por supuesto, señorita Hiedra. 

La mujer les ha comprado, por desgracia. Aunque por fortuna, a las dos juntas. Una vez más, resisten el dolor de ser marcadas, esta vez, a fuego. Pero permanecen juntas. A pesar de todo. 

Merva: Vamos a salir de aquí. 

Jane: Vamos a salir de aquí. 

Pero ahí, los malos tratos empeoraron. Eran mantenidas en una jaula literal, y constantemente golpeadas con látigos ante la menor provocación. 

Jane: ¡Kyah! 

Merva: ¡Pero ella no hizo nada! 

Wesson: Me miró feo… 

Tambien la comida era menor, nada más que arroz podrido o curry grasoso y rancio. Ambas empezaron a adelgazar mucho por ello. Pero se mantenían juntas y firmes. 

Merva: Repite conmigo. Saldrás de aquí,  veras a tu hermano, viajaras con él por el mundo y… 

Jane: Je… comeremos una rebanada de pastel en tu tienda. 

Otro año se fue así. Hasta que un buen día, todas las mujeres del lugar fueron llevadas en cadenas a un barco. Habían sido vendidas otra vez. 

Jane: ¿A dónde crees que vamos? 

Merva: No lo sé. 

En la bodega de ese barco, el viaje fue extremadamente tortuoso y largo. De muchas semanas. Las tormentas les zarandeaban por fuera, y el hambre por dentro. Algunas enfermaron gravemente, otras murieron. Pero Jane y Merva lograron resistir. Siempre juntas, siempre ella calmándola. 

Jane: Creo… que ya no estamos en Paradise. 

Merva: No  importa. Todo esta bien. Repite conmigo

Jane: Todo está bien.

Eventualmente, llegan a una isla sombría y de aspecto marginal. Donde la luna brilla fuerte en la noche. Una vez ahí, son llevadas a un edificio extraño. Por dentro parece la productora de una compañía de teatro.

Merva: ¿Qué es éste lugar?

Jane: Ni idea.

Ahí, las recibe un hombre. Grande, gordo, calvo, con un aroma a mil demonios que no deja de fumar. Repugnante.

Choc Cigar: ¡Bienvenidas a Choc Cigar Company!               

Capitulo 840: Repitiendo[]

Choc: Les doy la bienvenida a su nueva y “humilde” casa. 

Jane: ¿Humilde? 

Merva: Esto es mas lujoso que mi isla entera. 

El hombre va dando esta especie de discurso de bienvenida, mientras todas las mujeres llevadas ahí se ven confundidas. ¿Qué hacen ahí?  La respuesta se las da su “anfitrión”. 

Choc: A partir de hoy, formaran parte del mundo del “entretenimiento”. 

Jane: ¿Entretenimiento? ¿Qué clase de entretenimiento? 

Merva: Esto no me gusta nada. 

Posteriormente, todas las mujeres son llevadas a una sala con un metal ardiente. Las marcarán otra vez. La castaña y la peliverde ya lo presentían y esperaban, y lo soportan también, cada una apoyándose de la otra. Pero hay algo que no esperaban.

Lizbeth: ¡Vamos, panda de rameras! ¡Desvístanse! ¡No tengo todo el día! 

No esperaban que las desnudaran, que un médico las revisará de pies a cabeza y de “ahí abajo”, que les dieran ropa diminuta ni tampoco que las obligaran a posar en fotos completamente denigrantes en una retorcida sesión. 

Gabe: Deja de cubrirte, p*ta. ¡O te ira mal! 

Jane: Tsk… desgraciado… 

Merva: Déjalo, Janey.

Las dos deben tragarse su orgullo y dignidad, pues las que no cooperan son viciosa y estratégicamente golpeadas en lugares de difícil vista. No vale el sufrimiento extra, además de que solo las hacen posar una vez. El resto del tiempo, lo pasan en su celda. Sobreviviendo igual que siempre. Al menos la comida ha mejorado, pero hay algo que las dos quieren. 

Jane: Volteado de piña… con higos… 

Merva: O con nueces, si quieres. Créeme, lleva tanta azúcar y mantequilla que podrías morir. 

Jane: Je, ahora lo quiero más. 

Y así pasan unas semanas, hasta que un buen día, ellas dos y otras seis mujeres son sacadas de sus celdas y llevadas ante un hombre. Alto, muy elegante, pero ya mayor, y feo de pelotas. Con una flor de Liz bordada en la ropa. 

Choc: Estas son las que solicito del catalogo, milord, ¿le gustan? 

El hombre revisa a cada chica de cerca, de arriba abajo.  Cuando se le acerca, Jane puede sentirla tan pesada. Aghhh, ¡el morbo!. Se siente sucia solo por ello. 

Lord: Si, estas me gustan. ¿El precio es el acordado? 

Choc: Si, milord. La transferencia ya fue hecha así que su gente puede llevárselas cuando quiera. 

Jane: (¿Llevar?) 

La castaña toma a su amiga de la mano fuerte en la sala, y todo el camino mientras son llevadas a otro barco. Las han vendido, una vez más. El viaje es corto está vez al menos. La nueva marca a fuego, una flor de Liz duele igual que siempre. Aunque “su nuevo hogar” no es “tan malo. Esta vez están en habitaciones. Feas como el diablo pero habitaciones, no celdas. La comida también es mucho mejor. 

Lord: ¡Jajaja! ¡Más vino! ¡Más comida! ¡Más...! 

Chicas. Para eso habían sido compradas. Principalmente, para entretener invitados en las docenas de fiestas de placer que hacía. Sus invitados aunque de alcurnia, son asquerosos cerdos. Jane y Merva, no obstante, lo soportan. Después de todos, solo las miran. O al menos, así es por un tiempo. Tras una de las fiestas, solo Jane regresa a la habitación con las otras chicas. 

Jane: ¿Y Merva? 

Chica:  El lord le pidió que se quedara un poco más. Supongo que no tardará en venir. 

Jane: Ah, ok…

Peto Merva no regresa pronto… ni en varias horas. Se hace de madrugada y Jane la espera para dormir juntas, como han hecho desde su primer día de cautiverio. 

Jane: ¿Dónde estás, Mervie? 

Finalmente, la puerta del cuarto de esclavas se abre. Ahí esta ella. Jane sonríe para recibirla, pero, incluso en la oscuridad de la noche, Jane nota que hay algo terriblemente mal. 

Jane: ¿Mervie? 

Merva: *jadeo* Janey.. 

Súbitamente, la peliverde colapsa en el suelo, y Jane, en pánico, se apresura a ayudarla. Es solo entonces que puede ver que sucede. Su cuerpo esta completamente cubierto de dolorosos hematomas y edemas. Su nariz, su boca y un oído sangran. Sus ojos derramados de sangre escurren lagrimas, y de su garganta sale un llanto lastimero pero demasiado leve, falto de energia. 

Jane: ¡Merva! ¿¡Qué … que paso….!? ¿¡Que te hicieron!? 

Lo peor, lo nota al bajar la vista. Sus piernas estan completamente bañadas en sangre que escurre de entre éstas. Jane no sabe que hacer, solo la sostiene, mientras Merva sigue llorando, tratando de explicar lo que le ha pasado. 

Merva:… El… el lord… se entero de qué era virgen… 

¿Era? Jane lo entiende de inmediato. Lo que ha sucedido con ella, lo que su “amo”…no. Lo que ese monstruo le ha hecho. Las lágrimas se le empiezan a escapar. ¿Que puede hacer? ¿Cómo puede ayudarla? Nada. ¿Cómo podría hacer algo? No es más que una esclava. 

Jane: Merva…Merva yo… 

Pero incluso en su estado actual, Merva le toma la mano y hace lo que mejor hace ella.

Merva: Tranquila… y serena… todo… va a estar ¡aghh! Bien, Janey…. Repite conmigo… 

Y así lo hace la castaña. Con lagrimas en los ojos, pero lo hace. 

Jane: Todo… estará bien. Todo… estará… bien. 

Merva: *apenas audible* Vas a… a… 

Jane: Salir de aquí… encontrar a mi hermano… viajar por el mundo… y comer pastel en tu tienda. 

Merva: ¿Qué.. Pastel? 

Jane: Volteado de Piña especial.. *sniff*

Merva: si… ese es…

Al fin, Jane logra calmarse lo suficiente para lograr de algún modo levantarla hasta su catre y ahí,  la pone sobre su regazo y acuna su cabeza con ambos brazos. Repitiendo ambas lo mismo siempre.

Jane/Merva: Salir de aquí… encontrar a mi/tu hermano… viajar por el mundo… comer pastel… Salir de aquí… encontrar a mi/tu hermano… viajar por el mundo… comer pastel… Salir de aquí… encontrar a mi/tu hermano… viajar por el mundo… comer pastel… 

Y así continúa. Por horas y horas. Ambas repitiendo lo mismo, hasta que, solo hay una voz. 

Jane: Salir de aquí… encontrar a mi hermano… viajar por el mundo… comer pastel…                

Capitulo 841: Nadie lo hará[]

Jane: Mervie… *sniff* Mervie… 

Tras la muerte de su única amiga y compañera, la esclava castaña está inconsolable por varias horas. No duerme nada, se rehúsa a comer, solo sale de su habitación porque la obligan. Ni siquiera puede despedir a su amiga como se debe, su cuerpo es tirado a la basura, vual vil desperdicio. 

Jane: Vas a salir de aquí, encontraras a tu hermano, viajarás por el mundo, comerás pastel… 

Pero sigue recitándose a si misma la lista. Ya ni siquiera sabe si es posible o si lo va a lograr algún día. Es lo que ha hecho desde que fue hecha prisionera. La única forma de mantenerse cuerda es con éstas esperanzas. 

Lord: ¡Si, guapa! ¡Baila para nosotros! 

Trabaja porque tiene que. Tsk… trabaja para el monstruo que le arranco la vida a Merva desde sus más bajas entrañas. Le odia, le tiene tanto miedo, pero se lo guarda todo bajo una sonrisa tan falsa. 

Jane: Vas a salir de aquí… vas a salir de aquí. 

La situación se prolonga así por varias semanas, hasta que un buen día, un día que parece normal, sin fiestas ni bailes, Jane recibe un aviso de uno de los guardias que la vigilan día y noche. 

Guardia: El lord quiere que vayas a verlo a su estudio. 

La chica se pone pálida al oír esto. Pero no tiene remedio, debe ir. El guardia la escolta hasta ahí para que no intente nada y la mete a la habitación. Ahí,  el noble ya se encuentra, sentado a su escritorio, leyendo con unas grandes gafas algunos papeles. Tomando un trago de bourbon. 

Lord: Ah, aquí estás. 

Jane: *con voz trémula* Me... Me.. Ehem.. ¿Me llamó, señor? 

Lord: *mirando los papeles y no a ella* Asi es. 

Jane: ¿Para… para qué? 

Lord: Estaba revisando tus papeles de compra y vi… algo muy interesante. 

Jane siente cada vez más miedo, pero no sabe que hacer, está paralizada. Mientras, su amo se quita las gafas y sonríe. 

Lord: Según el reporte médico de Choc Cigar Company… eres virgen… ¿es cierto eso? 

Virgen. Esa palabra al fin activa el mecanismo de correr de Jane, que de inmediato se gira y trata de salir de la habitación, pero no puede. El guardia ha cerrado el portón con llave

Jane: *en voz baja* ¡No…no! ¡Ábrete! 

Lord: Tranquila, pequeña…

Antes de darse cuenta, el ya se ha puesto de pie y literalmente ya lo tiene a su espalda, respirándole en el cuello. 

Lord: No te resistas y no te hare daño. 

De un movimiento, aquel menudo viejo elegante pero asqueroso se le echa encima, con la fuerza de diez hombres. La agarra tan fuerte que la tira al suelo. Ahí, se pone con su cuerpo sobre él de ella. No puede moverse, no puede respirar, solo se retuerce debajo. 

Lord: No pelees o te ira peor. 

Luego, intenta arrancarle la ropa mientras se hurga en los pantalones para sacar algo… su cosa... Ella no puede hacer nada, ella no puede hacer nada que no sea llorar… o eso creen los dos, pues cuando el le mete la lengua en la boca, algo despierta en ella, como una flama. 

Jane: (No… ¡Maldito cerdo!) 

Lord: ¡Gaaaaaaaaaagh! 

Un grito y un gorgoteo. Es lo que escuchan los guardias que entran corriendo, casi arrancando la puerta de las bisagras. Lo que encuentran parece signo de historia de terror. A Jane, de pie, con la boca llena de sangre, sangre que no es suya, es de su amo. El lord se esta ahogando en su propia sangre. Un pedazo rosado en el suelo manchado de carmín. Jane le ha arrancado la lengua de una mordida. 

Jane: (¡Nadie me hará lo que le hicieron a Merva!! ) 

Pero con esto, se gana una brutal golpiza. Hematomas, ojos derramados, sangre en todas partes, huesos rotos, pero con su feminidad intacta, y se siente orgullosa por ello. 

Jane: (ugh… Nadie lo hará…) 

El lord sobrevive, para su gracia y desgracia. Resulta que el hombre era casado, mantenía sus fiestas en secreto de su esposa, pero ahora con ese incidente, todo el mundo lo sabe. 

Esposa del Lord: No quiero a esas putas en mi casa. Regrésenlas al burdel de donde las sacaron. 

Y así, Jane volvió a Choc Cigar Company, todavía muy vapuleada, y además con el rumor de lo que hizo a cuestas. 

Cynthia: ¿Qué hizo que? 

Choc: Lo que oíste. Por eso nos hicieron válida la garantía. Casi nunca pasa. 

Migue: Hmm… eso es mala publicidad. 

Choc No necesariamente. Es un incidente muy aislado. 

Cynthia: ¿y que hacemos con ella? 

Choc: Si sobrevive a la tunda que le dieron la podemos volver a vender. Aun es virgen, ¿no? Podemos seguir pidiendo el mismo precio. 

Y así lo hacen…pero las cosas no resultan como desean


Jane: Todo está bien… repite conmigo… todo está bien… Saldrás de aquí… veras a tu hermano, viajaras con él por el mundo y… comerás pastel… como el que ella quería hacer.

Jane es vendida no una, ni dos, sino once veces más, siempre con los mismos resultados. La compran, intentan abusarla, ella se defiende de formas tan extremas. Rompiendo extremidades, noqueando a sus “amos”, arrancando lenguas, narices… hasta cosas peores. Sufriendo castigos insoportables en respuesta a sus acciones. No acaba muerta solo porque un esclavo siempre vale más vivo. 

Choc: ¡¿Volvieron a devolverla? ! ¡No me jodas! 

Miguel: ¿Qué hacemos con ella, jefe? 

Choc: ¡Ya no quiero a esa puta Piernas Rígidas! ¡Mátala! ¡¿Qué sirva de ejemplo para las otras revoltosas! 

¿??? : No creo que eso haga falta, mi querido Choc. 

¿Quién dice esto? Nadie más y nadie menos que otro desgraciado esclavista, uno de sus clientes habituales. 

Choc: ¿Bela? ¿A que te refieres? 

Bela: Déjamela. Creo se como aprovecharla.                 

Capitulo 842: Repetición corregida[]

Jane: ¡No me toques! 

Una potente patada en la cara, es todo lo que hace falta para romperle la nariz a su nuevo comprador en cuanto  este intenta ponerle la mano encima, y este, no es otro que Bela, el cual se limpia la sangre de la car que ya le ha manchado su eterna y burlona sonrisa. 

Bela: Debo admitir… que si me dolió. 

Jane: ¡M.. Me alegro!

Jane se mantiene en pose de ataque, pero se ve temblorosa y no es para menos. Lleva seis años como esclava, viviendo en condiciones deplorables. Y tres años desde que se volvió una “Piernas Rígidas” soportando los asaltos y las palizas. Cualquier otro ser ya se hubiera roto, y ella empieza a hacerlo, se ha roto cada día más desde la muerte de Merva, sin nadie más que si misma. 

Jane: ¡Te.. Te dije que no te acerques!

Ella está a punto de golpearlo otra vez, pero el genera una única gota de nitro y se la arroja a los pies, derribándola y causándole quemaduras menores. 

Jane: ¡Aghh! 

Bela: Ja. No te preocupes, preciosa. No voy a tomar tu… “tesoro”. Solo quería ver si los tumores eran ciertos. ¿La llevas a la celda, Luke? 

Luke: *sorbiendo ruidosamente té de burbujas* Seguro. 

Y para sorpresa de Jane, este cumple su palabra. Solo la dejan en esa bodega húmeda y fría con otro montón de personas durante meses, una comida al día, sin golpes mientras se comporte. Mejor que antes, pero sigue siendo el tratamiento de un esclavo. Y un buen día, simplemente, la llevan a otro lugar. Afuera, es tan frio y nevado, adentro, es el peor tugurio que jamás allá visto. 

Shenanigan: Vaya, vaya. ¿Tengo ante mi a una Piernas Rígidas? 

Jane: *hostil* Ni siquiera se le ocurra…

Shenanigan: Jeje. Tranquila, nena. Aquí nadie te va a tocar. Les iría mal si lo intentaran. 

El hombre se fija en el gran collar de esclava que tiene la chica. Jane básicamente ha vivido con el un cuarto de su vida o más, igual que cualquier esclavo. ¿Por qué éste nuevo “amo” lo mira tanto? 

Shenanigan: Louie. Quítale esa porquería del cuello. Ponle algo más cómodo. 

Jane cree que no ha oído bien por un momento. ¿Quitarle el collar? Sin el, fácilmente podría correr, podría volar si quisiera, podría ser libre. No obstante, es demasiado bello. 

Louie: Listo. Mejor, ¿no

Simplemente le han cambiado el collar explosivo por brazaletes del mismo tipo. El peso de su cuello podrá haberse ido, pero no el peso de la esclavitud. 

Louie:  Ahora… tu solo… haz lo que te digan las otras chicas. Y si algún cliente te da problemas, dime a mi o al señor Shenanigan, o a los otros cadeneros. 

Y así,  nuevamente pasaron las semanas. Nadie la molesto, eso fue cierto. Y era bastante precedida por su reputación, algunas de las otras chicas incluso la alababan por ello. 

Marseille: ¿¡En serio le arrancaste la lengua!? Wow. No, en serio. Wow. Debió sentirse increíble… 

Jane: No tanto… 

Su vista y su baile la hacen de un nuevo nombre “The Cane “. Y parece que las cosas son mejores de nuevo. Pero no tarda en enterarse porque todos la tratan tan bien. 

Marseille: Oí que Shenanigan quiere subastar tu virginidad… Lo siento. 

Las cosas son una mierda como siempre…  pero en el fondo, aun mantiene un poquito de esperanza. Repitiéndosela a si misma como siempre. 

Jane: Vas a salir de aquí, encontraras a tu hermano, viajarás por el mundo, comerás pastel… 

De regreso al presente…

Ink se ha quedado dormida ya, pero Jane está completamente despierta. ¿Esta soñando? Pareciera que esta soñando. 

Jane: ¿En serio? ¿En serio voy a ser libre? 

Y empezando a derramar unas lágrimas silenciosas, recita a si misma lo mismo de siempre, aunque, igual que tras la muerte de Merva, con una corrección. 

Jane: Vas a salir… Visitarás la tumba de tu hermano. Viajarás por el mundo… comerás pastel.                  

Capitulo 843:¿Qué hay de ella?[]

Tal como lo había prometido, Jean volvió al Devil’s Divine al día siguiente y el día que le siguió a ese. Pedía un privado con ella para poder hablar a solas. El “pelirrojo” , durante esos minutos, le aseguraba que todo iba a estar bien, y reafirmaba su esperanza, algo que a Jane le parece un tanto familiar y confortador. Al tercer día el también volvió, con una sonrisa leve a diferencia de su lúgubre expresión de antes.

Jane: ¿Pasa algo?

Jean: No… es solo que, no puedo evitar sentirme un poco emocionado. Mañana es el día.

Jane: ¿Mañana?

Jean: Mañana. Tu no te preocupes, todo estará bien. Nosotros nos encargaremos de todo.

La chica tambien no puede evitar sonreír un poco. Parece ser, que mantener la esperanza si funciono después de todo.

Jane: Ahmm… ¿tengo que hacer algo? ¿Puedo ayudar de alguna forma?

Jean: No hace falta.. 

No obstante, Jean se da cuenta de que Jane se muestra muy ansiosa. Quiere ayudar a alcanzar su propia libertad.

Jean:… pero, si pudieras hacer que las chicas se queden en sus habitaciones, estaría genial.

Jane: ¡Si! ¡Claro!

Jean: Ink te dará los detalles de lo que falta por la noche. Te veré mañana.

Jane: Hasta mañana…

Y así se despiden. Ambos salen del cuarto  para privados. Ella, con una sonrisa genuina por primera vez en años. Él, con una mueca más disimulada. Mueca que Shenanigan (que como siempre está afuera esperándolo) cree es de satisfacción.

Shenanigan: Se ve particularmente feliz hoy. Señor Schwarz.

Jean: Je… ¿Que puedo decir? Ver a esa chica me hace el día.

Shenanigan: Dentro de dos días es la subasta. Asegúrese de ofrecer una buena puja si es que quiere quedársela.

Jean: Je. Ya tengo una buena “jugada” preparada para eso. Le aseguro, nadie se lo esperará. Ahora, me vendría bien un whiskito.

Shenanigan: Se lo mandaré en un...

Pero en ese segundo, el gerente es interrumpido por Louie, el cual tiene un semblante un tanto nervioso.

Louie: ¿Señor?

Shenanigan: ¿Qué quieres, Louie?

Louie: Hay un cliente nuevo en la entrada. Exige hablar con el hombre a cargo.

Shenanigan: ¿Tiene cuota de entrada?

Loiue: No, pero…

Shenanigan: ¡Entonces mándalo al demonio! ¡No quieto a pobres diablos a…

Louie: No, señor. No entiende. Es de los de “arriba”

Shenanigan se pone repentinamente nervioso, y sale caminando tan rápido como es posible, no sin antes asegurar que alguien más envíe el trago a Jean, el cual está algo confundido.

Jean: ¿De arriba?

El gerente, por su parte, no tarda en llegar al lobby, en donde se encuentra con aquel que le llama. Un hombre alto, muy gallardo, de cabello y barba castaños y profundos ojos del mismo color con lentes sobre ellos. Sus ropas azules, extremadamente lujosas y ostentosas llevan bordados en oro, entre los cuales destaca un pequeño símbolo extraño.

Hombre: Ya era hora.

Shenanigan: Lo lamento, señor mío. Pero tambien tengo otros clientes que atender y…

Hombre: ¿Más importante que un lord que sirve a sus altezas reales? 

• Señor de la región de Almena y principal consultor del trono del Reino de Brusian. Lord Albertanus.

El lord va acompañado por una decena de guardias que miran feo al castaño gerente, lo que le pone aun más nervioso. 

Shenanigan: Por.. Por supuesto que no, mi lord. Si gusta seguirme.

El gerente lleva al “Señor” adentro sin hacerlo pagar ninguna cuota. Ahí, le explica los servicios que ofrecen y que puede disfrutar, tal como lo hizo con Jean en su momento. Pero Lord Albertanus no pone atención, solo se le ve hastiado.

Shenanigan: Si quiere el servicio de alcoba, solo debe decirle a cualquier chica que le guste y…

Albertanus : Si, si, si. Suficiente habladuría. Solo muéstreme lo mejor que tiene.

Shenanigan:¿ Lo mejor?

Ya que el hombre no es muy específico, Shenanigan envía a por las chicas más famosas de cada categoría. Una morena sexy, una rubia aniñada, una pelirroja traviesa. Experimentadas brazos largos, una inocente gyojin, y mucho más, no obstante, el noble no parece satisfecho.

Albertanus: ¿En serio es lo mejor que tiene?

Shenanigan: Señor, le aseguro que... 

Pero entonces, el Lord alza  la vista y se cruza con algo que lo sorprende. 

Albertanus: ¿Y que hay de ella?

Shenanigan: ¿Quién?

Entonces, el Lord señala con el dedo hacía el otro lado de la sala, con una sonrisa enorme en la cara.

Shenanigan: ¿ella?                   

Capitulo 844: Promesa a él y ella[]

Día siguiente… 

Shane: Grupo Alpha listo.

Wendy: Grupo Beta listo.

Angélique: Grupo Gamma listo. 

Ha llegado el momento, es el día de la operación del Devil’s Divine. Es el día en que sacaran a todas las mujeres, incluyendo a Jane, de ese agujero infernal.  Los aliados de Todos somos Esclavos ya están en posición, apostados en las cercanía del edificio, donde nadie puede verlos o sospechar de ellos. Por su parte, en la entrada principal, Jean va a entrando al lugar, aun en su fachada. 

Louie: Buen día, señor. 

Jean: Louie. 

Ya adentro, es saludado como siempre por Shenanigan con mucha propiedad. Después de todo, Jean ahora es un “cliente habitual” y le ha estado pagando bien.

Shenanigan: Un placer como siempre, Señor Schwarz. ¿Algo que pueda hacer por usted hoy? 

Jean: Pues en realidad si. ¿Me predta el sistema de megafonía un momento? Me gustaría hacer un anuncio 

Shenanigan: ¿El sistema de megaf…? Lo siento, los clientes no pueden… 

Jean: Le pago extra. 

Shenanigan: Ah, bueno. En ese caso… 

El gerente pide que preparen el sistema y luego ofrece un Den Den Mushi micrófono al “Señor Schwarz”, quedándose a su lado con una sonrisa mientras este habla. 

Jean: Buenas noches, caballeros que visitan wl  Devil’s Divine esta noche. Mi nombre es… Johann Schwarz, o al menos, lo es por el momento. Como sea, tengo un mensaje para ustedes. 

Shenanigan: ¿eh? ¿Cómo que por el momento? 

Jean: Lamento informarles que a partir de este preciso momento, el Devil’s Divine dejara de existir. Será cerrado permanentemente. 

La sorpresa general de todos es evidente, sea cliente, esclava o empleado del lugar. ¿De qué demonios está hablando? 

Jean: Les sugiero a las chicas que vuelvan a sus habitaciones de forma ordenada y a los clientes que permanezcan en sus lugares para evitar mayor conmoción. Eso es todo, gracias por su atención. 

Todo permanece en silencio z los clientes estan confundidos, la música para, las chicas dejan de bailar. Jean deja el micrófono, y cadi al mismo tiempo, Shenanigan lo encara de inmediato. 

Shenanigan: ¿¡Que demonios fue eso?! 

Jean: Una advertencia. Le sugiero que también se siente, y sus hombres igual. 

Shenanigan: ¿¡Qué advertencia ni que mis pelotas?! ¿¡Quien se cree que es para…!? 

Pero súbitamente, el gerente se ve amenazado por una larga espada que pareciera una pluma negra clavada en su cuello, apenas y rasgándole la piel, mientras que su camisa es alzada por una garra de ave. 

Jean: Quédate quieto, maldito puerco. 

Cadeneros: ¡Desgraciado! 

Los hombres de traje negro van a defender a su jefe con puños y pistolas, pero Jean no muestra ni una pizca de temor, mas bien al contrario. 

Jean: Yo no haría eso si fuera ustedes. 

De la nada, las ventanas del lugar se revientan, todas al a par, causando el pánico de todos los presentes. La causa… ¿frailecillos? Si, frailecillos. Aquellas pequeñas aves árticas, las cuales ahora atacaban a los cadeneros, y tambien a algunos de los clientes. Todo, bajo el liderazgo de una ave azul.

Big Bird: ¡Ataquen! ¡Ataquen! 

Ante esto, todos empiezan a correr y gritar, las mujeres, asustadas, huyen a su cuarto, aunque más por sentido común que porqué se lo hayan dicho antes. 

Shane: ¡Ahora! ¡TODOS SOMOS ESCLAVOS! 

Aprovechando el caos. Los aliados finalmente entran al lugar. Sometiendo rápidamente a cadeneros como a clientes, ambos tipos de hombre tan culpables de esclavizar como el otro. Ya sea por sumisión voluntaria o a golpes. 

Shane: ¡Hyakkumawara Seiken! 

Wendy: ¡Aoi Strike! 

Zachary: ¡Organbreak! 

Evangeline: ¡Sky Arrow! 

Todo termina rápido. En cuestión de minutos, todo aquel considerado un esclavista está noqueado o bien atado con las cintas de Taylor. Entre ellos, esta Louie por supuesto, el cual es interrogado justo ahora. 

Shane: Me dices que tu guardas todas las llaves de los brazaletes y collares ¿Dónde están? 

Louie: No te voy a… un segundo… ¡Yo te conozco! ¡Estabas con esas mierdas que eche a la calle ese..! 

Pero antes de que se ponga rejego, Shane le pega un puñetazo, rompiéndole la nariz. 

Shane: ¿Me vas a decir ahora, por favor? 

Las chicas son reunidas también. Taylor les da mantas y atención médica , mientras que Mia y otros les reparten algo de sopa caliente que ya tenían preparada. 

Jean: ¿Está hecho entonces? 

Angélique : Si, esta hecho. 

Evangeline: *mirando arriba* Lo hicimos, mi amor. 

Los tres, junto con Shane buscan entonces entre las chicas a Jane, aunque les está costando encontrarla. 

Evangeline: ¡Jane! 

Shane: ¡Jane! 

Jean: ¿Jane? 

¡Jean! 

Se oye un grito de vuelta, pero quien lo emite no es Jane. Se trata de Ink, que llega corriendo de entre las mujeres rescatadas, ya en sus colores normales pero sin aliento. 

Jean: ¿Ink? ¿¡Que pasa!? 

Ink: ¡Yo… yo… yo lo lamento! ¡Trate de contactarlos pero no tuve oportunidad de usar el den den mushi que me diste y…! 

Jean: ¡tranquila, Ink! ¿¡Que pasa!?... ¿Dónde está Jane? 

La mirada de desolación de Ink lo dice todo y no tarda en traspasársele a Jean. ¿Dónde está Jane? Su pánico se convierte rápidamente en rabia, y raudo como saeta, va a donde Shenanigan está ahora amarrado, lo alza con una garra y lo amenaza con la otra. 

Shenanigan: ¡No, no, no, no, no! ¡Espere, señor Schwarz! 

Jean: Ese no es mi nombre… 

El muchacho cambia de regreso a sus colores naturales, perturbando aún más a Shenanigan. 

Jean: ¿Dónde esta ella? 

Shenanigan: ¿Qui… Quien? 

Jean: ¡Jane! ¡Jane Aprilia! ¡The Cane! ¡¡PIERNAS RÍGIDAS!! 

Si pudiera matarlo con solo hablarle, parecería posible en ese momento. Shenanigan, está en pánico, pero tras más gritos del peliazul, habla al fin. 

Shenanigan: ¡Se la llevo Lord Albertanus! 

Todos en la Alianza se quedan confundidos.

Jean: ¿Lord Albertanus? 

Shenanigan: ¡Si, el consultor real! ¡T.. Tuve que dársela completamente gratis! ¡Sin subasta! ¡Perdí toda mi inversión! ¡Trate de evitarlo pero me dio a entender que cerraría el Devil’s  Divine si no lo hacía! 

Todos se quedan de piedra tras eso. La han perdido. Le pertenece alguien más otra vez. Fallaron… y en algún lugar oscuro y frio, Jane llora en su soledad. 

Jane: De nada sirvió tener esperanzas *sniff*

Evangeline:No…. 

Shane: ¡Maldición! 

No obstante, la mirada de Jean no cambia. 

Jean: ¿A… donde… fue… ese tal Albertanus? 

Shenanigan:… No… no lo se. 

Jean: ¿¡A donde!? 

Shenanigan : ¡Ahhh! ¡A ciudad Ciudadela! Lord Albertanus vive ahí… 

Jean: ¡¿Hacia donde!? 

Shenanigan: Al norte…  el aun debe seguir en camino. 

Jean arroja al hombre al otro lado de la sala para sorpresa e impacto de todos, luego, se gira hacia Evangeline. 

Jean: ¿Tienes diales de calor? 

Evangeline: Solo uno, pero ¿para que…? 

Jean: Dámelo. 

Evangeline se lo ofrece y este casi se lo arrebata para luego activarlo y ponerlo entre su ropa, ante la mirada intrigada de sus compañeros.

Taylor: ¿Jean? 

Samir: ¿Qué estás…? 

Jean: ¡Engel! 

Evangeline: ¡No, espera! 

Big Bird: ¡Espera, espera! 

Angélique: ¡Jean! 

Pero el ya ha salido volando tan rápido como sus alas lo permiten a través de una ventana y en dirección a Ciudad Ciudadela.  No va a perderla de nuevo. Le prometió a su hermano que la salvaría, le prometió a ella que la salvaría. 

Jean: ¡Ya voy, Jane! ¡Ya voy! 

Y diciendo eso, sus alas azul doradas se pierden entre la nieve.                    

Capitulo 845: La Ciudad Inexpugnable[]

Pluma Azul Dorada lleva volando horas. Su rostro está completamente rojo, quemado por el frio. El clima no ayuda en nada, la velocidad a la que viaja hace que el viento le golpee con fuerza y la debilidad natural de su fruta al frío no ayuda en nada incluso en forma Engel.  Se esta helando hasta los huesos. 

Jean:*temblando* Maldición…

El joven capitán tiene que parar un momento y se posa en la copa de un gran pino. Deja su débil forma híbrida y saca el dial de calor que le ha dado Evangeline para calentarse un poco las manos. 

Jean: ¡Maldición! ¡No logro alcanzarla!

Pero no tiene tiempo de pensar en si mismo, ahí afuera hay alguien que necesita que la salven. En un intento por buscarla. Jean intenta utilizar su haki de observación, pero lo que siente no tiene que ver con lo que esta viendo. 

Jean: ¿Qué demonios…? 

Hay docenas, cientos de personas debajo de donde se encuentra, o eso le dice su haki, por que sus ojos dicen que ahí solo hay una colina nevada.

Jean: Tch… me estoy volviendo loco. 

Atribuyendo lo que siente a su nerviosismo, Jean lo ignora, guarda el dial y se re transforma para seguir volando, sin ningún conocimiento de que un hombre, invisible a la vista por ser del mismo color de la nieve, le estaba observando. 

Hombre nevado: Carajo… 

Mientras tanto… 

Dos carrozas, tiradas no por caballos sino por maquinas parecidas a los wavers avanzan por el nevado camino rodeadas de una procesión de más maquinas y sus jinetes. La que va adelante, es la representación misma de opulencia, y es aquí donde va el Consultor Real, el cual bebe una copa de jerez plácidamente mientras sostiene un den den mushi en la otra mano. 

Albertanus: ¿Ya casi llegamos? 

Quien le responde es el propio conductor de la carroza desde afuera, el cual lucha por no congelarse.

Guardia: Aún falta un poco para llegar a la muralla exterior. 

Albertanus: Hmph… tengo asuntos importantes que atender. Vayan más rápido. 

Guardia: Si, señor.

La otra carroza atrás por el contrario,  es muy austera y fea, con una única ventana con barrotes, un carro prisión. Y es aquí donde esta Jane. Sin ningún mueble para sentarse y sintiendo que se le cae la piel con ese clima, ella yace contra una esquina en el suelo, aplastando su mejilla en este y con los ojos apenas abiertos. 

Jane: Que… frío… 

Parece un muerto viviente al hablar, sin ninguna motivación ni voluntad. En su mano, hay algo. La foto de ella misma y su hermano en su adolescencia, que Jean le devolvió y había mantenido oculta hasta ahora. Mira con una profunda tristeza su felicidad pasada. Nunca volverá, igual que su libertad. Para ella, todo lo que hay son barrotes en la ventana, ya no puede ver el hermoso paisaje que hay más allá. 

Jane: ¿Y si mejor me muero? Así podré ver a Mervie…. A mis papás… 

A su hermano. Con este pensamiento, cierra los ojos que incluso así derraman lagrimas silenciosas mientras que la vista de su ventanita con barrotes se oscurece, literalmente. Una gran sombra cubre la luz solar. 

Guardia: ¡Capital a la vista! 

Inmensas construcciones de pura cantera se yerguen poderosas hacia el cielo,  Sus caminos, convertidos en túneles para evitar el frio, sus murallas, hechas de puro granito y llenas de soldados de rojo armados hasta los dientes. Sugente, en una palabra: recia. Coronada literal y figurativamente por un gran palacio, cuyas banderas ondeantes tienen la misma greca que el ropaje de Lord Albertanus. La ciudad más grande de la isla y capital del Reino de Brusian. La ciudad Inexpugnable. Ciudad Ciudadela. 

Albertanus: Ya era hora. 

Las carrozas se acercan a la muralla para entrar por un gran portón de acero hacia la fortificada ciudad, y es esto lo que Jean, que al fin les da alcance, logra ver desde la lejanía del cielo. Puede sentir a Jane con su haki, a ella y a su pesar. 

Jean: ¡Si entra ahí,  jamás podre sacarla! 

Solo queda una opción, y Jean, con toda determinación decide tomarla. 

Soldado: ¡Abran el portal! 

Las enormes puertas de acero se abren para dejar pasar a las carrozas. Primero,  la del noble. La formación empieza a replegarse ya una vez adentro y Lord Albertanus es recibido y ayudado a bajarse por otro hombre de armadura rojinegra, de aspecto peculiar. 

Soldado: Mi Lord. 

• Un capitán del Ejercito Real de Brusian. Nemo. 

Albertanus: Capitán. 

Nemo: El General Agamenon solicita su presencia en el Salón de la Guerra. 

Albertanus: (Tsk… ¿Ahora que quiere ese pelmazo?) Por supuesto. 

El hombre se acomoda la ropa, se aclara la garganta luego ordena a sus guardias. 

Albertanus: Llévenla a donde ya saben y prepárenla. La quiero lista para cuando vuelva.

Guardia: Si, señor. 

Le segunda carroza entra por la puerta entonces. Pero algo más pasa. Una criatura alada que sin aparente motivo ni provocación, ataca a diestra y siniestra a todos ahí. 

Soldado: ¡¿Qué pasa!?  ¡GAAAAH! 

Nemo: ¡Protejan a Lord Albertanus! 

Al oír el pánico, Jane encuentra de algún modo voluntad (o miedo) suficiente para asomarse por la ventanita abarrotada, quedando impactada por lo que ve afuera. A un hombre ave que ataca viciosamente a sus captores. No le reconoce en principio, no solo por sus rasgos de ave, sino porque le conoció como pelirrojo de ojos verdes. No obstante, su manera de mirar, de moverse al fin le hacen darse cuenta de quien es.

Jane: ¿¡Jean!?                    

Capitulo 846: Un noble que no es noble[]

Jane: ¿¡Jean!?

Jean: ¡Jane!

Tan solo de oír la voz del otro, los dos sienten una tremenda calma. No obstante, en el lugar donde están prolifera el caos. Él, pelea con fiereza. Ella, observa con temor. 

Jane: ¡Cuidado! 

Varios soldados llegan por la espalda  de Jean, dispuestos a atacarlo con espadas. Pero él ya los había sentido venir y se cubre de haki en el lugar de impacto, rompiendo las armas, para la sorpresa completa de Jane. 

Jean: ¡Ara Schlag! ¡Ara Schlitz! ¡Ara Fubtritt! ¡Ara Schwert! 

El peliazul no para, derrotando soldados uno tras otro. De todas las formas posibles. Albertanus, aun siendo protegido por Nemo, observa cauteloso a aquel enemigo mientras este llama por Den Den Mushi. 

Nemo: ¡Solicito refuerzos! 

Albertanus: ¿Y este desgraciado quien…?

Jean: ¡Ara Turbine! 

Soldados!: ¡Aghhh! 

Un batir de sus alas oscurecidas y varios más vuelan hasta estrellarse contra los muros, con ningún enemigo cerca, Jean va hacia la ventanita de la carroza jaula. 

Jean: ¡Para atrás! 

Es la instrucción que le da el joven capitán a la chica, y ella la cumple de inmediato. De un golpe destroza el vehículo, dejando entrar la luz por completo. 

Jean: ¡Ahora! ¡Hay que salir de aquí! 

Jane: ¡Jean! ¡Espera! 

¿Esperar a que? Jean solo lo entiende cuando oye cientos de clics. Ese sonido distintivo que hacen las armas cargadas. 

Nemo: ¡Quietos! 

Están completamente rodeados. Tratando de pensar que hacer, Jean alza las manos lentamente. Si bien, sabe que podría acabar con todos ellos, hay alguien con él que podría no sobrevivir si disparan. 

Jean: Tsk… 

Albertanus: ¿Sorprendido? No deberías… 

Albertanus sale de detrás de sus hombres. Nemo aun esta frente a él pero Albertanus hace una mueca para que lo deje avanzar por su cuenta. 

Albertanus: Deberías ya haber sabido que te estabas sabiendo al patíbulo dos veces. Una, por creer que entrarías al a Ciudad Inexpugnable y sobrevivirías. Dos, por incordiar y amenazar a un noble. 

Jean:  ¿Incordiar a un noble? ¿Cuál noble? 

La forma en la que dice esto, como si estuviera confundido o fuera completamente ignorante, impacta y molesta al Lord. Se siente ofendido. 

Albertanus: ¿Hablas en serio? ¿No sabes con quien te has metido? Soy… 

Jean: Si, si, si. El tal Albertoyo, una mierda real y la chingada.

Albertanus: ¡Es Lord Albertanus! ¡Vonsultor real! ¡Señor de la región de Almena! ¡Mano derecha de sus altezas, Lord Maximus, Lord Konstantine y Lady Nadine! 

Jean: Anus, Oyo, da igual, los dos terminan en hoyo. Y además una mierda esclavista como tu no merece llamarse noble. 

A Albertanus casi se le salta una vena, pero se mantiene tan sereno como es posible. 

Albertanus: Y me has insultado además, con esa son tres veces que te condenas sólo. ¿Y por que? ¿Para recuperar a una esclava? 

Jean: Y lo haría sin pensarlo otra vez si tuviera que. 

Albertanus: Obviamente eres muy valiente o muy estúpido. Casi quisiera saber tu nombre. Pero, eres un don nadie condenado a muerte. ¿Para que molestarse? 

Jean aprieta los puños y los dientes mientras Jane solo puede observar haciéndose pequeña por el miedo dentro de la prisión en la que estaba. Ya no miedo por ella, sino por él. 

Albertanus: Más bien me parece que eres estúpido. ¿Qué planeabas hacer? Irte con ella sólo así y que volase en mil pedazos?

Jean: Los brazaletes…

En efecto, Jane aun los trae puestos. Instintivamente ella los mira y luego los aferra a su cuerpo con dolor. El dolor de la esclavitud. Albertanus sigue sonriendo altivo, mientras que sus hombres no dejan de seguir a Jean y Jane con las armas, mientras alza un objeto entre los dedos. Las llaves de los grilletes. 

Albertanus: Ella me pertenece. *las agita* Y si quieres seguir viviendo, te recomiendo que… 

Jean: ¡Ara Pfeilspitze! 

Pero el noble ha cometido un gran error al mostrar el juego de llaves. Sin perder tiempo, Jean le ha disparado un dardo negro, hiriéndole la mano y haciendo que estas salgan volando, para luego atraparlas en el aire con facilidad. 

Albertanus: ¡Aghh! 

Nemo: ¡Abran fuego! 

Los soldados disparan al unísono, pero Jean se cubre con haki, para luego cubrir a Jane con sus alas.

Jean: ¡Ara Style - Geflugelter Schild! 

Jane: ¡Jean! 

Acto seguido, la toma entre sus brazos, para pánico de ella que aun no tolera el contacto, y se da media vuelta para salir de ahí, pero para su desgracia, los soldados obviamente ya la han cerrado. 

Jane: ¿¡Ahora que!? 

Jean: Tsk… 

Albertanus: ¡Aghh! ¡Mátenlo!                     

Capitulo 847: Las lágrimas se confunden con los copos de nieve[]

Sin importarle que aun tiene a “su esclava”, Albertanus da la orden. Lo ha insultado y herido, y el infractor no debe salir con vida. 

Albertanus: ¡Mátenlo! ¡Mátenlo! 

Nemo y sus hombres tratan de seguir la orden, pero Jean es muy rápido.  No pudiendo ir por donde llego. Jean se adentra a los túneles de la ciudad. 

Jean: ¡Por aquí! 

No obstante, estos se hacen muy estrechos para poder volar de forma segura, por lo que se retorna a su forma humana. 

Jean: ¡Maldición! 

Usa la mitad de su concentración para correr, la otra para intentar abrir los brazaletes de Jane. Esta desesperado por liberarla. Para colmo, la desesperación, crece cuando sus restricciones empiezan a emitir esa melodía de muerte que hacen cuando un prisionero se aleja demasiado de su amo. Le ha quitado las llaves a Albertanus, pero no el control que los hace explotar.

Jean: ¡No! 

Jane: ¡Jean! ¡Vete! ¡Déjame! ¡Explotaras conmigo!

Ella ya se ha rendido. Está dispuesta a morir, aunque no a llevarse a otra vida al infierno con ella. Jean no obstante, no pretende rendirse. 

Jean: ¡No! ¡Voy a salvarte! ¡Lo juro! ¡Aunque me cueste la vida! 

Pero corriendo, no logra acertar en la cerradura, por lo que en cierto punto, se aleja del camino que parece ser el principal y se escabulle en un pasillo, dejando que los soldados pasen de largo. Por suerte, ignoran el sonido de los brazaletes por culpa del ruido de sus propios pasos. Sonido que va cada vez más rápido 

Jane: ¡Por favor, corre…! 

Jean: ¡No…! ¡Ya casi…! 

Y súbitamente, se oye un clic, y luego otro, seguidos por el tintineo de metal al chocar el suelo. 

Jean: ¡Lo logre! ¡Ya no los tienes! 

Su corazón salta por la adrenalina, y el de ella también. El la mira con una alegría casi desesperada pero ella no la puede devolver. Solo puede mirar a los que fueron sus grilletes. 

Jane: No… exploté… 

Jean: No, no explotaste. Estás bien, estás bien

Jane se queda de piedra. Esta en shock. ¿De verdad está pasando? No obstante, esa sensación de fantasia se va rápido. 

Nemo: ¡Tras ellos!

Jean: ¡Maldición, nos encontraron  muy rápido! ¡Salgamos de aquí!

Jean toma a Jane de la muñeca, cosa que en principio la asusta pero luego la hace sentir cierta calidez. Luego, ambos corren por los pasillos, buscando la salida.

Jean: ¡Vamos! 

Jane: ¡Espera, por ahí no…! 

Y en efecto, al dar una vuelta se encuentran con un callejón sin salida. Solo un muro, y una ventana diminuta y abarrotada. Una visión común para Jane. 

Jane: No… 

Pronto, son rodeados por los soldados de nuevo. 

Nemo: ¡Atrápenlos! 

La situación está mal, y Jane ya puede sentir incluso cómo van a ponerle  los brazaletes de nuevo. No obstante, Jean  ha notado algo más allá de la ventana y no demuestra miedo ante lo que sucede, solo determinación.

Jean: Quiero que me tomes de la cintura.

Jane: ¿¡Qué!?

Jean: Tómame de la cintura bien fuerte y no te sueltes.

La chica, aunque recelosa, hace lo que Jean dice y este se torna de inmediato en su forma de Arpía, para sorpresa de todos los presentes, especialmente de la chica aferrada a su torso.

Jean: ¡Ara Facher!

De un poderoso aleteo, Jean crea de nueva cuenta una ola de aire que derriba a sus enemigos, luego, se da vuelta y recubre la parte derecha de su cuerpo en haki.

Jean: ¡Cúbrete! ¡Ara Werfen!

De un golpe con el hombro, Jean atraviesa la pared, mientras cubre a Jane con sus alas para evitar que se lastime con los escombros. Han salido disparados del túnel y por un segundo van en caída libre. Lo que Jean había visto es que ese túnel pasaba por encima de un desfiladero. 

Jane: ¡Kyaaaaaaaaaaahhhh!

Pero Jean no tarda en alzar vuelo, y con la chica bien aferrada a él, vuelan lejos de la muralla de la Ciudadela y de los soldados que  intentan dispararles.

Nemo: ¡No los dejen escaparse! ¡Maldición!

Pero es tarde para los acorazados  de rojo, ambos han volado lejos. Tras unos minutos, Jean y Jane aterrizan bajo las ramas de un gran abeto, con esta última tratando de recuperar el aliento. 

Jean: ¿Estás bien?

Jane: Si. Es.. es solo que...

Jane se palpa las muñecas, incrédula. Durante años, seis largos y tortuosos años, un collar o unos brazaletes la habían mantenido prisionera, esclava, recluida. Llevaba tanto con ellos, tan prietos sobre su cuerpo, que al perderlos le han quedado marcas más claras en la piel.  Pero ya no están, se han ido.

Jane: …es solo que…

Súbitamente, comienza a nevar de nuevo, mucho y muy fuerte, una tormenta los azota. El cielo relampaguea y se oyen potentes truenos partir el aire.  Jean se libra de sus alas para evitar la debilidad de su fruta por el frío, pero a Jane, a ella no le importa en lo más mínimo, al contrario. No deja de observar hacia arriba, embelesada por el cielo oscuro, los relámpagos, la nieve, los frescos arboles… 

Jane: Nieve... Nieve…  Jaja jajajaja ¡Está nevando! 

La chica ríe, y al mismo tiempo, lágrimas corren por sus mejillas, confundiéndose con los copos de nieve que se derriten al contacto de su piel. Es libre, finalmente es libre. Y sabiendo esto , se deja caer de rodillas, extiende los brazos y alza la cara al cielo, mientras Jean observa con un rostro entre una sonrisa y el borde de las lágrimas. 

Jean: Cumplí la promesa… 

Así, pasan unos minutos. Hasta que Jane y su cuerpecito delgado se estremecen por el frío. Su vestuario actual es obviamente menos que adecuado.

Jean: Será mejor que no pesques un resfriado. Toma.

El peliazul se quita su capa para poder tomar su abrigo y ponerlo sobre los hombros de Jane para mantenerla caliente. Jane se estremece un poco con el contacto de la mano de Jean, pero se relaja casi de inmediato. No tiene porque temerle. No es como las manos lascivas de los clientes del bar, o el duro golpe de los carceleros y cadeneros. Es una mano cálida, amable, que la hace sentir algo que no había sentido en años. Es la mano que salvo su vida y cumplió sus sueños y promesas. 

Jane: Gracias… por todo.

Jean: Ni lo menciones. Ahora, vayamos con los demás.                       

Capitulo 848: La tormenta que causaron ellos[]

Ink: ¿¡No contesta!? 

Angélique: ¡No…! 

Los Piratas del Ave Azul, Shane e Ink han salido en busca de Jean mientras Wendy se encarga de poner a resguardo a las mujeres que han rescatado. La Primera Oficial trata de contactar a su capitán vía Den Den Mushi, pero hay respuesta. 

Shane: ¡Hay que cubrirnos! ¡O nos vamos a congelar! 

Ink: ¡No…! *tose *¡Hay que seguir adelante!

Por desgracia, el clima ha empeorado muchísimo y ya está anocheciendo. El viento los azota, el frío les hiela hasta las entrañas y la visibilidad es casi nula. Para colmo, la delicada salud de Taylor e Ink se esta viendo afectada. 

Samir: ¿Amor, estás bien? 

Taylor: Tengo… mucho frío… *tose*

Big Bird: *metido dentro de su abrigo* Frio, frio…. 

Shane: ¡No ayudarán si mueren de hipotermia o neumonía! ¡En serio, hay que cubrirnos! 

Casi contra su voluntad, el grupo se ve obligado a tomar refugio dentro de una pequeña cueva, preocupados por sus compañeros enfermos así como por Jean y por Jane si es que está con él, pues seguramente, están en una situación más desesperada que la suya. 

Angélique: Por favor, responde Jean…

La pelirroja llama una última vez antes de cubrirse en la cueva, pero Jean sigue sin responder, a pesar de que el mismo si quiere contactarla. ¿La razón? Su pobrecito Den Den Mushi se ha congelado. 

Jean: *temblando de frio* Maldición… 

Debido al fuerte viento y a los relámpagos, Jean se ve incapaz de volar, además de que usar sus poderes seguramente lo mataría de frio. Por esto, el peliazul y la recién liberada castaña se ven obligados a ir a pie. 

Jane: Jean…  no puedo ver nada… 

Jean: Lo se, Jane, lo se…. Pero debemos seguir adelante. 

Y en serio tiene que. A diferencia de sus camaradas donde quiera que estén,  Jean y Jane no tienen cerca ni un lugar para cubrirse.  Solo les queda avanzar, pero es casi imposible. El viento los vapulea, la nieve les hunde los pies, el frio los está congelando… el frío es el mayor problema. Debido a su pésimo atuendo, él no solo le ha dado su abrigo a ella, tambien sus botas y el dial de calor, pero este hace mucho que dejo de emitirlo, se acabo su reserva. Jean por su  parte, esta descalzo. Ya se esta poniendo azul, y la piel de sus dedos se esta cayendo. 

Jane: *temblando incontrolablemente* Jean… no siento las manos… 

Pero Jane está mucho peor, su piel esta blanca, sus labios están purpuras. A pesar de su fuerte voluntad para haber sobrevivido a seis años de esclavitud, su cuerpo, que se resiente de daños pasados con los daños nuevos, está seriamente debilitado. 

Jane: Jean… no puedo…  

Jean: Si puedes. Solo un poco más, Jane. Estoy seguro de que… de que encontraremos un lugar para cubrirnos. 

Jane: Esta bien… yo…

Ella intenta avanzar y sonreír pero ¿Por qué esta viendo borroso? Solo alcanza a distinguir que su vista se ladea y Jean corre hacia ella con rostro de horror. 

Jean: ¡Jane! 

Se ha colapsado en el suelo. Esta helada. 

Jane: Jean… 

Jean: ¡Jane! ¡Resiste! 

El muchacho se quita tambien su capa y la usa para levantarla del suelo y cubrirla, acunándola entre sus brazos. Ella está inconsciente, y el se esta congelando también, pero no puede rendirse. Llevándola en brazos, sigue caminando, paso a paso, muy lentamente. 

Jean: Vas a estar bien… 

Y sigue avanzando… 

Jean: Vas a estar bien…  vas a… 

Pero a los pocos minutos, él también cae al suelo… la salvó solo para que murieran de frío… 

Jean: Jane… 

Y sus cuerpos se quedan ahí, inertes en la nieve.

….

……

Hasta que son vistos por una silueta.

Mientras tanto… En alguna parte de Ciudad Ciudadela… 

El lugar, una sala de reuniones, y no cualquier sala de reuniones, es el Salón de la Guerra del Reino de Brusian. Pero en ese momento está vacía. Solo hay una persona, Agamenon, el cual mira impaciente por un enorme ventanal, particularmente atento a la tormenta invernal. 

Agamenon: Tch…  esos cobardes, siguen usando Dance Powder para ocultarse, ¿eh? Pero ya los encontraré, bastardos. 

Molesto, se fija en un gran reloj que hay en la sala. Pasan de las siete y media de la noche. 

Agamenon: ¿¡Donde demonios está Lord Albertanus!? Ya debería estar aquí. Esos nobles que se creen que pueden hacer lo que les… 

Pero en ese momento, alguien abre el gran portón de la sala. Nada más y nada menos que… 

Agamenon: ¡Capitán Nemo! ¿¡Qué haces aquí!? ¿¡No te envié a recibir a Lord Albertanus!? 

Nemo: ¡Lo hice, señor! ¡Pero fuimos atacados! 

Agamenon: ¡Atacados! ¡¿Cómo que atacados!? 

Nemo: ¡¡Un hombre pájaro que…!! 

Agamenon: ¿¡Quién!? 

Horas más tarde… 

¿Qué ha pasado? Jean no tiene idea. Lo último que recuerda es que estaba cubierto de nieve bajo una tormenta. ¿Por qué esta en una cueva? ¿Que hace ahí acostado?  ¿Quién encendió esa fogata y le cubrió con esa gruesa manta?

Jean: Hmm… ¿Qué? 

¿???: Vaya, al fin despiertas.                        

Capitulo 849: Real Ejército Real[]

¿???:  Estaba un poco preocupado. Dormiste cerca de tres horas. 

Quien le dice eso es un hombre bastante grande, cercano a los tres metros.  De cabello negro y ojos profundamente sombreados. No obstante, lo que más sorprende de él es su atuendo, consistente solo en algunas piezas de armadura. El rosto de su cuerpo esta desnudo, pálido y hasta cubierto de escarcha y nieve que se empieza a derretir por la fogata. ¿Qué acaso este hombre no tiene frio? 

Hombre: Suerte que los encontré. O estarían “F”. 

Jean: ¿F? 

El peliazul aun está un poco aturdido por todo el asunto, así que se tarda en hilar lo que está pensando

Jean: ¿Tú… tú me trajiste aquí?.... ¡Jane! ¡¿Ella…!? 

Hombre: Ahhhh, tu amiga castaña.

El hombre se hace hacía un lado, revelando a Jane, detrás suyo. Aun está inconsciente, pero esta bien abrigada bajo varias mantas y su piel ya tiene su color normal otra vez. Viéndola a salvo, Jean no puede más que suspirar aliviado. 

Hombre: Ella estará bien… espero…nah, creo que si. Me llamo Shiny Wine. Capitán del Ejército Real de Brusian. ¿Quién eres tú y qué hacías fuera con este clima? 

Jean: ¡¿Ejercito Real?! 

El peliazul de inmediato intenta ponerse a la defensiva, pero para eso debe primero ponerse de pie, y al hacerlo, siente un terrible dolor y se cae. Sus pies están heridos todavía. No obstante, alguien les ha puesto curación y vendas.

Shiny: No hablo del “Ejército Real”. Hablo del Real Ejército Real. ¿Te encontraste con ellos? 

Solo entonces, Jean se da cuenta de que no están solos. El lugar donde está es más un túnel que una cueva, y ahí hay docenas de personas en otras fogatas, principalmente hombres, tambien con armadura como la de Shiny, aunque completa y con ropa. Soldados seguramente. Tambien, aunque en menor medida, hay mujeres y niños. 

Shiny: ¿Crees que si fuera de ellos los habría salvado? ¿O curado tus heridas?

Dándose cuenta de que tiene razón, Jean agacha la cabeza. 

Jean: Yo… lo siento. Y le agradezco infinitamente por lo que hizo. Le debo mi vida y la de ella. 

Shiny: No hay problema.

Jane: ¿Jean…? 

La chica ha despertado también y se siente confundida y asustada, pero Jean, ignorando sus pies lastimados de inmediato va con ella, feliz y aliviado. 

Jane: Ay, estás bien…  gracias. 

Jean: Yo me alegro de que tu estés bien. 

La chica no puede evitar darle un abrazo, y él, aunque sorprendido porque recuerda que a ella no le gusta ser tocada, se lo devuelve con gentileza. Shiny, por su parte, solo observa enternecido… 

Shiny: Awwwww. 

… Lo que interrumpe el momento por lo incomodo. 

Shiny: Perdón. Ahora, ¿me pueden explicar que hacían afuera en ese tormentón?

Jean: Bueno… estábamos escapando… del Ejercito Real…. El otro Ejercito real creo… 

Shiny: Ay no… entonces si se encontraron con ellos. ¿Qué hicieron esos idiotas ahora?

¿???:  Yo también quiero saber.

Un hombre de aspecto más elegante y gallardo apareció ante ellos, muy elegante tambien pero aparentemente tambien preparado para la batalla, pues porta algo de armadura. La misma greca que Albertanus porta la tiene tambien embastada en la ropa. Al verlo, Shiny de inmediato se arrodilla. 

Shiny: ¡Señor! 

No obstante, este le hizo un gesto para que se levantase. 

Emeric: Ya sabes que no tienes que hacer eso, capitán. 

• Señor de la región de Baluarte, ministro de relaciones y noble del Reino de Brusian. Lord Emeric.

Shiny: Lo siento, señor. Lo sigo olvidando.

Emeric: Me alegra ver que ambos se encuentran bien. Me presento…

Y así lo hace, les dice su nombre y títulos, lo que deja bastante sorprendidos al pirata y a la chica.

Jean: Es un ¿noble?

Emeric: Si. Perdonen lo austero del lugar pero… las cosas en Brusian no son lo que solían ser. 

Jean y Jane se muestran muy confundidos con toda la situación, y Emeric se da cuenta, pero solo hace una pregunta. 

Emeric: Dicen que escapaban del otro ejército, ¿no?

Jean: Si.

Emeric: ¿Pueden caminar?

Jean: Ahmmm… Si, creo que si. ¿Jane?

Jane: Si…

Emeric: Os ruego vengan conmigo, por favor.

Ellos, confundidos, acceden ante la petición y van tras, el noble el cual les lleva a través del túnel. Pasando de largo a soldados y las que parecen ser sus familias. Algunos, comen algunos duermen pero muchos más son atendidos, algunos por las que parecen ser heridas graves. Finalmente, llegan al final del túnel, en donde ya se cuela el frio otra vez al salir al exterior, ahí, una figura esta arrodillada, aferrada a una espada, rindiendo respetos a un objeto en un cojín , un objeto que brilla con la luz de las fogatas. Nada más y nada menos que una refulgurante corona. Un soldado de largos cabellos negros  junto a la figura está, como si fuera un guarda espaldas, y al ver a Lord Emeric llegar con compañía, le advierte en voz baja.

Hombre: Señora…

La figura es una mujer, y al oír que la llaman, se levanta. Porta armadura, idéntica a la de los soldados y una gran capa para el frio. Su melena de azabache negro rizado, sus ojos castaños, labios gruesos. Tiene un porte imponente, aunque común al mismo tiempo.

Mujer: Gracias, capitán Shade.

Su guardaespaldas se retira, y deja a la mujer con Emeric y sus acompañantes.

Emeric: Mi señora, les presento a… perdón, temo que no pregunte sus nombres.

Jean: Jean Black… 

Jane: Jane Aprilia…

Emeric: Bien. Joven Black, Señorita Aprilia, les presento a Dame Rosolynde. General del Ejercito Real de Brusian y…

Rosolynde: Con eso basta, Lord Emeric.

No obstante, el agacha la cabeza en señal de reverencia. Al igual que todos los soldados en la cercanía, para el pesar de ella.

Emeric:… Legítima heredera del trono y la corona de Brusian.                                                 

Capitulo 850: Una soldadera[]

Los soldados siguen haciendo reverencia, algunos hasta se arrodillan. Jean y Jane miran confundidos por toda la situación . ¿Esa mujer es una princesa? ¿Una reina? No obstante ella se ve infeliz por el tratamiento que le dan.

Rosolynde: Mis soldados… por favor…

Pero ellos continúan, así que ella se ve obligada a tomar su rol de general.

Rosolynde: ¡Descansen! ¡Es una orden! 

Solo así dejan su posición. Luego, habla de forma sombría.

Rosolynde: Por diezmilésima vez, no soy la heredera al trono de nada. No soy más que una soldadera que no supo hacer bien su trabajo.

Todos los soldados se quedan con miradas gachas ante eso, ya no por reverencia sino por pesar.  Luego, la mujer da la orden de que todos se retiren menos Emeric y se queda viendo fijamente a Jean, haciéndole sentir sumamente incomodo. 

Rosolynde: Ahora, Lord Emeric. ¿Por qué ha traído al Señor Black y la Señorita Aprilia ante su humilde servidora.

Emeric: El Capitán Wine los rescato de la tormenta. Ambos afirman haber escapado del “Ejercito Real”.

Ante estas palabras, los ojos de la mujer se abren muy grandes, aunque habla con calma después.

Rosolynde:  ¿Escaparon de las Fuerzas del Triunvirato? ¿Dónde? 

Jean: Ahm… era… Ciudad Ciudadela.

Emeric: ¡¿La Capital!?

Jean: ¿Si…?

Ante esto, tanto Emeric como Rosolynde  se ven preocupados.

Rosolynde: Tsk… La situación debe estar empeorando… 

Emeric: Si los ciudadanos tienen la audacia de huir de la capital con un clima como este, es que deben estar mucho peor.

Jean: ¿Qué? No, esperen. No somos ciudadanos. Ni siquiera somos de este país. Yo crecí en el South Blue. 

Jane: Y yo soy de Isla Harley.

Ahora, los que se ven confundidos son los que llevan armadura.

Emeric: ¿Entonces… que hacen aquí?

Jean y Jane se miran un segundo al otro andes de que él contesté.

Jean: Es una… larga historia pero… resumiendo, fui a esa Ciudad a rescatar a Jane de un noble.

Rosolynde: ¿Rescatar?

Jane: Si… me llevaban como esclava para… para... 

Aunque ya es libre, solo llevas tres horas siéndolo y aun es muy dolorosa y cercana toda la experiencia. Jean la insta a que no hable si no quiere.

Jean: Logramos salir de ahí… pero el plan que tenia originalmente se desvió demasiado y por eso acabamos en la tormenta. Ni siquiera teníamos que haber estado en Ciudad Ciudadela en primer lugar, todo por ese desgraciado de Albertoyo o como se llame.

Al oír el nombre, de inmediato saben de quien están hablando. Rosolynde se muestra sombría una vez más.

Rosolynde: Lord Albertanus…

Emeric: Ese maldito traidor…

Rosolynde: ¿Ahora estan trayendo esclavos de otras tierras? ¿Tan grande es su hambre de poder…? Tch.. Todo es mi culpa…

Jean: Woah, woah, woahh. ¿Podrían ir un poco más lento? 

Jane: No…  no entiendo nada. 

La general mira con pesar hacía arriba y suspira, pero luego los mira directamente de nuevo.

Rosolynde: Si, esta bien. Mi error los arrastró a ustedes aquí también… merecen saber porqué.

Jean/Jane: ¿Su error?                                                   

Capítulo 851: El viejo rey ha muerto[]

Sentados ante una nueva fogata, el pirata y la ex esclava escuchan atentos a lo que tiene que decir Rosolynde. ¿Cuál es ese error al que se refiere? 

Rosolynde: Durante los cientos de años que Brusian ha existido, este ha sido una tierra prospera y mayormente pacífica, gobernada por varios sabios reyes y reinas a lo largo del tiempo.

Jane: Ahhhhhhhh.

Jean: No entiendo, que tiene que ver esto con ese error que dijo.

Emeric: Shh. No interrumpa

Jean se siente un poco avergonzado por ser reprendido, así que guarda silencio.

Emeric: Brusian, a diferencia de otros reinos, no otorga a derechos al trono por primogenitura. El monarca, en cualquier punto de su vida, es quien elige quien será su sucesor. La mayoría de nuestros antiguos monarcas eligieron a sus hijos varones mayores, aunque hubo casos en que escogían hijos menores, hijas o parientes más lejanos. 

Rosolynde: Pero nuestro anterior gobernante, mi lord, el Rey Lauritz, era soltero, sin hijos y ya empezaba a envejecer. 

Emeric: Aunque si tenía parientes. El rey tuvo tres hermanas menores y cada una tuvo un hijo antes de fallecer. Su Majestad cuido de ellos como si fueran suyos, les dio los títulos de príncipes y princesa, cargos, tierras y los enseño a conducirse en la vida pública e internacional. 

Rey Lauritz: Recuerden. Siempre deben atender sus obligaciones con seriedad y responsabilidad. 

Príncipes: Si, tío. 

Emeric: Todos creían que llegado el momento, uno de ellos sería escogido como su heredero. Especialmente, todos esperaban que el mayor de ellos, quien era él que demostraba más liderazgo y cercanía a su tío, fuera coronado como rey algún día.

Rey Lauritz: Tu manera de conducirte ante los súbditos es realmente digna de destacar.

Príncipe Mayor: Gracias, tío. Hago mi mejor esfuerzo. 

Jean y Jane han escuchado atentos toda la historia, y entonces, algo hace clic en Jean, algo que habían dicho antes.

Jean: Lord Emeric la llamo “Legitima heredera al trono y la corona”, entonces… 

Rey Lauritz: Te escojo a ti como mi sucesora, Dame Rosolynde. 

Rosolynde: Si…  me escogió a mi.

Jane: Entonces, usted… ¿es princesa? ¿La sobrina del Rey?

Pero la mujer de la armadura niega con la cabeza. 

Rosolynde: No. Yo nunca fui nada del rey más que su humilde sirviente. Su general. Solo un soldado, que le sirvió tal como mis padres sirvieron a los suyos...

Emeric: Pero él la escogió a usted para que lo sucediera en el trono.

Ella vuelve a denotar pesar por esto, mientras que Jean poco a poco fue sacando conclusiones.

Jean: Me imagino que a los sobrinos del rey no les hizo mucha gracia su decisión.

Rosolynde: No, no lo hizo. 

Príncipe: ¡Pero Tío! 

Princesa: ¡Nosotros hemos dado nuestro mejor esfuerzo para el bien de esta nación!  ¡La general es solo un a plebeya! 

Príncipe mayor: ¿¡La prefieres a ella sobre tu familia!? 

Rey Lauritz: Si no son capaces de comprender el porque de esta decisión, tienen aun menos capacidad para gobernar de la que creí. 

Jane: ¿Y… que paso después?

La mujer suspira. 

Rosolynde:  Unos días después de que mi señor hiciera su elección pública, pedí hablar con el en privado. Deseaba hacerlo cambiar de parecer. Pero al entrar a la sala, él… 

Rosolynde: ¿Mi… mi señor… ? 

Albertanus: Dios mío …. ¡Está muerto! 

Rosolynde: Se había ahogado con su propia saliva. Aparentemente le había dado un ataque. 

Jean: Vaya… 

Emeric. No tardo en correrse la voz de la muerte de nuestro monarca. Y eso solo acrecentó los problemas. La población civil de por si consideraba extraño que alguien sin sangre real fuera elegida al trono, pero con la muerte de su Majestad. Los rumores empezaron a correr con dos palabras en ellos. Manipulación. Homicidio. 

Civil: Debió amenazarlo con orquestar un golpe de estado algo así. 

Otro civil: Y no le basto ya tener el poder, ¿verdad? Lo quería tanto que lo quito del camino. 

Rosolynde: Pero yo nunca desee el trono, aunque era evidente que había quien si. 

Jean: Sus sobrinos… 

Emeric: Luego paso lo peor. La necropsia de su Majestad reveló que la causa de muerte era una elevada cantidad de cicutina en su sistema.

Jean: Veneno…

Princesa: ¿¡Como quiere que me calme!? ¡Mi querido tío fue asesinado! 

Príncipe: El culpable debe pagar. 

Rosolynde: Les aseguro que encontraremos al culpable, sus altezas. 

Príncipe mayor: Espero que no sea muy difícil para usted, “majestad”. Tener que investigar el homicidio de su predecesor y mandar una nación al mismo tiempo.

Jean: Te creían culpable.

Rosolynde: Y no solo eso…

Príncipe: Se encontró una botella de cicutina en sus aposentos. ¡Usted mató al Rey!

Princesa: ¡Asesina! ¡Pagará!

Príncipe Mayor: Mi tío nunca debió confiar en usted.

Jane: ¿La acusaron?

Rosolynde: Peor… me condenaron a muerte.                                                     

Capitulo 852: Larga vida al Triunvirato[]

Jean y Jane continúan escuchando el relato con mucha atención, todavía no comprenden que tiene que ver con ellos. 

Rosolynde: Me condenaron a muerte…  pero logre escapar… y llevarme la corona conmigo. 

Jean: ¿La corona? 

Rosolynde: Es una vieja costumbre del reino. El nuevo monarca recibe la corona y se sienta en el trono. Sin uno u otro, la ceremonia de coronación no se considera válida. Así me aseguraba que ninguno de los sobrinos de mi Rey ascendiera. Estoy segura de que fue uno de ellos quien acabo con su vida, si no es que todos. Así que salí de la capital y fui a Baluarte, con Lord Emeric. 

Emeric: Mi señora siempre había demostrado ser de fiar. Al menos conmigo y otros lores pensaban igual. Y el que no le dieran un juicio previo me pareció sospechoso.

Noble: Me pareciera que quieren silenciarla. No lo cree, Lord Emeric. 

Emeric: Además, si mintiera, ¿Por qué vendría aquí a arriesgarse a que la entregaran? 

Jane: Vaya… 

Emeric: Mi señora entonces pudo darnos su versión y la seguimos fielmente después de eso. 

Rosolynde: Pero eso no cambio nada. Las cosas solo se pusieron peor a partir de ahí. Los sobrinos del Rey, sin poder ascender ninguno, establecieron un Triunvirato. Gobernando con mano de hierro y castigando severamente a la oposición. 

Príncipe Mayor: ¡Desde hoy, las guardias locales desaparecerán! ¡El reino será protegido exclusivamente por el ejercito real! 

Príncipe: ¡Se establece toque de queda hasta que se encuentre a la Asesina del Rey! 

Princesa: ¡Se subirán los impuestos temporalmente para pagar la nueva seguridad!

Emeric: Y obviamente al pueblo no le gusto eso. Los lores regionales perdían cada vez más poder, aumentaron las jornadas de trabajo, disminuyeron los salarios. Eso, solo en cuestión de días. El cisma era inminente, las regiones se dividieron y comenzó una guerra civil. 

Soldados: ¡Por el Triunvirato!

Soldados: ¡Por la legítima Reina!

Emeric: Y esa es la situación del país desde hace seis meses.

Jean piensa en todo lo que han dicho.  Luego lo relaciona con el lugar en el que están. Si Dame Rosolynde tenía a varios nobles y regiones a su favor ¿Qué hacen escondidos en una cueva?

Jean: La guerra… la están perdiendo…

Tanto la general como su aristócrata aliado bajan la cabeza con pesar.

Emeric: Mi hogar, Baluarte, ya ha caído en manos enemigas. Y casi todas nuestras regiones aliadas también. El Triunvirato las controla por completo. Ahora, la gente de esas regiones son esclavos por haber apoyado nuestra causa. Y no siendo suficiente para ellos, *señala a Jane* ¿ahora traen esclavos de fuera?

Rosolynde: Intentamos pedir la ayuda de la Marine y hasta eso falló. En cuanto caiga nuestra resistencia, caerá el reino entero. 

Emeric: La única cosa que evita que nos encuentren y acaben con lo que queda de nosotros es la tormenta, y estoy harto de usar esa cosa que incautamos del Dance Powder para provocarla.  

Jane: ¿Ustedes provocaron la tormenta? 

Emeric: Si… lamento que los atrapara. No era mi intención. 

Rosolynde: Ese fue mi error… si no hubiera fallado en proteger a mi señor, la guerra nunca habría comenzado… y ustedes nunca habrían sido arrastrados a esto. Lo lamento. 

Alrededor de donde están, todos los soldados se ven desmoralizados. Mientras que Jane mira con pena y Jean parece demasiado pensativo.

Rosolynde: En cuanto pase la tormenta, el Capitán Wine los escoltará al puerto más cercano. Les recomiendo que dejen este país  cuanto antes.

Jane agradece por el gesto, pero Jean no responde, sigue pensando. ¿Qué esta pensando? Finalmente, habla.

Jean: No hará falta, señora. Solo necesito un Den Den Mushi. Necesito contactar a mis aliados.

Emeric: ¿Aliados?

Jane: ¿La señorita Ink?

Jean: Si, y el resto de mis amigos.

Jean tiene una mueca seria, pero extrañamente determinada, y eso llama la atención de la general, el noble y su nueva amiga.

Jean: Dijo que el Triunvirato hace Esclavos, ¿no?

Rosolynde: Si…

Jean: Tal vez podamos ayudarles con eso.

Mientras tanto… en Ciudad Ciudadela…

En la parte más alta de Ciudad Ciudadela se encuentra su mayor joya, el castillo real.  Al interior, hay una sala enorme, llena de vitrales con las figuras de reyes y reinas, pero muy oscura, apenas iluminada por unas cuantas velas. En esta hay un trono en una escalera pero esta vacío. Debajo, hay tres sillas. Dos de ellas ocupadas por el momento por un hombre y una mujer. Ante ellos, Agamenon se arrodilla. Al lado, Lord Albertanus esta parado.

Mujer: Entonces, me estas diciendo que no han encontrado a los rebeldes, ni a esa bruja de Rosolynde, o la corona de mi tío. 

  • Princesa del Reino de Brusian, señora de la Región de Fortaleza y miembro del Triunvirato: Lady Nadine “La plateada”

Agamenon: No, no hemos encontrado nada. La tormenta no lo permite. Lo siento, alteza.

Nadine: Tch…

Hombre: Y no solo eso, sus hombres permitieron que un loco se infiltrara en la capital, la Ciudad Inexpugnable, e intentará atacar a nuestro estimado consultor real y luego escapase sin castigo alguno. 

  • Segundo Príncipe del Reino de Brusian, señor de la Región de Barbacana y miembro de Triunvirato. Lord Konstantine. “El carmesí”

Albertanus: Alteza, no debe molestarse por eso. No me sucedió nada.

Por alguna razón, aunque antes amenazó a Jean con su influencia ante los Príncipes, Albertanus ahora demerita el incidente. 

Konstantine: Sea que le haya pasado o no, su seguridad y la de la ciudad estuvo comprometida. ¿Saben siquiera quien fue quien lo ataco?

Agamenon: Creemos que fue un efectivo de la resistencia. Pero no parece nadie que hayamos visto antes.

Konstantine: Nos ha decepcionado gravemente, general.

Agamenon solo mantiene la cabeza gacha, mientras que Konstantine y Nadine se levantan y pasean en por el cuarto, dándole miradas inquisitivas.

Nadine: Tal vez es momento de designar a alguien más confiable.

Agamenon: Sus altezas, se los ruego. Denme otra oportunidad.

¿??? : No fallará… 

Otra figura está en la habitación, un hombre alto, gallardo y galante, de cabello negro y mirada oscurecida por unas gafas. Este no esta cerca de los otros en el cuarto, solo observa fijamente uno de los vitrales de los reyes y reinas. Este ostenta, específicamente, un monarca que se le parece mucho.

¿??? : Si se le da otra oportunidad, lo conseguirá, ¿verdad, general?

El hombre suena bastante intimidatorio, hasta amenazador, y Agamenon solo puede agacharse aun más.

Agamenon: Por supuesto, alteza.

¿???: Bien, bien. Puede retirarse, general.

Agamenon hace reverencia una vez más antes de irse muy rápidamente, mientras que aquel hombre toca el vitral con la palma completa. Un vitral del Rey Lauritz.

¿???: Tranquilo, querido tío…

  • Príncipe mayor del Reino de Brusian, señor de la región de Atalaya y miembro del Triunvirato. Lord Maximus “El Púrpura”.

Maximus: … El Reino esta en buenas manos.                                                       

TO BE CONTINUED
Advertisement