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Arco de la Batalla en Loguetown
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Número de capítulos 16
Creador El Principe

El Arco de la Batalla en Loguetown (ローグタウン戦争編, Rōgutaun Sensō Hen ?) es el (inserte número aquí) arco de la Saga del East Blue de los Piratas del Zorro Rojo.

Antecedentes


Desembarcando en archipiélago Polestar: Loguetown

Los Piratas del Zorro Rojo casi veían el archipiélago Polestar en el horizonte, archipiélago donde se situaba la ciudad de Loguetown, conocida como «la Ciudad del Alfa y del Omega» ya que fue donde nació y murió el «Rey de los Piratas», Gol D. Roger.

Tanto Shion Higurashi como Shinobu Hiryuin se acercaron a la proa del Gigante Rojo para ver a Kyo Yamabushi y avisarle que pronto llegarían a Loguetown. Cosa que hizo que Kyo recordara que tiene un precio de Belly25.000.000 por su cabeza, una cantidad alta para el East Blue.

Shinobu sugirió dejar el Gigante Rojo atracado en una isla cercana y embarcarse en el Titanumi para llegar hasta Loguetown. Decisión con la que tanto el capitán como Shion estuvieron de acuerdo y así lo hicieron. Desembarcaron en una isla cercana y desde allí se embarcaron en el Titanumi. Cuando llegaron a Loguetown se quedaron muy sorprendidos por lo grande que era la ciudad. Al entrar, para comprar todas las provisiones antes de zarpar hacia Grand Line decidieron separarse y quedar en la entrada de la ciudad, donde estaba atracado el Titanumi hacia las seis de la tarde.

Aventura de Kyo

Tras separarse de sus compañeros, Kyo Yamabushi se fue hacia la plaza del patíbulo por una calle central llena de puestos de mercaderes. Mientras la gente compraba y caminaba por dicha calle, el capitán pirata observaba tranquilo los altos edificios de la ciudad, los productos de los puestos e incluso algún que otro niño que se chocaba con él sin querer mientras jugaba. Al alcanzar casi la mitad de la vía, se topó con un tipo extraño de cabello rojizo, chaqueta de cuero negra con cuello peludo, una cadena de plata y pantalones negros.

— Deberías tener más cuidado, chaval.

— Perdón, buscaba la plaza del patíbulo —se disculpó Kyo.

— ¿Quieres que te ejecuten o algo por el estilo? Misasasa —comentó la otra persona dejando a Kyo con cara de extrañado—. Ve todo recto y la encontrarás.

— No, sólo quiero verla porque quiero ver el lugar donde murió el legendario Rey de los Piratas, Gold Roger.

— Muy bien, pues sigue por aquí y la encontrarás, ¡hasta más ver! —se despidió el hombre.

Después de irse esa misteriosa persona, Kyo pensó que sería mejor idea ir a un establecimiento poco conocido en la ciudad, llamado Bar Gold Roger. Antes de llegar a la plaza, había un callejón a la derecha por donde, al fondo y en una esquina se encontraba el establecimiento.

Kyo se adentró en el bar y estaba todo lleno de piratas que presumían de lo que habían conseguido, otros presumían simplemente de ser piratas mientras sonaba una melodía de pianola. Entonces, tras su entrada, se dirigió a la barra y se sentó en un taburete junto a dos piratas que hablaban de conquistar islas y conseguir riquezas en Grand Line. Kyo no se pudo contener y se metió en la conversación de ambos piratas diciendo que él quería ser el hombre más libre del mundo, y que era por eso por lo que se convirtió en pirata y que su sueño era llegar a ser el nuevo Rey de los Piratas. Con las palabras de Kyo, todo el bar se rió de él, y, conteniéndose sin dejar que su poder le abrumase, se dirigió a uno de los dos piratas y le dio un puñetazo. Antes de que comenzase una pelea, un oficial de policía entró en el bar para llevarse a Kyo ya que no querían ningún problema. Después de salir entre un incómodo silencio, el oficial le indicó dónde estaba el patíbulo y Kyo se fue a verlo.

Aventura de Shion

Tras separase de sus compañeros, Shion Higurashi fue a la zona comercial de Loguetown, donde quería ir a comprar ropa nueva ya que la suya ya estaba algo estropeada. Tenía poco dinero, así que, sin dilación, optó por el regateo. En las tiendas se probó varios modelos y se llevó algunos. Como el recado lo hizo rápido, aprovechó para pasear por la zona comercial para admirar los edificios de la ciudad, las calles y sus gentes. De pronto, oyó el grito de una niña pequeña.

— ¡No te lo daré!

— ¡Vamos, dame ese perro! —le decía un chico.

— ¡¡Que no te lo voy a dar!!

Había unos chicos intentando robarle su mascota a una niña de unos diez años que se hallaba protegiendo al animal. Shion entonces se acercó y tocó en el hombro al chico que intentaba quitarle al perro a la niña.

— Por favor, ¿podrías devolverle a su mascota?

— ¿Eh? ¡Qué haces, vieja! —le espetó el chico a Shion, cosa que le enfadó muchísimo.

Shion comenzó a usar sus poderes empezando a cristalizar la humedad del aire en el hombro del chico haciendo que se quedara inmovilizado por esa parte.

— ¿Podrías dejar en paz a esta chica?

— ¿Qué es esto? ¡Suéltame!

— ¡¡Vamos!! —Le regañó Shion mientras los demás contemplaban asustados la escena.

— ¡Está bien, está bien! —se rindió, dejó junto a los demás chicos a la niña y se fueron corriendo asustados.

— ¿Estás bien? —se preocupó Shion.

— Si, muchas gracias... —le agradeció la chica.

— Mi nombre es Shion Higurashi —se presentó tomando la mano de la niña y poniéndola de pie—, y tú ¿cómo te llamas?

— Mi nombre es Nana, y este perro que me querían quitar se llama Miku.

— Encantada —respondió Shion sonriendo.

Por dentro, Shion no hacía más que pensar lo mucho que se parecía Nana a su fallecida hermana Kotoko incluso llegando a dudar si era ella de verdad. De pronto le entró un mareo que casi se desmaya, cosa que preocupó mucho a Nana.

— ¿Estás bien, Shion?

— Si... debe ser el calor...

— Ven, será mejor que te examine mi hermano mayor.

— ¿Tienes un hermano?

— Si, es un médico que está un poco loco, pero es muy bueno. Ven, sígueme.

Las dos se fueron por la dirección que Nana indicó. Salieron de la zona comercial y, tras recorrer varios callejones se adentraron en una zona más oscura.

Aventura de Shinobu

Los nuevos guardianes

El Meteoro Rojo

Shion Higurashi y Shinobu Hiryuin fueron directamente al punto de encuentro a la hora acordada, tras esperar un rato sin que llegase su capitán, Shinobu se empezó a enervar por la impuntualidad de Kyo, mientras que Shion se reía de dicha impuntualidad.

— Estoy comenzando a hartarme... —comenzó a impacientarse Shinobu— quedamos aquí a las seis, pero no aparece.

— Es muy raro... no es alguien impuntual —añadió Shion. Estoy segura que le debe haber pasado algo.

— Entonces deberíamos ir a buscarle —sugirió Shinobu con la aceptación de Shion y ambos fueron en su busca hacia la plaza del patíbulo.

Por otro lado, subido al patíbulo, Kyo Yamabushi se encontraba observando al frente las vistas que tenía de la ciudad a pesar de los avisos de la policía. De pronto, ve a una anciana que se choca con la persona con la que tropezó cuando se dirigía hacia la plaza, cosa que le hizo pensar que dicha persona estaba atacando a la mujer, por lo que usó su poder, se transformó en su forma híbrida y se lanzó al ataque con el supuesto atacante. Al aterrizar contra él le lanzó lejos.

— Vaya... con que atacando a una anciana... —le decía Kyo al chico con cara de desprecio.

— ¡No, joven! ¡No me estaba atacando, me estaba ayudando, él es el comodoro del Cuartel General de la Marine que vino a Loguetown tras la partida del capitán Smoker! —le explicó la mujer.

— ¿Eh?

— Has atacado al mismísimo «Meteoro Rojo», el comodoro Misairu —acabó la anciana.

— Señora, váyase tranquila... —comenzó Misairu levantándose del suelo como podía— estaba buscando a este tío...

— ¿A mí? —preguntó con cara de extrañado Kyo.

Entonces, se terminó de levantar sin ningún rasguño del suelo, y, al mirar a Kyo, éste se dio cuenta que era la persona con la que había tropezado horas antes de camino al Bar Gold Roger. Misairu miraba fijamente al Zorro Carmesí que había vuelto a su forma humana, con una leve sonrisa. Kyo sonrió y desenvainó su Kagutsuchi no Tamashi.

— Siento el golpe, pensé que estabas atacando a la anciana —se disculpó inútilmente Kyo.

— Acepto tus disculpas, pero me temo que debo atraparte —le avisó Misairu.

— ¿Por qué?

— Te he estado buscando... Kyo «el Zorro Carmesí», capitán de los Piratas del Zorro Rojo, con una recompensa de Belly25.000.000, una de las recompensas más altas del East Blue de los últimos dos años sólo superada por Luffy «Sombrero de Paja». Será fácil capturarte... tengo la justicia de mi parte, ¡pirata!

— ¿Cómo? ¿Recompensa? ¿Cómo que tengo una recompensa? —Preguntaba nervioso Kyo.

Entonces, Misairu abría su chaqueta y, de entre varios carteles tachados, había uno de búsqueda de Kyo donde se ofrecía una recompensa de Belly25.000.000.

— Salió hace dos semanas, eres, como te dije una de las recompensas más altas del East Blue.

— ¡Esto es genial! —Se alegró Kyo.

— Pues te invito a celebrarlo entre rejas —amenazó Misairu con una sonrisa maliciosa en la cara.

— Pues ven e intenta cazarme —desafió Kyo con otra sonrisa.

Misairu se lanzó hacia Kyo con dos discos afilados que sacó de su chaqueta, pero el capitán de los Piratas del Zorro Rojo se defendió con su katana obligando al comodoro a soltarlos.

— Parece que eres fuerte, sólo te probaba —le dijo Misairu muy confiado.

El comodoro contraatacó saltando sobre Kyo y con el puño apuntando hacia él pronunciando: «Puño Meteoro». Entonces, Misairu cayó rápidamente sobre el capitán pero éste consiguió desviar su trayectoria con su espada difícilmente.

— ¡¿Qué ha sido eso?! —Se sorprendió Kyo— Es como si hubiera caído desde mucha altura pero... lo ha hecho desde pocos centímetros.

Tras su fallido ataque, Misairu volvió a saltar sobre Kyo, pero esta vez sus dos puños se encendieron levemente y pronunció: «Lluvia de Estrellas». Entonces, en el mismo salto empezó a atestar golpes muy potentes contra un Kyo que los evitaba difícilmente, hasta que un misterioso escudo de lo que parecía cristal, apareció entre el comodoro y Kyo. Y un misterioso gorila apareció también para golpear ferozmente al comodoro con la intención de alejarle. Misairu se alejó un poco del lugar y aparecieron Shion y Shinobu.

— Ese es un comodoro del Cuartel General de la Marine... —comenzó Shion.

— Si... Misairu, el Meteoro Rojo... —completó Shinobu.

— Cuidado, chicos, su poder es muy extraño... —avisó Kyo.

La Domadora de Dragones

Kyo dio un paso al frente para enfrentarse con Misairu, mientras éste volvió a iluminar levemente su puño con la intención de atestarle otro golpe al pirata. Kyo, por su parte, empuñó su katana y se lanzó al ataque al mismo tiempo que su rival. Justo cuando ambos ataques iban a chocar, una ola de aire afilado volvió a separarles levantando algo de polvo del suelo. Kyo se levantó del suelo y rozó la hoja de su katana con el mismo provocando unas chispas que se convirtieron en llamas.

— Así que... el poder de una fruta del diablo y Kitsunebiryu, tienes una buena defensa, chaval —le alabó Misairu.

— Tu poder y resistencia no están mal tampoco.

— Es una pena que la fiesta se vaya a acabar pronto —comenzó Misairu mientras el resto del polvo dejaba ver una sombra femenina—, ahora que ha llegado mi compañera —la nube de polvo se disipó del todo revelando a una chica rubia de ojos azules, piel clara y un uniforme azul con escote y falda corta adornado de filos blanquecinos y botones amarillos, en su mano derecha tenía una espada desenvainada—. Ella es Kentatsu, más conocida como la «Domadora de Dragones».

— Entonces la fiesta puede durar un poco más —Respondió Kyo y se lanzó al ataque de nuevo usando su estilo con la espada, pero Misairu evitó su ataque y se dispuso a darle un Puño Meteoro, sin embargo, Kyo le evitó desviando su trayectoria con su katana.

Por otro lado, Kentatsu se retiró rápidamente y silbó. Tras algunos edificios salió un dragón de piel azulada y aspecto fiero que respondió a la chica. Ella, de un salto, se montó sobre su dragón. La capitana ordenó a su dragón que envistiese a Kyo, pero éste casi evita el ataque de la monstruosa criatura y le envió contra una pared.

— ¡¡Kyo!! —Se preocupó Shion.

— Shion, tú ve a por el capitán, yo me encargo de ese tipo —sugirió Shinobu a su compañera.

— ¿Ahora vas a enfrentarme tú? —Se confió Misairu.

Misairu fue a golpear con su Puño Meteoro a su nuevo rival, pero éste, se transformó rápidamente en su forma animal y paró su puñetazo dejándole atrapado. Kentatsu, por su parte, dio un silbido en forma de melodía que hizo que, desde donde apareció su primer dragón, apareciese un dragón azulado muy pequeño que se posó sobre su cabeza.

Yui, necesito que te encargues de algo, ve donde Misairu y paraliza a ese gorila —ordenó Kentatsu al pequeño dragón.

Yui, voló rápidamente hasta donde estaba Misairu y mordió el brazo a Shinobu, los colmillos de Yui inyectan un veneno paralizante que aturde unos minutos. Pero Shinobu se quitó de encima al dragón con el otro brazo como pudo y liberó, por consecuencia, a Misairu. Antes de que volviera a atacar el comodoro de la Marine, Shion usó su poder para formar una cúpula de cristal para proteger a su camarada, levantando seguidamente la vista hacia Kentatsu.

— Esa mujer... la conozco —dijo Shion mirando desafiante a la mujer marine—, ella es famosa por domar dragones como los que estáis viendo.

— ¡¿Cómo es posible?! —Se sorprendió Kyo— Se supone que los dragones no existen.

— De forma natural no, pero si de forma artificial. Ambos dos fueron creados por el científico número uno del Gobierno Mundial, el doctor Vegapunk —informó Shion.

Kentatsu ordenó a su dragón gigante elevarse en el aire, desde donde se lanzó al ataque contra los Piratas del Zorro Rojo, pero Shion, usó sus poderes y formó un escudo conocido como Caparazón de Cristal. El dragón gigantesco lanzó por órdenes de su ama, una ráfaga de aliento muy frío, pero éste no surtió efecto sobre el escudo creado por Shion, tan sólo congeló su superficie.

— Mi escudo puede aguantar esa especie de... —comenzó a decir Shion protegiendo a sus compañeros— qué extraño...

— Pero si está frío —se percató Shinobu.

— ¡¿Estáis fresquitos ahí dentro?! —se burlaba Kentatsu mientras reía encima de su dragón gigante—. Este dragón expulsa un aliento que está a cien grados bajo cero, por tanto es capaz de congelar cualquier cosa, éste fue el resultado de un estudio de Vegapunk que tenía como objetivo reproducir los poderes de la fruta Hie Hie cuando el almirante Aokiji era parte de la Marine. Como ya estáis atrapados, ya no hace ninguna falta enfrentarme a vosotros, ¡que os vaya bien, piratas!

— ¡¡Eh, tú, vuelve!! —Gritó enfadada Shion.

— ¡¡Karyu Issen!! —Pronunció Kyo y derritió una parte del Caparazón de Cristal congelado pudiendo liberarse junto a sus dos compañeros.

— ¡Maldita sea! —maldijo Shion— ¡Carámbano! —pronunció y lanzó varios carámbanos que había cristalizado en su cuerpo contra Kentatsu, lo que ella evitó e hizo que mirara hacia atrás, con una desafiante sonrisa.

— Shinobu, tú ve con Shion, yo me quedaré para darle una lección a éste.

— Si, capitán —aceptó Shinobu.

— Vaya... parece ser que la fiesta no ha terminado aún —le dijo Misairu con tono chulesco a Kyo.

Combate aéreo

Shinobu, obedeciendo a su capitán, fue tras Shion para enfrentarse a la capitana Kentatsu, mientras corría se transformó en su forma híbrida y, al llegar donde su compañera, le reveló un plan para poder derrotar a la marine.

— Shion, deja que te lance hacia el dragón, ¿podrás apañártelas?

— Por supuesto.

— ¡Lanzamiento de Cristal! —pronunció Shinobu, tomó a Shion con una mano y la lanzó con una gran fuerza hacia el dragón de Kentatsu.

Shion llegó a agarrarse a la cola del dragón, entonces, Kentatsu ordenó a su dragón librarse de la chica como pudiera y éste empezó a agitar la cola, cosa que hizo que Shion se resbalara un poco.

— ¡Suéltate! —Le dijo Kentatsu.

— ¡Jamás! —le espetó Shion.

La chica consiguió arrastrarse hacia el lomo del dragón y consiguió mantenerse en pie, a pesar del vuelo. Kentatsu optó por lo mismo que la pirata.

— No vas a irte tan fácilmente.

— Vaya, hablas como si ésto fuese de verdad, Tahahahaha, eres muy débil a pesar de tus habilidades.

— ¿Acaso me estás subestimando? —Entonces Shion comenzó a cristalizar un objeto en su brazo— ¡Crystamorphosis! —Pronunció y el objeto comenzó a tomar la forma de una lanza gigantesca— ¡Lanza de Cristal! —Terminó y se dispuso a atacar a la capitana pero ésta esquivó sus golpes varias veces hasta que terminó dañándole un brazo a Shion, seguida y ágilmente, Kentatsu desenvainó su katana para hacer perder el equilibrio a su rival exitosamente y ésta cayó sobre Yui, quien la sujetaba para que la capitana le diera el golpe de gracia.

— Me temo que no sirves ni para matar mi aburrimiento —le dijo Kentatsu y se colocó sobre Shion para sujetarla y empalarla con su katana.

— ¡Oh, no! ¡Shion! —Gritó Shinobu desde el suelo, entonces tomó carrerilla y saltó con una fuerza monstruosa hacia donde se encontraban ambas chicas, en medio del aire golpeó con un poderoso puñetazo a Yui en el estómago, lo que hizo que el pequeño dragón escupiera sangre.

Debido al impacto del golpe Kentatsu y Shion salieron despedidas del dragón gigante; Mientras Kentatsu se agarró a las riendas del gigantesco dragón, Shion se quedó cayendo hacia el suelo. Pero entonces, Shinobu, que aterrizó sobre el dragón gigante, saltó para rescatarla.

— ¿Ibas a alguna parte, señorita? —le preguntó mientras la agarraba y ésta sonreía.

— No me llames «señorita»... —le aclaró Shion.

Ambos aterrizaron bien en el suelo de la plaza y Kentatsu volvió a retomar las riendas de su dragón gigante maldiciendo a Shinobu por el gran golpe atestado a Yui.

— ¡Nadie hace daño a mis dragones!

— No te quejes, sólo fue una muestra —le contestó desafiante Shinobu.

— Shinobu, ¿podrías dejarme a mí luchar contra esa capitana?

— Por supuesto, Shion —aceptó Shinobu.

Kentatsu, por su parte, ordenó a su dragón gigante aterrizar en la plaza para que ella pudiera bajarse con su katana desenvainada. Seguidamente ordenó a ambos dragones que atacaran a Shinobu, mientras ella se encargaba de Shion.

Lord

Shinobu, desafiando a los dragones, consiguió alejarlos de la plaza por los daños que podrían causar hacia un lugar un poco más despejado. Llegando, perseguido por ambos dragones, se paró en seco y les desafió una vez más y se preparó para saltar al ataque, pero un ágil Yui le mordió con una gran fuerza, pero Shinobu se liberó del mordisco con un golpe cuya fuerza se vio incrementada gracias a su poder.

El otro dragón, entonces, se dispuso a atacar a Shinobu y éste optó por lanzarse igual que antes al ataque. Seguidamente el dragón gigante, Lord, le lanzó una ráfaga de aliento a cien grados bajo cero que congeló todo lo que había alrededor de Shinobu. El pirata, por su parte recibió algo de la ráfaga en su brazo derecho, lo que hizo que éste cayera: «¡Maldito sea! es muy poderoso, no sé si podré aguantar mucho con ese monstruo», pensó.

Por otro lado, Yui se dispuso a dar otro mordisco, esta vez envenenado, a Shinobu, pero en medio de su ágil vuelo se detuvo. Shinobu se había transformado en su forma animal y le atestó un golpe aún más poderoso que los que da con la forma híbrida. Se trataba de un gorila de montaña negro con una musculatura enorme.

— ¡Cómete mi Puño Pistón! —espetó Shinobu tras atestar un gran golpe a Yui haciendo que este quedara semienterrado en el suelo y derrotado por la fuerza del golpe— Ahora sólo me queda el grande.

Lord, el gigantesco dragón, se preparó para envestir a Shinobu después de ver qué le había hecho a su pequeño compañero. Cuando se atacó, Shinobu se preparó para pararle con sus propias manos, cosa que, tras un breve forcejeo al chocar ambos, consiguió, pero a los pocos segundos le lanzó hacia la dirección en la que iba con el objeto de que chocara con unos edificios. Lord, al ver el peligro, ascendió de nuevo al cielo, y, mirándole, le lanzó una nueva ráfaga de aliento gélido que Shinobu esquivó con dificultad y que llegó a congelar unos edificios para sorpresa del pirata.

— Si me lanza más ráfagas no podré acercarme a él, debería esconderme —dijo Shinobu y se escondió tras unas rocas.

El dragón seguía lanzando ráfagas de aire frío intentando congelarlo todo para derrotar al pirata cuando, de pronto, sintió algo en la cola. Lord miró hacia atrás y vio a un Shinobu en su forma híbrida sonriendo desafiantemente. Seguidamente, cambió a su forma animal, lo que hizo que Lord descendiera nos centímetros debido al peso extra. Shinobu agarró bien la cola del dragón, cogió impulso y le lanzó hacia el suelo con toda su fuerza.

El mítico animal se volvió a levantar algo dañado y Shinobu cayó al suelo también transformándose en su forma híbrida de nuevo. El dragón comenzó a lanzarle pequeñas ráfagas de aliento gélido, pero en una de las esquivas, Lord aprovechó y le cogió con su cola para oprimirle con todas sus fuerzas. El pirata no podía escapar y el dragón le lanzó una ráfaga directamente y le congeló.

Con Shinobu derrotado, Lord retomó el vuelo, tomó a Yui y se fue a reunirse de nuevo con Kentatsu. Pero cuando fue a retomar el vuelo, Shinobu, malherido, consiguió librarse del hielo aumentando la musculatura de su cuerpo gracias a que se transformó en su forma animal de nuevo. Lord se quedó sorprendido y se giró hacia él. Seguidamente un sangrante Shinobu le atestó rápidamente uno de sus golpes más poderosos en toda la cara al dragón.

— Esta vez no te levantarás, ¡King Kong!

El golpe fue tan poderoso que hizo que el dragón sangrara por boca y nariz, y cayó al suelo casi derrotado, pero se volvió a levantar furioso y, sin que Shinobu pudiera hacer nada para esquivarle le lanzó una nueva ráfaga que le dejó totalmente derrotado. Seguidamente, el herido Lord, con Yui en sus brazos, voló hacia la plaza del patíbulo.

Viento Cristalino

Al mismo tiempo que transcurría el combate entre Shinobu y los dragones, Shion Higurashi se enfrentaba a Kentatsu con dificultad debido a la gran habilidad de la capitana.

— Terminemos esto de una vez, pirata.

— Vamos, puedes quedarte quieta, no te haré mucho daño —dijo Shion sonriente.

— ¿De verdad? sólo dependes de tu habilidad, eso te hará perder en un futuro cercano... o... en el presente —advirtió Kentatsu mientras giraba su katana.

— ¿Otra vez charlando? ¿vas a escapar de nuevo?

— Yo no escapo, simplemente me dedico a no luchar contra «insectos» como tú, patética pirata...

— ¿«Patéticos piratas»? ¿Qué hay de malo en ser pirata?

— Los piratas son el mal, roban, matan a gente inocente, son gente que hay que capturar.

— Los Piratas del Zorro Rojo no han hecho aún daño a nadie, ¿cómo puedes juzgarnos así?

— Entonces, ¿por qué tu capitán iza la bandera negra?

Shion no contestó a la pregunta y empezó a cristalizar humedad en sus brazos mientras Kentatsu caminaba despacio delante de ella haciendo girar su katana aún, cuando de pronto, se lanzó al ataque: «¡Ráfaga Vítrea!», pronunció mientras cargaba contra ella y daba le daba un rápido golpe con la espada a Shion.

— ¡Crystamorphosis: Escudo de Cris...! —Comenzó a decir Shion pero no le dio tiempo a ejecutar su técnica y fue herida por la capitana.

— Ni siquiera eres capaz de evitar mis ataques... te presento a «Viento Cristalino», una katana muy ligera y potente que me permite realizar cortes con gran habilidad y destreza.

Una enfadada y herida Shion continuó cristalizando humedad en sus brazos a pesar de su herida lo que le permitió atacar rápidamente a pesar de su fallida técnica: «¡Crystamorphosis: Lanza de Cristal!», pronunció terminando de cristalizar una lanza en cada brazo. Kentatsu evitaba fácilmente la carga de Shion y contraatacó, pero fue detenida por la pirata y posteriormente empujada de una patada.

Crystamorphosis: Rosa del Desierto —Shion tomó un poco de tierra del suelo y la cristalizó en forma de rosa, seguidamente lanzó contra su rival un gran número de pétalos de rosa de cristal afilado.

— Lo único que sabes hacer es cristalizar y lanzar cristales —criticó Kentatsu a Shion, y esquivó muchos de los pétalos, cuando uno de ellos la cortó, desafió a la pirata— ¿Se supone que eso ha de dolerme? —pero al ver tantos pétalos rodeándola vaciló un poco y el resto de pétalos de cristal dieron en ella— No debería haberme distraído con algo tan absurdo.

Tras la tormenta de pétalos de cristal, parecía ser que Kentatsu desapareció y Shion estaba confundida con lo sucedido, pero, cuando se dio cuenta, la capitana estaba lanzándose al ataque desde el aire repitiendo su técnica Ráfaga Vítrea, que hirió el hombro de la pirata.

— Eres muy rápida y muy tozuda, aún sigues en pie —alabó Shion a la capitana.

— Tú sólo eres una aficionada en comparación conmigo —despreció Kentatsu—. Has comido la fruta Sho Sho, ¿verdad? Es por eso que eres capaz de cristalizar la humedad del aire y manipular los cristales que toques a voluntad, pero te daré una mala noticia. La habilidad concedida por esa fruta del diablo no será suficiente para derrotarme.

— ¿Cómo lo has adivinado? —preguntó preocupada Shion a su rival.

— No solo me dedico a la doma de dragones y a luchar con una espada, me encanta el mundo de las habilidades de la fruta del diablo. Se sabe que hay tres tipos de frutas del diablo: paramecia, zoan y logia. Tu habilidad es de tipo paramecia, ¿me equivoco?

— Me molesta reconocerlo pero tienes razón, ¡pero no merma mi capacidad!

Kentatsu de pronto volvió a cargar contra Shion con un nuevo Ráfaga Vítrea, la chica se defendió usando una variación de su Escudo de Cristal gracias a su Crystamorphosis. Esta vez fue un escudo diferente a los anteriores.

— ¿Ni un rasguño? —se sorprendió Kentatsu.

— Por supuesto, hay que tener un poco de conocimiento sobre cristales para saber que esta estructura que he usado es más dura que la anterior —dijo muy confiada Shion—, Escudo de Cristal Férreo.

Cuando bajó un poco la guardia mientras hablaba, Kentatsu realizó su técnica Tempestad Vítrea con la que agitaba la hoja de su katana varias veces lanzando hojas de aire afilado hacia su oponente. Algunas de ellas dieron en su objetivo y, por sorpresa, Kentatsu agarró del cuello a Shion estampándola en el suelo.

— Me decepciona cuán débil eres.

— Yo no he venido aquí a agradarte —le contestó y le dio una patada como pudo en el estómago, cosa que le dolió a la capitana, seguidamente, tomó un puñado de tierra del suelo en la palma de su mano— Rosa del Desierto —la tierra se cristalizó en forma de rosa y los pétalos afilados fueron directos hacia Kentatsu, quien se vio rasgada y sangrando por culpa de la técnica de Shion.

— Te vas a enterar... pirata...

Ojos de Ogro

Mientras se producían los enfrentamientos entre Shinobu y Shion contra Kentatsu y los dragones, Kyo Yamabushi se lanzó al ataque enfundando de nuevo su katana y transformándose en su forma híbrida. Cuando fue a chocar con Misairu, éste saltó por encima de él para darle con un Puño Meteoro, pero falló y retrocedió al igual que hizo su rival.

— Así que una fruta Inu Inu... Una fruta del diablo del tipo zoan que te permite transformarte parcial o totalmente en un... ¿zorro?

— Estás familiarizado con las frutas del diablo del tipo zoan, ¿no? —dedujo Kyo mirando desafiante a su rival.

— Si, al contrario que tú con las de tipo paramecia, por lo que veo.

— Vamos, dime de una vez qué tipo de habilidad tienes —le ordenó Kyo al comodoro.

— Vale, vale —contestó Misairu fingiendo temor—. Puedo manipular la energía potencial de mi cuerpo en el aire, es por eso que soy capaz de dar potentes golpes a pocos centímetros del suelo, como si hubiera caído desde gran altura... comí una fruta del diablo de tipo paramecia, en concreto, la fruta Pote Pote.

Misairu dio un salto al aire y se colocó por encima de él, y, usando su poder, intentó estrellarse usando esta vez su técnica Meteoro. Kyo esquivó el ataque del comodoro y se lanzó de nuevo al ataque usando sus afiladas uñas y, con ello, su técnica Asalto. El comodoro se defendió agarrando sus garras y usando su poder para inmovilizarlas en el suelo, seguidamente abalanzó su cuerpo contra el de su rival usando su espalda.

Meteoro —pronunció y estrelló su espalda contra la espalda de Kyo, cosa que le dejó derrotado—. Bueno, creo que con esto será suficiente... —dijo muy satisfecho—, me temo que no cobraré al final tu recompensa, me has parecido demasiado débil.

Misairu se puso en pie con la intención de buscar a Kentatsu para volver a la base y que las tropas detuvieran a los piratas, pero cuando avanzó unos pasos, notó un agarre en su pierna izquierda.

— No... te... irás tan fácilmente... —decía jadeando Kyo.

— Así que aún sigues vivo, me temo que tendré que tomarte un poquito más en serio... Kyo Yamabushi —le dijo Misairu mirando a Kyo con una mirada que al capitán pirata le resultó muy familiar.

— ¿Eh? —se sorprendió Kyo— esos ojos... esa mirada... me recuerdan demasiado a cierta persona... no puede ser tú... destruiré... ¡¡Destruiré a esos malditos ojos!!

— ¿De qué estás hablando? Bueno, sea como sea, no puedo dejarte libre.

— Estoy hablando de que tengo que vencer a esa persona, es por eso que me lancé al mar, sólo para encontrarle y derrotarle, fue algo que me juré a mí mismo hace tiempo. Me juré dar fin a ese tal «Ojos de Ogro».

De pronto, unas voces se oían desde un callejón de la plaza, corriendo venía Shinobu Hiryuin totalmente recuperado, como por arte de magia para sorpresa de su capitán.

— ¡Capitán! —gritaba.

— ¿Shinobu? —se preguntaba Kyo al verle, pero Misairu salió a enfrentarse a él y a atestarle un Puño Meteoro— ¡Shinobu, cuidado, ese tipo es muy poderoso!

Pero Shinobu no se lo pensó y se transformó en su forma híbrida aunque era un poco diferente, era más grande y ágil de lo normal. Misairu saltó por encima del pirata intentando darle con su técnica Meteoro, pero Shinobu se colocó en posición como para darle una bofetada con sus gigantescas manos.

— ¡Grandes Manos de Simio! —Dijo Shinobu y mandó a volar al comodoro hacia unos edificios para sorpresa de Kyo, al llegar hasta su capitán, volvió a su forma original y le ayudó a levantarse—. Tras ser derrotado por los dragones, me he encontrado con un extraño tipo que decía sentir admiración por ti, me dio éstas cosas.

— ¿Qué son? —preguntó Kyo al ver dos especies de pequeñas esferas en la palma de la mano de Shinobu.

— Se llaman Píldoras de Distorsión, son una especie de fármaco que te recupera rápidamente y distorsiona los poderes de una fruta del diablo, cuando me las dio, pensé en darte una a ti y otra a Shion para poder derrotar a estos dos marines y sus dragones. Sus efectos duran aproximadamente una media hora y no puedes tomar más hasta pasados dos días.

Kyo tomó una y se la comió, seguidamente ordenó a Shinobu retirarse mientras derrotaba al fin a Misairu. El comodoro se volvió a enfrentar a Kyo, que estaba ya mejorado gracias al efecto del fármaco que había tomado.

— Ahora sí que vas a ver algo poderoso... —avisó Kyo a Misairu.

— ¡Pues enséñamelo! —desafió Misairu mientras corría hacia él.

Kyo usó el poder de su fruta del diablo y se transformó en su forma híbrida, en la que hubo algunos cambios, en lugar de una cola poseía tres, sus garras eran más afiladas y su tamaño aumentó considerablemente. Misairu se sorprendió pero no dejó de cargar contra su rival, saltó por encima de él y Kyo, antes de que el comodoro le diera tiempo a usar su técnica Meteoro, le atestó un golpe conocido como Garra Vulpínica, lo que hizo que le mandara nuevo lejos de allí.

— Esta píldora es impresionante, ahora soy mucho más poderoso —se alegró Kyo y volvió seguidamente a cargar contra Misairu, pero éste agarró sus manos y, usando sus poderes, volvió a pasar lo mismo que la vez anterior. Usó su técnica Meteoro, pero, aunque le dolió, Kyo no sufrió tanto como antes.

— No puede ser, tendré que tomármelo en serio, ¿Qué tal andas de equilibrio? —preguntó Misairu y se puso a dar pequeños saltos y el suelo comenzó a temblar poco a poco— ¡Temblor Rojo!

Kyo no podía mantener el equilibrio mucho tiempo debido a los temblores, cosa que también afectó a Shion y a Kentatsu que se hallaban luchando unos metros más allá. El capitán pirata retornó a su forma humana para desenvainar su katana y realizar su técnica Kairyu Issen de nuevo pero con más potencia, lo que hizo que Misairu saltase de nuevo y esta vez se colocara, para sorpresa de Kyo un centímetro por encima de su cabeza, lo que le llevó a usar de nuevo su Meteoro. El capitán de los Piratas del Zorro Rojo fue aplastado por el comodoro, pero aún podía levantarse.

— Eres duro, chico —alabó Misairu a Kyo— pero no más que yo.

— Ya veremos... —contestó un malherido Kyo pero aún con energía.

Entonces, como último recurso, optó por transformarse en su forma animal para ver qué poder le daría el fármaco cedido por Shinobu. El zorro en el que se transformó, tenía nueve colas, garras afiladas y era gigantesco, más grande que dos personas juntas cuando estaba a cuatro patas.

— Es impresionante, jamás había visto nada igual, se dice que hay una fruta del diablo capaz de dar la capacidad de transformarse en Kyubi no Kitsune... aunque ésta no es, has incrementado tu poder con un fármaco para poder imitar el poder de esa fruta del diablo que transforma en bestia mítica, pero, como dije, esto sólo es una imitación.

— ¡Cállate, marine! —ordenó Kyo furioso— ¡Ariete! —pronunció y se disparó a sí mismo contra su enemigo, pero Misairu saltó por encima de él y le atestó otro Meteoro en su cabeza diciéndole que no era rival para él.

Kyo se puso de espaldas a él y pronunció: ¡Nueve Látigos! Con lo que se puso a dar golpes con sus nueve colas a Misairu. Algunos de ellos dieron en su objetivo y Misairu optó por una estrategia que derrotaría a Kyo de una vez por todas.

El capitán pirata rápidamente volvió a su forma híbrida y desenvainó de nuevo su katana con la que realizó una versión muy poderosa de su Kairyu Issen que dio en su objetivo. Misairu, herido por la técnica de Kyo, se levantó y dio un enorme salto. Kyo le persiguió en su salto, pero era una trampa. El comodoro aterrizó sobre Kyo y, usando su poder, aumentó considerablemente la energía potencial de su cuerpo.

— Lo siento, Kyo Yamabushi, has caído en mi trampa, ¡Satélite! —pronunció y estrelló a Kyo contra el suelo, lo que provocó un pequeño temblor en la isla.

Aunque parecía ser derrotado al fin, Kyo se volvió a levantar con dificultad y se transformó de nuevo en su forma animal.

— Vaya... aún quieres fiesta... ¡pues te la daré, pirata!

— Te voy a derrotar de una vez, ¡Ojos de Ogro! —gritó Kyo con furia en sus ojos y ambos se prepararon para un golpe final.

— Te voy a derrotar definitivamente con esto, Kyo Yamabushi —amenazó Misairu y empezó a saltar muy alto varias veces.

— No lo creo, Meteoro Rojo —contestó Kyo al comodoro.

Misairu aumentó lentamente su energía potencial mientras estaba en el aire y los saltos eran más destructivos que los usados en su técnica Temblor Rojo. En el caso de Kyo, tenía su cuerpo en una intensa tensión para lanzarse al ataque y agudizó sus sentidos.

— ¡Carga Vulpina! —gritó Kyo y se lanzó contra Misairu con su gigantesco cuerpo y apuntándole con sus afiladas garras.

— ¡Lágrimas del Cielo! —gritó Misairu saltando una y otra vez con una energía potencial muy alta, provocando que toda la isla temblase.

Cuando ambos ataques chocaron, ambos contrincantes quedaron exhaustos y, finalmente, Misairu fue derrotado. Kyo volvió a su forma humana aún con el efecto del fármaco y se levantó difícilmente.

— Bueno, me voy a buscar a los demás... —terminó Kyo.

Supernova: El Príncipe Alquimista

Manipulación descubierta

Archivo:Kyo ataca a Kentatsu.jpg

Kyo interviene en el combate entre Shion y Kentatsu.

Kentatsu y Shion Higurashi aún seguían luchando bastantes metros más alejados de donde estaban Misairu y Kyo. El capitán interviene en el combate entre ambas chicas con su katana y, mientras ésta estaba distraída con la intervención de Kyo. Shinobu apareció por detrás de Kentatsu en su forma híbrida y atestó un golpe por la espalda a la capitana que la dejó desmayada en el suelo. Los dragones, al ver que su ama había sido derrotada por los Piratas del Zorro Rojo, se retiraron ya que también vieron a una extraña figura que les espantó.

De pronto una fina melodía comenzó a sonar sutilmente en toda la plaza y Kyo nota como una especie de empujón por la espalda y una figura misteriosa apareció en la plaza, sentado sobre el patíbulo, se trataba de un chico alto, con un sombrero blanco de felpa con unas gafas redondas en él, pelo y perilla negras, ojos azulados y una chaqueta de pirata negra y de cuero con adornos amarillos y azules y su enseña en la espalda. Portaba unos pantalones amarillentos y una camisa azul con un pañuelo pálido en le cuello y, en los pies, unas botas marrones.

— ¡Eh, novatos! ¿cómo que habéis conseguido derrotar al comodoro Misairu, el «Meteoro Rojo» y a la capitana Kentatsu, la «Domadora de Dragones»? —se interesó la misteriosa persona.

— ¿Quién eres, y qué quieres? —preguntó Kyo desafiante.

— Sólo he venido a comprobar si era cierto que unos novatos del East Blue estaban causando ciertos problemas tal como hizo cierto pirata con sombrero de paja hace dos años. Es cierto que les habéis derrotado pero haciendo un poco de trampa, tíos.

— ¡Nosotros jamás hacemos trampa! —le espetó Kyo al misterioso pirata.

— ¿Ah, no? creo que tu amigo tiene algo que decir al respecto, ¿verdad, señor gorila? —preguntó refiriéndose a Shinobu y éste bajó un poco la mirada—. Después de ser derrotado por los dragones de Kentatsu, un tipo llamado Seicer Savarich se acercó a él y le proporcionó un fármaco prohibido, el mismo fármaco que le permitió mandar a volar al poderoso Misairu.

— ¡¿Cómo sabes todo eso?! —se asustó Shinobu.

— Muy sencillo, he venido a esta isla con tan sólo varios miembros de mi banda, entre ellos mi vigía y espía, Venice Seilles, que estuvo observando todo el tiempo... ¿verdad, Venice?

Entonces, la anciana que se tropezó en un principio con Misairu comenzó a hablar de forma extraña.

— Si, capitán, lo vi todo —para sorpresa de los Piratas del Zorro Rojo, la anciana hizo un gesto como si se quitara una máscara y se transformó en una chica con un gran sombrero con adornos de flores y plumas, ojos grandes y mirada inocente, llevaba un vestido con un gran faldón y dos máscaras como hombreras. Adornando la cintura cuatro rosas la vestían. Ella era Venice Seilles la «de las Mil Caras», poseedora del poder de la fruta Masu Masu.

— ¡¿Cómo es posible?! —se preguntaba Kyo sorprendido— ¡Pero tú eras una anciana!

— Bueno, eso puedo explicarlo —comenzó Venice—. Llegamos justo cuando vosotros desembarcasteis en esta ciudad, y, cuando te vi tropezando con el comodoro me fui hacia una mujer de avanzada edad y la transformé en una máscara, por tanto, al colocármela en la cara pude transformarme en ella, de forma que me tropezase yo con Misairu en la plaza cuando tú estuvieras ya ahí. Por suerte tenías unas vistas privilegiadas desde la posición actual de mi capitán. Con el tropiezo pude comprobar que los rumores sobre que eras muy impulsivo eran ciertos, ese fue el motivo principal del tropiezo, y, a partir de ahí todo marchó completamente solo. Mientras luchabais aquí, el chico que se fue a luchar contra los dragones se fue de la plaza, entonces, me volví a transformar en mí misma y le seguí, me convertí en roca gracias a otra de mis máscaras y lo observé todo. Después de ser derrotado por los dragones, ese tipo misterioso, Seicer Savarich, se acercó a él y le dio un fármaco prohibido. Después de que el chico se fuera me encaré un poco con ese tal Seicer pero lo dejé y volví a la plaza transformada en la anciana inicial.

— En definitiva, habéis sido víctimas de nuestra manipulación para ver vuestro poder, que, a decir verdad, no es mucho —despreció el pirata misterioso.

— ¡Pues baja y lucha conmigo! ¡Vamos! —gritó Kyo al pirata.

— ¡Capitán! —llamó Shion— Ten cuidado, él es Albertzinni Magnus, más conocido como el «Príncipe Alquimista», su cabeza está valorada en Belly296.000.000, no es un pirata cualquiera.

— Me da igual su recompensa, sólo quiero darle una paliza por menospreciarnos —dijo Kyo furioso.

— Parece ser que no me has perdido la pista, «Mujer Cristalina», Shion Higurashi.

Shion le miró desafiante, mientras, Kyo ordenó abandonar la plaza a ella y a Shinobu para luchar contra Albertzinni Magnus solo.

La corte

Shion y Shinobu se fueron tal y como les ordenó su capitán. Sin embargo, Albertzinni, a través de un den den mushi, ordenó a su tripulación detenerles. Venice se fue en busca del misterioso Seicer Savarich, mientras el resto de los piratas fueron tras Shion y Shinobu. Ambos piratas tomaron el camino principal hacia el puerto, pero mientras corrían, se vieron atacados por una ola de lo que parecía mercurio.

— ¿Qué se supone que es eso? —preguntó Shion asustada por lo que se les venía encima.

— Ni idea, parece metal líquido.

En la ola de metal líquido se empezó a dibujar una cara femenina revelando que efectivamente era metal líquido.

— ¿Ha hablado... la ola? —preguntó Shinobu mientras corría.

— ¡No me digas que...! —se sorprendió Shion.

— ¿No te acuerdas de mí, Shion Higurashi? —en la cresta de la ola se formó una figura humana femenina.

— Lo sabía... —comenzó Shion— eres Valentina Argiria.

— Vaya, parece que te acuerdas de mí, «Mujer Cristalina».

— ¿Cómo es que la conoces, Shion? —curioseó Shinobu.

— Es una larga historia, Shinobu, pero debes tener cuidado, ya que ella comió la fruta Azo Azo, una fruta del diablo de tipo logia que la convirtió en una mujer de mercurio —explicó Shion a su compañero.

— ¡¿Mercurio?!

Mar Inerte, ¡Sepultar! —Valentina Argiria lanzó la ola hacia ambos piratas fallando en el intento, seguidamente silbó y llamó a otra persona— ¡Ahí los llevas, Salixalba!

Entonces una mujer rubia de pelo ondulado y un kimono blanco con adornos dorados salió de un callejón con unas uñas muy largas.

— ¡Acupuntura! —Pronunció y cargó para arañar con sus largas uñas parecidas a unas agujas de acupuntura a ambos piratas.

Shion cristalizó la humedad del aire rápidamente y formó un escudo en su brazo derecho para proteger tanto a Shinobu como a ella misma.

— ¿Un escudo? —se sorprendió la chica llamada Salixalba.

— ¡Salixalba! —la llamó Valentina— Cuidado con ella, comió la fruta Sho Sho, es capaz de cristalizar cualquier material en su cuerpo, ella forma ese escudo con la humedad del aire.

— Oye, Shion, en serio, ¿de qué os conocéis? —preguntó ya por curiosidad Shinobu.

— De hace tiempo, Shinobu, te lo explicaré después, ahora tenemos que ir al barco, Valentina es muy poderosa y esa chica no sé cuán peligrosa puede llegar a ser.

— ¿«Esa chica»? —dijo Salixalba— Mi nombre es Salixalba Galeno, la médico de los Piratas Alquimia, y estas agujas las poseo gracias al poder de la fruta Chiry Chiry.

De pronto, Shinobu comenzó a cambiar de forma hasta su forma híbrida aún bajo los efectos de las Píldoras de Distorsión.

— ¡Aplauso de Simio! —pronunció e intentó aplastar a Salixalba con sus grandes manos repetidas veces.

— ¡Píldoras de Distorsión! —se sorprendió la doctora y se lanzó a neutralizar la técnica de Shinobu— ¡Antagonista! —pronunció y con sus uñas, transformadas en agujas de jeringa, esquivó la técnica de Shinobu y se las clavó en la columna.

Shinobu, comenzó a experimentar cambios en su cuerpo muy extraños y volvió a su forma híbrida pero sin el efecto del fármaco.

— ¿Qué ha pasado? —se preguntó confundido Shinobu.

— He contrarrestado el efecto de las Píldoras de Distorsión con otra sustancia gracias a mi técnica Antagonista, la fruta Chiry Chiry me convirtió en una mujer-terapia.

Tanto Shion como el propio Shinobu se sorprendieron ante los poderes de Salixalba.

Por otro lado, Venice Seilles seguía en busca del tal Seicer transformada en la anciana que se tropezó con Misairu. Cuando cruzaba frente al Bar Gold Roger, le vio de espaldas y le llamó.

— ¡Eh, jovencito!

— ¿Le puedo ayudar en algo, anciana? —preguntó educadamente.

— Si, ¿podría ponerse esta máscara? —le pidió Venice.

— ¿Esta máscara? —sospechó Seicer— ¿Para qué querría ponérmela?

— ¡Para capturarte! —exclamó y le dio un manotazo y se la colocó en la cara— ¡Mummy Mask! —A la máscara le salieron vendas por todas partes que empezaron a envolver a un anonadado Seicer. Venice se quitó la máscara de la anciana y volvió a su forma original presentándose ante el chico—. ¿No me recuerdas, Seicer Savarich?

— ¡No me digas que eres...!

— Mi nombre es... Venice Marine Seilles, una de las hijas de la familia Seilles del North Blue.

— ¿La familia Seilles? ¿Cómo que has acabado siendo pirata?

— Por la misma razón por la que acabaste escapando de tu casa y robando el tesoro de tu familia, la meito, Violin Bow.

Alquimia Kenpo

Albertzinni Magnus, aún sentado en el patíbulo, se colocó en su mano derecha un extraño guante color marrón y en la izquierda otro guante de color amarillo, éste parecía tener una especie de circuitos eléctricos. Kyo Yamabushi, por otra parte, desenvainó su Kagutsuchi no Tamashi y se lanzó al ataque con un nuevo Kairyu Issen.

— ¡Aqua-explosión! —pronunció y Albertzinni lanzó al suelo unos pequeños recipientes con hidrógeno dentro que explotó al contacto con las llamas de la técnica de Kyo infligiéndole daño.

— ¿Qué ha sido eso? —preguntó sorprendido el pirata.

— Una explosión... —respondió muy confiado y sin moverse del sitio Albertzinni.

— ¡No me digas!

— Déjame terminar, pirata del tres al cuarto. Una explosión provocada por el hidrógeno que había dentro de esos pequeños frascos, y ahora te voy a mostrar algo muy interesante —le informó. La música seguía sonando mientras Albertzinni se ponía en pie y bajaba del patíbulo gracias a una especie de luces que formaban un pentagrama musical que unía la parte superior de la plataforma con el suelo de la plaza que aparecieron de repente desde las manos de Albertzinni. El capitán pirata se abalanzó contra Kyo para darle un puñetazo con su mano izquierda—. ¡Puño de Thor! —pronunció mientras Kyo se ponía en guardia con su katana, pero Albertzinni, en lugar de darle un puñetazo agarró la hoja de la katana, lo que hizo que Kyo se electrocutase.

— ¿Qué ha sido eso? —volvió a preguntar Kyo— Oye, usas técnicas muy extrañas, al igual que tu poder.

— Si, es cierto —comenzó Albertzinni—, se llama Alquimia Kenpo, es un extraño estilo de lucha donde se usa un poco la ciencia. El guante que ves en mi mano izquierda se llama «Mano de Thor», tiene unos circuitos hechos de selenio y otros metales, lo que hace que genere electricidad mientras esté dándole la luz del Sol, por eso te he podido electrocutar. Este otro se llama «Mano del Diablo», y su poder... te lo mostraré ahora —acabó y chasqueó los dedos con su mano derecha, lo que hizo que el guante se envolviera en unas chispas que estaban a unos 2500 °C. Seguidamente le lanzó una pequeña bola de fuego.

— Fuego, ¿eh? ¡Homura Saki! —pronunció Kyo y cortó literalmente la bola de fuego en dos para sorpresa de Albertzinni.

— Así que usas el Kitsunebiryu, me temo que no voy a poder usar fuego contigo.

— Así es... vete preparando «Príncipe Alquimista».

— Voy a tener que usar «eso» entonces.

Entonces Albertzinni, con su Mano del Diablo aún encendida juntó ambas manos y formó una bola de lo que parecía fuego pero electrificado. Seguidamente cargó contra Kyo y le lanzó lo que había formado, Kyo, confiado, intentó cortarla con su Homura Saki, pero, por alguna razón no funcionó y dio en el blanco.

— ¿Qué ha sido eso? ¿No he podido cortarla?

— Claro que no, ¿qué esperabas? —comenzó Albertzinni— El Kitsunebiryu sólo te permite cortar y generar fuego, pero eso no era fuego, era plasma, y tenía mayor energía que el propio fuego —de pronto, la Mano del Diablo de Albertzinni se apagó—. Oh, vaya, me temo que ya no puedo usarla más, se ha apagado, fue divertido mientras duró —dijo y se guardó ambos guantes para luchar con las manos desnudas con Kyo.

De repente Kyo, transformado en su forma híbrida y aún bajo los efectos de las Píldoras de Distorsión, arremetió contra Albertzinni mandándole lejos. Al aterrizar, el pirata se reía.

— ¡¿Por qué no juegas limpio?!

— ¿Limpio? ¿Quién ha dicho que no esté jugando limpio? —preguntó Albertzinni mientras Kyo volvía a su forma humana— por cierto tienes un poder un tanto extraño, jamás había visto una habilidad zoan como la tuya, he oído rumores sobre un tipo de fruta del diablo del tipo zoan muy especial, conocidas como zoan míticas... pero no parece que seas de ese tipo, más bien parece como si te hubieras tomado cierto fármaco prohibido que sólo se puede conseguir en el Inframundo.

— ¡¿Y qué?! ¡No merma mi capacidad!

— Por cierto, qué te mueve para ser un pirata así de impulsivo, ¿riquezas, fama?

— ¡¡Libertad para todos mis amigos!! —gritó Kyo.

— Si tus amigos son esos que van corriendo intentando huir de mi tripulación, yo les veo bastante libres, ¿para qué vas a luchar por algo que ya tienes? ¿no es absurdo?

— ¡Cállate! —gritó Kyo, clavó su katana en el suelo y se transformó de nuevo en su forma híbrida. Por otro lado, la misteriosa melodía sonaba aún más fuerte y en el suelo y en las paredes comenzaron a aparecer marcas de arañazos como si alguien estuviera arañando con una cuchilla en cada dedo y corriendo a una notable velocidad—. ¡No borrarás mi orgullo! —añadió.

— ¿Borrar... tu orgullo? —preguntó Albertzinni burlonamente— ¿De qué estás hablando? Tío, no tiene sentido nada de lo que dices... Borrar tu orgullo... no quiero borrar nada, pero, aunque tengas todo ese poder gracias a la acción de la Píldora de Distorsión no podrás derrotarme jamás.

— ¿Que no podré derrotarte? ¡Mírate! estás magullado, te dí un poderoso golpe, además me lo acabas de reconocer, que tengo más poder que tú, Príncipe Alquimista.

— Y, sin embargo, mírame, aquí sigo frente a ti. No se trata de la cantidad de poder que poseas sino de cómo sepas usarlo, podrías tener el mayor poder del mundo pero si no sabes cómo usarlo, serías entonces la persona más débil. Te mostraré algo...

La música que sonaba de fondo comenzó a sonar un poco más, de pronto aparecían una especie de arañazos en suelo y paredes, cosa que desconcertó a Kyo.

— ¿Qué se supone que pasa?

— Es... parte de mi habilidad... ¡Escudo Pentagrama! —pronunció Albertzinni y de sus dedos salieron cinco líneas lumínicas verdes que se colocaron alrededor de Kyo formando un círculo. Seguidamente, Albertzinni se colocó de nuevo la Mano de Thor y lanzó una descarga hacia los rayos de luz verdosa. La descarga comenzó a rebotar en el Escudo Pentagrama para sorpresa de Kyo incrementando su potencia hasta que acabó dando en su objetivo electrocutando al Zorro Carmesí—. ¿Sorprendido? Si no hubiera sido por este Escudo Pentagrama la potencia de esa descarga no habría sido tan devastadora.

— ¿Qué son esos rayos verdes que salen de tus dedos? ¿Qué habilidad posees?

— Gracias a una habilidad mediocre a lado de la tuya unida a la Píldora de Distorsión, pero sé usarla mucho mejor de lo que tú usas la tuya, por tanto siempre seré superior a ti. Por cierto, ¿cómo has resistido la descarga?

— He usado mi katana como pararrayos.

De pronto Kyo se transformó en su forma híbrida con su poder incrementado gracias al fármaco y arremetió contra Albertzinni, pero el Príncipe Alquimista apareció y reapareció tras él.

— Tío, no te enteras... ¡Palpador! —pronunció poniendo la palma de su mano sobre la espalda de su rival lanzándole una poderosa onda, ésta afecto bastante a los oídos de Kyo. Este resultado fue sorprendente para el propio capitán de los Piratas Alquimia mientras los rayos del Escudo Pentagrama desaparecían.

— ¿Cómo es posible, cómo te has movido hasta ahí? —preguntaba aún con dolor Kyo— ¿Cómo es posible que ese ataque haya afectado tanto a mi espalda como a mis oídos? ¡Dime qué habilidad posees Príncipe Alquimista!

— Lo que has hecho con tu katana es precisamente a lo que me refería, has mitigado la potencia de mi descarga gracias a que has usado tu katana como pararrayos —explicó Albertzinni y añadió— ¿Por qué tienes tanto interés en saber qué habilidad tengo? También es parte de un combate resolver el enigma de las habilidades del contrario. Por cierto, cuando he usado mi Palpador ni siquiera te toqué, no es tan poderoso como cualquier ataque que puedas hacerme pero sí lo suficiente como para aturdirte y dañarte al mismo tiempo, además he usado algo de haki en él.

— ¿No me has tocado? —se sorprendió Kyo— Me da igual... voy a derrotarte igualmente —añadió y se transformó en su forma animal— ¡Boca del Zorro! —pronunció y abrió su boca para morder a Albertzinni.

— Vaya... parece ser que eres increíble, Zorro Carmesí, tendré que usar un poco más de mi poder para honrar tus esfuerzos... te mostraré el poder de un pirata cuya recompensa es de Belly296.000.000... ¡Concierto! —pronunció y desde la cintura del Príncipe Alquimista comenzó a emanar una gran cantidad de rayos verdosos imitando a un líquido que cubrieron todo el área donde la música seguía sonando. Seguidamente se agachó poniendo la palma derecha sobre el suelo— ¡Compresor Sónico! —toda el área cubierta por esa especie de «música líquida» se contrajo en la palma de Albertzinni—. Te mostraré algo interesante... ¡aparece Ongaku no Ryu, Dragón Musical! —Albertzinni levantó su palma hacia arriba y comenzó a salir la figura de un dragón oriental del mismo color que los rayos y de un tamaño gigantesco desde el suelo.

— ¡Qué increíble poder! pero no me rendiré y al final te derrotaré, Príncipe Alquimista.

Alquimia Musical

Con aires de soberbia, Albertzinni, junto a su dragón de sonido, observaba a un patidifuso Kyo.

— ¿Sorprendido, Zorro Carmesí? —se burló Albertzinni— pues esto no es nada comparado con lo que hay en Grand Line...

— ¿Es que hay algo más que eso allí? —curioseó Kyo asustado.

— Grand Line es conocido como el «Cementerio de los Piratas» porque es muy difícil que vuelvan de allí con vida. Y, aunque el viejo Barbablanca muriera hace dos años, Grand Line se ha convertido en un lugar mucho más peligroso ahora. No tienes ni idea de lo que esconde ese lugar. ¡Aliento Musical! —terminó Albertzinni y su dragón lanzó a Kyo una ráfaga verde muy brillante que el capitán esquivó y contraatacó a Albertzinni.

— ¡Carga Vulpina! —pronunció Kyo lanzándose contra su rival con las uñas por delante del hocico mientras seguía en su forma animal.

La técnica de Kyo dio en el blanco y Albertzinni comenzó a escupir sangre.

— Maldito... seas... al final me lo vas a poner difícil.

— No me iré de aquí sin quitarte a golpes ese tono arrogante.

— ¿Ah, si? —terminó Albertzinni con un tono soberbio y escupiendo algo de sangre aún.

Ambos contrincantes se dispusieron a atacarse de nuevo, Albertzinni lanzó un nuevo Aliento Musical y Kyo arremetió contra el Príncipe Alquimista con una nueva Carga Vulpina. Albertzinni evadió el ataque de Kyo a una velocidad parecida a la del sonido y apareció en la espalda de su rival con su Mano de Thor preparada para cargar contra el otro capitán con un Puño de Thor. Realizada la técnica, Kyo cayó al suelo electrocutado y escupiendo sangre. A los pocos segundos volvió a su forma humana y quedó en el suelo tirado. Cuando Albertzinni fue a irse, Kyo le agarró de una pierna y le dijo:

— ¿Dónde...? ¿Dónde crees que vas...?

— Pues a casa, ya he acabado contigo.

— ¡Nunca me obligues a nada!

— Pero... ¿quién te está obligando a nada? ¿Otro comentario absurdo? Creo que eres muy dramático —le comentó a Kyo mientras reía.

Al oír la risa de Albertzinni, Kyo se llenó de ira y se transformó de nuevo en su forma animal añadiendo:

— Me da igual quién seas, de donde vengas o lo que quieras de mí, acabas de cavar tu propia tumba... ¡Considérate muerto! —espetó con rabia.

Kyo, entonces, comenzó a pensar en el efecto que causó sobre él la técnica Palpador de Albertzinni y se le ocurrió una idea.

— ¿Muerto? No pienso morir aquí, tío... por mucho que uses tu habilidad y esas píldoras te dije antes que ese exceso de poder es el que te debilita. Ni siquiera has acabado con mi Dragón Musical, lo he deshecho yo ahora mismo. No me podrás superar con el poder que posees ahora.

— Eso es lo que tú te crees...

— ¿Que no? Mírate, te has transformado de nuevo en tu forma animal dopada con ese fármaco para acabar conmigo y no puedes, yo, en cambio, sólo estoy usando una pequeña parte de mi poder y te he hecho más daño que tú a mí. Si hubieras usado con cabeza tu habilidad, ahora mismo el derrotado podría ser yo mismo, pero, como ves, sigo aquí frente a ti. ¡Concierto! —desde la cintura de Albertzinni comenzó a salir la misma especie de «música líquida» de antes hasta cubrir todo el área donde sonaba la música—. ¿Podrás enfrentarte a una onda unida a la resonancia que tiene en un metal? —le preguntó con tono altivo.

Kyo se quedó con cara extrañada al no saber bien a qué se refería Albertzinni y, seguidamente, se fue a atestarle un golpe definitivo, pero éste desapareció y reapareció con las manos puestas en sus oídos, para su sorpresa.

— ¿Cómo es posible que aún se mueva a esa velocidad?

— Escucha lo que tiene que decirte el alma del mercurio... ¡Onda de Metal! —Pronunció y provocó una onda con sus manos manchadas de mercurio en los oídos de la forma animal de Kyo.

Kyo casi se desmaya debido a la potencia de la técnica de Albertzinni, y éste, reapareció frente a él añadiendo:

— ¿Nunca has surfeado, Zorro Carmesí? Pues espera que te voy a enseñar, ¡Music Surfing! —pronunció y el Concierto comenzó a ondularse como si fueran las olas del mar violentamente hasta que Albertzinni se colocó por encima de Kyo y se tiró hacia él de cabeza recubierto de su Escudo Pentagrama.

— No importa cuánto ataques, ¡voy a acabar contigo! —dijo Kyo y se abalanzó contra él con un Ariete, la colisión de ambas técnicas tuvo fatales resultados para ambas partes.

El Music Surfing de nuevo comenzó a moverse haciendo que Albertzinni repitiera la misma técnica.

— ¿Alguna vez has visto un proyectil a la velocidad del sonido? —preguntó Albertzinni a su rival— ¡Torpedo Musical! —pronunció y se abalanzó contra él aprovechando la fuerza de la gravedad y envuelto en su Escudo Pentagrama a la velocidad del sonido.

Kyo no se dio por vencido y arremetió con un nuevo Ariete sin decir una palabra. El choque entre ambas técnicas fue devastador para ambas partes.

El poder abrumador de Grand Line

Durante la batalla entre Albertzinni Magnus y Kyo Yamabushi, Valentina Argiria se enfrentó contra Shion Higurashi y Salixalba Galeno contra Shinobu Hiryuin. Tanto la navegante como la médico de los Piratas Alquimia dominaron sus respectivos combates. Shion había sido derrotada por el poder de Valentina ya que la diferencia fue descomunal respecto a hace un año, y Salixalba consiguió derrotar también a Shinobu. Por otra parte, Venice Seilles se enfrentó a Seicer Savarich, quien había sido liberado del Mummy Mask de Venice gracias a la intervención de una compañera suya, Reika Saori.

— Así que estás acompañado... vaya... —se quejó Venice.

— Así es, mi nombre es Reika Saori y desde hace un año juré guardar las espaldas de Seicer.

— Ten cuidado Reika, posee los poderes de la fruta Masu Masu es capaz de manipular máscaras aunque no he podido descubrir qué hace exactamente —advirtió Seicer a su amiga.

— ¿Revelando mis poderes? ¿Seicer Savarich? Ahora sí que vas a caer —dijo y Venice fue a cargar contra él, pero éste, por alguna extraña razón saltó y cayó sobre un muro, como si la gravedad le atrajera desde allí, hecho que sorprendió a Venice.

— ¡No le vas a tocar! —le avisó Reika a la chica— ¡Lunar Flare! —Pronunció y cargó contra ella desenvainando su espada rápidamente.

— ¿Eh? Maldita sea... ¡Masu Masu Transformation! —Sin embargo, la vigía de los Piratas Alquimia previó el ataque de Reika y se puso una máscara que la transformó en un escudo de acero.

— ¿Qué ha pasado? —se preguntó confusa Reika.

— Es la fruta Masu Masu, puedo convertir aquello que toque en una máscara, si ésta me la pongo en la cara, me puedo transformar en ello. Así es como funciona mi poder —explicó Venice volviéndose a quitar su máscara volviendo así a su forma humana.

Por otro lado, en el combate entre Kyo y Albertzinni, ambos contrincantes se libraron de los efectos del choque retrocediendo de un salto.

— Tu habilidad es muy poderosa... Príncipe Alquimista... —reconoció Kyo.

— Recuerda que sólo sé usarla muy bien.

— Te basas en el sonido... no te transformas en sonido, por tanto es de tipo paramecia, pero... ¡Claro, música! esa es tu habilidad.

— Al fin la has descubierto, una pena que sea muy tarde, ¡poseo el poder de la fruta Onga Onga, una fruta del diablo de tipo paramecia que transforma en música a quien la consuma, en otras palabras, soy un hombre-melodía —explicó Albertzinni—. Deja que la música acaricie tus sentidos... ¡Caricia Musical! —pronunció y empezó a hacer gestos como si arañase algo con las manos, los arañazos comenzaron a reproducirse en el cuerpo de la forma animal de Kyo.

Las heridas de Kyo del combate anterior con el comodoro Misairu se reabrieron y su cuerpo seguía sufriendo arañazos afilados como si fueran hechos por afiladas cuchillas hasta que cayó al suelo. Seguidamente, Albertzinni le atestó un Puño de Thor y le electrocutó de nuevo.

— No... ¡no pienso rendirme! —gritó Kyo furioso.

— Admiro tu tenacidad pero no eres más que un charlatán, ¿crees que no caerás en Grand Line? Ya ves que si, yo vengo de allí y te he vencido tan sólo usando parte de mi poder. Es imposible que me hicieras frente con un poder tan grande y descontrolado como el tuyo.

— Yo... mis compañeros... tengo que... volver... —decía ensangrentado Kyo casi a punto de desmayarse.

— Tus compañeros acaban de ser derrotados por mi navegante, Valentina Argiria y mi médico, Salixalba Galeno.

— No... ¡NO!

Entonces, Kyo se levantó de nuevo en su forma animal aún y fue a dar un golpe definitivo a Albertzinni.

— ¡Gran Carga Vulpina! —pronunció Kyo y se lanzó contra Albertzinni con más potencia que nunca. Sin embargo, el capitán de los Piratas Alquimia evitó el envite y contraatacó.

— ¡Pentagrama! —desde los dedos de Albertzinni salieron salió un pentagrama de luz verde que se colocó debajo de Kyo— ¡Crescendo Forte! —entonces el Pentagrama elevó el cuerpo de Kyo a una gran altura— ¡Diminuetto Fortissimo! —El Pentagrama rápidamente se colocó sobre el cuerpo de Kyo y le estrelló contra el suelo—. Y ahora un golpe definitivo ¡Transmutatione Angelo! —El pentagrama se dividió en pequeños ángeles que parecían bocetos dibujados en un papel— ¡Rabbia del Paradiso! —Los ángeles arremetieron contra Kyo fuertemente y éste volvió a su forma humana de nuevo.

Albertzinni, al ver a Kyo en el suelo se dio la vuelta para marcharse cuanto antes, pero un desesperado Kyo intentó atacarle con su katana por la espalda, pero fue detenido por el Príncipe Alquimista gracias a su Escudo Pentagrama.

— Así que atacando por la espalda... eres un completo inútil... «Zorro Carmesí», Kyo Yamabushi —terminó y le electrocutó con su Mano de Thor dejándole a su suerte en el suelo de la plaza del patíbulo.

Y éste fue el corto viaje de los Piratas del Zorro Rojo, que fueron derrotados por el abrumador poder de parte de una tripulación venida desde Grand Line, los Piratas Alquimia. Fueron derrotados en la plaza del patíbulo de Loguetown, en el East Blue. Esta derrota podría ser la chispa que haría que los Piratas del Zorro Rojo calmaran sus acciones y actuaran con cabeza... eso si deciden primero adentrarse en el peligroso Grand Line.

Albertzinni se marchó de la plaza llamando a sus compañeras Valentina y Salixalba que habían lidiado con Shion y Shinobu hacía ya un tiempo.

— ¡Chicas, nos vamos! —avisó a voces acercándose a la vía principal que conectaba el puerto con la plaza del patíbulo.

— ¿Has derrotado ya a ese tipo? —preguntó Valentina.

— La verdad, no era muy fuerte —añadió Salixalba.

— Me ha dado más problemas de los que imaginé, por cierto, ¿dónde se ha metido Venice? —se preguntaba Albertzinni —Entonces se oyó un estruendo cerca de la calle donde se encontraban ambos tres. Cosa que preocupó a Albertzinni—. Escuchadme chicas, id embarcando en el Deus Ex Machina, esto me da muy mala espina...

Ambas chicas obedecieron la orden de su capitán preocupadas y Albertzinni se fue al lugar del estruendo. Allí, tanto Reika como Seicer parecían haber dominado la situación en un combate contra Venice.

Los Piratas Alquimia y los Piratas del Solo

Cuando llegó Albertzinni al lugar donde se encontraba Venice, se la encontró tirada en el suelo sin su sombrero característico y a Reika Saori frente a ella de pie con su espada desenvainada, junto con Seicer Savarich, que se encontraba aún sobre la pared como si la gravedad le atrajera en horizontal.

— ¡Vaya, si es el famoso «Príncipe Alquimista»! —exclamó Seicer al ver aparecer a Albertzinni.

— ¡Venice! ¡¿Qué ha pasado aquí?! —se preguntaba preocupado.

— Ca... capitán... —balbuceaba Venice.

— Parece ser que no ha podido resistir los ataques de mi compañera Reika —informó burlonamente Seicer.

— Descansa, yo me encargo de este par... —le dijo en voz baja Albertzinni a una derrumbada Venice.

— ¿Piensas hacernos frente? —le preguntó Seicer a Albertzinni aún con tono burlón.

— Por supuesto... piratillas... —le contestó desafiante.

— ¡Lunar Flare! —pronunció Reika y se lanzó al ataque contra Albertzinni, pero éste se protegió con su Escudo Pentagrama.

— ¿Esto es lo mejor que sabes hacer, chica? ¡Transmutatione Diavolo! —Albertzinni transformó su Escudo Pentagrama en pequeños bocetos de diablillos— ¡Rabbia del Inferno! —Seguidamente envió a los demonios a por Reika que cayó al suelo de espaldas.

— Es... muy poderoso... —reconoció Reika a Seicer.

— Deja que la música acaricie tus sentidos... ¡Caricia Musical! —Albertzinni se puso a arañarlo todo con su música, la técnica dio en Reika, quien se retorcía de dolor debido a los cortes de Albertzinni y no comprendía lo que pasaba.

— ¡Maldito seas! —maldijo y se puso de nuevo en guardia a pesar del dolor— ¡Après le Prélude! —Pronunció y la chica dio un gran salto, seguidamente apuntó con su espada a Albertzinni y cayó sobre él, pero la técnica fue evadida por el pirata fácilmente. Cuando cayó, las corrientes de aire que se produjeron consiguieron cortar varias pequeñas rocas de los alrededores. Alguna cortó algo a Albertzinni.

— Maldita seas... —entonces Albertzinni fue hacia Reika con velocidad supersónica poniéndole la palma de la mano en su pecho— ¡Palpador! —Le lanzó una onda sónica que le hizo desmayarse—. Sabía que no tenías ninguna resistencia... novata...

De pronto Seicer se abalanzó contra él desenvainando su katana, la Violin Bow, arma que robó de su casa cuando se escapó y se hizo pirata.

— ¡Jigokunoutaryu... Hell Song! —mientras se abalanzaba, agitaba su katana y sonaba de fondo una música que se entremezclaba con la que Albertzinni reproducía gracias a su poder— ¡Duke Duetto! —pronunció Seicer y fue a darle dos estocadas directamente a su rival.

— ¿Eh, Jigokunoutaryu? —se preguntó sorprendido Albertzinni— ¡Minipentagrama... Puñotauro! —Pronunció y, un pequeño pentagrama que rodeaba su mano derecha, se transformó en la cabeza de un toro color verde que consiguió parar la técnica de Seicer. Seguidamente, con la mano izquierda, en la que tenía la Mano de Thor, tocó la hoja de la Violin Bow de Seicer haciendo que éste se electrocutara y se desmayara.

Reika, al ver medio despierta lo que había pasado, quiso atacar por la espalda a Albertzinni, pero una recuperada Venice Seilles usó su Masu Masu Transformation y se convirtió en un escudo de acero que protegió a Albertzinni del ataque. Seguidamente, y para sorpresa de Reika, Venice se volvió a quitar la máscara y le puso su Mummy Mask a la chica, dejándola en el suelo llena de vendas y atrapada.

— Parece ser que hemos acabado ya, Venice, volvamos —terminó Albertzinni con el consentimiento de Venice.

De pronto, una especie de barco volador se acercó por encima de los edificios, en su proa se podían observar a Salixalba y a Valentina. Ese navío aéreo era el Deus Ex Machina, el último invento de Alphonse Silverwolf, el ingeniero naval de los Piratas Alquimia.

Pentagrama... Music Road —Pronunció Albertzinni y formó un camino con su Pentagrama desde el suelo hasta la cubierta del Deus Ex Machina. Gracias al camino formado por el capitán, tanto Venice como él subieron abordo.

— ¿Hacia dónde, Albertzinni? —preguntó Valentina.

— Volvamos al Nuevo Mundo, a la isla Raijin, nos reuniremos con el resto de la banda allí para continuar nuestro viaje.

— ¿Capitán, por qué te empeñaste en venir aquí? —preguntó por curiosidad Salixalba.

— Porque quería ver si eran ciertos los rumores de la existencia de ese charlatán de pirata llamado Kyo Yamabushi. Si hubiera seguido con esos aires, habrían muerto en las primeras islas de Grand Line, espero que considere su viaje y no tenga mucho problema.

El Deus Ex Machina puso rumbo a la isla Raijin, pero, aún en el suelo, Seicer Savarich se levantó como pudo usando su katana de bastón y, despertando a Reika Saori, se fueron en busca de Kyo Yamabushi para unirse a su banda. Seicer y Reika formaban los Piratas del Solo, unos piratas que habían causado algún que otro lío en varias islas colindantes a Loguetown.

Nuevos compañeros

El Solo y la Arpía

En la plaza del patíbulo, la gente se arremolinaba alrededor de un desmayado Kyo Yamabushi cuando, un debilitado Seicer Savarich llegó a por él. Por otra parte, Reika Saori se acercó a la vía principal a por Shinobu Hiryuin y Shion Higurashi, que casi se empezaron a despertar.

— Están... muy malheridos... —afirmaba Reika observando a unos desmayados Shinobu y Shion— ¿Eh? —Ambos comenzaron a despertarse—. ¿Estáis bien, chicos?

— ¿Qué... ha pasado...? —se preguntaba Shion al despertar e incorporarse.

— Maldita sea... —se quejaba Shinobu— me duele todo, es como si me hubieran dormido parte del cuerpo...

— Tuvisteis un duro combate contra los Piratas Alquimia —informó Reika.

— ¡Es verdad! —recordó Shion— ¡Maldita Valentina Argiria, me lo va a pagar muy caro! ¡Y lo de hace un año también!

— La verdad es que ambas fueron muy poderosas, a pesar de estar bajo los efectos de las Píldoras de Distorsión consiguieron hacerme frente y su capitán a Kyo también fue capaz de hacerle frente —reconoció Shinobu.

— A mi capitán y a mí se nos enfrentó esa chica de las máscaras, Venice Seilles, fue capaz de hacernos frente a ambos pero la derrotamos, sin embargo, su capitán también nos hizo frente y nos derrotó en un instante —explicó Reika—. Son una banda muy poderosa, es lógico que su capitán tenga una recompensa de Belly296.000.000.

Reika tomó unas vendas y algo de primeros auxilios y trató a Shinobu y Shion mientras tenían una conversación sobre sus vencedores. Mientras, en la plaza del patíbulo, Seicer se ocupaba de Kyo y se lo llevaba usando su extraño poder a un sitio donde tuvieran más intimidad.

— Me temo que no se va a despertar aún... tiene pinta de haber sido una dura y cruenta batalla, además, antes también luchó contra el comodoro Misairu y acabó derrotándole junto a la capitana Kentatsu.

Tanto Reika como Seicer se llevaron a los tres piratas al Titanumi, la nave con la que habían desembarcado en Loguetown. Allí, Seicer y Reika hablaron con Shion y Shinobu mientras Kyo descansaba y se curaba de sus heridas durante sus batallas en Loguetown.

— ¿Así que todo el altercado con la Marine y los Piratas Alquimia fueron cosa del «Príncipe Alquimista»? —preguntó con sospecha y sorpresa Seicer a Shion y Shinobu.

— Si, según él mismo reveló y pudimos comprobar debido a que esa subordinada suya, Venice Seilles, se transformó en la anciana que tropezó con el comodoro Misairu —confesó Shinobu.

— Casi os derrota sin tener que entrar él mismo en combate —afirmaba Seicer con sorpresa—, sin duda ese tipo es un genio, además de ser muy poderoso, su habilidad es peligrosa.

— Sus subordinadas, Valentina y Salixalba son también muy fuertes —informaba Shion—, sobretodo Valentina, a ella me tuve que enfrentar hace un año en el West Blue, en Flaskma y consiguió derrotarme por poco, pero parece que su viaje a Grand Line le ha venido muy bien para mejorar su poder.

— Salixalba me suena mucho... —comenzó Reika— ella creo que perteneció a la unidad científica de la Marine y por cierto incidente la encerraron en Impel Down, pero cuando hubo la fuga masiva de presos hace dos años, ella escapó.

— Yo ahora entiendo por qué me conocía esa Venice —interrumpió Seicer—. Ella es una de las hijas de la familia Seilles, una familia que colabora mucho con el Gobierno Mundial, mi familia y la suya a veces hacen tratos.

— Lo que está claro —aclaraba Shinobu— es que esa banda son una banda a tener en cuenta, si nos los volvemos a encontrar en Grand Line, vamos a derrotarles sin pudor.

De pronto se oyó algo en el camarote de Kyo y todos fueron allá corriendo. Al abrir la puerta, vieron a un Kyo tosiendo y despertándose.

— ¡Capitán! —se alegraron Shion y Shinobu al ver a su capitán despierto.

— ¿Qué ha pasado? —se preguntaba Kyo—, y ¿quiénes son esos dos?

— Son quienes nos han ayudado —confirmó Shion—, además quieren hablar algo contigo.

— ¿Si? Pues muchas gracias, chicos, y ¿qué queríais decirme?

— Mi nombre es Seicer Savarich, más conocido como «el Solo» y capitán de los Piratas del Solo, quiero unirme a tu tripulación, «Zorro Carmesí» Kyo Yamabushi.

— Mi nombre es Reika Saori, soy conocida como «la Arpía», compañera del capitán Seicer Savarich, también quiero unirme a tu tripulación.

Ambas presentaciones dejaron a los Piratas del Zorro Rojo muy sorprendidos ya que eran dos personas que, a priori, se veían muy confiables y bastante fuertes.

— Está bien, ¡estáis dentro! —dijo alegremente Kyo, para alegría también de Shion y Shinobu— ¡Ya sois parte de los Piratas del Zorro Rojo, Seicer Savarich y Reika Saori!

Tras la unión de los Piratas del Solo a los Piratas del Zorro Rojo, Shinobu tomó el timón del Titanumi y puso rumbo a la isla donde habían ocultado el Gigante Rojo. Al poco tiempo todos embarcaron en el barco principal de los Piratas del Zorro Rojo, desplegaron las velas y pusieron rumbo a Grand Line.

Trivia

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