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Arco de los Oficiales
Oficiales
Información
Número de capítulos 48 (533 a 580)
Fecha de creación 18/11/18
Fecha de finalización 18/01/19
Anterior Arco de la Tritón
Posterior Arco de Pluma Roja
Creador Darkarchangel

El Arco de los Oficiales es el vigésimo cuarto arco de la historia de los Piratas del Ave Azul y el primero de la Saga de las Promesas.

Antecedentes[]

Los Piratas del Ave Azul se ven interrumpidos en su camino a Eiyuu por dos viejos enemigos y luego todos se ven desviados por una maniática mujer que se hace llamar Bruja de los Vientos. Por fortuna, la propia madre de Jean aparece para darles una mano y logran vencer, esperando finalmente cumplir su misión, pero una vez más, atrayendo aun más problemas sobre ellos.

Capitulo 533: Buenas Razones[]

Cuartel General de la Marine…Nuevo Mundo…

El Vicealmirante Mez Scal va saliendo de las oficinas del Cuartel General y se dirige al muelle donde se encuentra su navío personal. Le acompaña el ahora sargento mayor Mc'Kormack, el cual se ve algo preocupado y lleva cargando lo que parecen ser un montón de expedientes.

Mez Scal: ¿Ha llamado a la Contralmirante Brunnhilde?

Mc’Kormack: Si, señor. Esta informada de la situación y ya se dirige hacia el objetivo.

Mez Scal: Excelente.

Mc'Kormack: Pero, señor, ¿Está seguro de esto?

Scal: ¿Duda de mis decisiones, sargento mayor?

Mc'Kormack: Por supuesto que no, señor. Pero leí los expedientes de todos esos “oficiales” y  son… son… bueno… problemáticos.

Mez Scal: Pues si leyó sus reportes, también debe estar enterado de sus habilidades.

Mc'Kormack: Pues si, pero…

Mez Scal: Créame, Sargento mayor, que tengo buenas razones para escoger a estos hombres y mujeres. Los siete estarán ahí para cuando hayamos llegado y confío en que ellos podrán acabar con este dilema.

Mc’Kormack: Si, señor. Lamento mi desconfianza, señor.

Mez Scal: Está perdonado, sargento mayor…

Los dos abordan el navío del Vicealmirante, y este toma su lugar de mando, mientras sus subordinados toman sus posiciones y realizan los últimos preparativos para zarpar, y una vez realizados, el Vicealmirante pronuncia…

Mez Scal: ¡Hacia Eiyuu!

Marines: ¡Si, señor! 

Mez Scal: Acabaremos con esto de una vez por todas, Pluma Azul Dorada.

Mientras tanto…

Jean: ¡Sosténganse!

Mia: ¡Odio el Nuevo Mundo! ¡Odio el Nuevo Mundo!

Isabel: ¡¿Al fin día se pondrá mejor!?

Erica: ¡Créeme! ¡Conozco este mar desde los 16!? ¡Y sigue siendo más y más despiadado!

Los Piratas del Ave Azul, junto a Erica, siguen su camino al Archipiélago de Eiyuu. Aunque una. Es más, el clima les está jugando una terrible pasada. Esta vez, lamzandoles una docena de tornados.

Angélique: ¡Sostengan la vela del bauprés!

James: ¡¿Qué crees que estamos haciendo!?

Taylor: ¡Las velas no van aguantar mucho más?¡

Samir: ¿Cuánto falta para llegar a Eiyuu?

Angélique: ¡Ya deberíamos estar…!

Pero justo en ese momento el viento comienza a disiparse de manera vertiginosa, y los piratas observan asombrados como el cielo se aclara y se vuelve de azul brillante, otra vez.

Angélique: …cerca.

Todos: WOW.

Erica: Acostúmbrense. Este mar es la cosa más loca del mundo. Pasa todo el tiempo.

Los piratas deciden relajarse un momentito antes de seguir adelante. Mia incluso toma su botella y da un trago enorme, luego la ofrece a sus compañeros.

Mía: ¿Y…como es Eiyuu?

Angélique: Pues... es un archipiélago. Pero no sé mucho más.

Jean: ¿No le preguntaste a Shane como era?

Angélique: Pues…iba a, pero salió su hermana gritándole por teléfono y me dio cosa.

Jean: Ah, ya veo 

Mia: Debiste preguntarle por lo menos que tipo de clima tiene. Espero que sea una isla de verano.

La pelinaranja se apoya en la baranda con los brazos sobre la cabeza y se recuesta.

Angélique: ¿Por qué de verano?

Mía: Porque ya estoy harta de las putas tormentas y mal clima. Quiero algo de sol, justo como el de ahora.

Katrina: Yo preferiría una isla de invierno.

Angélique: Pero tu odias el frio.

Katrina: Si, pero me gusta el chocolatito caliente y las fogatas, y no hay eso en una isla de verano.

Jean: Ja, que buen punto.

Los piratas siguen hablando de sus expectativas sobre lo que habrá en Eiyuu hasta que se oye un grito, proveniente de Big Bird desde el nido de cuervo.

Big Bird: ¡Tierra a la vista! ¡Tierra a la vista!

Capítulo 534: Eiyuu[]

Al oír este anuncio, Jean de inmediato sube hasta donde está su emplumado amigo y toma de entre sus ropas su catalejo,  y observa con atención, pudiendo ver varias islas.

Jean: (...cuatro, cinco, seis…)  ¡Cuento siete islas!

Su pelirroja navegante revisa sus notas dadas por Shane y Fleur, y al leer siete, puede confirmarlo finalmente.

Angélique: ¡Definitivamente! ¡Ese es el Archipiélago Eiyuu!

El júbilo no tarda en hacerse escuchar abordo con la noticia y se va incrementando de manera proporcional a como se van acercando a las islas. Lo primero que notan de estas es su exuberante flora,  playas de bella arena negra y el gran calor que ha empezado a hacer.

Mía: ¡Si! ¡ Islas de Verano!

Katrina: Awww. Yo quería de invierno 

La segunda cosa que notan es que, desperdigados entre islas y semiocultas por la vegetación, se pueden apreciar las ruinas de muchas y enormes estructuras de piedra. Desde murallas y torres de vigilancia, hasta lo que parecen ser baluartes, fortalezas e incluso un castillo.

Jean: Woooow.

Bert: Deben ser los restos de un reino de antaño.

Isabel: Seh. Un reino de antaño muy bélico. Mira allá.

La espadachín señala a una de las torres que se alzan entre los árboles. Aún se pueden ver en ella las balas apiladas de un cañón y también que está llena de tiros de flecha y arma de fuego.

Bert: Cierto. Seguramente eso fue lo que acabo con ellos. Una guerra con otro país.

Isabel: O una guerra entre ellos, nunca se sabe.

James: Como sea. Todos coincidimos que fue la guerra.

Lo último que los piratas notan es un gigantesco puerto, más grande que cualquiera que hayan visto hasta ahora, en la que parece ser la isla central y también la más grande de todas. Se pueden ver a centenares o miles de gentes transitando el lugar, que está lleno de muelles, astilleros, mercaderes y casas habitación. Por no contar lujos hoteles vacacionales, boutiques de ropa e incluso un parque de diversiones.

Jean: Vaya. Es como si hubieran mezclado Puerto Cáncer y Puerto Capricorn.

Big Bird: ¡Cáncer y Capricorn! ¡Cáncer y Capricorn!

Pero la madre del chico pájaro niega con la cabeza.

Erica: Ah ah, más grande todavía.

Angélique: Bueno, deberíamos desembarcar y avisar a la alianza que ya estamos aquí 

Jean: Me parece perfecto.

Todos: ¡Si!

Angélique maniobra el barco con cuidado y atranca en un muelle vacío, pero mientras se preparan a bajar, Erica toma sus cosas y se dirige a su hijo.

Erica: Bueno. Es aquí donde nos separamos, Jeany.

Jean: Si, supongo que sí.

El resto de la tripulación se sorprende pues esperaban que la progenitora de su capitán se quedará con ellos más tiempo.

Bert: ¿Se va?

Erica: Si. Tengo un camino que recorrer y ustedes tienen el suyo.

El jabalí del mar recuerda a su propia hija y sonríe.

Bert: Si. Supongo que los caminos de los padres deben separarse de los de sus hijos.

Erica: Pero fue bueno viajar con ustedes aunque fuera un poco. Ha sido un placer conocerlos y gracias por su hospitalidad.

Todos: De nada 

James: Gracias a usted. Digo, a ti, Eri, por tu ayuda.

Mientras se despide de todos, Jean se acerca a su mamá Eri y le pone un trozo de papel en la mano, el cual tiene la palabra “papa” escrita.

Erica: Esto es…

Jean: La Vivre Card de papá, si.

Erica: Jeany, yo… yo no…

Jean: Ya se. Pero les haría bien, a ambos. Prométeme que al menos trataras de hablar con el.

La mujer se guarda el papelito en el bolsillo y sostiene la mejilla de su hijo con la mano, con un gesto lleno de amor.

Erica: Lo prometo. Te quiero, Jeany.

Jean: Y yo a ti, mamá Eri.

Madre e hijo se abrazan con fuerza una última vez, y cuando se sueltan Erica termina de despedirse.

Erica: Adiós, Big Bird. 

Big Bird: Bye, Bye, ahh.

Erica: Adiós, Isabel. Espero que tengas más suerte que yo.

Isabel: Adiós, Eri. Suerte tu también.

Erica: Hasta luego, chicos. Ah, Y Angélique…

La pelirroja voltea al oír que pronuncian su nombre.

Erica: Te lo confío. Cuídalo por favor 

Todos: ¿Eh?

Angélique: Lo prometo, hasta luego.

La mujer de la diadema roja salta del barco hacia el muelle y camina hacia la calle. Su hijo y los camaradas de este la siguen con la vista entre el mar de personas. Finalmente, una carreta pasa, obstruyendo la vista por un segundo, y cuando se quita, ella ya ha desaparecido.

Jean: (Adiós, mamá).

El muchacho se queda pasmado por cosa de dos segundos, con su mirada ligeramente entristecida. Pero pasado eso, vuelve a su yo habitual.

Jean: ¡Muy bien, chicos! ¡A lo que veníamos!

Todos: ¡Seeeeh!.

Capítulo 535: Situación actual[]

Mientras tanto… en alguna otra parte del Nuevo Mundo…

Brunnhilde: ¡Vamos! ¡Muevan esas posaderas, señores, y sostengan esas malditas cuerdas!

Marines: ¡Si, señora!

Brunnhilde: ¡No podemos dejar que una tormentita acabe con nosotros antes de llegar a Eiyuu!

Tras los sucesos recientes, la Contralmirante Brunnhilde ha sido convocada también por su maestro para asistir con la operación que “dará fin” a los Piratas del Ave Azul, aunque actualmente, el clima indomable del Nuevo Mubdo se la está jugando y de muy mala manera. También en su navío, está el Cabo Higgins, el cual está sentado sin hacer nada, muy para molestia de la Contralmirante.

Brunnhilde: ¡Dije que se moviera, Cabo!

Higgins: No me puede decir nada, “contralmirante”. Ya no es mi oficial al mando. ¿Recuerda? Me transfirieron al mando del Capitán Mayhem. Héroe de la Masacre de Korum Kara. 

Brunnhilde: (Tch… ¿Por qué carajo tengo que transferirlo yo) ¡Hasta que no esté con el “capitan Mayhem”, sigue estando bajo mi mando! ¡Ahora haga lo que le digo o…!

Higgins: ¡¿O que!? ¿Me acusara de insubordinación de nuevo?  Ya desestimaron un caso. Nadie le va a creer. Me voy a la cubierta de popa.

El hombre se va ante la mirada furica e incrédula de la rubia de las trenzas.

Brunnhilde: ¡Cabo! ¡Vuelva aquí, Cabo! Tch…genial. ¡Muevan el maldito timón!

Al mismo tiempo… entre Venterra y Eiyuu…

Mayhem va caminando por un pasillo de su navío, con rostro de no haber dormido mucho recientemente. Se ha quedado despierto gran parte de la noche, escribiendo cartas de condolencias a los familiares de los marines caídos durante su última misión, la cual no puede evitar recordar, así como los eventos ocurridos en ella.

Jean: ¡Qué demonios estás esperando! ¡Corre!

Angélique: Ella se arrepiente por abandonarte y te adora a morir. Tanto que no se atrevería a lastimarte. Tanto que se habría dejado matar por ti, porque ella jamás te haría daño.

...

Isabel: Lo lamento… aghh….lo lamento… Mayhem….

El capitán sacude la  cabeza, tratando de quitar esos recuerdos de su mente y se dispone para distraerse, lee algo de la información que la han enviado para continuar su misión, un tanto incrédulos, hasta que llega a su objetivo actual, la enfermería, en donde se dispone a ver a Maverick.

Mayhem: ¿Maverick?

Pero contrario al hombre convaleciente que espera ver, se encuentra con su compañero levantado de la cama y poniéndose la camisa sobre el montón de vendas su torso y todo su brazo derecho. Se puede apreciar que el solo acto de ponerse la ropa le es doloroso, pero sigue con ello 

Mayhem: ¿Qué haces? Deberías descansar 

Maverick: ¡Descansar, mangos! Hay que seguir la misión, la cual nunca debiste abortar en primer lugar.

La voz del Comodoro se oye muy molesta, pero Mayhem no tarda en replicarle.

Mayhem: De haber seguido con la misión en nuestro estado actual, los dos estaríamos muertos y todos los hombres también. ¿Sabes cuántas cartas de condolencias tuve que escribir hoy? Veintisiete. No iba a arriesgar a más gente.

Maverick: *en voz muy baja* Perdidas aceptables” 

Mayhem: ¿Qué dijiste?

Maverick: Nada… ahora, ¿deme el reporte de la situación actual, capitán Mayhem?

El pelinegro, dándose cuenta de que le están tratando como subordinados a y no compañero, decide que no tiene sentido discutir y simplemente le da la información que quiere.

Mayhem: Si, señor. Nos dirigimos hacia Eiyuu, donde Mors nos dijo que podría ser el curso de los Piratas del Ave Azul. El Vicealmirante nos ha dado órdenes de seguir con la misión. El mismo se nos unirá después y mientras tanto, nos ha enviado a la Contralmirante Brunnhilde y otros siete barcos y siete oficiales para  servirnos de apoyo, que ya deberían estar llegando los primeros a Eiyuu. Estos son los expedientes de los siete oficiales.

El pelinaranja coge los papeles que le dé Mayhem y los lee con celeridad,  sorprendiéndose en gran medida mientras lo hace.

Maverick: ¿¡Estos son los oficiales que nos darán apoyo!?

Mayhem: Si, “señor”.

Maverick: ¿En que pensaba Scal-sensei? Todos ellos tienen antecedentes por…

Mayhem: Ya se,  ya se. Crímenes del orden naval.

De regreso al Archipiélago Eiyuu…

Los piratas del Ave Azul caminan por el malecón de aquel puerto en Eiyuu, disfrutando del clima y el paisaje, mientras comentan su última llamada a Todos Somos Esclavos.

Katrina: Entonces,  ¿Solo nos quedamos aquí?

Jean: Sip. Solo hay que esperar a que el resto de la alianza llegue en 36 horas, luego nos indicaran exactamente el asunto del cuartel general. 

James: ¿Exactamente 36 horas? Que dramático

Jean: Bueno, fue Sylvia quien lo dijo, así es ella.

Katrina: A mi Sylvia me cae bien.

Taylor: A mi me da cosa. Me gruñe cuando me ve.

Jean: Como sea,  hasta entonces quieren que nos quedemos aquí. En Puerto de Arcos y Pistolas. 

Mía: Epa con el nombrecito.

Angélique: El nombre de la isla es peor.  Isla “Seigi”

Mía: ¿Cómo en “Justicia”? Qué horror.

Cómo tienen tiempo libre, los piratas se dividen en varias actividades. Jean, Big Bird, Bert y James deciden ir a comer. Angélique, Katrina, Mía y Evangeline deciden ir a las Boutiques de ropa, Taylor y Samir se quedan observando una puesta en escena callejera e Isabel simplemente regresar al barco.

Mía: ¿Segura que no quieres ir a ver ropa?

Isabel: Nah. No es como que vaya a comprar nada. Los veo después.

Mía: vale.

No obstante, el anuncio de una guía de turistas le llama la atención, por lo que acaba uniéndose a un tour por el puerto, sin darse cuenta de que hay una mujer de aspecto peculiar y con una gorra de la marine que se queda mirando al grupo donde está la pelimorada.

Mujer: Hmm...

Capítulo 536: Una ex-marine de cabello morado[]

Guía: Y ahora a su derecha, podrán apreciar las ruinas del portal del Casco Antiguo de la ciudad.

El grupo de turistas en el cual se incluye Isabel observan lo que la guía les señala. Un arco antiguo de piedra con un ángel tallado y a medio derruir. Algunos asombrados, algunos aburridos, otros usan diales y Den Den Mushis para tomarle fotos, e Isabel, solo con cierta curiosidad.

Isabel: Hmm...

Guía: El portal estuvo aquí desde la construcción del Reino Antiguo de Keishitsu y se sabe que logró soportar varias batallas durante la llamada Guerra Monstruosa. No obstante, como el resto del Keishitsu, el arco cayó durante la “Batalla del Miedo original”.

El grupo lleva ya una buena hora andando e Isabel, dentro de lo que cabe, está disfrutando del pequeño paseo, y ha aprendido algo sobre la historia del puerto y el archipiélago, así como sus lugares más importantes. Finalmente, la guía les indica que han llegado a su última parada. Una gigantesca estatua de mármol, aún entera pero vuelta amarillenta por los años.

Guía: Y por último, frente a nosotros tenemos la Estatua de Raymond el Justo. Raymond fue príncipe heredero al trono de Keishitsu y hermano mayor de Shanus el Perseverante, aunque por razones desconocidas, nunca llego a ocupar el trono. 

La pelimorada observa la estatua con interés. Esta representa a un hombre adulto de porte gallardo y que porta arco y flecha. Lo curioso es que, a pesar de ser una estatua,  tiene unos ojos muy expresivos, llenos de ira.

Guía: Fue el fundador de la ciudad original y junto a su hermano, uno de los héroes de la Guerra Monstruosa, en la que se dice, el repartió justicia con sus flechas en los campos de batalla . Es por el que, tras la reconstrucción de la ciudad posterior a la Batalla del Miedo original, esta isla fue renombrada como Seigi, “ Justicia”.

Tras la última parada, casi todo el grupo se disuelve, solo Isabel y otra persona se quedan un rato más viendo hacia la estatua, en silencio, hasta que la otra persona comienza a hablar y de hecho, lo hace muy fuerte, revelando una voz de mujer muy estridente.

Mujer: WOW. Que… ultracool. ¿No lo crees, chica?

Isabel: (¿Me habla a mi?) Ah sí, si. Estuvo “cool”.

Las dos mujeres ni siquiera se voltean a ver, siguen cada una con la mirada fija en la estatua.

Mujer: No creí que me fuera a gustar tanto. ¿Qué fue lo que te gustó más?

Isabel: …El arco.

Mujer: A mi está estatua. Me encantó la historia. Repartir justicia en el campo de batalla. Que poético, ¿no?

Isabel: Supongo… Aunque yo no creo en ese tipo de justicia * en voz baja* ya no.

Mujer: Ah sí. ¿Y en qué clase de Justicia crees?

Isabel: La que se alcanza mediante pequeños actos de bondad… algo así. No estoy segura de cómo explicarlo.

Mujer: Ok… es oficial, eres rara. Pero como sea. Yo si creo en la Justicia del Campo de Batalla, por eso me uní a la Marine.

Isabel: ¿¡Marine!?

Solo al oír esa palabra es que la pelimorada voltea a ver a la mujer que le hace plática. Una mujer atlética que pasaría por cualquier persona normal, pintoresca, pero normal, de no ser porque lleva una gorra de la Marine, tiene tatuado el símbolo de la organización en el bíceps izquierdo y lleva a sus espaldas un bisento más grande que ella misma. La marine se da cuenta que la pelimorada la mira fijamente y la cuestiona por ello.

  • Alférez de la Marine:  Bruise “ La contorsionista”. Anteriormente Teniente menor. Reconocida y acusada por varios cargos de uso excesivo de fuerza.

Bruise: ¿Te pasa algo?

Isabel: ¡…! No…nada. 

Bruise: Ahora que lo pienso. Creo que te pareces a alguien que estoy buscando. Una ex- marine, de cabello morado. Se supone que iba a encontrarla aquí en esta isla. Por la misión de los Piratas esos del pajarraco azul. ¿Cómo te llamabas?

La pelimorada ante esa afirmación, agarra instintivamente la guarda de su sable, pero no tarda en soltarla cuando la marine vuelve a hablar.

Bruise: Ah ya se. Tu eres Calette, ¿No? Tu expediente debe estar mal porque decía que perdiste un brazo.

Isabel: ¡…! Mi nombre no es Calette…

Bruise: Ah, lo siento. Te confundí con alguien más.

Isabel: Ah….no pasa nada. Bueno…Ahmmm. Me esperan en otro lugar. Así que…hasta luego.

Bruise: Hasta luego.

La marine agita la mano y sonríe de manera excesiva para despedirse, mientras que Isabel se da media vuelta y se va tan rápido como puede. Ha tenido suerte, pues se ha enterado de dos cosas, que la Marine está en la isla y que los están buscando.

Isabel: Tengo que avisar a los demás rápido. 

La espadachín  se asegura de que la marine ya no esté en su radio de visión y toma su Den Den Mushi, pero justo cuando se dispone a marcarle a sus compañeros, el aparatito viviente sale volando de sus manos, víctima de una roca.

Isabel: ¿Pero que…?

¿???: Ya sabía yo que esa inepta del Bisento no iba a servir de nada. Aunque bueno, seguirla me llevo hasta ti, Capitana Anfitrite. ¿O debo llamarla pirata ahora?

La mujer voltea hacia arriba, viendo a un hombre de atuendo pintoresco apuntándole con lo que parece ser un tirachinas, destacando de su apariencia, la capa de oficial que lleva.

  • Capitán de la Marine: Gómez “La resortera”. Anteriormente Comodoro. Reconocido y acusado de múltiples abusos de autoridad para con sus subordinados.

Gómez: Tu vida acabará aquí y ahora, desertora.

Isabel: Tch…

Capítulo 537: Resortera[]

Mientras tanto ..En alguna boutique del Puerto de Arcos y Pistolas…

Las féminas de la tripulación del Ave Azul se encuentran probándose vestidos.  Se ve por la cantidad de bolsas y  paquetes que llevan que ya han comprado un montón de cosas y todavía planean comprar mas.

Katrina: Yo siento yo que ese te quedaría perfecto, Evangeline.

Evangeline: ¿En serio lo cree, señorita Katrina?

La rubia de alas de ángel lleva puesto un vestido azul eléctrico bastante emperifollado aunque su joven camarada insiste en que le queda divino.

Katrina: En serio. Me encanta.

Evangeline: Bueno, si tu lo dices, lo compraré.

La única que no parece estar disfrutando del todo su viajecillo de compras es Mía, la cual solo está sentada en un banquito para probar zapatos, sin ver nada y un tanto pensativa. Sus camaradas se dan cuenta y tratan de indagar el porqué 

Angélique: ¿Todo bien, Mía?

Mía: ¿Qué? Ah, si. Todo bien.

Katrina: Normalmente esto te entusiasma mucho. ¿Qué ocurre?

Mía: Nada… es solo que… estoy preocupada por Isabel. No ha estado muy bien desde que nos volvimos a encontrar con la Marine. Ni siquiera quiso venir y eso que ella siempre viene a ver ropa aunque no compra nada.

Evangeline: Si. Aunque no la culpo. Debe ser duro para ella.

Todas las piratas se quedan en silencio por un momento, meditando está situación, hasta que Katrina tiene una idea.

Katrina: Deberíamos comprarle algo lindo para animarla.

Angélique: Hmph… no se oye mal.

Evangeline: Seguro que la señorita Isabel apreciaría mucho el gesto.

Mía: ¡Es una gran idea!  ¡Veamos que encontramos que le guste!

Todas: ¡Sehhh!

Pero, mientras tanto …

Persona 1: ¡Están peleando!

Persona 2: ¡Miren!

Con su espada desenfundada, Isabel enfrenta a Gómez, el cual sigue lanzándole rocas a velocidades que partirían concreto, usando, no una resortera, sino su propia mano convertida en una.

Gómez: ¡Lapide!

Isabel: ¡Jazmin Fan!

La espadachín pelimorada no obstante logra reflectar las rocas que le lanzan, teniendo cuidado además de no golpear a ninguno de los viandantes que este de mirón por ahí 

Isabel: Veo que puedes transformarte. Una paramecia, ¿no?

Gómez: Tchh…

Isabel: Pues sinceramente debo decir que no es gran cosa. Si solo puedes atacar con rocas, debo decir que la Marine sigue y sigue perdiendo en estándares.

La espadachín pretende provocarlo para hacer más sencillo encontrar una apertura, pero el capitán enemigo no cae.

Gómez: Si crees que el poder de la Fruta Haru Haru es algo tan simple me estás subestimando. 

Acto seguido, el hombre del sombrero agita un poco su brazo derecho, dejando salir algo de su abultada manga que usa para cargar su mano resortera.

Gómez: ¡Pierre Infernale!

El hombre dispara otro proyectil. Pero este es diferente de los anteriores pues alcanza a refulgurar de color rojo brillante cuando es tocado por la luz del sol.

Isabel: ¡Vertical Sage!

Isabel, de manera casi instintiva, decide cortarlo en lugar de repelerlo, manteniendo su espada vertical frente a su cara mientras el borde rebana el tiro. La decisión resulta ser sabía, pues los pedazos cortados explotan en pequeñas y luminosas llamaradas que impactan justo al lado de sus pies, pero no a ella.

Isabel: Tch… munición especial.

Gómez: ¡Lapidé par le diable!

El hombre repite su ataque, esta vez, con muchas de esas municiones ígneas que caen como pequeñas lluvias de meteoros. Ante esto,  Isabel decide esquivar, dando giros por el suelo de un lado a otro. 

Gómez: Hehehe. Ya la tengo donde quería. No puede cortarlas todas.

Isabel: Tch… ¡ Butterfly Orchid Whirlwind!

No obstante, la espadachín demuestra a su rival que este no tiene la ventaja, logrando mandar volando una buena parte de sus municiones hacia el cielo, causando unos momentáneos fuegos artificiales. 

Gómez: Tch… ¡Lapidé par le diable!

El hombre repite su estrategia, pero Isabel vuelve a demostrar su maestría con la espada lanzando pequeños cortes que destrozan todos y cada uno de los disparos antes de que le lleguen.

Isabel: ¡Mount Ceiling Flower Snicks!

Viendo su estrategia fracasada, Gómez retrocede un paso, mientras que Isabel da uno hacia adelante.

Isabel: Déjame adivinar. Creías o que no podía cortarlos todos o que no podía atacar a larga distancia con una espada. 

Gómez: ¡…! 

Isabel: Pues déjame decirte algo. Puedo hacer ambas. ¡Butterfly Orchid Tornado!

Usando una versión más avanzada de su ataque de presión de viento, la espadachín manda a volar a Gómez de la cornisa donde estaba parado, haciendo que caiga y destroce un puesto de verduras.

Verdulero: ¡No! ¡Mis coles!

Gómez: Ughhh…

El ataque deja lo suficientemente aturdido al marine como para que la pelimorada pueda terminar con el combate, cosa que se dispone el a hacer para poder tomar su Den Den Mushi y avisar a sus camaradas.

Isabel: ¡Jacaranda Blow!

Un tajo volador sale de la espada de la mujer, directo hacia el marine, pero de forma totalmente inesperada, la onda cortante es detenida por otra hoja, una hoja de Bisento, el Bisento de Bruise.

Bruise: ¡¿Qué crees que estás haciendo!?

Isabel: Tch…diablos.

Capítulo 538: "Justicia"[]

Isabel mantiene a su Fleur de Lys en alto, manteniendo vigilancia en los movimientos de la re-aparecida alférez del Bisento, la cual sostiene su arma de manera extraña, con las muñecas y los dedos torcidos.

Bruise: ¿¡Y bien!? ¿¡Que estabas haciendo, mujer que se parece a la capitana Calette!?

Gómez: Si que es idiota, alférez.

Bruise: ¿Huh?

Detrás de ella, el capitán de las resorteras se levanta y se quita el polvo. Se pueden apreciar algunos golpes en su rostro, pero ninguno de consideración.

Gómez: ¡Ella es una de los criminales que nos han encomendado detener! ¡Isabel Anfitrite! ¡La cuchilla del Mar! ¡Ex marine! ¡Piden 79 millones por su cabeza!

Bruise se muestra confundida al principio, pero como un clic en su cerebro, procesa toda la información  y se lanza de manera vertiginosa  contra ella, con cara de furia y  su Bisento de frente.

Bruise: ¡Spinning Snake!

La mujer de la gorra da un tajo circular, con tal velocidad y fuerza que Isabel apenas alcanza a bloquear el ataque. Si bien logra evitar ser partida en dos gracias a su propia fuerza con la espada, el golpe si logra hacer que su cuerpo se vaya para atrás, enterrando un poco sus pies.

Isabel: ¡Aghh!

Bruise: ¡Perra Maldita! ¡¿Por qué no me dijiste que eras pirata!?

Isabel: ¿Por qué habría de decirte eso?

Bruise: ¡Porque yo si te dije que yo era marine!

Isabel: (¿Qué rayos le pasa a esta loca?) Ese es tu problema, no mío.

Bruise: ¡Con razón no crees en la Justicia del Campo de Batalla! ¡Pero yo te la enseñaré de cerca! ¡Hebi Grow! ¡Bastard Shot!

Usando el lado no afilado de su arma, la marine da un golpe tan fuerte a Isabel, que aunque esta realiza su Handflower Barricade, sus brazos retroceden y su propia espada la golpea en la tripa, sacándole el aire momentáneamente.

Isabel: ¡Ughhh!

Luego, aprovechando la apertura, la pelifucsia carga contra ella usando esta vez, el lada afilado de su arma.

Bruise: ¡Hunter Coral!

Pero Isabel, a medio recuperar el aliento, reacciona a tiempo, y lanza un tajo a los pies de su enemiga. 

Isabel: ¡Poinsettia Slash!

El ataque, aunque no es lo suficientemente duro para penetrar los extraños zapatos de la marine, si la hace perder el equilibrio y cae de pura cara, cosa que Isabel pretende aprovechar para sacarla del camino.

Bruise: (con la cara todavía en el suelo)...Ughhh…

Isabel: ¡Dahlia Thrust!

Gómez: ¡ Lapidé!

El marine del sombrero no obstante, detiene el siguiente movimiento de la marine dandole una buena pedrada en una mano, haciéndole sentir bastante dolor

Isabel: ¡Aghh! Demonios ..me había olvidado de él.

Gómez: Acéptalo, criminal. Estás perdida.

Isabel: ¡Eso jamás! 

El Marine carga su mano resortera, esta vez con el contenido de la manga de su otro brazo, y dispara una andanada contra la marine.

Gómez: ¡Defoncé par le ciel!

Isabel: ¡Butterfly Orchid Whirlwind! 

La mujer intenta quitarse los tiros de encima con aire, tal como hizo antes, pero en estos tiros, no hay ningún efecto, pues estos resultan ser mucho más pesados. 

Gómez: No funcionará. Son de super alta densidad.

Isabel: ¡…!

La pirata se cubre entonces con su espada y brazos, para tratar de evitar todo el daño posible. Su cabeza y torso se salvan por esfuerzo pero sus brazos y mano, como es de esperarse están llenas de moretones e incluso algunas pequeñas heridas sangrantes.

Isabel: ¡Aghh! ¡Maldición!

Para colmo de sus males, Bruise se ha levantado otra vez, con el rostro lleno de tallones pero más que nada, de rabia.

Bruise: Desgraciada. ¡Pagarás por eso!

Gómez: No hace falta que te enerves, mujer! ¡Ya es prácticamente nuestra! ¡Pagará por ser enemiga de la justicia!

Los dos preparan ataques nuevos, dispuestos a determinar su superioridad ante la que alguna vez fue una marine. Pero esta tiene un as bajo la manga.

Isabel: (Ugh. Me prometí que no iba a usar esto todavía y se supone que ya no iba a atacar de esta manera. Pero es lo que hay). 

La mujer toma su espada, y la extiende con su herido brazo hacia sus enemigos, je ya están apunto de lanzar sus propios ataques.

Gómez: ¡Defoncé par le ciel!

Bruise: ¡ Bastard  Air Javelin!

Isabel: ¡Palm Leaf Wall!

Moviendo su brazo a una velocidad casi imposible de seguir por el ojo humano, Isabel genera tantos cortes en un mismo lugar que crea un muro infranqueable. Tanto los tiros ultra densos de Gómez como el disparo de aire de Bruise son detenidos en seco.

Bruise: ¡¿Huh!?

Gómez: ¿¡Pero que…!?

Isabel: ¿Saben? yo antes era como ustedes. “Te venceré en nombre de la justicia” “Morirás por ir en contra de la justicia”. Pero eso es una estupidez. Si atacas a alguien, hazlo por un buen motivo. Si defiendes algo, que sea por un buen motivo. No por un ideal que ni siquiera sabes lo que significa.

Bruise: ¡Maldita!

Gómez: ¡¿Como te atreves!?

Los enemigos no escuchan para nada su discurso y se preparan para intentar otro ataque, ante la mirada hastiada de Isabel.

Isabel: Tch… otra vez la burra al trigo. Tendré que hacerlo por las malas.   

Capítulo 539: Problemas y más problemas[]

Mientras tanto…

Las chicas de la tripulación han regresado al Ocean Spirit cargando, de menls una docena de bolsas y paquetes. Uno de ellos es más pequeño de lo normal y va adornado con un moño. El regalo que han escogido para Isabel.

Mía: ¡Isabel! ¡Ya llegamos!

Pero no hay respuesta.

Mía: ¿Isabel?

Katrina: Tal vez este en el cuartel. Voy a ver.

Pero la pelimorada no está ahí, ni en ninguna parte del barco, por lo que empiezan a preocuparse.

Katrina: Tal vez salió por algo.

Angélique: Evangeline. ¿Puedes sentirla?

Evangeline: No. Ya intenté dos veces y no logro percibirla en las cercanías.

Mía: ¿Qué al si le pasó algo? ¿Qué tal si nunca llego al barco?

Katrina: Calma. Debe asegurarse haber una buena razón. Voy a intentar llamarla por Den Den Mushi.

La chica saca su propio aparatito y trata de llamar a su compañera, sin éxito. Lo que hace que esta vez, las chicas si se preocupen.

Mía: Isabel. ¿Donde carajos estás!?

Al mismo tiempo…

Bruise: ¡Slashing Cobra!

Gómez: ¡Defoncé par le ciel!

Isabel: ¡Palm Leaf Wall!

Los dos oficiales atacan a Isabel de nueva cuenta, pero ella una vez más repele sus ataques repitiendo el muro de cortes impenetrable que hizo antes. 

Isabel: ¡Palm Leaf Ram!

Luego, la pelimorada da un paso más allá de alguna forma enviando el “ muro” de cortes hacia sus enemigos el cual los impacta cual ariete y les deja a la vez muchos cortes en las extremidades.

Bruise: ¡Auauauau! ¡Arde!

Gómez: ¡Aghhh! ¡Barrage de Ciel et Enfer!

Harto de la situación que creía ganaría rápido, Gómez transforma ambas manos en resorteras y las carga tanto con tiros de fuego como de alta densidad, luego usa su boca para estirar las ligas y lanzar los disparos hacia Isabel.

Isabel: ¡Carajo!

La pelimorada detiene los ataques una vez más, pero el fuego calienta su espada lo que le quema un poco la mano. Aprovechando este atisbo de dolor, Bruise se abalanza contra ella una vez más .

Bruise: ¡Arboreal Thrust!

Isabel, por fortuna, logra esquivar el ataque y a su vez, rajar la mejilla de Bruise.

Isabel: ¡Dahlia Thrust!

Bruise: ¡Joder!

Los tres contendientes se echan para atrás un momento, tratando de recuperar el aliento y analizar la situación. Isabel, aunque en desventaja numérica, nota que sus ataques de verdad están agotando a sus enemigos. Puede ganar, de eso está segura, pero justo ahora, eso no es lo que le importa.

Isabel: (Maldición, solo estoy perdiendo tiempo aquí. Tengo que avisar al resto de que la Marine está en este lugar. Eso es prioridad. Debo acabar rápido con esto y salir de aquí para poder contactarlos. ¿pero como? ¿cómo?...)

La mujer se queda pensando por un segundo con los ojos cerrados bien fuerte, analizando cual puede ser su mejor curso de acción, hasta que la idea le llega iluminando su me te y haciéndola abrir los ojos de nuevo.

Isabel: (Lo tengo).

Bruise: ¡Hay que acabarla pero ya!

Gómez: Ja, no creí que concordaría contigo en algo, “alférez”.

Bruise: ¡Vamos!

 Los dos se disponen a atacar de manera conjunta una vez más pero justo cuando dan el paso para moverse, es cuando Isabel ha enviado su jugada.

Isabel: ¡Earth Core- Gap of the Daisy Fields!

La mujer da un tajo al suelo haciendo uso de una fuerza monumental. Al principio, parece que nada pasa, pero luego, un surco enorme se abre, partiendo la calle en dos y literalmente tragándose a los marines.

Bruise: ¡Kyah!

Gómez: ¡Ahhh!

Gente del lugar: ¡Corran!

Con sus enemigos unos diez metros bajo el nivel del suelo, Isabel busca su den den mushi, lo encuentra, lo toma y sale corriendo tan rápido como se lo permiten sus piernas.

Isabel: ¡Vamos! ¡Contesten, contesten!

Ka'cha 

Isabel: ¡Capitán!

Jean: ¿Isabel? Uff. Menos mal. Las chicas llamaron muertas de preocupación diciendo que no aparecías. ¿Estás bien? ¿Donde estás?

Isabel: He estado mejor pero eso es lo de menos. Tenemos un problema muy serio.

Jean: ¿Qué? ¿Qué pasa?

Isabel: ¡La Marine!  ¡La Marine está aquí!

Jean: ¿¡Qué?! ¿Mayhem y el sujeto de las pistolas?

Isabel: No, eran un hombre y una mujer que jamás había visto. Puede que hayan otros.

Jean: ¡ Maldición! ¡¿Y dónde están ahora!?

Isabel: Ellos. En un hoyo enfrente de una estatua gigante. Yo. Corriendo de ahí. ¿Qué hacemos?

Jean: Muy bien primero que nada quiero que regreses al barco y… 

Pero entonces, se oye un disparo y la llamada se corta súbitamente.

Isabel: ¿Jean? ¿¡Jean!?

Al otro lado de la línea del lado de Jean, un marine, uno de muchos de los que hay en un regimiento que se les ha apartado a Jean, James, Big Bird y Bert, le ha disparado, dandole justo al Den Den Mushi y causándole una herida pequeña .

Jean: Aghhh.

Bert: ¡Jean!

Big Bird: ¡Jean! ¡Jean!

Jean: No es nada. 

Al frente del regimiento de Marines, va un hombre de lentes, de aspecto relamido y al mismo tiempo desaliñado.

  • Teniente Comandante de la Marine: Godín “El cuadrado” . Actualmente bajo investigación por nepotismo y básicamente sospechas de haber ganado su posición mediante “conexiones y palancas”.

Godín: Deténganse, Piratas del Ave Azul. Están arrestados.   

Capítulo 540: As bajo la manga[]

Isabel: ¡Jean! ¡Jean, contesta!

La mujer de morados cabellos sigue corriendo y trata de volver a contactar con su capitán, pero es en vano, el den Den Mushi tiene los ojos y boca cerrados, no hay respuesta.

Isabel: ¡Maldición! ¡Ah!

La mujer se da cuenta entonces de que al menos dos regimientos de la marine van hacia donde ha dejado tirados a Bruise y Gómez, por lo que opta por esconderse en la esquinita de un callejón, hasta que todos los soldados dejan de pasar.

Isabel: Tchh… esto es malo. Por ahora, solo haré lo que Jean dijo y volveré al barco. Espero podamos arreglar todo esto una vez estemos todos juntos.

Y yendo tan sigilosamente como puede, Isabel se trata a una casa y corre por los techos para llegar al muelle 

Al mismo tiempo…

El regimiento de Godín rodea a Jean y compañía, alzando decenas de rifles y espadas contra ellos, motivo suficiente para que alcen la guardia y preparen las armas.

James: Mierda…

Bert: ¿Ahora qué hacemos, Jean?

Godín: No lo repetiré, piratas.  Deténganse y no intenten nada o abriremos fuego.

Jean: ¿Alguno de ustedes trae otro Den Den Mushi.

James: No,  olvidé el mío.

Bert: Yo tampoco tengo el mío 

Jean: Joder, vale. Plan B. ¿Big Bird?

Big Bird: ¡Voy! ¡Voy! ¡Ahhh!

El ave ya sabe para qué lo quiere su compañero humano. Avisar a Angélique y compañía de la situación, por lo que despliega sus alas y sale volando tan alto y tan rápido como puede.

Godín: ¡No lo dejen escapar. ¡Abran fuego!

Los marines se disponen a disparar al Ave Azul, pero antes de poder hacerlo son disparados por James y su querida Star Blaster, en el nivel de potencia tres.

James: ¡Yellow Star- Matador Fury!

El proyectil taurino que sale del potente rifle da cornadas a. Adiós de los marines antes de estallar, dejando incapacitados a una buena cantidad de hombres.

James: Je. Perfecto.

Godín: Con un demonio ¡Fuego! ¡,Fuego!

El resto de los hombres del teniente comandante cumple con la orden y dispara hacia Bert y Jean, pero, haciendo gala de su extraordinaria agilidad, esquivan las andanadas de plomo con relativa facilidad. Luego, ambos usan sus formas híbridas para atacar a aquellos que les disparan.

Jean: ¡Ara Facher!

Una buena parte de los marines ven sus disparos desviados por el vendaval provocado por Jean, y también son despojados de sus gorras, armas y hasta el control de su propio cuerpo pues todo sale volando hacia atrás.

Marines: ¡Gaaaaaah!

Mientras Bert se deshace de otros cuantos a base de una serie de patadas giratorias con sus poderosas pezuñas.

Bert: ¡Marinade Hog Trotters!

Viendo que sus hombres caen como moscas, Godín se empieza a paniquear y Jean se burla de ello.

Jean: Se ve preocupado, señor. ¿Qué hará al respecto?

Godín: Tch…no quería tener que usarlo. Pero no me dejan opción. Usaré mi as bajo la manga

Jean, Bert y James: ¿As bajo la manga?

Godín: ¡Ustedes lo quisieron, piratas!

El hombre se pone en una extraña posición. Separa las piernas, dobla las rodillas y pone los brazos junto a su cuerpo. Luego aprieta los puños y… ¿Grita?

Godín: ¡Kenya!

Una mujer más alta que el propio Godín, regordeta y de brillante cabello rojo, se presenta ante el teniente comandante y saluda.

Kenya: ¡Señor!

  • Teniente menor de la Marine: Kenya “La cañonera”. Anteriormente Teniente. Reconocida y acusada por decenas de cargos de robo de suministros de la marine de clase A, ósea , alimentos. Aunque su castigo fue reducido por su impecable servicio en todos los demás aspectos.  Realmente tiene el expediente más limpio que su oficial al mando.

Jean, James y Bert: ¿Ese es su as bajo la manga?

James: Yo pensé que nos iba a atacar el o algo.

Bert: Pues ya ves que no.

Godín:  ¡Ve a esos piratas de ahí!

Kenya: ¡Si, señor!

Godín: ¡Vuelelos! ¡Tal como me escucho! ¡Vueleles la tapa de los sesos!

Ante esas órdenes, la mujer regordeta asiente y descuelga de su espalda un inmenso cañón manual. Más parecido  a un cañón de un barco. Ante esto, los piratas se vuelven a poner a la defensiva.

Kenya: ¡A la orden, señor!   

Capítulo 541: Y aun más problemas[]

Mientras tanto…

Taylor y Samir van caminando por un parque mientras disfruta cada uno una manzana con caramelo y por la cara que pone el castaño, se puede decir que realmente la esta disfrutando

Samir: Que rico.

Taylor: En serio es triste que nunca hayas podido comer una hasta ahora. 

Samir: Es tan dulce.

Taylor: Si, pero yo conozco algo más dulce.

El pelirrojo busca los labios de su pareja y este hace que los encuentre, dándose entonces un beso. Pero al despegarse sus bocas, Samir empuja a Taylor contra un árbol, para sorpresa del pelirrojo.

Taylor: Jaja. ¿Qué haces? Es un parque familiar, ¿sabes?

Samir: Shhh… no es eso. 

Taylor: ¿Huh?

Con la mirada seria,  Samir indica a su compañero que algo está mal. Al mirar por encima de su hombro, se da cuenta el porqué. Al menos cuatro batallones de la marine están pasando justo al lado de ellos. Al frente, su Oficial al mando. Una mujer , de color de cabello muy similar al de Isabel, musculosa, con cicatrices en la cara y cuya característica más notoria es la ausencia desde el hombro de su brazo izquierdo.

Mujer: ¡Más rápido, gente!

  • Instructora de la Marine: Calette “ La rompe cráneos. Anteriormente Contralmirante con las más altas condecoraciones. Tras perder el brazo en acción y múltiples criminales del orden militar y civil relacionados a problemas con el alcohol, fue obligada a dimitir de su cargo y convertirse en instructora.

Calette:  ¡Se supone que tenemos que encontrarnos con el resto de oficiales!  ¡Muevan esas nalgas, que hay que ir tras los del Ave Azul!

Taylor y Samir: ¡…!

Marines: ¡Si, señora!

Taylor: *en voz baja* Esto es malo. 

Samir: * voz baja también* Esto es mucho peor que malo, esto es pésimo. Hay que volver a la Ocean Spirit y avisar a los demás.

Taylor: Vamos.

Los dos hombres se van corriendo veloces cual saeta, pero llaman sin querer la atención de Calette, que dirige su mirada severa hacia ellos.

Calette: Hmph…

Al mismo tiempo…

En el muelle, las chicas del Ave Azul observan a todas partes del malecón para ver si Logran vislumbrar a Isabel en la distancia, pero hasta el momento es en vano y el pánico las empieza a hacer su presa.

Evangeline: Nada. La señorita Isabel definitivamente no está en las cercanías.

Katrina: Tal vez le pasó algo malo.

Angélique: Calma, chicas. Debe haber una buena razón.

Mía: Eso quiero pensar pero no puedo evitar imaginar los peores escenarios posibles. Qué tal si alguien la atacó. Qué tal si está lastimada. Qué tal si …

Pero la pelinaranja deja de recitar su lista de pánico cuando ella y sus camaradas ven y oyen a Big Bird en la baranda de su nave.

Big Bird: ¡Chicas! ¡Chicas!

Angélique: ¿Qué ocurre, Big Bird?

Big Bird: ¡Mensaje de Jean! ¡Mensaje de Jean! ¡Ahhh!

Evangeline: ¿Qué dice el capitán, Honorable Big Bird?

Big Bird:  ¡Isa está bien! ¡Isa está bien! 

Katrina: ¿¡En serio!?

Mía: Uff, menos mal.

Big Bird: ¡No es todo! ¡No es todo! ¡La marine está aquí! ¡La marine está aquí! ¡Ahhh!

Todas: ¿¡Qué!?

Big Bird: ¡Llamar a la alianza! ¡Llamar a la alianza!

Sin pensarlo ni un segundo, Angélique toma el Den Den Mushi y se dispone a llamar a Todos somos Esclavos. No obstante, antes de poder hacerlo, la inventora de la tripulación hace un avistamiento terrible.

Evangeline: ¡Señoritas, miren!

Dos inmensos buques de la marine se van acercando al puerto y al muelle en el que están ellas. El oficial al mando del que va a la cabeza, un hombre lleno de músculos,  observa a la Ocean Spirit con un catalejo, fijándose especial mente en la pluma azul de la Jolly Roger y la vela principal.

Marine musculoso: No hay ni la más pequeña duda, definitivamente ese navío le pertenece a los Piratas del Ave Azul.

Al seguir en su observación, el marine se percata de que los únicos tripulantes sobre el barco por el momento sin contar a Big Bird son todas mujeres, motivo que le hace morderse los labios, con morbo.

Marine musculoso: Uff… pura cosa bella. Pura cosa hermosa. 

  • Capitán de la Marine: Barok “Espejo hermoso”. Actualmente bajo investigación por numerosas denuncias de acoso amarines femeninas de menor rango y ofrecimiento de privilegios especiales a cambio de favores sexuales.

Barok: *Se relame* De verdad que voy a disfrutar está misión.   

Capítulo 542: Y más problemas aún.[]

Angélique:  ¡Rápido, hay que movernos!

Evangeline: ¡Si, señorita primer oficial

La Navegante y segunda al mando de la tripulación da la orden de mover a la Spirit de los muelles, pues sabe que si se quedan ahí, el navío será fácilmente acorralado y destruido por los cañones de los buques enemigos.

Angélique: ¡Katrina, necesito quien sostenga todas las velas!

Katrina: ¡A la orden! ¡Replicant Twenty! ¡Crew!

Una veintena de copias de la joven pirata aparece y se hace cargo de mantener los aparejos en su lugar mientras Angélique maneja el timón, maniobrando con gran maestría y de forma acelerada sacando al Spirit fuera del muelle, más no fuera del peligro, pues los barcos de la marine les siguen de cerca mientras navegan alrededor de la isla 

Barok: ¡Ni de broma dejen escapar a esas suculentas… digo …a esas hermosas mujeres!

Marines: ¡Si, señor!

Angélique: Demonios, vienen cerca. Big Bird! ¡Regresa con Jean! ¡Dile lo que sucede aquí! 

Big Bird: ¡Entendido! ¡Entendido! ¡Ahhhh!

Angélique: ¡Mía! ¡Tu llama a la alianza! Avísales lo que está pasando!

Mía: ¡Voy!

El ave sale volando de nueva cuenta y la pelinaranja corre a hacer la llamada. No obstante, los dos navíos de la marine ya están lo suficientemente cerca para estar a tiro.

Barok: Juju. Las tenemos. ¡Abran fuego! 

Marines: ¡Fuego!

Las balas de cañón vuelan, tronando al ser disparadas, pitando al moverse y de nuevo tronando al impactar con la parte trasera de la cabina de la Spirit. Esto ocasiona un incendio pequeño, que varias Katrinas se esfuerzan en extinguir.

Katrinas: ¡Carajo! ¡Apágate! ¡Apágate!

Viendo esto, Evangeline se decide a actuar para defender a sus amigas y barco. Toma su arco y de su carcaj agarra tres flechas con astil metálico y aspecto extraño cada una. Dos tienen viales con líquidos extraños pero diferentes entre sí mientras que la tercera es especialmente grande y tiene punta de fósforo.

Evangeline: Nadie le prende fuego a la Ocean Spirit. ¡In the name of the father…!

La mujer dispara la primera flecha, una de las que tiene el vial en la punta. Aunque no la lanza hacia el barco enemigo, sino más bien arriba de. El vial se revienta por la fuerza del disparo, generando una luz fuerte que ciega al enemigo. El único que se salva es Barok por sus gafas oscuras.

Barok: ¡Vamos, hombres! Solo es una lucecita!

Evangeline: ¡…the son!

Luego, les tira el segundo vial,  cual solo genera una pequeña mancha al estrellarse cerca de un cañón. No obstante, su olor es fuerte y fácilmente reconocible.

Marines: ¡Querosene!

Evangeline: ¡And the Holy Spirit!

Con su dial de llama, la arquera lanza su última flecha, prendiendo fuego al Querosene antes lanzado y haciendo explotar el cañón cercano así como causando algo de caos y pánico a bordo del barco de Barok.

Barok: ¡Carajo! ¡Apaguen ese fuego!

Esto causa que este se quede un poco atrás, para buena fortuna de las del Ave Azul. Aunque no les dura mucho, pues el otro barco mantiene el mismo paso. Y a bordo, se preparan para hacerles frente…o algo así 

Marine: Señor. Las piratas están a tiro. ¿Abrimos fuego?... ¿señor?

El oficial, un hombre joven menudo y con melena marrón alborotada está tirado, si, tirado, en el piso de la cubierta de su navío, completamente inmóvil y con una cara que refleja hastío absoluto.

Oficial: Que aburrido…

Marine: ¿Señor?

  • Alférez de la Marine: Narrow “El Inamovible”. Un caso muy problemático. Ascendido cinco veces y degradado otras tres. Ha estado al menos diez veces en corte Marcial, por cargos que incluyen pero no se limitan a insubordinación, incumplimiento deliberado del deber, desobedecer una orden directa, amenazar a sus iguales, y golpear a un oficial superior.

Narrow: Ah sí, si , como sea… da igual. 

Los marines siguen la pseudo orden que les dan y también abren fuego contra  la Ocean Spirit. Logrando hacer otro buen boquete en la cabina.

Evangeline: ¡Tenemos que ir más rápido!

Angélique: No podemos. Son aguas poco profundas.

Katrina: Necesitamos un plan.

Mientras, Mía sigue tratando de comunicarse con Betula, con Shane, con Hollow. Con quién sea que pertenezca a Todos somos Esclavos. Pero hasta el momento, no tiene éxito.

Mía: ¡Vamos! ¡Vamos, joder!

Angélique: Dejalo, Mía. Llamaremos más tarde. Por ahora ayúdame con la vela de mesana.

Mia: ¡Si!.

Pero en el momento en el que va a colgar el auricular, es el momento en el que una voz contesta.

¿???: ¿Diga?   

Capítulo 543: Suerte[]

Ese único “ diga” basta para que Mía detenga la acción de colgar el auricular y vuelva a colocar este junto a su rostro.

Mía: ¡Si! ¡Contestaron!

La voz al otro lado de la línea es la de Kin, quien se ve un poco intrigada por la manera de hablar de la Bebedora

Kin: ¿Mía? ¿Qué sucede?

Mía: Tenemos graves problemas. ¡ La Marine! ¡La Marine está aquí! ¡En Eiyuu!

Kin: ¿¡Que!? Estás de broma, ¿ verdad?

Mía: ¡No! ¡Hablo en serio, joder!

Kin: ¡Espera un segundo!

Mía: ¡¿Kin!? ¿¡KIN!?

Pero la piernas largas ya no está en la línea, ha salido corriendo. Menos de un minuto después, vuelve con su capitán, la cual responde el auricular del Den Den Mushi con semblante preocupado.

Betula: ¡Mía! ¿¡Sigues ahí!?

Mía: ¿Betula-san? Si, seguimos aquí.

Betula: Kin me ha contado lo de la Marine. Dime, ¿Qué tan grave es la situación?

Una bala de cañón pasa pitando junto a Mia. Y si que no le da ni a ella o al barco, el solo sonido es suficiente para hacerle doler los oídos. Incluso los de Betula se residente al otro lado de la llamada 

Mía: ¡Aghhh! Pues…

Mientras tanto…

Isabel sigue en su camino para tratar de volver a la Ocean Spirit como Jean le ordenó. Se le han acabado los techos para correr sobre ellos así que ha regresado a la calle, en donde ya lleva rato corriendo a todo lo que su cuerpo le da. Esto y las pequeñas heridas recibidas en su combate reciente la obligan a detenerse un momento para descansar.

Isabel: *jadeo* Vamos, Isabel. *Jadeo* Ya casi llegas.

Pero no le da mucho tiempo de reponerse, pues se oye la marcha cercana de decenas sino es que más de un centenar de Marines, todos yendo a donde ella se encuentra.

Isabel: Maldición. Si ya vienen de vuelta es que el tipo resortera y la loca del Bisento ya deben haber salido del hoyo. Tengo que ir más rápido.

Y como puede, la pelimorada reanuda su marcha.

Al mismo tiempo…

Taylor y Samir han logrado regresar a los muelles. Pero grande y desagradable es la sorpresa para ellos al ver que la Ocean Spirit no está.

Samir: No era aquí, ¿o si?

Taylor: Si, si era aquí. Estoy seguro. 

Los piratas buscan con la mirada en las cercanías, pero no logran vislumbrar a la Spirit en ninguna parte. Solo encuentran algo: amarras cortadas con celeridad.

Samir: Esto lo cortó Katrina. Reconozco las muescas que deja su cuchillo.

Taylor: ¿Eso significa que fueron los chicos quienes se llevaron el barco? ¿Pero porque?

Samir: No habrán ido muy lejos en ese caso, no se irían sin nosotros.

Los piratas se deciden a seguir por la costa, pero en cuanto dan un paso, Taylor es súbitamente mandado a volar por un puñetazo, hasta una caja cercana.

Taylor: ¡Agh!

Samir: ¡Taylor!

El origen del golpe, el único puño que le queda a Calette, que los va seguido junto a toda su unidad.

Calette: “El no muerto” Taylor y “Corte Monocromo” Samir. Están bajo arresto.

Samir: Maldición.

Taylor: Ughh... Carajo.

Ante esto, Samir saca sus cuchillos y Taylor se levanta sacando cintas. Ambos están listos para luchar.

En otro lugar …

Big Bird: ¡Ir con Jean! ¡Ir con Jean! ¡Ahh!

Big Bird va volando a gran velocidad y altura para encontrarse de nueva cuenta con su compañero y amo, pero es entonces que ve en el horizonte, algo que no le gusta nada.

Big Bird: Oh no. Oh no.

Varios barcos de la marine se alcanzan a ver, atracados en las otras islas del Archipiélago Eiyuu. El ave cuenta otros cinco aparte de los dos que seguían a sus camaradas.

Big Bird: ¡Malo! ¡Malo!

Con esto en mente, el ave vuela aún más rápido para informar a su capitán.

Ocurriendo a la par…

Kenya: ¡Big Bite!

Jean: ¡Cuidado!

La cañonera dispara contra Jean y compañía un proyectil increíblemente grande y muy rápido para esquivar. Ante esto, lo único que los piratas pueden hacer es cubrirse.

James: ¡Ughh! ¡Maldición!

Jean ha logrado protegerse a sí mismo usando sus alas cubiertas de Haki y Bert, haciendo algo similar, recubre sus pezuñas. Pero James, no teniendo la capacidad de usar Haki de armadura, solo usa sus brazos para protegerse, lo que hace que se queme.

Jean: ¡James! 

James: ¡Aghh! ¡No importa! ¡Hay que atacarla!

Jean y Bert: ¡Si!

De regreso a la Ocean Spirit…

Mía: Nos están siguiendo dos buques de la marine y Jean y los chicos se enfrentan a otro batallone en tierra. Tampoco tenemos ni idea de dónde están Isabel, Samir y Taylor.

Otra bala pasa silbando cerca, aturdiendo a las piratas. Habiendo oído lo malo de la situación y temiendo ,que la situación sea aún peor debido a la incertidumbre de sus aliados, Betula habla.

Betula: Escuchénme bien. Estamos muy lejos todavía para servirles de refuerzo. Creo que lo mejor será que se vayan. Busquen al resto de sus chicos y escapen de…

Mía: ¡No!

Betula: ¿Qué?

Todas las mujeres de la Ocean Spirit empiezan a  gritar hacia el auricular de Mía, el cual ahora está en altavoz.

Mía: No nos marcharemos de aquí.

Evangeline: si nos vamos de Eiyuu, Todos somos Esclavos podría perder su base. 

Angélique: Y eso no lo permitiremos, no nos vamos a arriesgar. Sé que Jean no está aquí para decidirlo pero se que es la decisión que el tomaría.

Betula: Y la alianza no se arriesgará a perderlos a ustedes. ¿Entienden en lo que se están metiendo?

Todas: ¡Si!

Angélique: Somos piratas. Es el pan de cada día. Cumpliremos con esta misión.

Ante esta respuesta tan determinada. A Betula solo se le ocurre una cosa que decir.

Betula: En ese caso… resistan. Resistan todo lo que puedan. No se dejen atrapar y sobre todo no se atrevan a morir.  Trataremos de acelerar la marcha todo lo que podamos para llegar antes con ustedes.

Katrina: Ja. Anotado. 

Angélique: Ese era justo nuestro plan. Los veremos en… ¿Cuánto tiempo falta?

Betula: Treinta y tres horas o menos.

Angélique: Más de un día , ¿eh? No se preocupen, los veremos después.

Betula: Bien. Los veremos… … …y chicos….

Pero las chicas ya le han colgado, por lo que ya no alcanzan a escuchar las últimas palabras de la vocera de la alianza.

Betula: …suerte.   

TO BE CONTINUED
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