One Piece Fanon
Advertisement
Sekihara

Sekihara

  • Patrulla marina Volumen XIII: El despertar de la fuerza marina
    • En lo que Monking y Steamie se comían una gran tarta de postre, pareciendo ambos ya llenos de comida, Kushi y Squirt despertaron de su inconsciencia. Fuera, un gran navío llegó al puerto.

Las acusaciones de Cliff caían como una lluvia de flechas sobre "Alto Calibre", quien hacía oídos sordos mientras marchaba al acelerado paso del grupo, Speck vislumbro a la distancia el barco en el que habían llegado al "país del hielo y las pieles" haciendo ademán de animar a sus compañeros para llegar cuanto antes; pero al fijarse bien detectó que había otra embarcación al lado con varios samurai pasando de una a otra.

—Pero qué... ¡¡APRISA MUCHACHOS!! ¡HAY SOLDADOS ENTRANDO EN NUESTRO BARCO!— los apremió "Cabeza-cañón", sacando un mechero de su pantalón.

—¡¡ADELANTEEEE!!— ordenó Itoru, alzando su arma y acelerando el paso bajando la ladera de la montaña, lo que provocó la misma reacción en todos los demás samurai del grupo, a excepción de Trevor.

—¡¡RARGGGH!!— gritaron los samurai

—¿Pero qué demonios...?— dijo el mercenario, fijándose en que el otro barco alzaba las velas en señal de retirada —Ah no, de eso ni hablar, dijo apuntando a la figura que iba a manejar el timón.

Pero en el justo momento en el que iba a disparar Marín apareció de la nada intercambiándose con un montón de nieve (Shambles) acompañado por Nakes, Rata y Canonbolt, asustando al tirador y provocando que errase el tiro, impactando este contra el mástil del barco, mientras que el grupo desaparecía de nuevo y aparecía junto al grupo de samurais.

—Tsk...

Este error alertó al hombre que estaba al mando del barco, que no resultó ser otro que Anguss.

—Oh mierda... creía que el tío ese los iba a despachar en seguida, pero... SANTA MADRE DE...— se sorprendió el samurai al ver el grupo que se le echaba encima, reconociendo entre ellos a dos Chiefs y a los piratas que habían destrozado su barco días atrás —¡¡SOLDADOS DE FURAM, ACABAD CON ESOS DE AHÍ!!— ordenó a su grupo de soldados, que se apresuraron a abalanzarse contra el grupo.

—Parece que vamos a tener otro rato movidito...— dijo Marín.

—¿Otra vez? ¿Esta gente no se cansa nunca?— se quejaba el ladrón, llevándose las manos a las magulladuras causadas por su anterior batalla contra Scotland.

—Mientras antes acabemos mejor para mi salud... No soporto este maldito frío— alegó Nakes tiritando, cosa que hizo gracia a Canonbolt, y se transformó en su forma híbrida llegando el primero al lugar donde se desarrollaría causando el miedo de muchos samurai.

—Y además hay que esperar a Jaike... No se cómo siempre se mete en estos líos— finalizó el primer oficial, alzando la mano hasta su frente mientras desplegaba su Room.

Al cabo de un rato, las fuerzas de los samurai de Furam comenzaban a decaer debido a la presión ejercida mayormente por ambos Chiefs y los cuatro piratas. Al darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor y vislumbrar una dolorosa derrota, "El Incendio de Furam" dudó en la verdadera necesidad de aquella batalla.

—Como esto siga así perderemos una gran cantidad de hombres... e incluso moriremos todos en batalla...¡Ni hablar, están antes los intereses de Furam!— se dijo —¡¡MUCHACHOS RETIRADA!!

—¡No los dejéis irse así como as-desuuu!

Los soldados de Furam hicieron caso a su actual líder y dejaron de batallar para correr a refugiarse en el barco que los había traído, mientras muchos caían al suelo heridos por los disparos que Trevor hacía desde la distancia. Al ver que las tropas de Kupa no se lo pondrían fácil, Angus alcanzó sus dos antorchas y escupió a estas una gran cantidad de líquido inflamable, en dirección al suelo causando primero una gran cortina de vapor al derretir la nieve, que impidió la visión de los samurai, y posteriormente una cortina de fuego al llegar al suelo que no les dejó paso, librándose de ellos y dejándole paso libre hacia su embarcación.

—¡¡TERIYAKII!! Jejejejeje... ¡hasta luegooo! Veos vosotros las caras con el tipo ese...— dijo quemando los cabos que ataban su barco a la isla, dejándose llevar por el viento.

—¡Mierda, al final se ha escapado!— se lamentaba Itoru, lanzándo su katana al nevado suelo, mientras sus hombres apagaban el fuego.

—No te preocupes, kodomo...— le tranquilizó el navegante de los Relámpago Blanco —Según la dirección que está siguiendo, el viento lo llevará a la isla donde supuestamente se encuentran los renegados, donde se encuentran los otros dos Chiefs...

—Y es ahí a donde nos dirigimos nosotros también, ¿no?— completó el timonel pirata.

—Joooo... más bronca... no veo la hora de irnos de este lugar— se dijo Rata, apartado con un aura de pesadumbre.

—Así es-desu... Parece que allí acabará todo, en la isla de los renegados...

—Sekihara— afirmó Trevor, acercándose al grupo una vez que todo había terminado, para disgusto del sub-Chief.

En dicha isla, aguantando una imponente nevisca sobre sus hombros un gran grupo de samurais, liderados por Gitras y Cudd, esperaban pacientes a que otro grupo de soldados que acompañaban a dos imponentes figuras llegaran a su nivel, que no resultaron ser otros que los Chiefs de Bira y Veninu, la "Danzarina" Farisse y Cazaguerreros" Irvin. Ante su presencia, unos ojos por debajo de la máscara de Gitras se iluminaron.

—Ya estamos aquí renegado... ¿Es cierto eso de que quieres unificar nuestras fuerzas para ganar esta guerra?— dijo la pelirroja, hablando por ambos.

La voz de ultratumba que salió de debajo del yelmo del samurai heló la sangre de ambos, aunque no se dejaron intimidar por su presencia.

—Siempre que accedáis a mi propuesta de darnos cabida en el país de nuevo.

—Siempre que ganemos la guerra, así será... renegado— sentenció la mujer, con tono de superioridad en un intento de demostrar quién estaría al mando en su alianza.

El samurai intentó avanzarse en contra de esta, pero la mano de su consejero Cudd lo paro en seco, haciendo que el líder renegado respirase profundamente.

—Relajate hombre, no es el momento ni el lugar de soltar todo eso que llevas dentro— sonrió el ciego.

—Espero que ganemos la guerra... o perderéis vuestras vidas... y las de todos vuestros hombres.— sentenció Gitras.

Polizón a bordo

  • Patrulla marina Volumen XIV: Llegada del Comandante Konor
    • De repente la figura del Comandante Konor irrumpió en la sala haciendo que los demás marines se atragantaran. El hombre peliazul ataviado con la capa clásica de alto rango de la Marine miraba con desaprobación al grupo.

—Tsk... Vas a ser más molesto de lo que pensaba...

—Hah... hah... hah...


—No sabes muy bien con quien estas hablando... ¡Soy Jaike K. Zander, el próximo Rey de los Piratas!

—Qué curioso, tu nombre me es familiar... Pero aquí se acaba este encuentro.— sentenció el marine, agrandando el hueco hasta que él mismo cupiera a través del pirata, manteniendo abierto el hueco para que éste no pudiese seguir enfrentándose a él.

—Yo shi shi... ni hablar. Goro Goro no... ¡Charge!

Jaike comenzó a generar electricidad de su cuerpo aún sin poder moverse, hasta lograr una esfera eléctrica recubriendo todo su cuerpo que creció rápidamente hasta engullir también a Kotei, explotando dicha esfera en una violenta descarga que se tragó a ambos capitanes, despejando el lugar de nieve.

—!!! ¡Snake Pass!

Un instante antes de que la tormenta eléctrica lo alcanzase el capitán marine fue capaz de abrir un camino por todos esos relámpagos blanco-azulados, dándole una oportunidad para evitar ser electrocutado violentamente, mientras que Jaike, se recuperaba de los golpes encajados con anterioridad, sin perder de vista a Kotei y siempre alerta.


El marine, sin mediar más palabra, se avalanzó contra el pirata, que bloqueó sus golpes a duras penas mientras intentaba no moverse demasiado.

—Mierda...— se dijo el "Relámpago Blanco" —, esa bala de cañón me va a dar muchos problemas... tsk... tengo que encontrar una forma de acabar con el combate ya... o esto va a acabar muy mal...

Kotei seguía sin dar tregua a Jaike, intentando propinar puñetazos y patadas que el capitán o bien bloqueaba, o esquivaba como podía, hasta que Kotei consiguió acercarse lo suficiente como para agarrarle por la espalda.

Blizny Boy: Zakvat...

El capitán consiguió inmovilizar también los brazos de Jaike con un agarre de cuello, apretando para intentar quedarle sin aire, pero el pirata saltó de espaldas al suelo en un intento de zafarse del agarre, logrando un impacto en la cabeza del marine y por consiguiente que este lo soltase. Cuando abrió de nuevo los ojos un eléctrico Jaike lo embistió rápidamente (Goro Goro no Canonball), haciéndole bastante daño en el estómago y lanzándolo fuera del poblado.

El marine, usó sus piernas para frenar su avance colina abajo, y prepararse para el puñetazo electrificado (Goro Goro no Bullet) de Jaike que le venía, el cual consiguió esquivar, y darle un rodillazo al pirata en el vientre, reiniciando el dolor en el pecho del joven.

—Tsk... No me puedo enfrentar a él yo solo ahora mismo...— pensó el "Relámpago Blanco", provocando así que le viniera una idea a la cabeza —... ... ..., es demasiado arriesgado, pero no me queda otra...—concluyó electrificando su pierna derecha, con la que asestó un golpe idéntico al que le había propinado el marine, pero aplicándole el poder de la fruta Goro Goro — ¡¡Goro Goro no Flail!!

Este fuerte golpe desequilibró al marine, dejándolo indefenso ante un segundo golpe del pirata, que no dudo ni un instante.

—¡Goro Goro no Raaam!

En contraposición con el agitado combate que sucedía ladera abajo, en la playa de Veninu la excesiva calma desesperaba al Chief del País de Kupa, quien no podía esperar más, y daba vueltas por toda la cubierta del barco. Mientras, Nakes trazaba un plan de ruta junto a Cliff y Speck para llegar cuanto antes a Sekihara, teniendo en cuenta el clima actual, Canonbolt limpiaba sus balas de cañón previendo que habría una batalla en poco tiempo y Rata se curaba sus heridas anteriores; y Trevor esperaba fumando. Marín, sin embargo, miraba por la borda fijamente a la isla, esperando a su capitán.

—¿Dónde te has metido, Jaike?

—Yo creo que estará echándose una siesta después de haber derrotado a ese marine, kukuku...— reía el "Meteoro", pero pronto cesó la risa del timonel —Pe...¿¡pero que leches!?

Los cuatro piratas saltaron del barco en guardia al ver que Jaike había legado a la playa a causa de un golpe de Kotei, y que a pesar de que se había levantado rápidamente parecía estar dolorido. Esta situación causó la curiosidad de "Alto Calibre". Mientras Kotei se acercaba en guardia hacia los cinco, asumiendo que no lo dejarían pasar tranquilo para "dialogar" con los dos Chiefs que se encontraban en el barco.

—No entiendo por qué queréis hacer esto a la fuerza...— dijo el marine, con los ojos fijos en los piratas.

—¡¡Cliiff, las velas!!— le apremió Jaike —¡Nos vamos en cuanto veamos un hueco!

—...— Kotei miró al lugar donde había dicho a los hombres de Anguss que lo esperaran, dándose cuenta de que no estaban, obligándole a buscar una alternativa— Tsk....

El sub-Chief mandó a sus hombres que hicieran lo que el capitán pirata había dicho, mientras que los cinco miembros de los Piratas Relámpago Blanco hacían de pantalla contra Kotei el tiempo suficiente para que el barco se despegase de la isla.

—Marín, ¿listo?— le preguntó Jaike a su primer oficial, quien le entendió sin necesidad de decir nada más, y solo asintió —Entonces... Nos vamos.

Room...— pronunció el espadachín desplegando la "sala de operaciones" propia de la fruta Ope Ope— ¡¡Shambles!!

Antes de que estuvieran demasiado lejos, los cinco piratas se intercambiaron con cinco balas de cañón del barco samurai de Kupa, dejando al marine cabizbajo en tierra. Mientras, Jaike se dejaba caer en la cubierta dolorido mientras los demás piratas iban a socorrerlo.

—Tranquilos, yoshishishishi... no es nada... (como escuece...)

—Todo sea por la misión...

De de repente se escuchó un ruido en la quilla exterior del barco, y los tripulantes de este pudieron ver como la figura del "Paso Mudo" se impulsaba hacia la cubierta después de haber estado agarrado a esta un tiempo, a pesar de no mostrar síntomas de fatiga física. Ante esto, los cuatro pìratas se pusieron de nuevo en guardia delante de Jaike mientras este intentaba levantarse a duras penas. Los Chiefs se pusieron en guardia a sabiendas de que ellos eran los objetivos, y Trevor reaccionó sacando de su gi un trabuco con dos cañones que parecía estar modificado.

—Capi, no estás como para seguir peleando, descansa esta vez y nosotros te cubrimos— dijo el ladrón.

—Ese desgraciado ha debido de llegar al barco de un salto, no ha podido nadar al ser un consumidor de fruta del diablo...— razonó Canonbolt, quedando impresionado por la destreza física del marine —, y además ha conseguido seguirle el ritmo a Jaike, tened cuidado.

—Pues ahora es mi turno...— aportó el primero oficial.

—No podemos hacer muchos destrozo en el barco si queremos llegar a esa otra isla... Sekihara— les recordó Nakes.

El marine los miró a todos sin decir ni una sola palabra, y posteriormente se llevó la mano al cuello, activando el transmisor de su caracolófono.

—Vamos a tener algún contratiempo esta vez, fuera— sentenció cortando la comunicación.

Guerra fría

  • Patrulla marina Volumen XV: Condecoración
    • Como recompensa por haber arrastrado a sus compañeros a un lugar a salvo, y con ello impedir que la misión fuera un fracaso absoluto y un escándalo para la Marine, el comandante otorgaba una medalla a un trajeado, sonriente y enrojecido Monking, subiendo este de rango además a rango de teniente.

Dentro de una cueva, refugiados del arrecio de la tormenta helada que azotaba Sekihara y sentados alrededor de un mapa del archipiélago en bancos extremadamente rudimentarios, tanto Farisse como Gitras e Irvin escuchaban y reflexionaban atentamente a las indicaciones de Cudd, que dibujaba líneas sobre el mapa, como señalizando la estrategia y los pasos que debían seguir en su camino a la conquista.

—Contando con vuestros barcos de transporte, nuestros hombres llegarían a Furam en día y medio sin descanso, y deberíamos poder realizar un ataque sorpresa a la semana de llegar, destrozando...

—Nuestros barcos están a la máxima capacidad, tanto los de defensa como los de avanzada. No tenemos nada libre— interrumpió la Chief de Bira.

—Entonces habrá que construir más— sentenció con un tono frío el líder de los samuráis renegados —, y rápido, estoy harto ya de esperar aquí sentado…

—No se pueden construir la cantidad de barcos suficientes para transportar a todos los renegados antes de que las demás fuerzas del archipiélago conozcan de nuestra alianza… y como eso suceda es posible que las posibilidades de ganar la guerra para nosotros sean casi nulas…

—Tsk— Gitras dejó salir su frustración golpeando el tronco en el que estaba sentado haciendo que este se agrietase por su fuerza, quejándose en voz baja dentro de su casco. Justo en ese mismo momento los barcos de Kupa llegaban a Sekigahara. Los samurais al servicio de Itoru no tardaron ni un segundo en desembarcar de sus respectivos navíos y rodear al que llevaba al Chief, los Piratas Relámpago Blanco y, en especial, a Kotei; instando a este último a que bajara rápidamente del navío. Justo en la cubierta, los piratas repelían los envites del marine una y otra vez, intentando alejarlos tanto del Itoru como de Jaike, que empezaba a incorporarse después de haber estado recuperándose de su batalla y heridas anteriores.

—¡¡AHORA SPECK-DESUU!!

—¡Sí!

En un descuido del capitán marine, Cliff y el Chief de Laori cogieron al niño y saltaron del barco, refugiándose detrás de la cuarentena de samurais que había fuera, seguidos inmediatamente por Trevor, aunque este último seguía sin decir palabra, ni tampoco despegaba el ojo de los piratas.

—Solo vais a conseguir alargar lo inevitable.— les dijo Kotei con su tono serio y tranquilo habitual, desviando la mirada hacia Itoru, para después referirse directamente a los piratas —No me importáis lo más mínimo ahora mismo.— sentenció, y se dirigió hacia la borda de la embarcación.

—¿Dónde vas tan deprisa? ¡¡Rope Action: Musu...— dijo Rata, mientras lanzaba ambas cuerdas hacia el marine con intención de inmovilizarlo, justo para darse cuenta de que este ya se había percatado de su movimiento —...mierda.

El oficial agarró las dos sogas y atrajo al ladrón hacía sí, dándole una fortísima patada ascendente en la barbilla que lo impulsó fuera del barco, seguido por el propio Kotei.

—Tsk... debería aprender a ser menos impulsivo— se convenció el pirata mientras caía al suelo, a un círculo de samurais, en el que también calló el marine, provocando que todos los soldados desenvainasen sus armas contra él.

—¡¡QUIETO!!¡NO DES NI UN MASO MÁS!

—QUIENES NO DEBERÍAN MOVERSE SOIS VOSOTROS, JIAJIAJIAJIA

Ante esta voz que salió de la nada, Cliff se giró lentamente para ver que detrás de su pelotón de guerreros había uno con el doble de samurais, vestidos con ropas hechas jirones y armas fabricadas manualmente o en muy mal estado, llevando también algunos cañones sobre ruedas con ellos.

—Los renegados-desu...— se escapó de la boca de la "Espada Herrumbrosa", que parecía paralizado, al igual que Speck e Itoru.

—OS HABÍAMOS VISTO LLEGAR HACE RATO, PERO EL JEFE QUIERE VEROS A TODOS EN PERSONA, ASÍ QUE TRANQUILITOS QUE NO QUEREMOS FUEGOS ARTIFICIALES TODAVÍA, JIAJIAJIAJIA.— gritaba uno de los samurais, que hacía como de cabecilla.

En efecto, a unos metros de allí, todo el grupo de samurais que anteriormente se encontraba en la cueva refugiados de la tormenta se encontraban en camino hacia la costa, al encuentro de la tropa de Kupa. Gitras parecía esperar con ansia el momento del encuentro, aferrando con fuerza el mango de su espada.

—Parece que no vamos a tener que esperar tanto como creías Cudd...

—Sí, ya me había dado cuenta... respondió el ciego cabizbajo, como si estuviera molesto con la situación.

—Tendríamos que habernos traído a más hombres, esta situación es muy mala para nosotros— le susurró Farisse al "Cazaguerreros", que únicamente respondió apretando los puños —Hmmm... tu siempre tan expresivo, hermanito...

De vuelta a la costa, y ante unos samurais paralizados por la sorpresa, un resplandor recorrió el grupo de guerreros hasta su centro, golpeando de un modo brutal, para sorpresa de todos, a Kotei lanzandole disparado hacia fuera del grupo de soldados. Este frenó su retroceso clavando los pies en la nieve hasta pararse, solo para darse cuenta de que se le venía encima otro resplandor blanquecino. Al detener el envite con sus brazos, el relámpago tomó de nuevo la forma humana de Jaike.

—Segundo "round" ¿no?— sonrió el capitán pirata, separándose del marine.

—No podemos quedarnos aquí parados-desu...

—TSK— se quejó el Chief, mirando a su mano derecha como si le estuviera hablando por telepatía.

—Ya se que quiere hacer algo, señor... pero... no podemos dejarle caer en manos de ese hombre-yasu— le respondió Cliff a lo que seguramente estaba pensando el Chief, quien después de mirar a Speck y a Cliff, fijó la mirada en los renegados al frente de su pelotón.

—Para eso estáis vosotros... ¡¡ADELANTE!! ¡¡CARGAAAD!!

—Muy bien como querais, al jefe solo van a quedar un puñado de cenizas, jia jia jia— reía el renegado— ¡¡Muchachos!!¡¡FUEGOO!!

En mitad de la tormenta resonó una ráfaga de disparos, alertando al grupo de Gitras, quien ordeño a todos que aceleraran el paso. En la costa, los renegados al mando de los cañones estaban en el suelo quejándose por las heridas de bala que habían sufrido, mientras que Trevor soplaba el humo del cañón de su arma, una especie de rifle largo con cargador de tambor y percutor muy extraño, la cual recargó como si fuera un revolver.

—Colt Chester... cuánto te he hecho de menos...— miró al arma mientras daba otra calada a su puro.

Ante el hecho de que se habían quedado sin unidades de artillería, los renegados comenzaron a correr y alzar sus armas contra los samurais de Kupa.

—Os habéis recuperado ya, ¿no?— preguntó Marín a los otros tres piratas —vamos a poder practicar un poco de esgrima con esta gente.

—Habla por tí— le respondió Nakes transformándose en cobra completa—, eress el único esspadachín aquí...

—¿Cinco minutitos más?— suplicaba el ladrón de la banda, aún tirado en el suelo por los golpes sufridos anteriormente, hasta que fue alzado sin mucha complicación por Canonbolt.

—Venga hombre, nos seas vago— le reprimió el timonel, para posteriormente hacer uso de una fina ironía —, si total... para una vez que nos metemos en pelea...

Los dos bandos estaban a punto de colisionar, justo con Jaike y Kotei aguantándose las miradas en el medio.

—Al final te voy a tener que quitar del medio.

Jaike sonrió burlón.

—Me gustaría verte intentándolo.

[La batalla de Sekihara había comenzado]

Punto de no retorno

  • Mil y un brazos Volumen I: Demasiadas plumas
    • Mientras el resto de sus compañeros de los Piratas Star se dedicaban a talar algunos árboles y recoger recursos, Tamanegi comenzó a recorrer un sendero que se adentraba más en el bosque de Lignito siguiendo un rastro de plumas demasiado grandes para ser de un pájaro normal.


El sonido de casi un centenar de espadas y lanzas chocar unas contra otras invadió el ambiente gélido de Sekihara, desviando con cada mandoble, cada estocada y cada bloqueo el rumbo de los copos de nieve que no cesaban de caer. Después de la ráfaga de disparos de Trevor, se había originado un temporal de maldiciones, gritos y quejidos que acompañaba a la nevada que caía sobre el campo de batalla. Entre este colapso de violencia incendiada de la nada, un Itoru muy venido abajo se limitaba a bloquear los golpes que venían hacia él, teniendo que aceptar ayuda muy a menudo de Cliff.

—¿¡Que le pasa, señor-desu!? HYAAH ¡Vamos, combata como sabe-desu!— le gritaba su mano derecha, intentando despertar la llama de la ira en el alma del Chief.

¡Najanami!

Nakes, transformado en imponente hombre-cobra, arremetió raudo contra los guerreros renegados cargando de lado con su lomo, lanzando a varios de ellos por los aires. Antes de que estos pudiesen si quiera darse cuenta de lo que estaba pasando una figura comenzó a correr desenvainando su arma por el cuerpo de Nakes, en forma de cobra aún, hasta llegar a su cabeza y lanzarse a por los samurais, quedándolos inconscientes de varios cortes y cayendo envainando la larga katana que portaba.

—Si todos son como estos vamos a tardar muy poco en deshacernos de ellos...— le dijo Marín, incorporándose del todo, al navegante; a lo que este no respondió ni una palabra hasta adoptar de nuevo su forma humana.

—Cuanto antes acabemos aquí mejor, Marín. Es muy posible que ya estén viniendo refuerzos, y si son un grupo muy numeroso nuestra desventaja podría ser fatal... además de que hace un frío inhumano aquí tambien— respondió agarrando el palo de bambú a su espalda, mientras se acomodaba los abrigos de pieles que llevaba, y adoptando de nuevo una pose de combate, encarando a varios samurai que habían rodeado a los dos piratas.

—Pues claro que vienen refuerzos, estúpidos saqueadores, el jefe y Cudd ya vienen hacia aquí... y no queráis saber lo que pasará cuando lleguen, JAJAJAJAJAJA...—

—Tsk— dijeron a la vez los piratas.

—¡Kuroame Ni: Asteroid Belt!

Los dos balazos de cañón impactaron en las cabezas de dos renegados, cayendo estos inmediatamente inconscientes y con varios dientes volando fuera de sus bocas. Acto seguido otro de los que conformaban el corro que apresaba al primer oficial y al consumidor zoan salió despedido a causa de una gran bocanada de aire, que sin ninguna sopresa para los piratas fue provocada por una patada de Canonbolt al aire (Geppo Sai Honryu). El "Meteoro" se inmiscuyó rápidamente adentro del círculo, haciendo piña con sus compañeros.

—Vamos a darle unos buenos "consejitos" a esta gente para que aprendan a no meterse donde no les llaman, ¿eh muchachos?— sonrió confiado el timonel sin mirar siquiera a Nakes o Marín, a lo que estos, igual de centrados que él en el combate, asintieron confiados.

—¡Magnum Plein!— se oyó una voz desde el cielo, y en efecto cuando todos miraron hacia arriba perplejos, Trevor les encañonaba con el rifle Colt Chester en su cadera, mano derecha en el gatillo y mano izquierda en el percutor.

—¡¡CLOCK!!

Tanto samurais como piratas hicieron ademán de cubrirse con los brazos (menos el espadachín de los Relámpago Blanco, que se quedó mirando al mercenario desenvainando su nodachi) del aguacero de balas que se les vino encima cuando Trevor martilleó el percutor, pero los proyectiles solo alcanzaron a los samurais que formaban el circulo, liberando de presión a los piratas. El tirador cayó al suelo de nuevo, poniéndose recto para dar una calada al puro y posteriormente, soltando el aire y abriendo su arma para llenar el tambor, dirigirse a los piratas.

—Ya os hago yo el trabajo sucio... yo de vosotros iría a ayudar a vuestro capitán— soltó dándose la vuelta para encarar a más renegados.

—Psche...— rió Canonbolt, girando la cabeza hacia el "Relámpago Blanco", que estaba intercambiándose golpes con Kotei —Jaike no se va a rendir hasta derrotar a ese marine... tengo confianza ciega en eso, kukukuku...— rió, a la par que Nakes y Marín asentían en señal de que ambos compartían este pensamiento.

Los tres piratas se giraron hacia el mercenario, y se lanzaron hacia el gran grupo de samurais pelando para servir de apoyo a Cliff, Speck (que se había incorporado a la batalla más tarde ayudando a defender al Chief de Kupa) y al propio Itoru.

Mientras tanto, ya apartados del grupo de guerreros y tomando mentalidad de que su situación actual había pasado a ser de uno contra uno, tanto Jaike como Kotei parecían realizar una pausa en su coreografía de golpes, provocando una tensión entre ambos que solo se resolvería cuando uno de los dos se abalanzase sobre el otro. Jaike parecía notablemente más cansado que el agente, intentado recuperar aire cuanto antes.

—¡Vamos, vamos!— se decía el pirata, dándose ánimos para continuar con el ritmo del combate —Si lo dejo recuperarse tendré mucha desventaja contra este tío... Si solo no tuviera esta herida en el pecho todo sería mucho más fácil...

—Eres demasiado impulsivo muchacho...

—¿?— las palabras de Kotei sorprendieron por completo a Jaike, que había dado por supuesto que su enemigo seguiría siendo parco en palabras como en los enfrentamientos que habían tenido hasta ahora.

—No se si habrá sido así con el "Noble del Mar" Ragnarok o con Salazhar Malouf "Lengua Viperina", pero es como si tuvieras demasiada prisa por acabar esto, y no te has caído en la cuenta que solo estaba observando tu estilo de combate.

—.....

—Parece que tienes tanta confianza en tu fuerza que ni siquiera sigues una estrategia de combate. Principiante.

—Tsk... Lo peor de todo es que tiene razón— se dijo, mirándose ambas manos —Confío demasiado en este poder... tanto tiempo practicando el combate para que ahora me este mal acostumbrando poco a poco......yo shi shi, lo que sí tengo claro es que de cada combate se aprende— sonrió el pirata, alzando la cabeza hacia el marine y adoptando de nuevo una posición de combate —No deberías ir dando consejos a la gente que te va a patear el trasero, ¿no crees?

—No importa lo que hagas a partir de ahora. He tenido la oportunidad de observarte ya una vez, y con esta confirmar lo que ya creía. Vas a caer derrotado en ocho minutos.

—Entonces no perdamos más el tiempo. ¡Goro Goro no Bullet!

Renegados

  • Mil y un brazos Volumen II: Abróchese el cinturón
    • Cuando Tamanegi llegó a la fuente de aquellas enormes plumas, fue sorprendido y agarrado por un enorme y extraña ave parecida a un pelícano, que lo echó dentro de su pico .


El "Relámpago Blanco" se lanzó contra el marine con el puño resplandeciente de electricidad, apuntando con este de una manera muy explícita a la cara de Kotei, a que el capitán respondió preparándose para atajar el puñetazo.

—Que estúpido, sigues haciendo.... ¡!

El pirata sonrió, como siendo consciente de lo que Kotei iba a decirle, y amagó el puñetazo para lanzar un rodillazo electrificado a su contrincante a una velocidad de vértigo, movimiento que pilló casi por sorpresa al marine.

—¡¡Goro Goro no Flail!!— gritó Jaike con rabia, como indicación de toda la fuerza que iba detrás de ese golpe

El "Paso Mudo", lejos de recibir el golpe, lo bloqueó rápidamente anteponiendo ambas manos, y aunque no recibió el impacto la descarga eléctrica recorrió todo el cuerpo del marine, no siendo suficiente para dejarlo inconsciente ni mucho menos, pero sí lo dejó aturdido lo suficiente como para que Jaike acertase a dar esta vez si y con una potencia devastadora un derechazo electrificado a su oponente al grito de "Goro Goro no Bullet".

—Eso ha estado bien, pero no puedo relajarme ahora... Además´tengo que tener cuidado o la herida del pecho se reabrirá— se dijo, con la mano en la venda que le cubría el abdomen —Vamos a acabar con esto... Goro Goro no...

—¡¡¡¡RAAAAAAAAARH!!!!

—¡!

De repente, sorprendiendo a todos los samurai de Kupa y cargando de ánimos a los escasos renegados aún en pie en el campo de batalla, el pelotón de guerreros de refuerzo liderado por Gitras hacía su aparición, dándose prisa en entrar en escena e inclinar la balanza un poco más a su favor. Los dos Chiefs y Cudd se quedaron más en la retaguardia, pero el líder de los renegados haciendo gala de su impaciencia y poco autocontrol se lanzó sin pensarlo dos veces dentro del grupo de samurais de Kupa.

—Ahora la guerra empieza de verdad... Gelato Plage.

Desenvainando su espada y avanzando de forma serpenteante, Gitras iba cortando a los samurai de Kupa a su paso, helando el corte con una fina escarcha. Esto dejaba a su víctima sin dolor alguno, pero perdiendo sangre a causa del tajo.

—Según he leído, ese tal Gitras era un famoso ronin de Veninu que fue cegado por su sed de sangre y llegó a desafiar incluso al anterior Chief... y salió muy mal parado. Corta a sus oponentes helando la herida... si no se dan cuenta y combaten a su cien por cien, es posible que pierdan mucha sangre y se desmayen o incluso que...— razonaba Speck preocupado, dirigiéndose al otro Chief y a Cliff.

El renegado continuó cortando con este movimiento a todos los samurais enemigos, causándoles a varios heridas graves que, tal y como había predicho el "Cabeza-cañón", fueron dejándolos fuera de combate por las fuertes hemorragias indoloras.

—He...Este grupo no será un gran problema. Esos estúpidos me han traído a dos Chiefs. Morirán aquí y tanto Kupa como Laori estará indefensa sin sus cabecillas... ¡¡ENTONCES FALTARÁ MENOS PARA MI REINO DE SANGRE EN SENGOKU!! ¡¡GELATO PLAGE!!

—¡Shig-Zag!

—¿¡!?

Para sorpresa de todos los presentes, un decidido Itoru ataviado con su casco y su máscara de samurai paró el sable del renegado, mirando a través de los ojos del yelmo de este.

—¿Te crees que voy a dejarte exterminar a guerreros de Kupa? Soy su Chief, ¡TENDRÁS QUE MATARME PRIMERO!—encaró la "Muerte Invisible al renegado, causando tanto una lágrima de alegría por ejercer su deber como Chief en Cliff, como una sonrisa de orgullo en los Piratas Relámpago Blanco y de Jaike en especial.

Tanto "Espada Herrumbrosa" como los cuatro tripulantes Relámpago Blanco, incluido Rata que acababa de incorporarse a la batalla y no estaba aún muy concentrado en esta, se apresuraron a cargar contra Gitras para ayudar a Itoru, pero justo antes de desatar sus habilidades sobre el renegado una gran mole se puso en su camino. Este muro resultó ser una mujer descomunal con la cara tapada por una máscara de demonio y un caparazón de tortuga espinoso amarrado al torso. En su hombro iba sentada una persona de nariz muy prominente y pelo extremadamente largo que además le cubría media cara. Esta última se rió de la situación.

—Creían que iban a poder tocar al jefe sin que nosotros hicieramos nada, Nishi... PWAJAJAJAJAJA, que estúpidos estos piratuchos, pwajajajajajaja.

  • [Renegado, expulsado de Bira por espiar en los baños públicos, Hazey]

—...

  • [Renegada, expulsada de Furam sin pruebas por asesinar a todos sus maridos , Nishi]

—"Meteoro"-desu, hay que encargarse de Farisse y de Irvin cuanto antes-desu.— susurró Cliff a Canonbolt, quien parecía desafiar a ambos renegados con la mirada —Si escapan de la isla sería un bache muy grande en nuestro camino a la paz-desu... pero si se unen a esta batalla puede ser aún peor-desu...

Antes de que el timonel pudiese decir palabra, dos personas se adelantaron a su respuesta.

—Yo lo haré.— pronunciaron al unísono Marín y Nakes, con la falta de emoción habitual en ambos, a lo que Canonbolt asintió.

—A sus ordenes, vice capitán, kukukuku...

Cuando los dos piratas se dispusieron a dirigirse hacia el lugar donde ambos Chiefs contemplaban la batalla, los dos renegados trataron de impedírselo sin éxito, debido a los golpes que recibió Nishi por parte del "Meteoro", el joven ladrón pirata, el sub-Chief, y Speck, todos sincronizados.

Viendo esto, Jaike sintió que pudo concentrarse del todo en su duelo mientras que Kotei, a pesar de no bajar la guardia ni un segundo, parecía desviar mucho la mirada hacia donde estaban los dos Chiefs y Cudd, activando el transmisor que llevaba en el cuello.

—Última fase del plan en marcha. Todos a la vista. Corto.

—Esto se está alargando ya demasiado, ¿no crees hombre-culebra?— se mofó el "Relámpago Blanco", cogiendo impulso para arremeter contra su objetivo —¡Goro Goro no Lance!

Ante todo esto, el ciego Cudd parecía estar atento a todos los sonidos de la batalla, y al estar seguro de lo que estaba ocurriendo en ese momento, sonrió.

—Al final va a salir todo mejor de lo previsto.

Quemarropa

  • Mil y un brazos Volumen III: Malos leñadores.
    • Los demás tripulantes de alto rango de los Piratas Star, después de amontonar varios trancos cerca de su embarcación, se dieron cuenta de que faltaba Tamanegi, a quien hacía bastante rato que no veían. Los piratas fueron a buscar dentro del bosque de nuevo para echarle una buena bronca por no trabajar duro.


—¡¡CÓMO OS ATREVÉIS A CORTARNOS EL PASO PIRATUCHOS!!— se quejaba Hazey, bajando del hombro de su compañera y acercándose con total confianza al grupo de samurais y piratas, aún en guardia pero espectantes y pacientes, señalándoles con el dedo —Se supone que NOSOTROS os cortamos el paso a vosotros y no al revés, panda de mamarrachos... si mira cómo vais vestidos... vaya ropa más rara...— el renegado se fue acercando más y más sin ningún miedo divagando sobre Canonbolt y Rata sobre todo, hasta el punto de llegar a tocar al timonel. Llegado a este punto, Hazey sonrió sádicamente —Linch Finger.

—¡UGH!

—¡!

Con un solo movimiento de muñeca y sin mover ni un solo músculo, el renegado mandó a volar a Canonbolt varios metros hacia atrás, cayendo este de espaldas al suelo debido a la sorpresa y rapidez con la que Hazey había ejecutado el movimiento. Como reacción a este primer paso, los demás cargaron contra Hazey, pero sucumbiendo todos ante un colosal barrido de Nishi para proteger a su compañero.

—PWAJAJAJAJAJAJAJA hay que estar más atentos piratuchos— rió mientras se sentaba de nuevo en el hombro de la descomunal asesina —No has sido capaz de prever mi golpe... claro, a esa velocidad un golpe de una pulgada no es fácil de ver, pero es muy efectivo, ¿verdad? pwajajajajaja.

—Será...— Canobolt, visiblemente molesto, apretó los dientes y enfocó su mirada en Hazey, dirigiéndose después a sus compañeros —El flacucho es mío... o la flacucha...— corrigió extrañado —¡Soru!

—Eso nos deja a nosotros con la asesina de maridos-desu...— les recalcó a los demás Cliff, agarrando fuerte el mando de su espada. Esta afirmación cogió por sorpresa a Rata, que al no ser del Archipiélago no conocía nada acerca de los criminales, haciendo una mueca de terror.

—¡Geppo Sai Honryu!

La tremenda bocanada de aire provocada por la doble patada de Canonbolt lanzó a Hazey hacia atrás, alejándolo de Nishi. Cuando esta última se quiso dar cuenta y ayudar a su compañero, pero un sonoro cañonazo que impactó en su espalda la sorprendió, y cuando se dió la vuelta para represaliar a su agresor un gran tajo recorrió su torso abriendo una larga y profunda herida que escupió una gran cantidad de sangre al momento.

—¡¡MINDBLOWER!! — gritó Speck, con el flequillo humeante y un mechero encendido en la mano

—¡¡HIYOKUNA TANIIIII!!...desu (lit. Valle Fértil)— gritó el sub Chief situado a espaldas de la renegada, agarrando aún fuertemente el mando de su katana, mientras que Canonbolt se lanzaba a por el ahora indefenso Hazey —¡Vamos Canonbolt-san, tienes vía libre-desu!

—Y lo pienso aprovechar... Kuroame Ni:¡Comet Rain!

Mientras los impactos de las balas de cañón buscaban el cuerpo de Hazey, quien los desviaba usando diferentes movimientos marciales, la figura de Nishi se elevó detrás de "Espada Herrumbrosa" con un brillo de odio en sus invisibles ojos, y saltó hacia él con intención de caer en plancha encima del samurai, con los daños que eso conllevaría teniendo en cuenta el caparazón espinado y su propio peso. Cliff miró con horror, como aquella enorme mole le caía encima, sin tiempo para hacer nada. En ese preciso instante sintió como alguien le empujaba, sacándolo de la zona de peligro.

—...(debajo de la máscara de Nishi y en voz casi inaudible) Takahashi-san (lit. Señor Takahashi)...

La mole cayó en plancha despejando la nieve del lugar, mientras que Cliff se recuperaba dándole gracias a los dioses y mirando la cara de su salvador, que resultó ser ni más ni menos que el ladrón de los Relámpago Blanco.

—¡¡Rata-kun!!¡¡Muchas gracias-desu!!

—No hay de....— el pirata respondió con aires de heroicidad, pero un sudor frío recorrió su espalda de abajo a arriba cuando sintió que algo le agarraba por el tobillo, girándose para encontrarse de cara con la máscara metálica de Nishi—... ... ... qu-que... mal te huele el aliento, ¿no?

—...(debajo de la máscara de Nishi y en voz casi inaudible) Yamamoto-san (lit. Señor Yamamoto)...

La mujer levantó a Rata del pie y lo estampó directamente contra en suelo con un golpe seco, haciendo que el joven ladrón perdiese el conocimiento poco después de toser sangre por el golpe, cayendo derrotado.

—¡¡RATAA!!— gritó el timonel de la banda, apretando los dientes revelando en su gesto gran preocupación por su compañero, mientras corroboraba que Speck comprobaba su estado.

Ante esto, un alejado Trevor que se había dedicado a disminuir en gran medida el número de activos de los renegados advirtió la situación, dejando de lado la batalla y a los samurais, y comenzando a caminar hacia el grupo cargando su Colt Chester.

—Tiene que ser ahora...— exhaló soltando humo de su puro.

—¡Speck-desu, apunta al caparazón, tenemos que destruir su arma para que no no sea tan peligrosa!Aunque para eso tenemos que acercarnos mucho a ella...

—¡Entendido!— asumió el Chief, dejando apartado y a salvo al ladrón pirata —Si le tuviera miedo al peligro me habría dedicado a recolectar arroz Cliff.¡Mindblower!

—¡Hiyokuna Tani!-desuuu

El golpe conjunto del disparo a bocajarro del Chief y la poderosa estocada del sub-Chief no bastó, ni estuvo siquiera cerca de hacer mella en el resistente caparazón del torso de Nishi, quien se dispuso a agarrar de igual manera que había hecho antes con el tripulante de los Relámpago Blanco. Mientras, Hazey había logrado acercarse lo suficiente al "Meteoro" mientras desviaba sus balazos.

—Siendo un maestro de las artes marciales puedo matarte hasta sin usar ni mis manos ni mis pies, ¿lo sabías? pwajajaja— rió, mientras se acercó rápidamente al pirata, tocando su pecho con su prominente nariz —¡Guninch Nose!

Con su nariz realizó una técnica parecida a la anteriormente mostrada, pero un dolorido Canonbolt sentía en su propio cuerpo como si le hubieran dado una veintena de golpes. El renegado se posicionó detrás del timonel y repitió el mismo movimiento, repitiendo esto hasta el punto de no dejar ni escapar si atacar al pirata.

—¡Tengu's Lair!— pronunció Hazey mientras seguía ejecutando su técnica, dejando como eco una sonora carcajada.

—¡¡Magnum Plein: Close Fire!!

Una sonora ráfaga de disparos resonó por todo el campo de batalla, alertando a todos los samurais presentes por la andanada de proyectiles impactando sombre una superficie metálica, como de armadura. Los guerreros rasos de ambos bandos dirigieron sus miradas hacia donde se encontraba el grupo de Cliff, solo para ver a Trevor subido a los hombros de la colosal asesina vaciando el cargador a quemarropa en la máscara de esta. Esto no llegó a traspasar la resistente máscara de demonio, que solo quedó abollada, pero fue suficiente para aturdir a Nishi.

—¡Cliff, Speck! ¡Piernas y pecho! ¡YA!

—¡¡OIII!! ¡¡NETSUDORO!!-desuuuu (lit. Barro Termal) / ¡¡MINDBLOWEEEER!!— gritaron al unísono ambos, que se habían visto salvados del peligro por obra del cielo.

Mientras "Espada Herrumbrosa" danzaba alrededor de las piernas de la renegada hundiendo y deslizando el filo de su katana por estas, "Cabeza-cañón" disparó tan raudo como pudo un cañonazo al pecho de Nishi, dejando a esta sin respiración apenas por el impacto, y en conjunto al movimiento de Cliff, provocó que esta cayese de rodillas por no poder sostener en aquellas condiciones su colosal cuerpo. Al ver que su plan salió a pedir de boca, "Alto Calibre" saltó para separarse un poco de Nishi y tener margen de maniobra y agarró su fusil como si de un garrote se tratase.

—Buenas noches, bella dama... ¡Magnum Zero: Bonebreaker!— y con fuerza blandió el arma de fuego para asestar un durísimo golpe lateral en la cara de la mujer, dejándola completamente inconsciente.

El fuerte golpe y pequeño temblor que causó el cuerpo de la renegada al caer llamó la atención de Hazey, sacándolo por completo del combate y haciendo que interrumpiese su técnica Tengu's Lair para ir a socorrerla, pero Canonbolt le agarró del cabello, atrayendolo de nuevo hacia él y agarrándolo esta vez del cuello del gi.

—Estabas combatiendo conmigo...— le reprochó secándose la sangre de la barbilla con el antebrazo —vamos a acabar primero, ¿te parece?

Al terminar la frase, y sin dejarle responder siquiera una palabra, el "Meteoro" lanzó a Hazey hacia arriba, y seguidamente agarró una de las balas de cañón esperando la caída del renegado.

—Todo lo que sube...

—¡Yahoooooo!— griaba Hazey mientras se precipitaba al vacío.

Kuroame:... ¡GEISER!

Con el proyectil aún en la mano, Canonbolt acertó un fortísimo gancho cargado de rabia en plena cara de Hazey, hundiendo la bala de cañón en su rostro, e inmediatamente mandándolo a volar. Esta persona cayó en la nieve completamente inconsciente y con la nariz quebrada y desplazada hacia arriba, lloviendo en su cara a los pocos segundos todas las piezas de su dentadura.

—...baja.— concluyó Canonbolt, dejándose caer para sentarse sobre la nieve, dándole igual que estuviera en plena batalla samurai.

En construcción...

Advertisement