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*[[Lance]] visita a un viejo conocido y revela su trastorno mental.
 
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*El [[Happy Shokuji]] pierde a uno de sus directivos.
 
*El [[Happy Shokuji]] pierde a uno de sus directivos.

Revisión del 12:24 26 sep 2015

Arco del Happy Shokuji
Arco del Happy Shokuji
Información
Número de capítulos 6
Fecha de creación 21 de agosto de 2015
Anterior Arco de la Isla Aquanna
Creador [[Usuario:Deidara1197|Deidara1197]]

El Arco del Happy Shokuji es el sexto arco oficial de la historia de los Piratas Free Soul, y el tercer arco argumental de la Saga de la Sociedad M.D. Es posterior al Arco de la Isla Aquanna.

Personajes

Principales

Secundarios

Antagonistas

Menciones

Minihistoria

Historia

Toxic Love

  • El dragón y la hiena. Volumen XII: "Goodbye Master".
    • En una de las tiendas donde estaban amontonados los supervivientes, Nisroch aparece atravesando con su mano derecha el pecho de Mawdow, tumbado en fila junto al resto de heridos de gravedad. Mawdow observa con pánico a su asesino sin entender nada, mientras este último pronuncia "goodbye master" con un notable tono de lunático.

No somos tan diferentes de ellos.

El aire de aquel lugar estaba contaminado. La fábrica lo hacía a través de considerables emisiones de restos de combustible. Estas emisiones incluían contaminantes tóxicos, como el dióxido de carbono, el metano o el óxido nitroso. Los procesos industriales que ocurrían allí despedían gases como el flúor o el hidrofluorocarbono.

Los efectos de la contaminación en el aire se esparcían rápidamente, teniendo graves consecuencias en las especies animales. Cada año, más de dos mil aves eran afectadas por la polución industrial, así como cientos de especies acuáticas, que eran cruelmente envenenadas por los vertidos tóxicos y residuos que los trabajadores emitían al mar, algo que también afectaba a la cadena alimenticia, y como efecto colateral, a miles de organismos más.

El cielo que cubría la isla estaba sucio, enfermo y teñido de negro. No se podía inhalar aire sin correr riesgos salubres. El mar en las cercanías de la isla se encontraba en una situación similar; los residuos despedidos por los trabajadores lo convertían diariamente en una fuente de mugre e inmundicia.

Antaño, la Isla Shizen era una isla plagada de vegetación. Cientos de árboles únicos y milenarios atiborraban la isla junto a especies de animales exclusivas y ahora extintas. Nadie vivía allí. La isla era respetada y reconocida por todos como una de las maravillas del Paraíso y un receptor incesante de turismo. Sin embargo, hace cinco años, con la incorporación de Magno Daradei a los Siete Guerreros del Mar y la alianza entre la Sociedad M.D y el Happy Shokuji, esta última multinacional decidió trasladar su sede y fábrica principal a la isla para poder ayudar más eficientemente a la Sociedad M.D en su tarea de dominar las islas del principio del Grand Line.

En menos de un año, los árboles y especies autóctonas fueron sustituidas por una gigantesca planta de procesamiento alimenticio, que incluía instalaciones de almacenamiento y distribución, instalaciones de agua, de frío industrial, de generación, distribución y transformación eléctrica, de climatización, de saneamiento e instalaciones de ínfimos servicios para los trabajadores explotados de la planta, como comedores, vestuarios y habitáculos estrechos e incómodos.

La empresa ya operaba desde hace cincuenta y dos años, y con el tiempo, su influencia solo fue en aumento, llegando a abrir cientos de restaurantes y puestos de comida ambulante por todo el Grand Line, teniendo un elaborado y preciso sistema de reparto de comida a domicilio. Todos en el Grand Line habían oído hablar de la marca Shokuji y de su más característico producto; las hamburguesas Shokuji. El número de fábricas abiertas ascendía a dieciocho, y muchas estaban instaladas en famosos y prósperos reinos, que aceptaban instalarlas a cambio de grandes cantidades de dinero. A pesar de la fama y el prestigio de la empresa, una horrible verdad se escondía al público. La organización utilizaba numerosos métodos ilegales para obtener beneficios; la adulteración de los productos era uno de ellos.

Todos los trabajadores de fábricas y restaurantes se encontraban explotados por los empresarios y gerentes del negocio, estos trabajadores se encontraban en una situación de miseria y esclavitud, siendo torturados y, en ocasiones asesinados. El chantaje era el método más común a la hora de contratarlos y el ejemplo más claro ocurrió con las hermosas mujeres de la Isla Aquanna, las cuales fueron obligadas a trabajar como camareras y forzadas a llevar atrevidos uniformes que complacieran a los clientes, siendo amenazadas constantemente por los empresarios con asesinar a sus hijos si no hacían bien su trabajo.

La influencia de la organización era tan grande que se encontraba aliada con el propio Gobierno Mundial, los cuales permitían sus actividades ilegales a cambio de desinteresadas y abundantes donaciones de dinero.

El Happy Shokuji era ahora el objetivo principal de la alianza entre los Piratas Free Soul y la OLP, que consideraban necesaria la eliminación de esta empresa para causar una gran baja y debilitar a la Sociedad M.D. Por eso mismo, decidieron atacar la isla donde su fábrica y sede principal se encuentran; la Isla Shizen: a media hora de distancia en barco de la Isla Aquanna.

Allí, en una oscura noche de no muy buen tiempo, los cinco directivos de la empresa habían decidido reunirse por un asunto de vital importancia para la cúpula de poder. El lugar donde se celebraría la reunión sería la sexta y última planta de la torre de control, un torreón grisáceo y de mal aspecto en el medio de la isla y de las numerosas fábricas. En aquel lugar, vivía el personal de seguridad autorizado y servía como zona de reuniones. En contraste con las demás instalaciones de la isla, la torre de control era un lugar aislado del humo y la polución, y su principal objetivo era la supervisión del buen funcionamiento de toda la planta procesadora.

Cuatro de los cinco directivos estaban ya sentados en una dorada mesa rectangular ubicada en un gran cuarto de paredes pintadas de rojo oscuro.

—¿Dónde se habrá metido este pimpollo, ah? —Preguntó una centenaria y horrible mujer vestida con un elegante y antiguo vestido azul—, ese mocoso de Lance siempre potencia mis ganas de cometer un homicidio, hiejeje —rió la anciana mientras se abanicaba con su plateado abanico y observaba a los demás directivos con una expresión enfermiza.

—Según parece ese mocoso ha olvidado lo odioso que me resulta que me hagan esperar —dijo otro anciano de baja estatura con dos monóculos en sus ojos y subido en un sillón con ruedas mientras se colocaba su monóculo derecho.

—Vamos, vamos, ancianos, no os alteréis, seguro que Lance estará al venir —dijo un elegante, joven y agraciado hombre mientras se peinaba su rubio cabello hacia atrás—, y si no viene, siempre podemos comenzar la reunión sin él, ¿no? Murufufufu.

  • [Directivo, jefe de marketing, de relaciones industriales y exteriores del Happy Shokuji: "Traje Manchado"; Yokubo].

—Sería lo correcto esperar a que él venga; por muy asqueroso que sea ese tipo, sigue formando parte de los cinco directivos —dijo un joven con el pelo castaño recogido en una coleta y una marcada barba.

—Deja de intentar ser tan formal y correcto, lechugo —le dijo a Paul Emiliana mientras lo apuntaba con su abanico—, se te nota la hipocresía a tres manzanas, hiejejeje. Tu culo está sentado en esa cómoda silla solo porque tu adinerada familia lo puso ahí —dijo sin quitar la enfermiza sonrisa—, no te mereces ser un directivo de esta empresa.

—Uhm... —Dickens se colocó los dos monóculos a la vez aparentando dar la razón a su compañera de forma discreta.

—¡¡Eso es solo un falso rumor!! —Exclamó Paul alterándose—, pero no te preocupes, quizás no sea nunca más un directivo —le dijo con tono amenazante.

—¿Eso crees, pimpollo? —Le preguntó Emiliana abriendo su abanico bruscamente.

Emiliana y Dickens estaban sentados en uno de los laterales de la mesa. Yokubo y Paul en el otro, quedando dos sillas sin ocupar, una pertenecía a Lance, el último de los ejecutivos y la otra al presidente y máximo mandatario de la empresa, Arrange. Finalmente, el último de los ejecutivos entró por la puerta de la sala rojiza mientras tarareaba una canción de jazz y alumbraba el habitáculo con su radiante sonrisa.

Lance era un hombre odiado por los cuatro directivos restantes. Su hipocresía, presuntuosidad y habilidad para la manipulación hacían de él un hombre que nunca decía lo que pensaba realmente. Con un gran descaro, Lance obvió su sitio oficial y se sentó directamente en la silla del presidente Arrange, para disgusto de los directivos restantes. Allí, se colocó la corbata y observó con sus ojos vacíos y siniestros a los cuatro directivos preservando su magnánima sonrisa blanqueada.

—Disculpen la tardanza —dijo mirando su reloj de muñeca—, no pensé que llegarían tan pronto —inmediatamente después, Lance alzó su cabeza de nuevo. Los cuatro directivos le lanzaron una fulminante mirada de repulsión y desprecio casi ilimitados—. Ya veo... —dijo agrandando su sonrisa—, me temo que debo preguntaros lo siguiente —a cada palabra que articulaba, los cuatro directivos aumentaban sus pensamientos negativos hacia él, pero eso a Lance no le importaba lo más mínimo—. Ahora que Arrange ha muerto, ¿aceptáis que me convierta en el próximo presidente de la empresa? —La pregunta sentó aún peor de lo que él imaginaba a sus cuatro compañeros, que articularon un "ni lo sueñes" rotundo y taxativo con la mirada—. Fefefe... deberíais moderar ese amor tóxico que sentís hacia mí...

Toxic Brain

  • El dragón y la hiena. Volumen XIII: "Soy yo".
    • Nisroch vuelve del campamento de los heridos y se encuentra a Ryutora sentado sobre un gran saco de comida mientras recibe una llamada en su Den Den Mushi. Nisroch se acerca y le pregunta quién le llamó. Antes de que Ryutora pudiera contestar, la persona de detrás del Den Den Mushi se adelanta y articula lo siguiente: "soy yo, Magno".

  • [Puerto sur de la Isla Shizen]

—¡¡Atrás!! —Exclamó un soldado del Happy Shokuji malherido mientras instaba a los demás miembros de seguridad a retroceder.

—¿Acaso no me habéis oído? —Preguntó el agresor encima de una montaña de soldados derrotados y brutalmente apalizados—. He venido a reunirme con los directivos —dijo zarandeando su puño derecho en un intento de limpiarse la sangre—. ¿Dónde está la sala de reuniones?

—N-no estamos autorizados a proporcionarte tal información si no revelas tu identidad —dijo el soldado, que apenas podía ver al agresor por la oscuridad de la noche.

—¿Eze ninio que hay ahí quién eh? —Un joven hombre vestido con ropas extravagantes y una capa roja entró en la escena, observando la lamentable situación de sus subordinados—, como ziga ahí apalizando a mih zoldadoh me vah a zupá to la golondrina fíhate lo que te digo, ¿me hah entendío o no pisha?

Debido a la prepotencia de su capataz, los soldados comenzaron a temer por su vida.

—A veh, ¿me vah a dezíh ya quién ereh tú o qué eh lo que paza? ¿Eh? ¿Qué eh lo que paza? —Preguntó sin temor—, a veh si me voy a teneh yo que liar aquí a pimba pimba ahí que te zaco loh ojoh en un momento ¿me entiendeh lo que te digo o no a veh? ¿Eh? ¿Qué eh lo que va a pazá aquí? ¿Qué eh lo que va a pazá aquí? —Repitió rápidamente—, zerá mugrozo y ahquerozo er tio. Como te pille yo ahí ezah barbejas que me llevah te las iba a recortar ahí bien recortaitah mi armah. Zerá paiazo.

Inmediatamente, el agresor se abalanzó sobre Pisha con el puño derecho recubierto de Busoshoku Haki. Antes de que pudiera golpearlo, Pisha, sorprendido, reconoció la figura de aquel hombre.

—Ohtia illo, pero zi tu ereh er dargan eze, ¿no? Er ninio eze de la zoziedah mzi que ha venidoh ahí pa azihtíh a la reunión eza ahí de los jefazoh illo —reveló con un tono muy elevado y con pronunciación excesivamente rápida.

—Vente pakí paká que te voy a enzeñáh yo ahí donde ehtán ahí reunidoh illo. Vente pakí paká, ven —le instó.

  • [Sala de reuniones. Sexta planta de la torre de control].

—Por vuestra expresión adivino que... estamos en desacuerdo —dijo Lance esbozando una sonrisa burlona—. Pensé que no querríais armar un alboroto en un tema tan transcendental como este, pero parece que vuestra codicia por este asiento... —dijo acariciando los reposabrazos de la silla en la que estaba sentado con cierto afán provocativo—, va más allá de lo que imaginaba. ¡BIEN! —Gritó rápidamente para evitar que los demás le reprocharan su molesta actitud—, tendremos que seguir el procedimiento habitual de la normativa interna de la organización. Dickens, si haces el favor de... —antes de que pudiera terminar su frase, Dickens golpeó la mesa con gran fajo de papeles que constituían la normativa interna de la empresa—. ¡Qué rapidez! Fefefe. Permitid que os pregunte... —dijo mientras las miradas de sus compañeros no dejaban de emitir desprecio—, ¿pensáis seguir mirándome con esa cara durante toda la reunión? ¡Esto parecerá un monólogo!

—Vayamos al grano —dijo carraspeando Dickens mientras leía la normativa durante varios minutos.

—¡¡No hay nada que leer!! —Exclamó Emiliana dando un fuerte golpe en la mesa con su abanico y rompiendo el silencio ocasionado—, ¡¡Quien posea más acciones en la empresa se convertirá en el presidente!! ¡Hay que ser muy duro de mollera para no comprender algo tan elemental!

—¡Tiene razón, Emiliana-san! —Le dio la razón Lance con falsa cortesía mientras levantaba sus brazos con alegría—, ¡sin duda, quién más acciones tenga detentará ventaja en la carrera! Pero, me pregunto quién... —los cuatro directivos se pusieron alerta ante las últimas palabras de Lance—, tendrá más acciones realmente —las palabras de Lance dejaron a todos confundidos. Todos sabían las acciones que cada uno tenía, y Lance no era el que más poseía, así que no comprendían la intención ni el sentido de sus palabras.

De repente, la puerta de la sala fue brutalmente derribada por el cuerpo del capataz Pisha en estado de inconsciencia, llegando hasta los pies de Yokubo del impulso, quien lo apartó con su pie derecho con cara de asco. Dargan Snariad, Tercera Luna de la Sociedad M.D, apareció en el lugar para la sorpresa y disgusto de Emiliana, Dickens, Yokubo y Paul, y satisfacción de Lance, que esbozó su mejor sonrisa ante su llegada.

—Snariad, ¿qué haces aquí? No recordamos haberte convocado —le dijo Emiliana con tono antipático.

—Uhm... —Dickens se colocó los monóculos dándole la razón a Emiliana. Nadie lo había convocado, o al menos era eso lo que pensaban.

—¡Fui yo! —Exclamó Lance ante la estupefacción de sus cuatro compañeros—. Nada más fallecer nuestro querido presidente Arrange... —dijo con falso tono de luto—, contacté con Magno Daradei para que enviase a uno de sus más confiables hombres hoy a la reunión. Somos sus aliados al fin y al cabo, ¿no? —Preguntó colocándose el traje con confianza y superioridad—, es de extrema relevancia que estén al tanto de los acontecimientos importantes —aclaró cruzando los dedos de sus manos y apoyando los codos en la mesa—. Además de testigo, Dargan-san podrá actuar de supervisor neutro y justo de la reunión. Es un hombre confiable, supongo que ninguno de ustedes sospecha que su juicio pueda ser... amañado —dijo entrecerrando ligeramente los ojos provocando una grave molestia en sus compañeros—. Dargan-san, siéntese cuando quiera —haciendo caso a Lance, Dargan se sentó no sin antes agarrar el cuerpo de Pisha y estamparlo contra las paredes de pladur del habitáculo—, bien, continuemos pues.

Este maldito mocoso... ¿qué se supone que se propone con este despropósito? No es el que más acciones tiene, a simple vista, no conseguirá ser el presidente... esa siniestra sonrisa que siempre esboza... realmente... me pone de los nervios —pensó Emiliana mientras miraba con determinación a Dickens, que asintió compartiendo los pensamientos de Emiliana—. Snariad —dijo en voz alta—, me temo que no hay nada que supervisar en esta reunión, todo está claro. Cuando la empresa fue fundada hace cincuenta y dos años por Arrange, Dickens y yo —dijo mirando a Dickens—, tuvimos una reunión para determinar quién de los tres se quedaría con la presidencia. Dickens y yo poseíamos cada uno un 35% de las acciones, y Arrange solo tenía el 30% restante. Originalmente, estaba fuera de la elección, que finalmente se quedaría entre Dickens y yo. Sin embargo, Arrange nos ofreció una enorme cantidad de dinero para comprarnos a cada uno un 5% de nuestras acciones. Por aquel entonces, ni Dickens ni yo ansiábamos conseguir la presidencia, así que aceptamos la jugosa cantidad de dinero y le vendimos ese pequeño porcentaje de nuestras acciones para que fuese el presidente. La cosa quedó así; Arrange con un 40%, y Dickens y yo con un 30% cada uno.

—Conozco muy bien esa historia, Emiliana-san —dijo Lance cerrando los ojos—, tanto Dickens-san como usted tienen una gran facilidad para vender sus acciones. Algo poco precavido, a mi juicio —las palabras de Lance volvieron a molestar a los dos veteranos, que apenas podían aguantar la rabia—. Con la entrada de Yokubo-kun y Paul-kun a la directiva, perdieron aún más acciones. Usted le vendió a Paul-kun el 10% de sus acciones, quedándose con un 20% y permitiendo así que Paul-kun entrase a la dirección. Dickens-san hizo lo mismo con Yokubo-kun, mientras que Arrange-sama, lo hizo conmigo. Actualmente, el reparto de porcentaje de nuestras acciones queda así; Dickens-san y usted, un 20% cada uno, mientras que yo, Yokubo-kun y Paul-kun, un 10% cada uno. —Lance hablaba con un tono muy confiado, lo que inquietaba a los cuatro ejecutivos. Dargan simplemente observaba la discusión— Ahora, queda saber... a quién le donó Arrange-san su 30% de las acciones.

—Hiejeje... —rió Emiliana—, no sé lo que te propones, sucio mocoso, pero en ningún caso Arrange te donaría a ti las acciones, él te detestaba al igual que todos nosotros.

—Aprecio sus amables palabras, Emiliana-san, pero me temo que está equivocada respecto a la voluntad del presidente —Emiliana comenzó a ponerse nerviosa debido a la gran confianza con la que Lance debatía—, aquí tiene —dijo colocando una hoja de papel escrita en la mesa. Antes de que nadie lo leyera, Paul agarró la hoja y comenzó a leer en voz alta a sus compañeros. Tras hacerlo, todos se quedaron atónitos.

—¡¡ESTO ES IMPOSIBLE!! ¡¡ES UN ULTRAJE, UNA INJURIA!! —Gritó Dickens visiblemente enfadado ante la supuesta decisión de Arrange de donar todas sus acciones a Lance.

—Sucio mocoso... ¿cómo te las has ingeniado...? —Preguntó Emiliana tomando el papel y revisando la firma de Arrange.

—Vaya... ¡¡qué mal perder tenéis!! ¡¡Fefefe!! —Rió Lance con malicia—, deberían respetar más la voluntad del presidente, simplemente acéptenla. ¡¡Emiliana-san, Dickens-san!! —Dijo con entusiasmo—, ¡¡ustedes trabajaron con el presidente más de cincuenta años!! ¡¡Saben más que de sobra que es su firma, su inimitable e irremplazable firma!!

—¡¡Jamás aceptaré esto, sucio mocoso!! —Gritó Emiliana visiblemente alterada.

—¡¡En ese caso me temo que debo acudir al supervisor!! —Exclamó Lance sin perder el entusiasmo y echando una mirada cómplice a Dargan. Antes de que Dargan decidiera si el documento era válido o no, los cuatro directivos ya predijeron su respuesta...

—Es válido —dijo taxativamente. La respuesta de la Luna produjo un inmenso placer en Lance, que no podía parar de sonreír. Los directivos restantes ya se habían dado cuenta que Dargan y Lance estaban aliados. La Sociedad M.D había decidido apoyar la candidatura de Lance a la presidencia, y ninguno de ellos comprendía la razón—. El recuento final tras revelarse el último deseo del presidente es el siguiente: Lance, el 40% de las acciones. Emiliana un 20%, Dickens otro 20%, Yokubo un 10% y Paul Kirchen el 10% restante. Votos a en contra de que Lance se convierta en el segundo presidente del Happy Shokuji —enunció Dargan con una grave y raspada voz. Emiliana, Dickens, Yokubo y Paul levantaron la mano antes de que Dargan terminase siquiera la frase.

—Parece que estamos en desacuerdo de nuevo... —Lance sonreía a pesar de los nulos apoyos de sus compañeros. Incluso teniendo la mayoría de las acciones, la normativa dictaba que un directivo no podía convertirse en presidente con el voto en contra de más de la mitad de los directivos. Eran cinco, así que necesitaba que al menos dos de sus compañeros se abstuvieran, pero Lance sabía a la perfección que ninguno de ellos retiraría su voto en contra—. Dickens-san, ¿qué dice la normativa en caso de que el directivo con más acciones no recibiese el apoyo de los demás?

—Voy a ver...

—¡No hace falta! —Exclamó él—, me sé la normativa de memoria —alardeó sacando a relucir su blanqueada mandíbula de nuevo—. Si no recibo vuestro apoyo no habrá presidente, y como la empresa no puede quedarse sin un presidente, la normativa aporta una solución cuanto menos ruidosa y ajetreada... ¡¡elecciones!! —Exclamó con fervor—, ¡¡los doscientos sesenta y tres empresarios del Happy Shokuji serán convocados dentro de unos días y apoyarán con un voto por empresario a cualquiera de nosotros cinco!! ¡¡Luego se realizará la media de los votos y las acciones que cada uno recibiremos y poseemos para conseguir el resultado final!! Dama y caballeros... no deberíamos perder más tiempo, ¡¡debemos informar cuanto antes a los doscientos sesenta y tres empresarios!!

La idea no convencía del todo a los cuatro directivos. Ellos sabían a la perfección que Lance era el más popular de entre todos ellos, así que su victoria en las elecciones estaba casi asegurada, pues también era el que más acciones tenía, y en la media que se realizaría a posteriori saldría como ganador consolidado. Sin darse cuenta, habían caído de lleno en la trampa de aquel hombre con el cerebro tóxico...

Toxic Pig

  • El dragón y la hiena. Volumen XIV: "Invitación".
    • Tras la conversación con Magno Daradei, Nisroch y Ryutora embarcan de nuevo en el navío del Gobierno Mundial, y a toda prisa navegan con dirección al Archipiélago Vorhölle, lugar al que Magno los había invitado para mantener una "pacífica" reunión. A pesar de la discrección con la que los dos Guerreros del Mar y el Gobierno habían llevado la misión, Magno había adivinado por algún medio que Nisroch y Ryutora estaban en su búsqueda.

  • [La noche de tres días después. Isla Aquanna. Zona norte.]

Kodo, Number 2 —dijo Taiki con pasimonia mientras golpeaba a otro soldado del Happy Shokuji—, estos tipos vestidos de gris me empiezan a aburrir... —dijo señalando con su pulgar derecho un enorme montón de soldados derrotados.

Suffocating Serpent (Serpiente sofocante)  —pronunció Zeth sentada en la espalda de uno de ellos mientras lo asfixiaba con su lanza en el cuello.

—¡¡Burguer-sama!! —Exclamó otro soldado mientras veía caer a su capataz asfixiado por Zeth—, ¡¡ese era nuestro capa...!! —Antes de que pudiera completa su frase, Taiki lo pateó en el rostro, dejándolo inmediatamente inconsciente.

—No se acaban nunca, ¿eh? —Preguntó él quitándose el zapato y sacudiéndolo para limpiar la sangre.

—Imaginé que algo como esto pasaría —contestó Zeth—, mucho estaban tardando en atacarnos por lo que les hicimos a las Lunas de la Sociedad M.D hace casi cuatro días. Estamos tardando demasiado en ir a la Isla Shizen, debemos zarpar esta noche en cuanto nos carguemos a estos... incompetentes... —dijo mientras remataba con su lanza a un soldado en el suelo— ¡¡¡mierdecillas!!

—... No hemos tenido tiempo —intentó calmarla Taiki—. Tardamos mucho en hacer el equipaje a todos los soldados de la OLP y trasladarlo al barco que la Sociedad M.D dejó aquí. Ayer finalmente partieron a la Isla Típie, y hoy... bueno... hoy sí que nos podríamos haber ido... ¡¡pero la idea de la fiesta fue de Ima!!

—¡¡¡ACHÚS!!! —Exclamó Ima desde otro punto de la isla.

—¡¡Taiki! Lo mejor es que nos separemos. Muchos soldados y capataces del Happy Shokuji están desplegados por toda la isla, debemos aniquilarlos lo antes posible, juntos tardaremos más tiempo.

—Bien, dividámonos —contestó él mientras ponía rumbo al este.

—Te dejas tu zapato aquí —le advirtió ella.

—Uy...

¡¡Hebi Grow...!! —Exclamó lanzándose a por otra horda de soldados.

  • [Isla Aquanna. Zona sur]

—¿Y tú quién eres...? —Preguntó Hanbai bostezando profundamente y sentado sobre una pila de cadáveres.

—¡¡Capataz del Happy Shokuji, French Fry, presente!! —Exclamó otro de los capataces de la empresa con dos patatas fritas en cada mano—, ¡¡Potato Shot...!! —Pronunció tratando de lanzarle las patatas. Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, Hanbai tiró suavemente de uno de los hilos de su manga moviendo ligeramente un cuchillo conectado con hilos a otro cuchillo escondido en los árboles, que también se movió ligeramente accionando otro hilo conectado a otro cuchillo, que realizó la misma acción, aunque este último estaba conectado a una pistola de chispa escondida en la copa del árbol que French Fry tenía justo encima de su cabeza. El hilo por fin accionó el gatillo de la pistola. El cráneo del capataz de la empresa de comidas quedó perforado por una bala de nueve milímetros. Tras precipitarse contra el suelo, Hanbai se acercó y le quitó las cuatro patatas fritas, comiéndoselas sin más reflexión.

—Puaj, están frías...

  • [Isla Aquanna. Zona este]

—¡¡Kimiko-san...!! —Exclamó Fox nervioso—, ¿... estás herida?

—¡¡Que no, pesao!! —Exclamó ella pateando al comandante de la OLP.

—Ahora el herido soy yo... —comentó Fox arrascándose la cabeza.

—¡¡¡HOTOHOTOHOTOHOTOHOTO!!! —Exclamó una mujer con un disfraz de perrito caliente—, ¡¡¡TENGO COMIDA PARA CHICAS CALIENTES!!! —Le gritó a Kimiko para su disgusto—, ¡¡¡DIGO, COMIDA CALIENTE!!! ¡¡HOTOHOTOHOTOHOTO!! ¡¡¡SPICY SAUSAGE!!! (Salchicha picante) —la capataz Hotadoga lanzó una salchicha a Kimiko, pero esta creó una pequeña pluma afilada, y agarrándola con dos dedos, partió la salchicha a la mitad. Para su desgracia, la salchicha incluía salsa picante por dentro, pringando con ella el rostro de Kimiko—. ¡¡¡HOTOHOTOHOTOHOTO!!! ¡¡¡TOMA ESO, COMIDA CALIENTE!!! ¡¡¡DIGO, CHICA CALIENTE!!!

—...

—Será mejor que te vayas... —le advirtió Fox a Hotadoga.

  • [Isla Aquanna. Costa norte]

—Parece que aquí no hay nadie... —le dijo Ima a Ray, que acababan de llegar a la costa arenosa del norte, donde Taiki libró su combate con Geera Zoi y sus ayudantes.

—Todo está muy oscuro... —comentó Ray abriendo los ojos como platos.

—¿Cuántos soldados llevas ya? —Le preguntó Ima amistosamente.

—¡¿Cómo quieres que lo sepa!? ¡¡Muchos!!

—Diez mil llevo yo.

—Sí, o tres billones también.

—Oin, oin —susurró un hombre gordo sucio y maloliente desde el bosque de detrás de Ima y Ray.

—¡¿Qué ha sido eso...!?

¡¡¡Piza Piza Course!!!  —Exclamó lanzando dos anaranjadas ondas por cada una de sus manos que traspasaron el cuerpo de Ray e Ima.

—¿Eh? —Se extrañó Ima—, ¿se supone que eso era un ataque...? Y... ¡¿quién es ese cerdito tan bonito de ahí!? —Dijo señalando al fofo y antihigénico hombre.

—¿... Tan extremo es tu cariño por los animales?

—¡¡Atacad, asquerosos soldados-oin!! —Exclamó el hombre mientras una horda de soldados del Happy Shokuji salían de los arbustos. Mientras los soldados se abalanzaban sobre Ray e Ima, aquel hombre se sacó un trozo de pizza pegado en sus partes íntimas y comenzó a devorarlo dejándose la mitad en su cara y un cuarto en la tripa, la cual llevaba el descubierto.

  • [Una hora después. Costa norte].

—¡¡Oinc-oinc, oinc-oinc!! —Rió Pete frente a Ima y Ray—, ¡¡esto es lo que les pasa por enfrentar al Gran Tragón-oin. ¡¡Oinc-oinc, oinc, oinc!! ¡¡Me tragué la Fruta Piza Piza-oin, una Fruta del Diablo del tipo no me acuerdo que me permite convertir... a cualquier ser vivo en... ¡¡¡UNA PIZZA-oin!!! —Gritó. Ima y Ray se encontraban en una muy lamentable situación; la técnica aparentemente inservible que les había alcanzado les estaba convirtiendo poco a poco en una pizza, pues se trataba de una técnica de efecto retardado. La piel de los dos piratas se había convertido en queso fundido y su cuerpo pasó a llenarse de salsa de tomate, jamón, champiñones y otros ingredientes. Estaban pringosos y se sentían muy sucios e impotentes, pues en ese estado no podían hacer nada.

—Seguro que Hanbai tendría una broma para esto-champiñón... —dijo Ima colocando una extraña muletilla.

—Lo más probable es que sí-jamón... —le dio la razón Ray.

—Pareces el rey Neptune-champiñón...

—¿Qué-jamón?

—¡¡Oinc-oinc, oinc-oinc-oin!! ¡¡Por fin mi poder empieza a afectar a vuestras mentes!! Pronto os devoraré... ¡¡¡OINC-OINC!!!

—Sí, cómeme por favor-jamón —dijo Ray pasivamente.

—Toma esa rima-champiñón.

De repente, un irreconocible personaje aparentemente afectado por los poderes de Pete —porque estaba repleto de queso fundido, salsa de tomate e ingredientes propios de las pizzas— apareció por el espeso bosque, llamando la atención del capataz.

—¡¡¡PIZZA!!! ¡¡¡UNA PIZZA QUE ANDA-oin!!! —Gritó dejando sordos a los pizza-piratas (Ima y Ray) mientras se acercaba a la "pizza". Babeando, logró posicionarse al lado de la "pizza", abriendo su gran boca dispuesto a morderla.

¡Masquerade: Pizza! —Exclamó Zeth, que había utilizado los poderes de su Fruta del Diablo para colorear su piel de manera similar a una pizza. La pintura no era del todo detallada, pero debido a la oscuridad de la noche y el hambre de Pete, este no logró darse cuenta de la fatal trampa. Rápidamente y aún vestida de pizza, Zeth agarró su lanza y rajó horizontalmente la barriga de Pete con ella—, ¡¡¡Spinning Snake!!! —Exclamó mientras Pete retrocedía.

—¡¡¡¿UNA PIZZA FALSA?!!! —Gritó Pete muy decepcionado y enfadado—, ¡¡MUERE, MALVADA PIZZA, MUEREEEE!! —Exclamó desenfundando las dos enormes pistolas de chispa que tenía en la espalda—, ¡¡MUEREEEEE!! —Gritó mientras disparaba enormes y anchas balas. A pesar de su intento, Zeth esquivaba, desviaba y cortaba todas las balas que le lanzaba con elegantes movimientos de sojutsu, cambiando la lanza de mano y realizando innumerables piruetas mientras se quitaba el disfraz de pizza.

Finalmente, Pete se quedó sin balas, y Zeth aprovechó para acercarse al horrible y gigantesco hombre dispuesta a empalarlo con su lanza. Sin embargo, su plan no logró realizarse con éxito; antes de que lograse atravesarlo, Pete agarró la lanza y la rompió con extrema facilidad, demostrando una brutal fuerza física. Esto no desanimó a Zeth, que saltó y le asestó una patada en la cara a su enemigo. Aunque apenas le hizo daño, logró desconcentrarlo lo suficiente como para desenfundar el otro arma que llevaba en su espalda; un tridente. Para evitar fallar en su ataque como le había pasado hace unos segundos, Zeth utilizó su poder para cambiar el color del tridente constantemente, alternando colores fosforitos que confundían los ojos de Pete (Dizzy).

-¡¡¡Arboreal Thrust!!! -Exclamó hundiendo su tridente en la tripa de su enemigo, que comenzó a sangrar a grandes cantidades y se precipitó sobre el suelo, creando un pequeño temblor en la tierra y desactivando sus poderes en Ima y Ray, que en cuestión de minutos volvieron a su estado normal.

Winter Soul

El Winter Soul ahora con el Jolly Roger oficial pintado por Zeth.

Dos horas después, Ima, Kimiko, Taiki, Hanbai, Ray, Zeth y Fox se reunieron junto al Winter Soul en la costa oeste de la isla para zarpar de inmediato a la Isla Shizen, donde se encontraba la fábrica y sede del Happy Shokuji. Los cinco piratas se quedaron sorprendidos por el nuevo detalle que tenía su barco...


Toxic Rat

  • El dragón y la hiena. Volumen XV (final): "Informe".
    • En la cubierta del barco del Gobierno Mundial, Ryutora habla por Den Den Mushi con el miembro del CSG, Nebbia, pidiéndole que informe a los Ancianos que se reunirán con Magno Daradei en varias semanas. Nebbia le recuerda que no deben utilizar la fuerza si no es estrictamente necesario. Ryutora comprende esto, pero le dice que no puede garantizar que Nisroch siga las instrucciones.

  • [Al día siguiente, 16:00. Isla Shizen; primera planta de la Torre de Control].

La sala constaba de más de trescientos asientos lujosos curiosamente decorados y separados unos de otros para la comodidad del público. Al final de la sala, un gran escenario iluminado. Si nos fijásemos solo por encima, diríamos que se trataba de una obra teatral o de una subasta de humanos, pero en realidad, era una reunión. Los doscientos sesenta y tres empresarios del Happy Shokuji en el Paraíso habían sido convocados a las famosas elecciones para el segundo presidente de la empresa.

Los cinco directivos, Emiliana, Paul Kirchen, Dickens, Yokubo y Lance, se encontraban encima del enorme escenario; en el medio de este, había un Den Den Mushi de micrófono conectado a un Den Den Mushi que actuaba como megáfono, transmitiendo los discursos de los directivos a los doscientos sesenta y tres empresarios, quienes debían votar por uno de los cinco para elegir así al segundo presidente.

El único directivo que faltaba por pronunciar su discurso era Lance, que sonreía radiantemente ante su público. Finalmente, decidió caminar por la lisa madera del escenario hasta llegar al micrófono y pronunciar su convincente discurso. Mientras caminaba, recordaba los cuatro discursos pronunciados por sus compañeros. Emiliana había prometido mejorar la calidad de la carne si la votaban para la presidencia, algo que fue muy inteligente, pues el producto más famoso de la empresa eran las hamburguesas Shokuji, y la idea de mejorar su sabor, atraería muchos más clientes. Paul, como de costumbre, se comprometió a reducir la contaminación de las fábricas; Dickens, a mejorar el sistema de reparto a domicilio y Yokubo se centró en la idea de expandir el área de influencia de la empresa.

—No tengo nada que decir —dijo Lance por el micrófono sin perder la sonrisa y la mirada de confianza. Sus cuatro compañeros se alarmaron ante sus palabras, no entendían ni comprendían la estrategia de Lance, pero en realidad, era increíblemente sencilla. Él ya se había encargado de convencer a la mayoría de empresarios para que le votasen, o bien desprestigiando a los otros directivos o bien sobornándolos con grandes cantidades de dinero. Quería asegurarse de ganar, no, quería asegurarse de aplastar a sus compañeros, humillarlos; ese era el estilo de Lance, que le dio la espalda al público para mostrarles a sus compañeros su maliciosa y maquiavélica expresión.

Acto seguido, Dickens se acercó al micrófono con su sillón de ruedas y anunció a los empresarios que tanto él como los otros cuatro directivos se retirarían mientras ellos depositaban su voto en las urnas colocadas cerca del escenario, dejando a un par de capataces en el lugar para revisar la votación mientras ellos subían a los pisos superiores de la torre de control. Al contrario que Emiliana, Paul, Yokubo y Dickens, Lance decidió quedarse en una esquina del escenario observando la votación. Esto molestó a sus compañeros directivos, pero acabaron ignorándolo, ya que sabían perfectamente que sus probabilidades de ascender a la presidencia eran inexistentes. Ya habían asumido que el ganador sería Lance.

Poco a poco, los empresarios fueron depositando sus votos en las urnas. Todo iba como cabría esperar, menos por un pequeño detalle. Un encapuchado y enmascarado empresario sentado en las últimas filas de la sala se levantó y comenzó a dirigirse a la gran puerta de la sala con intención de salir del lugar. Este hecho descuadró a Lance, que no le quitaba el ojo de encima...

  • [Hace tres horas. 13:00. Isla Shizen; puerto sur]

—Parece que por fin llegamos... —dijo Zeth disfrazada con una capa con capucha marrón que le tapaba casi todo el rostro. Mientras ella resoplaba desde la cubierta del Winter Soul, Taiki había anclado el barco al puerto sur de la Isla Shizen. Habían conseguido llegar pese a la gran tormenta que les asoló en la noche.

—Zeth... ¿por qué debemos vestir así? —Le preguntó Ima. Zeth les había obligado a camuflarse con esas andrajosas ropas marrones que robaron a los soldados del Happy Shokuji en la Isla Aquanna. Todos las vestían, Ima, Kimiko, Taiki, Hanbai, Ray y Fox—, ¿y qué piensas hacer con esas siete cajas cargadas de hortalizas...?

—¡¡Nos robó todas las hortalizas de nuestra despensa!! —Exclamó Hanbai—, ¡¡es una ladrona!!

—Nos haremos pasar por transportistas de alimentos; con estas ropas, nos podremos colar fácilmente sin ser sospechosos. Había sido mejor si las cajas estuviesen repletas de carne... pero parece ser que no os quedaba en la despensa.

—No es que no nos quedara, es que tenemos un cocinero un poco vegano y animalista —contestó Kimiko.

—Sí, como los bonsáis —respondió Ima escudándose—, puaj, qué horror de sitio. Está todo contaminado... mirad el agua, está repleta de chapapote... envenenan a las especies marinas —dijo con un gran desprecio. Acto seguido, el cadáver de una gaviota envenenada descendió del cielo y se precipitó contra el suelo a varios metros del barco, lo que enfadó aún más a Ima.

—¡Callad! —Exclamó Taiki—, se acercan dos soldados al barco.

—¡¡Rápido!! ¡¡Coged cada uno una caja!! —Les instó Zeth cogiendo una de las siete cajas de la cubierta—, y dejadme hablar a mí...

—Ray-san... tú que estás fuertote... ¿cogerías mi caja por mí? —Le preguntó Hanbai.

—No.

—¿Y la mía...? —Le preguntó Fox—, soy solo un niño...

—Que no.

Lentamente y con cuidado, los Piratas Free Soul, Zeth y Fox, bajaron del barco hasta pisar la tierra de la devastada y contaminada Isla Shizen. Con rostros serios, se acercaron a los dos soldados que venían a recibirlos. Mientras Zeth hablaba con ellos haciéndose pasar por la capitana de unos piratas transportistas aliados con el Happy Shokuji, Hanbai divisó en la lejanía, cómo varios centenares de personas vestidas muy formalmente entraban en la torre de control. Los demás también se fijaron, y los soldados notaron su curiosidad.

—Son los empresarios convocados en la reunión para elegir al segundo presidente —informó uno de los soldados—, han llegado muy pronto, yujajaja. ¡¡Todos los peces gordos del Happy Shokuji están hoy aquí, en la Isla Shizen!! ¿No es maravilloso? Claro que a vosotros eso no os importa —dijo sacándose un moco—, venid, seguidme, dejaréis los alimentos en la instalación de almacenamiento alimenticio. ¿Cuántos sois? —Al parecer, el soldado no sabía ni contar.

—Sie... —se aventuró a decir Zeth.

—Seis —corrigió Ray. Todos se extrañaron ante la corrección de Ray, que ahora llevaba dos cajas. Misteriosamente, Hanbai había desaparecido, dejándole su caja a Ray y esfumándose sin dejar rastro.

—Pensaba que erais más... me habré confundido —dijo el soldado sacándose mocos en las dos fosas nasales al mismo tiempo—, ¡¡SEGUIDME DE UNA VEZ, PERROS!! —Gritó cambiando de humor.

  • [Actualidad. Isla Shizen; primera planta de la torre de control]

Mientras los empresarios seguían echando su voto en las urnas, Yokubo, desde el segundo piso, ordenó a un grupo de violinistas tocar para hacer más atractiva la velada. La música se transmitía desde varios Den Den Mushi al primer piso. La canción no era precisamente alegre. Era una música oscura, casi enfermiza; varios de los empresarios se pusieron a reír y a comentar la canción mientras seguían depositando sus votos.

Lance, por su parte, apenas se fijó en la música. Estaba ensimismado observando al empresario encapuchado y enmascarado mientras este abría el gran portón de la torre para salir de ella. La música seguía complementando los oscuros pensamientos de Lance. Él no conocía a todos los empresarios, pero sí que los había visto a todos, y nunca le sonó ver a uno de ellos con una máscara. Las dudas recorrieron su mente durante varios segundos, tiempo en el que decidió levantarse para interceptar al sospechoso individuo, que estaba a punto de salir por la puerta con su enorme mochila repleta de máscaras...

Antes de salir, el individuo alzó la mano derecha con tres dedos levantados mientras que con la izquierda cerraba la puerta. A cada segundo, retiraba un dedo, hasta que los retiró todos al mismo tiempo que dio un gran portazo y salía del edificio. Inmediatamente después, siete u ocho pequeñas bombas explotaron dentro de la sala de la reunión. El sonido de las explosiones tapó por completo la tétrica música que aún sonaba. En realidad, la explosión fue lo de menos. Las bombas estaban equipadas con un temporizador, y tras explotar, desprendían un venenoso gas que en cuestión de segundos inundó todo el piso.

Varios empresarios lograron alcanzar la puerta por la que el individuo había escapado, pero estaba completamente bloqueada. La única puerta que quedaba era la que accedía a las escaleras de los pisos superiores de la torre, pero Lance, imperturbable, se colocó frente a ella. Algunos empresarios se abalanzaron desesperados sobre el directivo para escapar por dichas escaleras, pero Lance los asesinaba cruelmente para impedirlo. Si los dejase pasar, el gas venenoso se esparciría por los pisos superiores de la torre, y Lance no pensaba permitirlo.

Poco a poco, los doscientos sesenta y tres empresarios del Happy Shokuji fueron asesinados por las bombas venenosas que Hanbai había colocado. Para evitar que los empresarios huyesen por la puerta, había atrancado la cerradura con un diminuto maneki-neko. Las explosiones retumbaron por toda la torre, llamando la atención de los cuatro directivos y el resto del personal de seguridad. También alarmaron al resto de los Piratas Free Soul, a Zeth y a Fox, que habían logrado colarse en la instalación de almacenamiento alimenticio y estaban colocando las hortalizas en un enorme frigorífico subterráneo.

—Uhm... ya estaba tardando —dijo Taiki lanzando el resto de hortalizas al suelo y quitándose la capa marrón junto al resto de sus compañeros. Zeth y Fox no entendían nada, y se preguntaban si ellos también deberían revelar su identidad.

—¡¡¿Qué hacéis!!? —Les preguntó el soldado.

¡¡Kodo, Number 2: Leek!! (Puerro) —exclamó Taiki endureciendo un puerro de la mercancía y golpeando a los dos soldados con él. Kimiko comenzó a reírse al ver a Taiki golpear con un puerro, lo que molestó a su compañero.

—Esto... —suspiró Fox—, ¿podéis explicarnos lo que ocurre?

—La rata volvió a actuar...—dijo Taiki mientras sus demás compañeros sonreían confiados.

Mientras tanto, en la primera planta de la torre de control, Lance caminaba sobre los cadáveres de los empresarios mientras absorbía el gas venenoso por los orificios de su nariz, que crecieron inmensamente. En cuestión de segundos, todo el veneno fue absorbido por Lance, que se acercó a la puerta atrancada con una expresión muy seria y expulsando gas por sus orejas. Lentamente, comenzó a cortar el portón con una enorme motosierra, lo que asustó a Hanbai, quien estaba al otro lado y no esperaba que nadie sobreviviese a su ataque tóxico.

En pocos segundos, Lance logró hacer un contorno en la puerta lo suficientemente grande como para que alguien normal pasase, pero calculó mal, pues no lograba pasar a lo ancho debido a sus amplios hombros. Lamentablemente para Hanbai, eso tuvo fácil arreglo; Lance arrancó la madera que le impedía pasar con los hombros y se posicionó delante del Mutilador de la Justicia mientras encendía su motosierra.

Hanbai se alejó de Lance y comenzó a hacerse preguntas confundido por la situación.

—Una naturaleza tan venenosa... —dijo accionando la motosierra con más potencia—, ¿te hace sentir confuso, misterioso asaltante? —Preguntó esbozando su habitual y siniestra sonrisa sin parecer importarle mucho el hecho de que todos los peces gordos de la empresa fuesen asesinados.

Toxic Black Mold

  • Ying and Yang. Volumen I: "Mentes criminales".
    • En una prisión provisional de la Marine en el Paraíso, tres prisioneros están apunto de ser escoltados a Impel Down. Heil Habbels y Mac Fast esperan pacientes y con un elaborado plan de escape en sus mentes criminales. Mientras tanto, Genzak, en otra celda, ronca agitadamente.

  • [Diez minutos después de la explosión en la primera planta de la torre de control. Sala de vigilancia de la quinta planta.]

—¡¿¡¿CÓMO DICES!?!? —Exclamó Dickens hablando por Den Den Mushi mientras observaba las muchas pantallas de la sala de vigilancia de la quinta planta. Esta sala se trataba de una habitación personal de Dickens, el jefe de personal, y estaba repleta de pantallas que retransmitían todas las grabaciones en directo que los Den Den Mushi de vigilancia distribuidos por toda la isla hacían—, ¡¡INTRUSOS!! ¡¡¿Justo en este momento!!?

—Uno de ellos hizo estallar una bomba envenenada en la primera planta, donde estaban los empresarios. Parece ser que todos están muertos ahora, señor.

—¡¿¡¿CÓMO DICES!?!? ¡¡¿MUERTOS!!? ¡¡Nuestra empresa se irá a pique si todos los miembros de alto cargo han sido asesinados!! ¡¡Es la mayor crisis sufrida desde nuestra creación hace más de cincuenta años!!

—Señor, no hay tiempo, ¿puede localizarlos en las pantallas de vigilancia? —Preguntó el soldado mientras Dickens revisaba cada pantalla.

—¡¡Los veo!! —Exclamó—, ¡¡se encuentran en la instalación de almacenamiento alimenticio!! ¡¡... Están aniquilando a todo el personal destinado en esa instalación!! —De repente, Dickens colgó el Den Den Mushi y se dirigió a uno de los cinco soldados que estaban con él en la sala de vigilancia—, ¡¡tú!! ¡¡Avisa al resto de directivos de la situación. De momento, calculamos que son siete intrusos, seis de ellos en la instalación alimenticia y otro de ellos en ubicación desconocida!! ¡¡También ordena desplegar una división de soldados únicamente a esta torre!! ¡¡La prioridad es mi seguridad!! ¡¡¿Comprendes!!? ¡¡Estamos en alerta máxima, asegúrate de que todo el personal de seguridad se entere de la situación!!

—¡¡Sí señor!! —Dijo firmemente el soldado—, Emiliana, Paul Kirchen y Yokubo salieron hace pocos minutos, se les avisará de la situación.

—Decidles que vayan inmediatamente a la instalación alimenticia, allí se encuentran la mayoría de ellos, si les pillan antes de que puedan escaparse de ese lugar, será su perdición. ¡¡Debemos evitar que se dispersen por la isla!! —Exclamó mientras tosía fuertemente—, ¿se sabe la ubicación de Lance? —Preguntó preocupado.

—No señor, lo último que sabemos es que se encontraba en la primera planta en el momento de la explosión, pero su cuerpo no está entre los cadáveres de los empresarios.

—Una bomba de gas venenoso no matará a Lance... —comentó Dickens confiado—, ¿y sobre la ubicación del causante de la explosión?

—Tampoco sabemos nada, señor, desapareció después de provocar la explosión.

—¡Señor Dickens! —Dijo otro de los soldados—, hemos averiguado la identidad de los intrusos; son piratas.

—¡¿Piratas!? —Se extrañó Dickens.

—Los Piratas Free Soul se hacen llamar. Aquí están sus carteles de recompensa.

—Ya veo... —suspiró Dickens localizando a cada miembro en la grabación de la instalación alimenticia—, el único que no se encuentra en ese lugar es este, el de los Belly119.000.000; él debe ser el causante de la explosión, así como el más peligroso de todos ellos —dijo señalando el cartel de Hanbai—, igualmente, con los directivos dispersados, nuestras probabilidades de victoria son muy altas. Esta batalla está ganada.

  • [Cinco minutos después. Instalación de almacenamiento alimenticio]

—¡¿Es que no se acaban nunca!? —Gritó Ray desesperado mientras golpeaba a otro soldado con su guante de acero.

—Para ser solo una instalación de almacenamiento de alimentos hay demasiados efectivos desplegados —comentó Fox lanzando a dos soldados varios de sus dardos de sueño—, parece ser que estos eran los últimos —dijo mirando hacia atrás y encontrando a Ima, Kimiko, Taiki y Zeth sacudiéndose la ropa frente a una montaña de miembros del personal de seguridad plenamente inconscientes.

—Debemos salir de aquí cuanto antes —dijo Zeth limpiando su lanza y colocándola en el gran carcaj de su espalda junto al resto de sus armas de asta—, a pesar de que destruí el Den Den Mushi vigía de la instalación, lo más probable es que ya sepan que estamos aquí.

—Hanbai la lio gorda esta vez... ¿Qué habrá sido de él? —Preguntó Taiki con un ínfimo atisbo de preocupación.

—Me estoy congelando aquí dentro... —comentó Ima tiritando—, hay demasiados frigoríficos en este iluminado almacén...

—¡¡Qué cojones...!! —Kimiko fue la primera en darse cuenta de lo que estaba ocurriendo. Todas las estructuras del almacén se estaban llenando de pequeñas pero numerosas manchas negras; paredes, esquinas, frigoríficos, cajas...—, ¡¿qué son esas manchas negras!?

—¡¡Es repulsivo!! —Exclamó Taiki tapándose la nariz con la camisa debido al olor.

—Déjame ver... —Ima se acercó a una de las pequeñas manchas negras de la pared y la tocó con el dedo índice de su mano derecha—, esto... es moho... no, ¡¡... esto es!! —Antes de terminar la frase, Ima se acercó a una de las múltiples cajas que había en el rectangular almacén, y a continuación, la abrió. La caja estaba repleta de naranjas con un recubrimiento velloso y filamentoso de color negro—, ¡¡es moho negro tóxico!! —Exclamó mientras utilizaba su técnica View Hawk (Vista de halcón) para agudizar su vista—, ¡¡maldita sea!! —Maldijo cerrando los ojos y tapándose la nariz y la boca con su camiseta verde—, ¡¡TAPAROS LA NARIZ Y LA BOCA, ALGUIEN ESTÁ PROPAGANDO ESPORAS DE MOHO NEGRO TÓXICO EN EL ALMACÉN!! —Tras la advertencia, todos hicieron caso a Ima. En pocas ocasiones demostraba seriedad, y su estado alterado hacía que la situación fuese realmente peligrosa—, ¡¡Abrid la puerta, salgamos de aquí, rápido!!

Ray le hizo caso de inmediato, y agarró el pomo del gran portón de acero del almacén. Lamentablemente, fue incapaz de abrir la puerta por mucha fuerza que hiciera.

—¡¡La puerta está... atrancada!! —Exclamó haciendo fuerza.

—Taiki, ¡¡ve a ayudarlo!! —Le ordenó Ima. A continuación, Ray y Taiki golpearon el portón fuertemente, pero apenas consiguieron abollarlo.

—¡¡Tendremos que hacer más fuerza!! ¡¡Kodo, Number 6...!!

¡¡Steel...!!

¡¡DOUBLE HIT!!

¡¡BOXING!!

—Os rogaría que lo dejaseis, es inútil intentar escapar —Entonó una voz desconocida desde el Den Den Mushi megáfono en lo alto del almacén.

—¡¿... Quién habla!? —Preguntó Fox.

—¡¡Qué más da!! ¡¡Mirad a ver si el otro portón del fondo se puede abrir!! —Propuso Kimiko.

—Esa voz... él es... Paul Kirchen, uno de los cinco directivos de la empresa —lo reconoció Zeth.

—En efecto, me alegra que me reconozcáis.

—Reconozcáis no, reconozca, solo te reconoció Zeth —le dijo Kimiko con una fuerte repulsión—, ¿y cómo es capaz de escucharnos, no es solo un Den Den Mushi megáfono?

—Parece que también cumple las funciones de uno de comunicación —aventuró a teorizar Ima.

—No te pongas nerviosa, Kimiko. A mí me parece que lo que debéis hacer ahora es reconocer vuestros errores y confesar vuestros crímenes. Vosotros habéis entrado fortuitamente a atacarnos y, sintiéndolo mucho, no podemos ni queremos, ni vamos a permitirlo. Espero que lo entendáis y desistáis en vuestro objetivo de destruir nuestra organización, pues ya habéis hecho bastante.

—¿Cómo sabe el tipejo este mi nombre? —Preguntó Kimiko—, ¿y qué se supone que hemos hecho?

—¿Acaso os parece poco asesinar a los doscientos sesenta y tres empresarios? —Preguntó.

—Puto Hanbai, como la lía —dijo Ima para sí mismo.

—Aunque, la verdad, os estaré eternamente agradecido por haberlo hecho. ¡¡Estaba harto de que siempre hubiese la misma casta empresarial!! ¡¡Casta, casta, siempre los mismos carcas manejando el dinero de la empresa y robándolo a escondidas de nosotros, los cinco directivos!! ¡¡Es hora de que una nueva generación de empresarios entre en el poder, una generación más preparada, más joven, más...!!

—¿Pero qué nos cuenta este ahora? —Se extrañó Kimiko—, oye, ¿tú eres tonto, no?

—¡¡La puerta del fondo también está cerrada!! —Informó Taiki desde la distancia.

—Es inútil tratar de escapar del almacén por las puertas. Yokubo las selló gracias a las habilidades de su Fruta Nori Nori (Pegamento, pegamento).

—Ese es otro directivo... —informó Zeth bastante nerviosa.

—Hoooooooooooolaaaaaaaaaa —saludó Yokubo.

—¡¡Oye, apártate, estoy hablando yo!! —Le dijo Paul—, y límpiate la boca, que la tienes llena de pegamento.

—Es complicao eso, porque está pegao, ¿lo pillas?

—¡¡Cállate!!

—Hanbai haría un chiste sexual sobre esto —comentó Ima sin perder la seriedad.

—La pared es demasiado dura, no podemos penetrar a través de ella... no hay escapatoria... y empiezo a sentirme un poco fatigado —dijo Ray sentándose en el suelo mientras jadeaba.

—Parece que ya estáis siendo víctimas de los primeros efectos de mi Toxic Black Mold (Moho negro tóxico) —dijo Paul.

—¡¡Así que fuiste tú!! —Le gritó Ima.

—Consumí la Fruta Kubi Kubi, una Paramecia que me permite crear y propagar esporas de todos los tipos de moho, aunque confieso que el que he elegido para vosotros es el más peligroso de todos. Mientras derrotabais a nuestro personal de seguridad, introduje esporas de este peligroso microorganismo por los conductos de ventilación. Inconscientemente, lo habéis respirado, aunque os tapéis la boca y la nariz, no hay nada que podáis hacer ya. Afortunadamente para vosotros, aún no habéis consumido una cantidad demasiado peligrosa, pero es solo cuestión de tiempo. Mis esporas siguen propagándose y no tenéis escapatoria. Comenzaréis a sentir fuertes dolores musculares, fiebre, náuseas, vómitos, diarrea, picores de piel, inflamación en ojos, pérdida de visión, hemorragias, dificultad para respirar, tos, mocos, dolor de garganta, confusión, mareos, temblores, convulsiones, entumecimiento, pérdida de memoria, ansiedad, depresión, impotencia...

—¡¿Importencia!?

—Que no se te sube el pito —aclaró.

—Ah, ok.

—También sentiréis... —antes de que pudiera seguir enumerando los efectos de su técnica, Kimiko lanzó varias plumas afiladas al Den Den Mushi, averiándolo gravemente.

—Mejor así.

—Sí, mejor —confirmó Zeth—, ¿... y bien? ¿Qué hacemos ahora? No podemos salir... a este paso, vamos a...

—¡¡MORIR!! —Completó Ima.

  • [Segunda planta de la torre de control]

—Ese tipo... —dijo Hanbai con una máscara de toro recordando lo sucedido con Lance mientras dejaba a sus pies una enorme pila de cadáveres del personal de seguridad de la empresa—, parecía que me iba a asesinar con esa enorme motosierra, pero... solo se fue y me instó a divertirme... no lo entiendo... se supone que él también pertenece a esta organización —mientras pensaba, Hanbai iba lanzando cuchillos a todos los Den Den Mushi cámara que veía en la planta.

Mientras tanto, en la quinta planta de la torre...

—¡¡¿A qué esperáis!!? ¡¡CAPTURADLO!! —Gritó Dickens a sus subordinados por Den Den Mushi.

—¡¡Es imposible, señor!! ¡¡Ese tipo es demasiado habilidoso!! ¡¡Son incontables los soldados que ha derrotado ya!!

—También está destruyendo las cámaras... no podemos ver lo que hace... ¡¡maldita sea!! ¡¡MANDAD A PISHA...!!

Toxic Evil

  • Ying and Yang. Volumen II: "Ira inexorable".
    • Los carceleros de la Marine comienzan a trasladar a Mac Fast, Genzak y Heil Habbels por los pasillos de la prisión provisional. Este último se queja de su atuendo de presidiario y ordena que se lo cambien. Uno de los carceleros se huele las intenciones de Heil y lo patea en los testículos. Esta acción produce la ira inexorable del criminal...

SPOILER

  • Lance visita a un viejo conocido y revela su trastorno mental.
  • Hanbai muestra su oscura y sádica naturaleza.