One Piece Fanon
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Arco de Metropia
Arco de Metropia portada
Información
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Creador Lgarabato

El arco de Metropia es el 35º arco de la historia de los Piratas Freak y el cuarto de la saga de Fantasia.

Antecedentes

Después de ayudar a los guardianes de Twin Olympus Ryusama y Yamitori a recuperar el tesoro de la isla de las garras del Fumigador Kasen, la Alianza de los Siete Magníficos pone rumbo a la isla de Metropia, la cual lleva a una ruta directa a Fantasia.

Capítulo 1: Aventura en Metropia

"El país en las nubes" Metropia, la enorme metropolis situada en alguna parte sobre el Mar sin Sol. Se trata de una enorme ciudad amurallada construida sobre una plataforma circular flotando sobre el mar de nubes. Los edificios son todos de color blanco y cuentan todos con más de diez pisos. A lo largo de las calles, la gente va volando sobre el suelo montada en una especie de vehículos voladores a propulsión. Más allá puede verse una gigantesca torre sobre un edificio con el siguiente símbolo.

Pescadores de nubes

Más allá de la ciudad, el cielo azul que cubría el paisaje es sustituido por enormes nubes negras

Los siete barcos de la Alianza de los Siete Magníficos han sido amarrados en una zona a una distancia suficiente del muelle para no ser localizados. Luego, un grupo formado por Maxwell Scribble, Laura Moovi, Cosmo, Dan, Ana, Capataz, Coronel y Kurokage desembarca en el puerto con el Punk Bully, en una misión de reconocimiento.

Cosmo: ¡Haaaalaa... esto...!

Kurokage: ¡Es enorme!

Maxwell: ¡No perdamos el tiempo admirando el paisaje, tenemos una misión, y es una misión muy importante... averiguar cómo llegamos desde aquí a Fantasia!

Dan: Deberíamos encontrar a alguien importante y preguntarle acerca de Fantasia aunque no acaba de ocurrirseme cómo.

Dan mientras habla sigue observando el puerto y la entrada a la ciudad, custodiada por dos guardias vestidos con un traje blanco y un casco metálico en la cabeza. En las manos llevan unos guantes en uno de los cuales hay una estrella roja, lo cual resulta curioso para el Tanque. No obstante, lo que le llama más la atención es uno de los barcos en los muelles, un galeón gigantesco con la cabeza de un león dorado con corona.

Dan: ¡Ay...!

Kurokage: ¿?

Maxwell: Qué pasa, Dan, has visto algoooOH MY GOD...

El Garabateador reconoce enseguida el barco del Gobierno Mundial amarrado en el puerto, sabiendo lo que implica ver una de esas naves en una isla.

Al mismo tiempo, la gente empieza a postrarse en la calle ante un enorme hipopótamo con ni más ni menos que un noble mundial grande y obeso sentado encima de él controlando las riendas. El noble avanza a poca velocidad junto con su escolta, dos hombres con traje negro y gafas de sol y otros dos con armadura metálica y armados con lanzas.

Noble mundial: ¡Abrid paso, plebeyos, pienso pegarle un tiro al primero que se cruce en mi camino!

Ciudadanos: ¡...!

Cetus: ¡¿Dónde está Deimos, por qué no ha venido a recibirme en persona?! ¡Pienso cantarle las cuarenta cuando le vea!

Pero de lo que ni Cetus ni sus hombres se han percatado todavía es de la presencia de un individuo con capa marrón observándoles desde una terraza en un edificio cercano mientras sostiene un den den mushi.

???: La ballena va a saltar de la piscina.

???: Recibido.

Capítulo 2: La escolta de su santidad

Cosmo: ¡Con un noble mundial ahí dentro ya podemos olvidarnos de poder entrar como piratas!

Ana: ¿Pero entonces cómo llevaremos a cabo la misión de reconocimiento?

Dan: Hay que pensar una forma de pasar desapercibidos tanto a la hora de entrar en la ciudad como cuando estemos en ella, no debemos levantar sospechas.

Maxwell queda unos segundos pensativos mirando tanto a los guardias de la entrada a la ciudad como al navío del gobierno, cuando de repente le viene una gran idea a la cabeza, manifestandolo con una sonrisa.

Maxwell: ¿Dan?

Dan: Dime, capi.

Maxwell: ¿Cómo son en general los uniformes de la escolta de los nobles mundiales?

Dan: ¿Eh?

Laura: ¡Ay, madre, no estarás pensando...!

Kurokage: ¿?

Maxwell: Seeeh... ¡ES "DISFRACES TIME"!

Los dos vigilantes de la entrada de Metropia estaban a punto de dormirse de pie en sus puestos cuando ven a un nuevo grupo acercándose a ellos, dos hombres y dos mujeres vestidos con trajes negros y gafas de sol acompañados por otros dos con capa y armaduras metálicas, uno visiblemente más obeso que el otro.

Guardaespaldas con sombrero: ¡Abrid paso, buenos guardias de Metropia!

Guardias: ¡¿Eh, quién va?!

Bajo su disfraz de agente del gobierno creado con su habilidad, Maxwell adopta una posición firme ante los guardias mientras el resto del grupo se mantiene callado bajo los suyos.

Maxwell: ¿No ves estos uniformes? ¡Somos parte de la escolta del noble mundial que ha venido a esta isla del cielo!

Guardias: ¡!

Maxwell: ¡Y en nombre de su santidad, exigimos que nos dejéis entrar en la ciudad!

Guardia: Pero...

Pero antes de poder replicar, Maxwell cierra la boca del guardia con su dedo.

Maxwell: Sssshhhh... Hijo ¿quieres que le contemos a su santidad que nos atrasamos en la tarea secreta que nos encomendó porque tuvimos complicaciones para entrar? No sé, pero me da que se enfadaría bastante.

Guardia: Hmm, por supuesto, por supuesto... ¡A-adelante, bienvenidos a Metropia!

Y así, los guardias se apartan y el grupo se adentra en las calles. Maxwell hace un esfuerzo por no reír ante el éxito que ha tenido su idea.

Maxwell: Soy un maldito genio...

Ana: Debo admitirlo, vestir este traje me hace sentirme... guay.

Kurokage: No sé, yo lo encuentro algo estrecho con tantos botones.

Cosmo: Esta armadura parece una sauna...

Dan: ¡Valor, Cosmo, al menos el casco tiene una cavidad ante los ojos para que entre el aire!

Laura: Bueno, ya estamos en Metropia ¿ahora cuál debería ser nuestro siguiente movimiento?

BOOOOOM

El estruendo procedente de un par de calles más adelante hace de respuesta para la pregunta de Laura. La explosión ha sido provocada por el disparo de un bazooka procedente de un lugar desconocido, seguido por varios disparos de bala directos hacia Cetus. Sin embargo, sus guardaespaldas le protegen recibiendo por él las balas y protegiéndose con su tekkai.

Cetus: ¡¡¡Nos atacan, protegedme, muchachos!!!

Guardaespaldas: ¡Hay varios tiradores!

Guardaespaldas: Malditos...

En ese momento, un hombre corpulento con capa marrón salta ante ellos desde un edificio. En su camisa lleva el símbolo del Gobierno Mundial tachado con una cruz roja.

Guardaespaldas: ¡¡Ya no hay duda, es el Ejército Revolucionario!!

Guardaespaldas: ¡¡Proteged a su santidad!!

Revolucionario: ¡Noble mundial Cetus, como peso pesado del corrupto Gobierno Mundial, DEBES MORIR!

Cetus: ¡¡¡!!!

El suceso es observado por Maxwell y compañía mientras corren hacia allá, quedando todos estupefactos ante la aparición de los revolucionarios en un lugar tan alejado del mundo.

Dan: (¡Los revolucionarios...! Tsk.)

Maxwell: ¡¿Pero qué hacen esos aquí?!

Capítulo 3: G Force

Cetus: ¡¿A qué esperáis?! ¡¡MATAD A ESE PARÁSITO!!

Los guardias con armadura cargan contra el revolucionario para atacarle con sus lanzas pero este logra esquivarlos y pasar por encima de ellos, corriendo hacia el noble mundial mientras saca un cuchillo.

Cetus: ¡Ah!

Pero los guardaespaldas de Cetus vestidos con los trajes negros se colocan uno al lado del otro frente a Cetus, activando su tekkai.

Revolucionario: ¡MUERE, DRAGÓN CELESTIAL!

???: ¡RAAAAAAAAAAAAAR!

Pero antes de poder siquiera probar si su ataque supera la defensa de Cetus, el revolucionario es mandado a volar de un golpe por un hombre musculoso y de gran tamaño vestido un un traje blanco con un tres y una estrella estampadas en la zona del pecho.

Maxwell: ¡¡!!

Kurokage: ¡Que se ha unido otro a la pelea!

???: ¡No se preocupe, santidad, ya estoy aquí!

Cetus se muestra sorprendido ante la aparición repentina de su salvador, aunque luego se tranquiliza al ver que lleva un traje de oficial de los Pescadores de Nubes. Mientras, el revolucionario cae al suelo con la cara sangrándole, comprobando luego que el golpe le ha roto la nariz.

Revolucionario: ¡Me... me has roto la nariz, DESGRACIADO!

Pero cuando busca al semi-gigante con la vista sin levantarse aún del suelo lo encuentra saltando por encima de él, cayendo después con un puño extendido.

???: ¡¡1.000 G FOOOOOOORCE!!

El puñetazo tiene tal potencia que el revolucionario queda completamente fuera de combate, levantando el oficial los brazos celebrando su victoria mientras Maxwell y compañía lo ven todo boqueabiertos.

???: ¡Soy el jefe de seguridad de Metropia y yo me entero de TODO, YO SOY G FOOOOOOOOORCE!

  • [G Force, jefe de seguridad de Metropia y oficial de tres estrellas de los Pescadores de Nubes.]

Cetus: ¡Oye, tú! ¿Trabajas para Deimos?

G Force: ¿Eh? ¡Ah, sí, sí, soy un pescador de nubes, sí!

Cetus: ¡¡Pues haz el favor de llevarme hasta él de inmediato, quiero salir de estas calles tan peligrosas!!

G Force: ¡Por supuesto, santidad, pero antes si me lo permite, debo ordenar a mis hombres que registren la zona!

En ese momento, varios soldados con los mismos uniformes que los guardias de la entrada de la ciudad aparecen en filas pasando al lado de G Force.

G Force: ¡En marcha, muchachos, los francotiradores se han retirado pero no quiero que ninguno deje esta ciudad vivo o por lo menos capaz de emplear un arma!

Soldados: ¡Sí, señor!

???: Gracias, señor G Force, pero eso ya no hará falta.

G Force: ¿?

De repente, un hombre aparece de la nada entre los subordinados de G Force, sobresaltándolos. Se trata de un hombre alto y delgado, con un kimono blanco con un abrigo del mismo color encima, con una máscara sonriente de diseño oriental cubriéndole el rostro. En sus manos tiene una espada Shirasaya, la cual está enfundando sin limpiar antes la sangre que tiene en la hoja.

???: Todos los francotiradores han sido neutralizados de forma precisa.

G Force: ¡¿?!

En efecto, cada francotirador que estaba apuntando antes a Cetus con su rifle desde los edificios cercanos se encuentra ahora muerto con un único corte en la nuca. El asesino había ido moviéndose de ubicación en ubicación cortándoles el cuello sin que estos se dieran siquiera cuenta.

Cetus: ¡Yakuza, oh, Yakuza, cómo me alegro que estés aquí! ¡¿Has visto eso?! ¡Ese indeseable ha intentado matarle!

  • [Yakuza, agente del CP-0 y principal responsable de la seguridad de Cetus.]

Yakuza: Bueno, el señor G Force aquí presente ha sabido hacer su trabajo y acabar con él.

G Force: Gracias, buen hombre.

Cetus: ¡Tsk... abrid paso!

El dragón celestial se abre paso entre sus guardaespaldas hasta llegar hasta el revolucionario en el suelo, momento en que saca una pistola y dispara tres veces a su pecho.

Cetus: Mucho mejor... ¡Ahora vayamos de una vez a ver a Deimos!

G Force: Sí.

El noble mundial se sube otra vez a su hipopótamo mascota y reanuda su camino junto a G Force y sus guardaespaldas.

Maxwell: Ahora es la nuestra.

Laura: Vamos...

Y disimuladamente, los piratas se incorporan al grupo, mezclándose entre los guardaespaldas, dirigiéndose todos a la gran torre al fondo de la ciudad.

Mientrastanto, al lado de uno de los francotiradores fallecidos, un den den mushi le llama sin recibir respuesta.

???: ¿Hola? ¿Hay alguien? ¿¿Habéis matado a Cetus sí o no?? ... ¡Maldición!

Got'cha

Capítulo 4: La ruta a Fantasia

Cosmo: Eh, capi ¿has visto eso?

Maxwell: ¿Mm? Ah, sí, lo veo.

Mientras caminan por las calles de la ciudad, los piratas observan la presencia de vehículos voladores circulando por encima de ellos. Tienen el aspecto de nubes con un propulsor detrás, con el conductor sentado encima con las manos sobre lo que parece ser un manillar. También los hay de distintos tamaños, desde los que son capaces de llevar solo a una persona hasta algunos capaces de llevar a una docena o más.

Kurokage: ¡Brujería!

Cosmo: ¿Qué clase de tecnología habrán usado para hacer esas cosas?

Ana: Me siento como si todos en esta ciudad tuvieran mi poder.

Unos minutos después, Cetus y compañía llegan por fin a la entrada del cuartel general de los Pescadores de Nubes, situado en mitad de una zona rodeada por una verja y bloqueada por una valla amarilla y negra al lado de una garita.

Cetus: ¡Abrid las puertas en nombre del Gobierno Mundial!

Cuando el guardia dentro de la garita reconoce al dragón celestial, rápidamente levanta la valla y el grupo se abre paso al recinto, encontrándose primero con un enorme patio con la enorme torre blanca al fondo. A su vez, por la puerta de entrada al edificio sale una chica joven vestida con un traje blanco similar al de G Force, solo que en lugar del 3 que tiene este en el pecho junto a la estrella, ella tiene un 2. En su espalda lleva una gigantesca motosierra con un cañón incorporado encima.

Con una expresión seria, la muchacha realiza un saludo militar ante el grupo.

Chica: Bienvenidos al cuartel general de los Pescadores de Nubes.

  • [Vicky, oficial de dos estrellas de los Pescadores de Nubes y jefa de seguridad de su cuartel general.]

G Force: Descansa, Vicky, el señor Cetus ha venido en una de sus... "visitas sorpresa".

Vicky: El señor Deimos se encuentra ahora supervisando a los trabajadores.

G Force: Bien. Por favor, acompaña a Cetus y sus hombres a su despacho mientras yo voy a buscar al jefe.

Vicky: Sí.

Cetus: El muy holgazán, supervisando a sus trabajadores en lugar de recibirme...

Vicky: Por aquí, santidad.

Cetus: ¡Ya voy, ya voy!

G Force se separa del grupo mientras este se mete en un ascensor con Vicky. No obstante, antes de entrar el grupo de Maxwell decide quedarse atrás disimuladamente, quedando finalmente solos en el vestíbulo. Acto seguido, el grupo se reúne y empiezan a susurrarse entre ellos.

Maxwell: Bueno, ya estamos dentro de la base de los Pescadores de Nubes, veamos lo que descubrimos sobre ellos.

Purupurupurupurupuru

Maxwell: ¿Y ahora qué?

El den den mushi que suena en el bolsillo de Maxwell resulta tener una llamada de Buck, quien junto a su tripulación habían rodeado la ciudad en busca de la supuesta ruta que la conecta con Fantasia.

Maxwell: Dime, Buck.

Buck: ¡No he encontrado ningún camino hecho de nubes ni nada por el estilo que pueda llevar a Fantasia, tengo la teoría de que está dentro de esas nubes negras pero meterme ahí sería un suicidio!

Kurokage: ¿Por qué gritas?

Buck: ¡Estoy con una tormenta eléctrica pisándome los talones, es como si esas nubes negras que hay tras la ciudad no quisieran que me acercase!

Maxwell: ¡Bueno, bueno, vale, no hagas ninguna locura y vuelve con los demás!

Buck: ¡Eso iba a hacer, nos vemos luego!

Got'cha

Maxwell: ...

Kurokage: Creo que llegar a Fantasia no será tan fácil como seguir un camino.

Dan: Si de verdad hay una ruta secreta, apuesto con que los jefes de este sitio deben saber dónde está.

Cosmo: Pero tampoco nos lo van a decir como si nada... ¿no?

Maxwell: Nah, no creo... Ya pensaremos algo.

Dan: Deberíamos quedarnos por aquí un poco más y tratar de conseguir información sobre esta gente.

Y así, el grupo se mueve hacia uno de los pasillos a los lados del vestíbulo, mientras que, varios pisos más abajo, una enorme fábrica está en pleno funcionamiento, con varios brazos mecánicos de gran tamaño saliendo fuera de la ciudad llevándose los pedazos de las nubes que tienen delante, las cuales son llevadas a varias líneas de montaje donde son manipuladas por un gran número de trabajadores con extrañas y variopintas herramientas, culminando su recorrido en unos hornos de gran tamaño con compuertas que van abriéndose y cerrándose periódicamente.

En contraste a las miradas de concentración de algunos trabajadores y las de agotamiento de otros, hay alguien que no podría estar más entusiasmado en el recinto, un hombre joven y rubio con un traje de oficial de los Pescadores de Nubes que vuela sobre sus trabajadores de pie sobre una pequeña nube a propulsión y cogido a un manillar. En su pecho puede verse un 5 y una estrella de color rojo, estampados en su traje blanco.

Hombre: ¡Jajajajaja, espléndido, estáis trabajando muy rápido! Mira ¿sabéis qué? ¡Tomaos un descanso!

  • [Oficial de cinco estrellas y directivo de los Pescadores de Nubes, Deimos.]

Capítulo 5: Deimos

Los trabajadores se quedan mirando a Deimos sorprendidos por su oferta. Sin embargo, el directivo borra la sonrisa de su cara.

Deimos: ¡¡Era broma, vamos, a trabajar!!

Trabajadores: ¡OOOH, VENGA YA!

Deimos ya se disponía a marcharse cuando oye cómo una de las herramientas de los trabajadores pasa volando debajo de él, como si se la hubiesen lanzado.

Deimos: ¿?

Aunque no hubiera visto venir el objeto, Deimos rápidamente reconoce al trabajador que se lo ha lanzado.

Trabajador: ¡Danos un maldito respiro, llevamos tres días picando nubes sin parar!

Deimos: Hmmm... pues si me lo planteas de este modo...

Con su segway de nube, Deimos desciende hacia el trabajador y lo coge por el hombro.

Deimos: Mira ¿sabes qué? Me has caído bien, por lo que voy a darte unos minutos de descanso en la sala de los capataces.

Trabajador: ¿De verdad?

Deimos: Sep.

Y con todos los demás trabajadores mirando con envidia, Deimos se lleva al trabajador al interior de una pequeña sala al lado de la línea de montaje.

Deimos: Verás con todo detalle lo que tienen los capataces para descansar, es una experiencia que te dejará sin aliento.

Trabajador: Oh...

Y una vez la puerta de la sala se cierra con Deimos y el trabajador dentro, el resto de trabajadores se la quedan mirando sin hacer ruido, tratando de imaginar lo que debe estar viendo su compañero.

Trabajador: ¡¡¡¡GYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!

El grito procedente de la sala logra poner los pelos de punta a todos los trabajadores, siendo uno tan fuerte que logra transmitir la sensación de auténtico terror que se está experimentando ahí dentro. Acto seguido, la puerta se abre de nuevo y de ella sale volando el trabajador, lanzado por Deimos. Cuando cae al suelo, sus compañeros pueden ver que tiene los ojos en blanco, la boca llena de espuma y el pelo canoso, a diferencia del color completamente negro que tenía antes.

Deimos: Ya decía yo que iba a quedarse sin aliento con lo que viera aquí dentro... ¡Ahora escuchadme el resto! ¿Queréis uniros a vuestro amigo? Os prometo que será una experiencia de esas que llegan al alma.

Trabajadores: ¡¡¡!!!

Y así, los trabajadores vuelven rápidamente al trabajo para satisfacción de Deimos, quien abandona el lugar tras ordenar a unos guardias que se lleven el cadáver del trabajador en el suelo. Una vez llega a la salida, la puerta se abre delante de él apareciendo G Force, quien sin querer embiste a Deimos y le hace caer de culo al suelo.

G Force: ¡Vaya!

Deimos: ¡Agh! ¿? ¡¡G FOOOOOOORCE!!

G Force: ¡¡QUÉEEEEEEE!!

Deimos: ¡¿Cómo que "QUÉEEEEEEE"?!

G Force: Perdón, QUÉEEEEEEE, JEFE.

Deimos: Mejor así. ¡¿Por qué vas con tanta prisa?!

G Force: ¡Ah, sí, su santidad Cetus está aquí de visita, jefe, y exige verle!

Deimos: ¡¡¿¿QUÉ, CETUS ESTÁ AQUÍ Y NO ME LO HABÍAS DICHO??!!

G Force: Hombre, estaba buscándote ahora para decírtelo...

Deimos: ¡Quita del medio!

El directivo echa a correr directo a su despacho en los pisos superiores, cogiendo el ascensor y llegando a su despacho en menos de un minuto.

Deimos: (¡Ha venido sin decir nada! ¡¿Tenía programada una cita con él para hoy?!)

La respuesta a esta pregunta espera encontrarla a la entrada de su despacho, donde se encuentra una enorme mujer con moño trabajando.

Deimos: ¡Doris!

Sin embargo, cuando la secretaria se da la vuelta, demuestra tener un rostro más acorde al de un hombre maquillado.

Doris: ¡Oh, señor Deimos, el señor Cetus acaba de llegar y le espera dentro!

  • [Doris, okama y "secretaria" de los directivos de los Pescadores de Nubes.]

Deimos: ¿Tenía cita programada hoy con él?

Doris: Que me conste no, señor.

Deimos: Gracias...

Finalmente, Deimos abre de par en par la puerta a su despacho, encontrando a Cetus sentado en su escritorio con Yakuza a su lado.

Deimos: ¡Santidad!

Cetus: ¡¡Deimos, por fin!!

Deimos: ¡...!

Cetus: Debo tratar temas serios contigo.

Capítulo 6: El ciclo del agua

Cetus: Debo tratar temas muuuy serios contigo.

Deimos: ¡...!

Cetus: Quiero... ¡un descapotable de nubes!

Deimos estaba a punto de emplear su expresión de estupefacción cuando oye la petición tan absurda del dragón celestial.

Deimos: ¿Un qué?

Cetus: ¡Un descapotable de nubes!

Deimos: ¿Qué es eso?

Cetus: ¿¿No has estado nunca en Gran Tesoro??

Deimos: Mmme temo que nunca he tenido el honor...

Cetus: Peor para ti porque recientemente Gran Tesoro fue destruido, creo... ¡Pero eso no viene al caso, lo importante es que allí se usaban unos vehículos movidos por tortugas que podían incluso correr en carreras!

Deimos: ¿Tortugas...?

Deimos se siente cada vez más desorientado.

Cetus: ¡¡SÍIII, TORTUGAS!! ¡Pues bien, yo quiero eso pero MEJOR, quiero que me construyas un vehículo volador sobre una nube de las tuyas que me permita volar por el cielo mientras me da el viento en la cara!

Deimos: ¡Aaaaaaaah, vale, vale, habláis de un vehículo sin techo!

Cetus: ¡Exacto, Deimos!

Deimos: Hmmm... Bueno, no creo que vaya a ser un problema.

Cetus: ¡Fantástico, con esto me siento más satisfecho de haber invertido dinero en la construcción de esta ciudad!

Y bien contento, Cetus se levanta del sillón de Deimos y se dispone a salir de la sala seguido por Yakuza.

Cetus: Quiero el vehículo para mañana, mientras espero me hospedaré en el hotel Made in Heaven y esta noche me invitarás al teatro.

Deimos: ¡¡!!

Cetus: Y a Yakuza también.

Deimos: ¡¿Eeeeeeh?!

Yakuza: Siempre me relajo frente al escenario por las noches.

Siendo consciente del precio de un palco para el teatro de Metropia, Deimos camina abatido hacia su escritorio y coge el den den mushi de la mesa, llamando a su secretaria.

Deimos: Doris ¿puedes comprarme tres entradas para el teatro de esta noche? Para el palco más elegante, por favor.

Doris: Enseguida, señor.

Deimos: Y -ejem...- y saca el precio del sueldo de este mes para Albrecht...

A pesar de que esto último lo había dicho en voz baja, nada más hacer la petición una puerta al lado del escritorio se abre de una patada, saliendo por ella un hombre con un uniforme blanco con un 5 y una estrella, como Deimos, y unas gafas azules.

Albrecht: ¡¡Aaaaaaaah no, no me enchufarás el muerto otra vez con las entradas, Deimos!!

  • [Albrecht, oficial de 5 estrellas de los Pescadores de Nubes, directivo de la organización y jefe del departamento de I+D.]

Deimos: ¡¡No iba a hacer nada de eso, "Príncipe de las Nubes"!!

Albrecht: ¡¿Entonces de qué sueldo ibas a sacar el dinero?!

Deimos: Mmmmmmmmmm... del de Vicky.

Doris: ¿Ya no quiere sacarlo del del señor Albrecht?

Pero Deimos cuelga el den den mushi sin contestar, tratando de disimular ante su socio.

Deimos: ...

Albrecht: Por cierto, necesito comentar algo contigo.

Deimos: ¿Sobre qué?

Albrecht: Es posible que nuestros actos aquí acaben teniendo consecuencias graves.

Deimos: ¿?

La escena cambia a una sala de reuniones, donde Albrecht muestra una proyección por un visual den den mushi de algo a lo que él llama...

Albrecht: ¡"El ciclo del agua"!

G Force: ¿El qué?

Albrecht: ¡"Ciclo del agua" he dicho! Según mis cálculos, si seguimos retirando nubes del cielo a la velocidad a la que lo estamos haciendo actualmente, corremos el riesgo de provocar sequía en las islas que tenemos debajo.

G Force: ¿Y eso?

Deimos: ¿?

Albrecht: A ver, el agua de las nubes baja a la tierra en forma de lluvia al condensarse, desde la tierra llega al mar, donde vuelve a evaporarse y a subir al cielo, para luego bajar otra vez en forma de lluvia, es un ciclo.

Deimos: ¿Y dónde está la pega?

Albrecht: ¡Pues que nosotros estamos interrumpiendo ese ciclo! A este paso no dejaremos ni una gota de agua para caer a la tierra y los países que tenemos debajo de nuestros pies se enfrentarán a un periodo de sequía que podría tener consecuencias desastrosas.

Deimos: Hmm...

G Force: ...

Mujer: Pero para llegar a un punto crítico aún queda mucho ¿no? Tenemos tiempo para encontrar una solución...

Albrecht: Sí, afortunadamente aún tenemos tiempo, pero hay que darse prisa.

Deimos: ¡Bien, en ese caso quiero a todos pensando en posibles soluciones (pero yo no, que me canso)!

Todos: ¡Sí!

Deimos: ¡Se levanta la sesión!

Nada más oír eso, todos los participantes de la reunión se levantan de sus asientos y abandonan la sala, dejando solo a Albrecht dudando sobre si se han tomado realmente en serio el problema.

Minutos después, Maxwell y compañía vuelven al vestíbulo, no muy satisfechos con su investigación.

Cosmo: Pues no hemos podido averiguar mucho.

Maxwell: Que si "personal autorizado" aquí, que si "personaje autorizado" allá...

Kurokage: No nos queda otra que interrogar directamente a uno de los trabajadores cuando salgan del trabajo.

Sin embargo, los piratas no tendrán que esperar mucho, pues G Force acaba de salir del ascensor más cercano, percatándose rápidamente de su presencia.

G Force: Anda, parecéis del séquito de su santidad ¿os habéis perdido?

Gracias a sus disfraces de guardaespaldas, el oficial de los Pescadores de Nubes no reconoce a los piratas.

Dan: (¡Qué coincidencia más afortunada!)

Maxwell: ¡¡¡!!! ¡Seeeeeeh, nos hemos perdido!

Capítulo 7: Más de la cuenta

Maxwell: Estábamos esperando a su santidad y nos fuimos a explorar las instalaciones...

Dan: Es que somos nuevos.

G Force: ¡Ja, pues dudo que hayáis podido ver gran cosa, gran parte del edificio está reservado a personal a partir de una estrella!

Dan: ¿Estrella?

G Force: Los Pescadores de Nubes somos una organización cuya jerarquía se establece por un sistema de estrellas. Cuantas más estrellas tienes más poder tienes en la organización.

Dan: Oh...

G Force: Los directivos Deimos y Albrecht tienen cinco estrellas, seguidos por los capataces Nova y Nimrod que tienen cuatro. Yo tengo tres estrellas por lo que mi trabajo se centra más en Metropia que en la fábrica en sí, mientras que la jefa de seguridad de la fábrica, Vicky, tiene dos al encargarse solo de la seguridad del edificio.

Maxwell: ¿Y qué se supone que fabricáis?

G Force: En general fabricamos armas para el gobierno mundial a partir de las nubes del cielo. Mediante un proceso diseñado por el señor Albrecht que aún sigo sin entender, ponemos varios elementos a las nubes que recolectamos para darles distintas propiedades, las cuales aplicamos en armamento. Su santidad Cetus es nuestro principal financiador. Obviamente también hemos usado las nubes para otras cosas, como los vehículos Kinton, capaces de volar y que además son muy cómodos.

Cosmo: ¿Y aparte de Ce... su santidad, os financia más gente?

G Force: B-bueno, eso creo que no tengo autorización para...

Kurokage: ¡Epa, que vuelven!

Cetus acaba de bajar al vestíbulo con Yakuza y el resto de su escolta. Maxwell y compañía tratan de incorporarse de nuevo al grupo tras despedirse de G Force pero esta vez son interceptados por Yakuza.

Yakuza: ¿Y vosotros?

A pesar de la expresión sonriente de su máscara, está claro que el agente del CP-0 no está muy contento de verles por su tono de voz.

Yakuza: ¿Por qué os habéis separado del resto del grupo?

Piratas: ¡¡!!

Yakuza: ¿Quién os dio permiso para campar a vuestras anchas por aquí?

Cetus: ¡¿Qué está pasando, Yakuza?!

Pero Yakuza no hace caso a la pregunta de Cetus sino que en su lugar se queda mirando a los piratas disfrazados esperando una respuesta mientras intenta ver la expresión en los ojos de cada uno a través de sus gafas de sol y yelmos.

Yakuza: Un momento... ahora que me fijo, no éramos tantos cuando desembarcamos.

Piratas: ¡¡¡¡!!!!

G Force: ¿Ocurre algo, caballeros?

Yakuza: Un momento.

Maxwell: ¡...!

Cosmo: (Ya está, somos fiambres.)

Yakuza: Y algo me dice... que vosotros sois nuestros acompañantes extra.

Kurokage: ¡¡OH, AL DIABLO, TÉCNICA DE LIBERACIÓN DE HUMO!!

Considerada su tapadera ya insostenible, el ninja decide pasar al plan de huída y lanza una bomba de humo al suelo, cubriéndose él y sus compañeros en la nube formada, solo para que esta desaparezca de un tajo con la espada de Yakuza. Aun así, los piratas han tenido tiempo suficiente para desaparecer.

Yakuza: ¡Tenemos unos impostores fugados!

G Force: ¡¿Qué?!

Cetus: ¡Yakuza! ¿¿Qué está pasando??

Yakuza: Detrás de mí, santidad.

Cetus: ¡Vale, vale, ya voy!

Agente del Cipher Pol: ¡Allí están!

El hombre de negro señala al exterior del edificio, viendo correr a los piratas directos a la salida.

Yakuza: ¡Matadlos!

Agentes: ¡Sí, señor!

Dan: ¡Qué mala suerte hemos tenido!

Laura: ¡No miréis atrás!

Maxwell: ¡Tenías que lanzar la bomba de humo!

Kurokage: ¡Ese hombre nos habría cortado en pedazos si no llego a hacerlo!

De repente, el grupo es rodeado por los agentes del Cipher Pol, quienes se han acercado rápidamente a ellos mediante el uso del Soru. A su vez, el guardia de la garita ha salido con un rifle, apuntando a los piratas también.

Cosmo: ¡¡Ah!!

Maxwell: ¡Leñe...! ¡A dormir todos!

Afortunadmanete, el Garabateador es capaz de dejar inconscientes a todos ellos con su haoshoku haki, dejando la vía libre de nuevo.

Ana: Gracias al cielo...

G Force: ¡¡G FOOOOOOOOOORCE!!

Ana: ¡¡!!

Salido de la nada, el puño de G Force cae sobre la Diva de las Nubes, quien estaba más atrás del grupo. Sin embargo, esto solo provoca que se convierta en varias nubes gracias a su habilidad logia, volviéndose estas de color negro para sorpresa del oficial.

G Force: ¡¿Eh?!

Ana: ¡Kraiu!

Y con el rayo que le manda desde el interior de una de las nubes negras, Ana consigue tumbar a G Force para luego salir del perímetro de la fábrica. Aun así, el oficial no ha quedado K.O, levantando la cabeza pensando en el ataque que acaba de recibir.

G Force: ¿Una nube...?

Una vez fuera de la fábrica, los piratas optan por usar los callejones estrechos entre edificios para volver con el resto de la alianza sin llamar demasiado la atención.

Cosmo: ¡Lo logramos, hemos salido de la fábrica!

Dan: ¡Tú espera, que aún no hemos salido de la ciudad!

Laura: ¡Espero que Capataz y Coronel tengan el Punk Bully a punto para zarpar que si no...!

Pero nada más doblar una esquina hacia el primer callejón que encuentran, los piratas son interceptados de nuevo por Yakuza.

Maxwell: ¡¡Ah!!

Kurokage: ¡Por todos los yokais, si antes estaba...!

Yakuza: No sé quienes sois, pero prefiero mataros aquí mismo antes que deteneros e interrogaros, toda amenaza para san Cetus será eliminada.

Pero antes de atacarles con su espada, un dial aparece rodando en el suelo frente a él hasta detenerse por completo.

Yakuza: ¿?

Maxwell: ¿?

Acto seguido, el dial de luz genera un potente destello que ciega a todos los presentes en el callejón.

Yakuza: ¡¡!!

Maxwell: ¡Aaaagh!

Cosmo: ¡Mis ojos!

Laura: ¡¡Levo gafas de sol pero aun así duele, siento cómo me arden los ojos!!

Maxwell: ¡Chicos, dónde estáis!

Maxwell extiende sus brazos hacia delante para orientarse cuando unas manos le cogen por los hombros y le ponen un saco en la cabeza, llevándoselo del lugar sin que él sepa muy bien qué sucede.

Finalmente, cuando el destello desaparece, Yakuza se toma unos segundos para recuperar la vista, encontrándose solo en el callejón, sin ninguna pista de adónde pueden haber ido los piratas.

En construcción...

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