One Piece Fanon
Advertisement

Capitulo 721: Como amigo.

Más tarde… 

Isabel: *susurrando* ¡Por aquí, rápido! 

Los Piratas y las Ladronas se mueven a todo lo alto de Jacar, yendo siempre hacia el norte. No obstante, ha surgido un problema. La paliza que pusieron a aquel grupo de Pastores ha desatado la alarma de un “grupo hostil” en la isla, y están enviando patrullas a buscarlos.

Jean: *susurrando* ¡Vamos, vamos! 

Por sugerencia de Isabel, los aliados deciden mantener un perfil bajo en orden de mantener el factor sorpresa, razón por la que ahora se esconden y no pelean. Tras varias horas esquivando patrulleros, los aliados llegan a la primera y más  suriana región del norte, anunciada con otro arco derruido. 

Katrina: ¿Slabwater?

Angélique: Al fin llegamos al norte. Debemos estar cerca. 

Mia: Demonios. De todos los lugares por los que hemos pasado, este es por mucho el peor. 

Y es que la pelinaranja no miente. En otras regiones, como Flowerbed, mínimo aún había población. Donde estan ahora sólo hay ruinas y tierra. Las trillizas parecen turbadas. Es casi seguro que el lugar les trae recuerdos, y no solo de los buenos. 

¿¿??: ¡Vienen para acá! ¡Estan quemando las casas! 

¿??? : ¡Corran! 

¿¿¿? : ¡No! ¡Aléjense! 

Tear: *agitando la cabeza* Carajo… 

Jean: Esta comenzando a anochecer, deberíamos parar por hoy.

Evangeline: Entendido, capitán. 

El grupo decide guarecerse cerca de un edificio caído, ahí arman una fogata, y se disponen a comer y descansar, cosa que siempre les alegra, aunque hoy los ánimos estan raros. 

Jean: ¿Seguro que estas bien, Big Bird? No estas comiendo y apenas y hablas. 

Big Bird: No sé… no sé. 

Solo hay una poca de conversación por lo mismo, y esto hace que todos noten cuando, de nueva cuenta, la respiración de una de las Trillizas parece agitarse sin razón. 

Katrina: ¿Gift? 

Gift: *jadeando* Tengo… tengo que ir al baño. 

La chica sale corriendo, apretándose el estomago. Ante esto, Tear va tras ella diciendo que seguramente tiene diarrea o algo, pero solo provoca más sospecha, en especial por el rostro casi horrorizado de su hermana restante. Pero pronto, uno de los del Ave Azul desvía la atención sobre esto. 

Taylor: *bostezo* Estoy cansado. Me voy a dormir ya. 

Samir: Buenas noches, amor. 

El joven pelirrojo da un beso de buenas noches a su pareja y se retira un poco fuera de la vista de todos. No obstante, en lugar de acostarse, comienza a crear tela de su cuerpo y saca algo de su bolsillo. 

Taylor: Hmph… 

 A la par, Tear trata de calmar a Gift, la cual está sangrando de la nariz, de nuevo. 

Gift: Siento que me voy a partir en dos…

Tear: Calma. Respira. Ya casi acaba. Solo tenemos que… 

Taylor: ¡Ey! 

Las hermanas se quedan de piedra al ver que el médico las ha seguido y está viendo todo. Esto inmediatamente causa que la trilliza de la lágrima se ponga hostil. 

Tear: ¿¡Que demonios haces aquí!? 

Taylor: Vine a… 

Tear: ¿¡No tienes suficiente con robarle la foto a Gift y exponer nuestro dolor ante todos!? ¡Anda, ve y diles! ¡Ve y diles que…! 

Pero el pelirrojo no dice nada. Simplemente se acerca y extiende su mano hacia ambas ofreciéndoles el mismo pañito que acababa de crear hace un momento y una jeringa con su propio medicamento. Ahora, confundida, Tear lo toma y lo observa como si fuera algo increíble o mágico. 

Taylor: * haciendo mímica con su propia nariz* Para lo de la sangre. 

Tear: Pero… pero como lo… 

Taylor: No fue tan difícil unir los puntos. Se excusan de repente, se ven cansadas todo el tiempo, y no crean que no me he dado cuenta cuando Ink esconde su palidez. Se que estan enfermas. 

Las hermanas no pueden ni hablar del impacto. (Gift no podría hablar ni aunque quisiera en su estado actual). Solo escuchan como han sido descubiertas. 

Taylor: Por lo que sé no han visto a un médico en años. Y me detestan por alguna razón que ahora intuyo que es por ser médico, pero el punto más importante, el que me permitió saber más o menos” que pasaba, me lo dieron aquel día… cuando nos salvaron de la marine. 

Aquel día… 

Taylor se encuentra aún luchando por respirar ante la mirada aterrada de Samir que no se ha separado de su lado y no sabe cómo ayudarlo.

Samir: ¡Taylor! ¡Dime qué hago! ¿¡Cómo te ayudo?

Tear: ¡Atrás!

La chica ha logrado deshacerse de suficientes marines como para llegar hasta los piratas. Esta porta una enorme jeringa en la mano, a la cual le quita la tapa y se dispone a usarla en el pelirrojo que yace en el suelo.

Samir: ¡¿Que haces!?

Tear: Ayudarlo. Perdón. Esto va a doler mucho.

De un movimiento fuerte y veloz,  la mujer clava la aguja en el cuello de Taylor, el cual al principio se retuerce y jadea del dolor, pero a los pocos segundos, su respiración empieza a normalizarse e incluso, logra incorporarse por su cuenta.

Taylor: ¿Qué posibilidades había de que tuvieran el mismo medicamento que uso y que supieran como usarlo? Ninguna, cero. A menos que… necesitaran usarlo tambien, porque tienen una enfermedad parecida a la mía. 

Ahora, tanto Tear como Gift parecen estar al borde de las lágrimas. Lo sabe, descubrió su secreto, pero entonces, Taylor usa el paño para limpiar la nariz de Gift y luego, con delicadeza, le administra el medicamento. 

Taylor: No se preocupen. Yo… No voy a decir nada. Y hasta eso, entiendo. No quieren ir al médico que les va decir de nuevo lo enfermas que estan o como se van a morir. Y no quieren que nadie sepa porque no quieren preocuparlos. Lo se, me ha pasado. 

Gift:… ¿en… en serio? 

Taylor: Je, SIP.  Soy médico y me estoy muriendo. Que gran ironía, ¿no? Mi punto es que… si se sienten mal de nuevo, o algo pasa o lo que sea… pueden decirme. No solo como médico, sino cómo amigo. 

Una vez más, las dos de las tres trillizas están sin habla. Se ven hasta avergonzadas, incluso. Taylor, no queriendo incomodarlas más de lo que están,  solo se va, aunque no sin antes decir un…

Taylor: En serio… pueden confiar en mi. 

Advertisement