One Piece Fanon
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Mini Invasión

Capitulo 353: ¡Todos vamos a jugar con ella!

Mientras tanto… en otra parte del Grand Line…

Decenas, si no es que cientos de personas trabajan incansablemente en un puerto, cargando gran cantidad de cajas llenas de comidas, armas, municiones y suministros médicos.  Ocho de los barcos a las que las transportan tienen varias peculiaridades. La primera de ellas, su gran tamaño. La segunda, el hecho de que parecen ser muy tecnológicamente avanzados, la tercera, su color azul brillante. Y por último, la misma Jolly Roger ondeando en sus cimas: Una calavera femenina con un pañuelo verde y una estrella azul detrás, la bandera de los Piratas del zafiro.

Betula: ¡Háganlo lo más rápido posible, por favor! ¡Recuerden! ¡Zarparemos en dos días y medio!

Hombres y mujeres: ¡Si, Capitana!

Betula comanda los preparativos para su operación de rescate de esclavos en Merveille. Junto a ella pronto aparece Hollow , que analiza lo grande de la operación.

Hollow: Veo que movilizas a toda tu flota.

Betula: Así es. Cómo dije, los necesitaremos a todos. 

Hollow: Eso lo entiendo.

Betula: Por cierto, ya hice los arreglos, tú y tu gente viajarán en el Emerald. Estarás a cargo.

Hollow: ¿A cargo?¿ Estas completamente segura?

Betula: Si. La unidad de Gareth estará a tu disposición. Tengo plena confianza en ti.

Hollow: Je. Gracias Betula-san. 

Betula: A propósito de lo de la unidad de Gareth, el es uno de los que ha colaborado de cerca con los Piratas del Ave Azul. Mi primer oficial me dijo que los conoces.

Hollow: . No solo los conozco, les debemos muchísimo.

Betula: Hmph...¿Porque no me cuentas esa historia?

De vuelta a Merveille… Arca del Emperador….

Los Piratas de la Luna de Sangre Azul han buscado las “muñecas pérdidas” a lo largo y ancho del Imperator Lunar y durante varias horas. No obstante, la noche ha caído y las muñecas siguen si no aparecer, por lo que muy a su pesar, informan a su capitán en la sala de mando.

Maximilian: Entonces no los encontraron.

Kunststuff: No, señor.

Lead: Lo lamento.

Maximilian: Tsk…que lástima. Malve se pondrá muy triste cuando se entere que sus muñecas se perdieron.

El hombre mira hacia un punto en específico, melancólico. A sus hombres no les gusta eso así que intentan animarlo.

Lead: No se preocupe, capitán. Aun me faltan animales por capturar de esta isla. Seguro que encuentro alguno que le guste más para la pequeña.

Celaine: Yo también traeré más plantas, fijo que eso la hace sonreír.

Kunststuff: Aparte, jugaremos con ella a la fiesta del te. Eso siempre le divierte.

Pann: Y le haré un nuevo y más bonito vestido de princesa. Le fascinará

Ante todos estos comentarios, Maximilian esboza una enorme sonrisa un tanto siniestra.

Maximilian: ¡Si, eso le encantará! ¿¡Verdad!?

Todos: ¡Si! 

Maximilian: (canturreando) ¡Todos vamos a jugar con ella!

Todos se ríen a carcajadas tan sonoras y profundas que resuenan por todo el barco, llegando incluso a los oídos de los Piratas del Ave Azul prisioneros en la Casa de las Muñecas. Estos han estado tratando de escapar de sus frascos todo el día, pero Maximilian tiene razón. Los frascos son indestructibles desde dentro, por lo que sus intentos solo le dejan exhaustos.

Bert: ¡Hoy Chopper! ¡Uhh! Es inútil. No funciona.

Angélique: Uff…uff… no importa cuanto lo parte. No se rompe.

Evangeline: Todo está en manos del Capitán y los otros ahora.

En ese momento, Kunststuff llega cargando cientos de pequeñas bandejitas de comida que llevan un diminuto trozo de carne, una tapa con agua y una uva. 

Kunststuff: Hora de la cena.

El hombre empieza a abrir frasco por frasco para alimentar a la “exhibición”, algunos intentan escaparse, incluyendo los piratas pero son rápidamente sometidos por un dedo opresor.  En menos de diez minutos, el soldado termina su labor y se retira. 

Katrina: Tch…solo espero que Jean se apresure. No sé cuanto pueda aguantar mi dignidad.

En alguna parte de la jungla de Merveille…

Jean: Entonces, ese es el plan.

Granate: Descansen por ahora. Iremos mañana al amanecer.

Capitulo 354: Mini infiltración

Amanecer, es un nuevo día en Merveille, las plantas y flores se abren con la luz y el calor del sol, muchos animales comienzan sus rutinas y los piratas Lead y Celaine están dispuestos a conseguir todos los que puedan, así que salen junto con los primeros rayos del sol para cazar y colectar especímenes.

Lead: Yo debo conseguir un par de esos caballos tigres que vimos antes.

Celaine: Quiero ver si puedo conseguir una de esas famosas flores IQ, y un Daft Green.

Lead: Hmphh…escuche que si respiras mucho de eso te mueres.

Celaine: Jujuju. Lo tomare en cuenta.

Los piratas salen del Arca del Emperador sin más rumbo que el que les fijan sus objetivos y no tardan en separarse, sin darse cuenta de que al salir, alguien los estaba observando desde las alturas. Jean y su peculiar grupo.

James: Dos de ellos salieron. 

Denebola: Excelente, eso lo hará más sencillo.

Jean se encuentra volando junto a Often, Big Bird y Tezcatlipoca. Estos dos últimos cargan en sus espaldas al resto del equipo. Al ver partir a los dos miembros de la Luna de Sangre Azul, estos aterrorizan en la copa de un árbol cercano para proceder a su plan.

Granate: Muy bien, Jean, Often. A su señal.

Jean: Entendido.

Often: Como sea…

Estos vuelan hasta la popa del Arca y miran de un lado hacia otro, para asegurarse de que nadie los vea. Hecho esto, Jean lanza un silbido y aquellos que montan a las aves, las cuales bajan hasta su posición.

Granate: Muy bien, Rigel. Es tu turno.

Denebola: Bien.

La mujer baja de su ave, arquea su cuerpo hacia adelante y lanza ácido a la madera derritiendo la y haciendo un agujero lo suficientemente grande como para que Big Bird y Tezcatlipoca puedan pasar, y por el cual todos proceden a entrar.

Mia: Muy bien. Eso fue sencillo.

James: Lo que sigue es lo que va a costar trabajo. 

Granate: Muy bien. Pasemos a la fase dos. 

Taylor: Encontrar y liberar a nuestros amigos…

Denebola: Y a mi gente…

El “diminuto” grupo avanza entonces a través de los enormes salones del arca, volando con sumo cuidado para evitar encontrarse con Maximilian o los miembros restantes de su tripulación. Finalmente, llegan a la recepción del museo. 

Cuetzpalomitl: Ya estamos cerca.

Granate: Todos atentos.

Often: Como sea…

El grupo decide ir directo a la Casa de las Muñecas y actuar de acordé a lo que vean en el lugar, no obstante, al pasar por la puerta del Salón del puerto, Taylor recuerda algo muy importante.

Taylor: ¡Los barcos! ¡Jean, deberíamos ir por Ocean Spirit!

Granate: No. Debemos apegarnos al plan.

Taylor: Aunque logremos que nos devuelvan a nuestro tamaño normal, no podremos salir de esta isla sin nuestro navío.

Granate: Podemos irnos volando en el águila de Cuetz.

Jean: Taylor tiene razón. No nos iremos sin nuestra nave. También es camarada nuestra.

Viendo que no tiene caso discutir, Granate acaba cediendo, por lo que Taylor entra al Salón del Puerto, para recuperar la botella de su navío.

Granate: Si ya acabamos de salirnos del plan. ¿Podemos seguir?

Los pequeños seres del grupo se acercan a la enorme puerta de la casa de las Muñecas y Denebola hace un hueco con su ácido tal como entraron antes, no obstante, hay algo que no se ajusta nada a su plan, algo que no es bueno para nada.

Granate: Joder…

Jean: Ay no…

Maximilian, en una mesa que a ellos les parece gigante, toma el te, hablando con una persona inexistente o invisible, y teniendo de “invitados” a su mesa a varias personas diminutas, atadas a pequeñas sillas. Entre ellas está Evangeline, con una taza de tamaño normal frente a ella y a la cual Maximilian se acerca con una tetera humeante.

Maximilian: ¿Qué dices ,Malve? La señorita Ángel quiere otra taza de té.

James: ¿El está…?

Jean: Jugando a las muñecas. Si.

Capitulo  355: Cebo de Bumian

Maximilian procede a servir la taza de té frente a Evangeline, ahogando la un poco debido a que el vapor que emana es demasiado para su cuerpo actualmente demasiado pequeño.

Maximilian: Aquí tiene, señorita Ángel.

Evangeline: Tsk…

El hombre sigue “charlando” y “tomando el te” con sus “ muñecas, fingiendo sus voces de vez en cuando, moviéndolas en concordancia con las acciones que él dice que realizan y , sobre todo, cumpliendo las peticiones de una tal Malve.

Maximilian: ¿Qué dices Malve? ¿quieres más galletas?

Jean y compañía solo miran a través del agujero, no muy seguros de como sentirse al respecto.

Taylor: Diría que es lindo... De no ser porque no está jugando con muñecas sino personas de verdad.

Denebola: No sé porqué pero de algún modo me recuerda a mi.

Jean: (sarcasmo) ¿Será porque también tratas a todos como tus muñecas?

Denebola: ¿Disculpa?

James: ¡Concéntrate, hombre pájaro! Tenemos problemas más serios .

Jean: Cierto… lo siento.

Taylor: ¿Qué hacemos?

Todos se ponen a meditar la situación un instante, tratando de sacar ideas.

Mia: ¿Intentamos atacarlo entre todos?

Granate: Aun no podemos enfrentarlo. Necesitamos a más gente. A su gente. Si lo atacamos ahora acabaremos capturados por el o por los refuerzos que seguro llamaría.

Jean: James, ¿no puedes usar tus dardos somníferos?

James: Aunque los usará todos, con el tamaño que tienen ahora, ni siquiera harían que se mareara.

Mia: ¿Entonces que?

Pero entonces, el miembro menos apreciado del grupo dice algo.

Denebola: Distracción.

Jean: ¿Disculpa?

Denebola: Oh, por favor. Sabes que es una buena idea. Si alguien crea una distracción los suficientemente grande como para sacarlo del cuarto, podremos entrar con total libertad y sacar a mi…digo…a nuestra gente. Además de que también podría mantener ocupado a cualquier refuerzo que pudiera venir.

Tras estas palabras de Denebola, hay un momento de silencio, uno muy corto y pronto es extinto por las siguientes palabras.

Often: Esa de hecho no es una idea tan estúpida…

Cuetzpalomitl: Es de hecho, una buena idea.

Tezcatlipoca:¡Ahhhhhh!

Mia: ¿Pero eso no implicaría que alguien tendría que hacer de cebo?

Denebola: Exacto.

James: Ok, eso no me parece tan buena idea.

Denebola: ¿Tienes una idea mejor, hombrecito? 

Algunos de los del Ave Azul intentan rebatir pero sinceramente no tienen nada, así que deciden ir por la idea de Rigel. Para hacerlo justo, Taylor crea trocitos de tela de diferentes longitudes y los ofrece a sus compañeros. Aquel que saque el menor trocito, será el que tenga que hacer de carnada. Todos toman uno y lo muestran, resultando que aquella que llevará a cabo la parte fea es Granate.

Granate: Tch… bien iré yo. Asegúrense de que esto funcione.

Los piratas se esconden un momento en las estanterías de la recepción, mientras que la bumian procede a dar un fortísimo golpe a la puerta de la Casa de las Muñecas, lo que causa una explosión, para el asombro de todos los presentes.

Jean: Wow…

Denebola: Una habilidad así sería muy útil en mis filas…o en mi cuerpo.

La explosión exitosamente llama la atención de Maximilian, el cual al oír el estruendo, decide ir a ver qué pasa, no sin antes dispensar su ausencia de la mesa de té.

Maximilian: Discúlpennos señoritas. Iremos a ver qué ha sido eso.

El hombre se levanta y sale del cuarto, no obstante, se lleva a una de las “muñecas” en la mano. Esta, a diferencia de las otras, esta aun en su frasco y no se mueve en absoluto, siendo aparentemente una muñeca verdadera. Al salir, se encuentra con un pequeño manchón de tizne en la puerta y a la diminuta mujer que lo ha provocado.

Maximilian: ¡La bumian! ¡Mira, Malve!

La pequeña mujer sale corriendo por un pasillo y el hombre se dispone a perseguirla, alejándose de la Casa de las Muñecas y permitiendo el paso libre para el resto del grupo, el cual sale de su escondrijo y entra a la sala, ante la mirada alegre de Evangeline, que sigue atada a la silla sobre la mesa de té.

Evangeline: ¡Capitán! ¡Chicos!

Pero pronto, su sonrisa se apaga cuando ve a Denebola venir con ellos.

Evangeline: ¡¿Ella!?

Jean: Larga historia. Ahora, ¿lista para salir de aquí?

Capitulo 356: Recogiendo juguetes

Haciendo gala de un uso excesivo de garras, disparos y fuerza bruta y pura, Jean, James, Big Bird y Mía liberan al resto de sus compañeros prisioneros en frascos con mucho esfuerzo, los cuales se alegran de tenerlos de frente.

Angélique: Es bueno verlos. Ya nos estaban preocupando.

Katrina: Si, ya era hora. ¿Qué les tomo tanto tiempo?

Bert: ¿Y dónde está Taylor?

Jean: Sacando al Ocean Spirit de aquí. Resulta que el modelo a escala que viste no era un modelo a escala.

Bert: Mierda…

Es entonces cuando los liberados se dan cuenta de que su capitán y camaradas están acompañados por otras personas. Often simplemente mira desinteresadamente, mientras que Cuetzpalomitl y Tezcatlipoca agitan su mano y ala a modo de saludo.

Bert: Veo que hicieron nuevos amigos.

Jean: Ahmm si… No exactamente….

El peliazul señala hacia otra estantería y sus camaradas casi se van de espaldas, pues en esta está Denebola, liberando a sus propios hombres con su regurgito ácido.

Angélique: ¡Denebola!

Los hombres de Denebola también se impresionan al ver a Jean y compañía y ambas bandas se ponen de inmediato a la defensiva. No obstante, Ambos capitanes calman los ánimos.

Jean: Tranquilos, chicos. Pactamos un tregua temporal, estamos del mismo lado. 

Denebola: Así que ninguno de ustedes tiene permitido atacarlos…al menos hasta que salgamos de esto.

Sern: Si, señora mia.

Ya con sus camaradas libres, los piratas y sus aliados comentan sobre que hacer a continuación. 

Angélique: Entonces, ¿Cuál es el plan?

Jean: En este momento, una mujer está distrayendo a Maximilian. Ella debería volver en cualquier momento con el siguiéndola. Antes de que eso suceda,  nos esconderemos y lo atacaremos por sorpresa.

James: Creemos que si lo dejamos inconsciente, el efecto de su fruta del diablo debería pasar y todos volveríamos a la normalidad 

Angélique: Entendido.

Todos se preparan a seguir este plan, no obstante, Evangeline no puede evitar externar una duda que la carcome.

Evangeline: Esperen, ¿que no vamos a liberar al resto de las personas antes?

Esto activa una especie de alarma de consciencia en Jean y sus camaradas, y más aún cuando alcanzan a oír los gritos por ayuda de los otros prisioneros,, no obstante, Denebola y su gente se oponen de inmediato.

James: Evangeline tiene razón. También hay que sacar a estas personas de aquí.

Denebola: Olvídenlo, apeguémonos al plan original.

Mia: Están del mismo lado que nosotros, mujer espacial. Si los liberamos tendríamos más oportunidad de vencer a Maximilian entre todos.

Often: A mí me da igual mientras me saque de esta asquerosa situación…

Cuetzpalomitl: Aunque estoy de acuerdo en querer liberarlos, la señorita de seis brazos tiene razón, no tenemos tiempo para esto. Hay que seguir el plan cómo va hasta ahora y esperar que cuando derrotemos a Maximilian ellos vuelvan a…

El hombre se detiene antes de finalizar su discurso y se queda mirando fijamente hacia la salida, lo que alarma al grupo. Al mirar hacia donde él mira, se dan cuenta de que Maximilian ya está en el lugar, con Granate atrapada en su mano. Esta intenta liberarse mediante explosiones pero el ex Guerrero del Mar ni se inmuta, solo mira a su alrededor con una mezcla de asombro y algo de enojo al ver a tantas “muñecas” fuera de sus estantes.

Maximilian: Lamento las groserías, Malve, pero ¿Qué demonios sucede aquí?

Aunque no pasaron mucho tiempo deliberando sobre que hacer con los prisioneros, si fue el suficiente como para hacer que fallase su plan, cosa que enfurece a Granate.

Granate: ¡Se suponía que debían atacarlo por sorpresa! ¡¿Para esto deje que me atrapara!?

El Hombre Montaña por su parte no pierde el tiempo, llamando de inmediato a sus camaradas vía Den Den Mushi.

Maximilian: Aquí el gran Max. Recojan los juguetes tirados en la casa de muñecas. Repito, Recojan los juguetes.

Con el hombre gigante frente a ellos, habiendo perdido el factor sorpresa y sabiendo que hay refuerzos enemigos en camino, cunde el desorden en las filas del diminuto grupo.Y más aún cuando Maximilian ata su frasco con su muñeca favorita a su cinturón y se pone a cazarlos personalmente.

Jean: ¡Ataquen!

Denebola: ¡Corran!

Cuetzpalomitl: Espera ¡¿Qué!?

Often: Ya no entendí, ¿Corremos o atacamos?

James es el primero en tomar la iniciativa de atacar, cargando su arma a la segunda estrella y lanzando un torrente concentrado de luz naranja.

James: ¡Orange Star- Solar Prophecy!

Maximilian: ¡Quema, quema, quema, quema!

El hombre montaña se palmera el pecho intentando apagar las llamas que han encendido en el. Creyendo que esta es su oportunidad, Big Bird se dispone a dejarle ciego como antes, volando hacia su rostro a gran velocidad.

Big Bird: ¡Toma eso!

Maximilian, no obstante, deja su incendio corporal a un lado y de un veloz movimiento se quita de su camino, para luego ponerse justo detrás del ave.

Big Bird: ¿Huh?

Maximilian: No caeré en ese sucio truco de nuevo, avecilla extraña. Y no creas que te perdono por lo de la última vez. Nadie se caga en mi... ¡Rankyaku!

Acto seguido, el hombre montaña le da una patada a la cacatúa con tanta fuerza que incluso saca una onda cortante. Herido, Big Bird se estrella en una pared y cae al suelo, inconsciente.

Jean: ¡Big Bird!

Maximilian: ¡Y nadie se roba las muñecas de Malve!

Con su mejor amigo fuera de combate, Jean enloquece de rabia. Lanzándose el mismo al ataque contra el gigantesco hombre en su forma híbrida y tratando de dejarle ciego a su propia manera: con sus garras.

Jean: ¡Malditooooo!

No obstante, como si fuera solo una basura que es llevada por el viento, Maximilian le hace a un lado con un chasquido de su dedo índice, enviándolo disparado y herido contra el suelo.

Jean: ¡Ughh!

Angélique: ¡Jean!

Por su parte, aquellos que han decidido correr logran escapar de la casa de las muñecas. Pero el gusto no les dura mucho, pues en el momento en el que se disponen a salir de la recepción, se encuentran de frente con Pann y Kunststuff, listos para atrapar les.

Denebola: ¡Maldición!

¿¡Imposible escapar o enfrentar!?

Capitulo 357: Las muñecas se defienden

Kunststuff: ¡Vengan acá!

Pann: ¡No escaparan, muñequitas!

La mujer del vestido enorme lanza sus ganchitos de cabello hacia los seres diminutos, dejándolos atorados entre los huecos o clavando sus ropas a la pared o al piso. Mientras que Kunststuff gala de una gran velocidad y una delicadeza impropia de un hombre, va recogiendo a los seres miniaturizada y los guarda con celeridad en los bolsillos de su uniforme.

Denebola y sus hombres no tienen a donde o como escapar y la mayoría de ellos han sido desarmados antes de su encierro, así que tampoco tienen como defenderse. Lo único que pueden intentar es cubrirse detrás de su capitana mientas ella lanza bolas de ácido.

Denebola: ¡Acid Shot! ¡Acid Shot!

Algunos de sus tiros logran salvar a sus hombres de los ganchitos para cabello, sin embargo, el daño que logran hacer a “los gigantes” es nulo, por lo que pronto acaba acorralada nuevamente.

Denebola: ¡Maldición! 

Está logra ser rescatada en el último segundo por Cuetzpalomitl y Tezcatlipoca, que la suben al lomo del ave y se disponen a salir junto con ella por la puerta de la recepción.

Cuetzpalomitl: ¡Sujetate!

Kunststuff: ¡Ah, no! ¡no volverás a escapar!

El hombre saca de uno de sus bolsillos un balón y lo dispara solo con sus dedos hacia el ave, rompiéndole el ala.

Tezcatlipoca: ¡Roar!

Cuetzpalomitl: ¡Tezcatlipoca!

El ave cae en picada y se estrella en el suelo, dejando a sus ocupantes noqueados y a merced de sus captores.

Kunststuff: Recojamos a los juguetes, jujujejejejeje.

Al mismo tiempo, Granate sigue intentando liberarse de la mano de Maximilian a la vez que Jean y el resto del Ave Azul  intentan  enfrentar al enorme Maximilian, pero sus intentos parecen no hacer mucho efecto. 

Granate: Joder ¡Sueltame!

Katrina: ¡Replicant Ninety five! 

Katrina se abalanza con cerca de un centenar de clones para someterlo, creyendo que noquearlo después será más sencillo. Estos logran trepar a sus piernas y torso, moviéndose desde esos puntos hacia el resto de su cuerpo. No obstante, El Hombre Montaña ni se inmuta.

Maximilian: Jejeje, hacen cosquillas.

Con un simple estirón de todos sus músculos, los clones de Katrina se caen y desvanecen debido a la fuerza desplegada, mientras que la real se lástima al caer de la que ahora es una altura seria. Unos 30 centímetros.

Katrina Auuu…

Ante esto, James y Evangeline intentan un ataque. James vuelve a disparar su Star Blaster en estrella naranja, generando un estallido similar a un ave en figura y Evangeline, habiendo sido despojada de su arco y carcaj, se arma únicamente con lo que evitó que le incautaran, un dial de impacto y otro de flama.

James: ¡Orange Star- Eden Assasination!

Evangeline: Impact Flamethrower.

Ambos apuntan al rostro de su perseguidor, intentando prenderle fuego nuevamente. No obstante, lo único que alcanzan a hacer es chamuscarle un poco la barba.

Maximilian: Uy, uy, uy. 

El hombre simplemente se palmera el mentón para apagarse, aunque bailotea mientras lo hace, derribando con sus pasos a los piratas rubios.

Evangeline: ¡Guugh!

Ante el fallo de sus camaradas, Angélique, Bert y Mía se lanzan al ataque por sus propios medios.

James: ¡Hughhh!

Mia: ¡Estilo de Fuerza interna!

Bert: ¡Double Hog Slam!

Angélique: ¡Swing Heel Strike!

Los tres luchadores cuerpo a cuerpo de la tripulación tratan de herir una de sus piernas con sus mejores golpes, pero el ex Guerrero del Mar se los quita de encima con solo sacudir su extremidad con fuerza.

Maximilian: Shu Shu. Dejen mi pierna en paz, juguetitos.

Mia y Bert acaban de espaldas al suelo pero Angélique vuelve a intentarlo.

Angélique: ¡Heel Axe!

Por desgracia para la pelirroja, aunque acierta el ataque, el cuerpo de Maximilian es demasiado duro para hacerle daño, y al contrario, termina haciéndose daño a si misma.

Angélique: ¡Ughh! ¡Maldición!

Maximilian: (canturreando) Ven aquí. 

El hombre intenta atrapar a la navegante con la mano que tiene libre. Sintiendo a su camarada en peligro, Jean, a pesar de sus heridas, se vuelve a transformar, dispuesto a ayudarla.

Jean: ¡No mas juegos!  ¡Ara Teil: Gold- Blaue Harpyie!

Maximilian, curioso, simplemente se le queda viendo con fascinación.

Maximilian: Vaya….

Capitulo 358: Nadie toca a Malve

Maximilian se queda viendo fijamente a Jean en su forma de arpía por el tiempo suficiente como para que Angélique logré escapar y evitar ser cogida por su mano al estar esté tan distraído. Luego, el hombre habla con voz fascinada.

Maximilian: ¡¿Viste lo que hizo, Malve!? ¡Fue fabuloso! ¡Te dije que te traería una muñeca increíble!

El hombre da un paso y extiende su mano para tratar de tomar al hombre pájaro, pero este desaparece de su alcance para la sorpresa de aquel que le encogió.

Maximilian: ¿Eh?

Usando la increíble celeridad de la forma Gold-Blaue Harpyie, Jean ha pasado de estar justo enfrente y debajo de él, a estar volando a la altura de su cara, causando el pánico momentáneo del Hombre Montaña al cual le tira un puñetazo con zarpa incluida.

Jean: ¡Ara Faustenkrallen!

Maximilian: ¡Gahhh! 

Por vez primera, un ataque de los del Ave Azul logra causar daño verdadero en el ex-guerrero del mar. Unas cuantas gotas de sangre se asoman de una herida profunda en su mejilla izquierda que casi roza su ojo. El hombre se aprieta el pómulo para parar la sangre mientras emite algunos siseos de molestia, como los emitidos por un niño pequeño que se ha raspado la rodilla.

Maximilian: Sssssss… ¡Oye, eso arde!

Jean: ¡Me da mucho gusto!

Maximilian: Tsk... ¡Muñeco tonto!

Jean: ¡Chicos, aléjense todo lo que puedan!

Angélique: ¡pero…!

Jean: ¡Corran!

El hombre montaña está enojado ahora, aunque su enojo es más como una rabieta infantil, pues hace una pataleta antes de arrojarse a intentar atraparle de nuevo, pero igual que antes, Jean esquiva con su extrema velocidad, lanzando varios zarpazos más al cuerpo de su enemigo, mientras sus camaradas aprovechan para levantarse del suelo, recuperarse un poco de sus heridas y mover a Big Bird, que sigue inconsciente.

Jean: ¡Ara Fubtritt Schlitz!

No obstante, aunque logra hacer daño, generarlo le cala hondo en su cuerpo pues sus huesos se empiezan a salir de sus cuencas por el retroceso, como es usual de la forma Harpyie. Jean sabe que no puede mantener esa forma mucho más tiempo, así que procede a lanzar un ataque mucho más potente.

Jean: ¡Espero que esto te guste, MAX! ¡Ara Zergliederung!

El joven capitán lanza el zarpazo más potente que puede realizar, causando cinco cortes verticales que corren por todo el torso del Hombre Montaña.

Maximilian: ¡Gahhh!

El ataque es lo suficientemente fuerte como para hacerle soltar a Granate, la cual seguía presa en su mano. Está habría de herirse en su caída de no ser por Often que la ha atrapado en pleno aire, después de estar ausente del lugar por varios minutos.

Granate: ¡¿Dónde rayos estabas!?

Often: De nada.

Maximilian se molesta porque su muñeca se le ha escapado, mientras que Jean se resiente severamente del hombro.

Maximilian/Jean: ¡Aghhhh,! ¡Maldición!

Pero es entonces cuando el corte de Jean causa un efecto inesperado sobre Maximilian, ha cortado su cinturón, haciendo que al estirarse, el frasco con la muñeca que tenía asegurado se caiga al suelo y se rompa en mil pedazos, dejando a su inerte ocupante desmadejada sobre el suelo.

Maximilian: ¡¡MALVE!!

Ante la mirada confundida de todos los miniaturizados, Maximilian se arrodilla y con desesperación empieza a quitar los vidrios de la muñeca, para luego recogerla con gentileza y abrazarla con mucha fuerza contra su rostro.

Maximilian: ¡Tranquila, Malve! ¡Todo está bien! ¡Todos está bien, princesa!

El hombre incluso derrama algunas lágrimas, sorprendiendo aun más a sus diminutos enemigos. Pero luego, deja de llorar , mientras que sus ojos se llenan de rabia. No un enojo infantil como antes, esta vez es una furia asesina, y con su mirada la dirige a una única persona: Jean, el cual no puede evitar retroceder , bastante intimidado.

Maximilian: ¡¿Cómo te atreves a hacerle daño a Malve!?

No dispuesto a juguetear más, Maximilian usa su soru parapara aparecerse justo detrás de él y luego darle un poderosísimo puñetazo.

Maximilian: ¡Jugon!

James: ¡Jean!

Jean sale disparado al lado contrario, seriamente herido. Pero no le da ni tiempo de reaccionar, porque usando su soru, el hombre se “teletransporta” de un lado a otro para luego apalearlo a base de rodillazos y patadas, como si se tratará de un Hacky Sack, viviente.

Jean: Guhhh…

El peliazul escupe sangre mientras sus alas se esfuerzan por no hacer que se desplome, pero su rival, completamente encolerizado, no piensa detenerse en su ataque aún.

Maximilian: ¡Rankyaku: Ran!

Haciendo una bandera humana al sostenerse de la pared con solo un brazo, Maximilian lanza una serie de poderosísima ráfagas cortantes de sus pies. Siendo demasiadas para esquivar, Jean solo intenta vanamente cubrirse con los brazos, siendo alcanzado de lleno,

Katrina: ¡Jean!

Evangeline: ¡Capitán!

Las ondas cortantes además, liberan a muchas personas de sus frascos, causando pánico generalizado en la Casa de las Muñecas, pero que mas horroriza a los presentes es el estado de Jean. El peliazul, gravemente herido, emite un ruidito gutural antes de destransformarse en pleno aire y cae al suelo, totalmente sangrante e inerte.

Angélique: ¡¡JEAN!!

Algunos de sus camaradas intentan correr a ayudarle pero se ven  abrumados por  la figura de Maximilian, que se alza, aún fúrico, sobre el muchacho inconsciente, dispuesto a rematarlo con la suela de su bota.

Maximilian: Nadie toca a Malve…

Capitulo 359: Mini Fuga

Una niña pequeña va corriendo a todo lo que puede cargando a un bebé de cabellos celestes y grandes ojos grises, que miran confundidos a su alrededor. Ella no deja de llorar mientras corre, llamando a varias personas, desesperada.

Niña: ¡Papi! ¡Kalos-san! ¡Cari-san!

La niña voltea hacia atrás. Parece que alguien la persigue. Pero entonces, al verse distraída del frente del camino, choca con alguien, lo que la hace caer y hace que el bebé empiece a llorar también. La niña alza la mirada completamente aterrada, viendo sin poder moverse de miedo a la persona con la que se estrelló: un hombre encapado, de aspecto siniestro y armado con una espada.

Hombre: Hola…nenita.

Niña: ¡KYAAAAAAHHHH!


Jean despierta en ese momento, sobresaltado. El lugar: ni idea, está demasiado brillante y borroso para que pueda saberse. Solo se alcanzan a distinguir voces que en un principio suenan demasiado bajas y distorsionadas.

¿????: ¿Entonces que hacemos?

¿????:Por ahora solo seguir moviéndonos. No podemos dejar que nos capturen. Cuando Jean despierte ya veremos que hacer.

El aludido parpadea para aclarar su vista, logrando distinguir que está en alguna clase de habitación a su talla. Las voces que escucha son las de algunos de sus compañeros y aliados. En el momento que le ven despertar, los primeros corren de inmediato para recibirle en el mundo de los vivos mientras expresan su alivio. 

Taylor: Menos mal que despertaste.

Mia: Nos tenías preocupados de muerte. 

Jean trata de incorporarse pero el dolor y las vendas que cubren sus heridas restringen sus movimientos.

Jean: Maximilian… el…casi me mata, ¿verdad?

Algunos de sus amigos asienten con la cabeza

Jean: ¿Pero entonces que pasó después? ¿Cómo es que no estoy muerto y logramos escapar? 

Granate y Often irrumpen en ese momento en su conversación, también alegrándose de ver a Jean consciente.

Granate: Fue todo gracias a tu médico.

Often: De no ser por el, nadie la cuenta.

Ante ese comentario, el pelirrojo no puede evitar sentirse algo avergonzado.

Taylor: Ya les dije que fue un accidente, jejeje.


Maximilian: Nadie toca a Malve…

El Ex-guerrero del mar está a punto de asesinar a Jean con un pisotón. Sus amigos, al igual que Granate y Often, quieren impedirlo pero no tienen manera de evitarlo, solo corren hacia donde está el peliazul por inercia.

Maximilian: ¡Ahora, muere!

Angélique: ¡Jean!

No obstante, la bota de este se detiene a un milímetro de la cabeza de Jean. El motivo: un ruido infernal de vidrios rotos proveniente del cercano Salón del Puerto.

Maximilian: ¡¿Ahora que demonios fue eso!?

El ruido es causado por Taylor, el cual, en su intento de bajar la botella del Ocean Spirit de su estantería, accidentalmente acaba tirando el mueble entero, destrozando decenas de botellas con barcos en su interior.

Taylor: Ay no…

El ruido no sólo distrae a Maximilian, sino también a Kunststuff y Pann, que de inmediato corren a ver qué sucede. Aprovechando está oportunidad, Bert, de un salto de su forma híbrida, llega a hasta donde Jean y lo carga en brazos, mientras que el resto de sus camaradas, aliados y liberados recientes por el ataque del Hombre Montaña corren tras el, logrando salir de la casa de las muñecas y llegar a la recepción.

Angélique: ¡Hay que salir de aquí! ¡Ahora!

Maximilian: ¡No!

El Ex-guerrero de mar, dándose cuenta de su distracción, trata de capturar a alguno de los miniaturizados seres, pero solo logra hacerse de un hombrecito ajeno al grupo, puesto que la otra mano la tiene ocupada con Malve.

Maximilian: ¡Me lleva el diablo! ¡Pann! ¡Kunststuff! ¡¿Qué demonios están haciendo!? ¡Recojan a las muñecas! 

Pann: Pero ¿Y los barcos?

Maximilian: ¡Me importan un bledo los barcos! ¡Quiero a las muñecas!

Irónicamente, estás órdenes salvan a Taylor, el cual, con la botella del Spirit amarrada a la espalda, estaba a punto de ser visto y capturado. Sale tras de la princesa y el soldado sin que le noten, mientras que estos tratan de capturar al resto de sus camaradas.   

Pann: ¡Vengan aquí!

Kunststuff: ¡No escaparan!

Desesperado, James logra idear un plan para mantenerlos alejados, cargando su arma y disparando hacia los “gigantes”.

James: ¡Orange Star- Solar Prophecy!

El torrente ígneo pasa justo entre las cabezas de sus perseguidores, que se ríen creyendo que el diminuto tirador ha fallado. No obstante su risa pronto se apaga al oler humo y oír un ruido crepitante. Al voltear a hacia atrás, se horrorizan al ver que al muro lo están consumiendo las llamas.

Pann: ¡Maldición!

Aprovechando esa distracción, Taylor a metido su propia idea para detenerlos, enredando sus piernas con cintas mientras están distraídos y luego corriendo junto a sus camaradas.

Kunststuff: ¡Hey! ¡Vuelvan!

Pero al dar un paso, los de la Luna de Sangre Azul se van de bruces. Con el paso libre para escapar, Granate aporta su granito de arena, haciendo un agujero en la puerta de un codazo con sus poderes explosivos.

Granate: ¡Pirope Yama Arashi!

Pann y Kunststuff intentan apresurarse a levantarse pero cuando lo hacen todos los que perseguían ya se han dado a la fuga dentro del propio barco y no son visibles, causando la furia de Maximilian.

Maximilian: Tsk… ¡Apaguen ese incendio y luego busquenlos! ¡Ese maldito debe pagar por lo que le ha hecho a Malve!


Jean: Vaya. Si que la suerte nos sonrió pero en serio. ¿Pero entonces? ¿Dónde estamos justo ahora?

Bert: Es una de las “casitas a escala” de ese loco. El y su gente no dejan de cazarnos.

Katrina: Tenemos que estar moviéndonos todo el rato o nos encontrarán y ya no estoy tan segura de que quieran conservarnos vivos. De hecho ahora mismo, James, Evangeline y Big Bird están haciendo guardia por si tenemos que salir de aquí.

Angelique: Nos hemos estado escondiendo a lo largo y ancho de su barco durante dos días. 

Jean: ¡Dos días! ¡¿Tanto tiempo estuve inconsciente!?

Mia:  Horas más, horas menos.

En ese momento, James, Evangeline y Big Bird irrumpen en el cuartito, con semblantes tensos.

James: Esos tipos están cerca. Hay que movernos.

Capitulo 360: Malve

Granate: (en voz baja) Rápido, hay que movernos.

Los del Azul y compañía corren a esconderse debajo y detrás de los muebles de la diminuta habitación en la que están, mientras Celaine entra en el Cuarto de la ciudad, revisando desde afuera las casitas una por una. Parece que no va a encontrarlos, cuando súbitamente, uno de los Piratas hace ruido accidentalmente, llamando la atención de la mujer que empieza a canturrear maliciosamente.

Celaine: Muñequitas… salgan ya. A la una…

La mujer empieza a alzar una pierna, dispuesta a acabar con la casita y sus ocupantes de una sola patada, lo que causa la alarma de estos. 

Celaine: A las dos…

James: ¡Maldición! 

Big Bird: ¿¡Ahora que hacemos!? ¿¡Ahora que hacemos!?

Los piratas y sus compañeros tienen menos de un segundo para pensar en que hacer, pero aún así, Katrina logra concebir una idea brillante. 

Katrina:  ¡Tómenme de los brazos!

Often: ¿Para que?

Katrina: ¡Solo háganlo!

Celaine: ¡Dos y medio y…!

Pero antes de que pueda decir tres, todas las mini personas salen por las puertas y ventanas de la casita a todo lo que pueden. Celaine, entusiasmada, empieza a perseguirlos fuera del cuarto de la ciudad mientras habla por Den Den Mushi.

Celaine: Aquí, “mamá tutú”. Tengo a las muñecas en la mira.

Celaine se va del cuarto, sin darse cuenta de que los Piratas y compañía siguen en la casita y que lo que lo que persigue no son más que Doppelgangers creados por Katrina.

Katrina: Jaja. Lerda.

Often: Eso fue raro. Brillante, pero raro.

Katrina: Igual tenemos que salir de aquí. Tenemos solo unos minutos antes de que los clones desaparezcan por un ataque, la lejanía o que alcancen el tiempo límite de su existencia y cuando eso pase se que ellos volverán muy, muy enojados.

Los piratas entonces salen por la puerta del cuarto de la ciudad y hasta la recepción, de la cual también logran salir, con Jean a lomos de Big Bird dado que aún le cuesta moverse por su cuenta y Bert cargando la botella del Spirit.

Bert: ¿Ahora hacia adónde?

James: ¿Evangeline?

La mujer concentra su mantra, tratando de distinguir las “voces” de sus perseguidores de aquellas que ya han capturado. Cuando por fin lo logra, señala una dirección. 

Evangeline: Por aquí.

La mujer encabeza el grupo mientras va guiándoles a algún lugar alejado de los de la Luna de Sangre Azul, acabando en uno de los lujosos cuarteles que Lead les enseño en su “tour”, el cual parece estar decorado como si le perteneciera a una niña pues está lleno de juguetes y es enteramente de color rosa.

Evangeline: Aquí estaremos bien por un rato.

El grupo descansa un poco, subiéndose a los muebles para ampliar su rango de visión. Jean entonces nota que hay varias fotos sobre una cajonera que llaman su atención , así que pide a Big Bird que lo lleve.

Jean: Ey ,miren. Creo que encontré fotos de Maximilian.

Often llega volando hasta la cajonera y los otros suben mediante las cintas de Taylor para luego observar con detenimiento las fotos. Todas parecen ser algo antiguas, pues en ellas Maximilian se ve bastante más joven, con el cabello más largo y un look mucho menos excéntrico.

Mia: Vaya, casi parecía una persona normal. Me preguntó que le pasó.

De las cosas que observan, una de ellas llama su atención especialmente. Se trata de otra fotografía en la cual se aprecia a un joven Maximilian, el cual carga en brazos a una niña muy bonita. Ambos sonríen cálidamente, denotando verdadera felicidad.

Maximilian y Malve

Often: Hmph… no creí que ese tonto encogedor fuera de la clase de persona al que le importan otras personas.

Mia: Ni yo. ¿Quién creen que sea esa niña?

Es entonces cuando James les da aviso de un descubrimiento que hace.

James: Chicos. Miren el nombre que hay en la cama.

Los del Ave Azul y compañía observan lo que les señala el tirador, alcanzando a apreciar el nombre “Malve” escrito en la cabecera. Nombre que resuena en algunos de ellos.

Jean: Malve…¿¡Que no es…el nombre de la muñeca por la que casi me matan!?

Evangeline: ¡Ahora que lo pienso, la niña de la fotografía es idéntica a ella!

Ante esto, los piratas se quedan viendo fijamente esta imagen.

Jean: Entonces... ¿Le puso Malve a una muñeca en honor a ella?

Evangeline: No lo creo, Capitán. Cuando ese hombre “jugo conmigo a la fiesta del te” pude apreciarla de cerca. No era una muñeca, era un persona real, como el resto de nosotros que encogió, solo que…, no se movía para nada... y no podía sentirla con mi mantra...como si estuviera… muerta. Creo que ella es la muñeca.

La mujer alada siente un escalofrío solo de  pensarlo. Esto alarma y aterra a la mayoría de los presentes que llegan rápidamente a la misma conclusión.

Angélique: Entonces la tal Malve es esta niña. Alguien muy cercana a Maximilian pero que murió por alguna razón y que ¿Maximilian lleva siempre con él?

Taylor: ¿¡Estas diciéndome que ese hombre trae consigo un cadáver miniaturizado y que era la niña de esta fotografía!?

Mia: ¡Que dañado!

Katrina: Eso es demasiado bizarro hasta para mi.

Capitulo 361: Nuevo plan

Mientras tanto…  en aquel otro lugar del Grand Line…

La capitana de los Piratas del Zafiro  hace un llamado general a todos en el puerto, hablando a través de un Den Den Mushi megáfono.

Betula: Zarparemos en media hora, señoras y señores. Es su oportunidad para arreglar cualquier cosa que les quede pendiente. Después de eso, todos abordarán sus respectivos barcos y seguirán a sus oficiales al mando, que transmitirán mis órdenes directas. ¿Ha quedado claro?

En el puerto, todos los presentes se unen en una sola voz.

Piratas del Zafiro: ¡Si, Betula-san!

Todos los subordinados de Betula, salvo los que parecen ser de mayor rango y a los cuales se añaden también Hollow y Tear, se reúnen con ella para una ultima revisión del operativo que van a realizar.

Betula: Ya saben cada uno sus órdenes. Estén listos para zarpar. En caso de emergencia o de que algo no salga como ha sido planeado, doy mi total permiso para que procedan como mejor crean conveniente. Sylvia, tú vas a la vanguardia, quiero que seas especialmente cuidadosa.

Betula le habla a una mujer especialmente fornida y de aspecto muy agresivo, la cual asiente y aparentemente gruñe al mismo tiempo.

Sylvia: Grrrrr...

Betula: Muy bien, si todos están listos, ¡Entonces a la carga!

Todos ponen sus manos al centro y luego las alzan mientras gritan la misma frase.

Todos: ¡Todos somos Esclavos!

De vuelta a Merveille…Arca del emperador en la enfermería…

Maximilian ha miniaturizado a Kunststuff para que pueda revisar a Malve por los eventos  sucedidos, no obstante, a pesar de que el soldado lleva dos días asegurándole de que está bien, el sigue sin creerle.

Maximilian: Malve dice que aún le duele, Kunststuff.

Kunststuff: Le aseguró, capitán, que es normal. Ella sufrió una fuerte caída, pero estará bien. Le aseguro que en un par de días, dejará de dolerle y…

Pero entonces, Maximilian toma a su ahora diminuto médico con una mano y lo alza frente a su rostro, mirándolo inquisitivamente.

Maximilian:  Eso dijiste hace un par de días…

El pequeño soldado ante esto se pone nervioso. No todos los días un hombre gigante te mira enfurecido.

Kunststuff: Tiene… tiene que ser paciente, capitán…le…le aseguró que si es paciente….vera que Malve se siente mejor… pronto

Maximilian: Oh, ¿En serio? Como aquella otra vez que me dijiste que fuera paciente y ¡Pasó lo que ya sabes!

El hombre comienza a estrujar a su propio subordinado con la mano, lastimándolo y dejándole cada vez menos aire para respirar.

Kunststuff: Lo…*jadeo* lo juro, señor…

Maximilian: Está bien, te creo. 

El capitán suelta a Kunststuff, el cual cae al suelo ya en su talla normal y tosiendo sonoramente, mientras Maximilian se lleva a Malve a otra parte, no sin antes lanzar una última amenaza a su médico 

Maximilian: Pero más te vale que sea así. Aun no he olvidado lo de la última vez. Y dile al resto que si no me traen a esos bastardos que la lastimaron, de verdad me voy a enojar.

Kunststuff: Si…, sí señor.

Mientras tanto, Jean y compañía se las han arreglado para mantenerse escondidos en la habitación de Malve. De vez en cuando alguno sale a hacer revisión del perímetro dentro del propio cuarto, en esta ocasión hecha por Taylor. Su curiosidad lo lleva a revisar lo que parece ser un armario, en el que hace un descubrimiento interesante.

Taylor: ¡Chicos, vengan a ver esto!

Jean: ¿Qué cosa?

Big Bird: ¿Qué cosa? ¿Qué cosa?

El pelirrojo ha encontrado un armario lleno de cosas miniaturas. Vestidos, trajes, joyas, accesorios pero más importante, las cosas que Maximilian ha incautado a todos sus prisioneros.

Katrina: ¡Mi cuchillo!

La niña corre hacia su arma y la abraza, mientras que sus camaradas y aliados la miran con curiosidad.

Katrina: ¿Qué? Fue mi regalo de cumpleaños, obvio que le tengo cariño.

James: Ok, eso es lindo.

Evangeline también encuentra sus cosas: su arco, su carcaj y su Jet board y vuelve a cargarselos en la cintura.

Evangeline: Mucho mejor.

En el armario también hay un arsenal gigantesco, lo que hace que a Jean empiecen a correrle ideas por la mente.

Jean: No se ustedes, señores, pero yo ya estoy cansado de esconderme. Creo que va siendo tiempo de un nuevo plan para derrotar a ese desgraciado de Mondhuter Maximilian y de paso sacar a todos sus prisioneros de aquí.

Granate: Espero que sea mejor que el de la última vez. No solo casi te matan sino que perdimos gente.

Jean: Pues algo se me está ocurriendo. Often, tú eres de esta isla, ¿No?

Often: ¿Eso a que viene?

Jean: ¿Sabes de la fauna local?

Often: Se que todo en esta isla es peligroso, hasta las hormigas.

Jean: Perfecto. Dime, ¿Hay aves entre esas especies peligrosas?

Un nuevo plan de ataque.

Capitulo 362: ¿Trato?

Tras un buen rato de cuidadosa planeación, Jean y compañía han logrado idear un plan que les devolverá a su talla normal y les garantizara que Maximilian no vuelve a interferir con sus vidas ni las de nadie más.

Jean: Entonces, ¿queda entendido el plan?

Todos: Entendido.

Often: Solo hay una cosa que no entiendo. ¿¡Porque me tocó la peor parte!?

Granate: Porque eres el único que sabe dónde encontrar a nuestra “herramienta de negociación”.

Katrina: Recuerden, una vez comenzado solo tendremos quince minutos para concluir la situación, si tardamos más que eso se pondrá muy feo.

James: En ese caso habría que pasar al “Plan B”, ¿No?

Mia: Ughh, el plan B me hace sentir sucia solo de pensar en que podríamos acabar haciendo eso.

Jean: Con suerte, no tendremos que llevar a esas instancias. Ahora, todos prepárense. 

El peliazul recupera su sonrisa usual mientras se dispone a prepararse para un último enfrentamiento con Maximilian.

Jean: Le enseñaremos a ese pelele quien es verdaderamente pequeño.

Al mismo tiempo, en la Casa de las Muñecas...

Estando un poco más repuesto de su enojo, Maximilian decide reanudar su fiesta de té de  hace un par de días con Malve, esta vez teniendo como “invitados” a Denebola y Cuetzpalomitl. 

Maximilian: ¿Qué dices, Malve? ¿Qué le sirva más te al señor diablillo?

Tanto la Guerrera del Espacio como el Hombre Cornudo solo siguen el juego abatidos, es la segunda vez que son capturados y por tan solo intentar moverse para escapar una tercera vez, fueron seriamente lastimados por las manos que estrujan de en aquel momento un muy molesto Maximilian.

Denebola: (Jamas creí que podrían humillarme de esta manera …Que ultraje)

Cuetzpalomitl: (Creo que mi destino es terminar mi vida siendo el juguete de un loco…)

El resto de los prisioneros embotellados también  ha perdido de ser liberados algún día, la mayoría solo mira tristemente hacia afuera de los cristales que los restringen del mundo aceptando con pena su nueva vida o cerrando los ojos y esperando que la muerte decida aparecerse pronto. Al menos hasta que sucede lo siguiente.

Jean: ¡Fuego!

Un sonido atronador se apodera del lugar, haciendo que todos en la Casa de las Muñecas se cubran los oídos y llamando la atención del resto de hombres de Maximilian, que oyen desde sus respectivas locaciones en el arca y de inmediato corren para dirigirse al origen de este.

Maximilian: ¿¡Que demonios!?

Súbitamente, la puerta de la habitación se cae convertida en madera en ascuas, cenizas y humo. Luego los responsables entran a la habitación, todos los Piratas del Ave Azul, elegantemente vestidos con la ropa incautada y también fuertemente armados con rifles, bazookas y otras armas de fuego.Ave Azul Strong WorldMaximilian: ¡TU!

El capitán de los del Ave Azul, aún desde su reducida altura, le mira altiva y confiadamente. 

Jean: Hola, “Max”. Tengo un “pequeño” trato para ti. 

Jean y algunos de sus amigos se ríen de su propio chiste, pero Maximilian parece volver a su estado fúrico.

Maximilian: ¡Un trato! ¡Ja!¡Jamás hago tratos con nadie y menos con bastardos malnacidos! 

Jean: Pensé que dirías algo así. Si cambias de opinión y te interesa, estaremos en la cubierta superior.

Maximilian: ¡Como si fuera a dejar que llegarán vivos hasta ALLÁ! ¡Rankyaku!

El hombre lanza una onda cortante con su pierna pero los Piratas ni se esfuerzan por esquivarla. Maximilian se pregunta el porque hasta que está les impacta de lleno y desaparecen, revelando no ser reales.

Maximilian:  ¿¡Pero que carajos…!?

El hombre se vuelve a atar a Malve al cinturón y se dirige furioso hacia la cubierta, dónde ha dicho Jean y compañía que estarán. Sus compañeros de la Luna de Sangre Azul se lo encuentran de frente al dirigirse a la fuente de la explosión, intimidándose un poco por la ira de su capitán.

Lead: ¿Señor?

Maximilian: Esos desgraciados están allá arriba. Los quiero vivos de ser posible y muertos solo si es necesario, quiero destrozarlos personalmente.

Piratas de la Luna de Sangre Azul: ¡Si, capitán!

Sin embargo, al llegar a la cubierta se encuentran no con nueve piratas encogidos, sino al menos cincuenta de ellos, todos apuntando con sus armas de fuego excepto por los Big Bird que solo vuelan alrededor de ellos.

Maximilian: ¿¡Que es esto!?

Jean: Lo has pensado mejor, ¿Eh? Te diré el trato entonces. Tú le regresas su tamaño natural a todos. A nosotros, a nuestros nuevos amigos y a cualquier otro que este en tu poder. Puedes quedarte con las casas, los barcos y los “terrarios”, es más incluso las plantas. Pero las personas y los animales debes devolverlos a la normalidad o sino…

Maximilian: ¿¡O sino que!? Pequeño bastardo.

Jean emite un silbido, llamando a alguien el cual resulta ser Often, que vuela a toda velocidad por alguna razón que no tarda en demostrarse, está siendo perseguido por varias aves, algunas de ellas exageradamente grandes.

Often: ¡odio mi vida! ¡Odio mi vida!

Lead: No es posible. Jura Chou, Shimatori, incluso Boxer Penguin y Framencho.

Luego, con un llamado de Big Bird estás voltean su mirada únicamente hacia Maximilian y su gente, lo que empieza a intimidar a sus subordinados.

Jean: O sino, tendré que decirle a estas bellas aves que tú fuiste quién robo miembros de su especie para su Zoológico.

Maximilian: ¿Quién demonios me crees como para tenerle miedo a un par de avecillas?

Jean: ¡Katrina! 

De un salto, la joven pirata sube al lomo de Big Bird y luego toca al Jura Chou, creando diez más de este y luego procede a hacer lo mismo con las otras aves, teniendo ahora un gran ejército emplumado y enojado.

Jean: Entonces que me dices, ¿Trato?

El pequeño peliazul, (uno de ellos) alza la mano para “cerrar el trato”, no obstante Maximilian no piensa aceptar nada que incluya deshacerse de sus preciosas “muñecas”. 

Maximilian: ¡Nunca!

Y de una patada cortante, comienza una batalla sin cuartel.

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