One Piece Fanon
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Contra las Alas de Acero

Capitulo 158: La verdadera traición

Mientras tanto…

James y Big Bird siguen su camino intentando dar caza a Cherubiel. Debido a las habilidades de rastreo del Cazador, no tardan en dar con la ruta que esta ha seguido y proceden a seguirla también para poder atrapar a la traidora.

James: ¡Vamos, Big Bird! ¡Es por aquí!

Big Bird: ¿¡Seguro, seguro?

James: Sí, estoy seguro. Tu confía en mí.

Sin embargo, tras varios minutos siguiendo el rastro de la comandante, James comienza a caminar más lento hasta detenerse, mientras mira al suelo confundido.

Big Bird: ¿Qué sucede, que sucede?

James: Que raro. Las pisadas terminan aquí. Es como si hubiera… desaparecido…

Pero en ese momento, una flecha pasa a toda velocidad casi dándole de lleno en el rostro a James de no ser porque alcanza a moverse, rozándole solo el mentón y dejandole una pequeña cortada.

Big Bird: ¡¿Estas bien?! ¡¿Estas bien?!

James: Sólo es un rasguño, pero , ¿de donde…?

El joven tuerto alza la vista y ve a Cherubiel con su arco mientras esta colgada de cabeza agarrándose a un cornisa solo con los pies.

James: Ja. Eso explica porque ya no había pisadas… buen truco.

Cherubiel: Tsk..

La joven baja haciendo un giro invertido, cayendo perfectamente de pie y quedando de frente a James, el cual procede a sacar sus pistolas.

James: Escucha, “comandante”. No sé porque Los Nueves Coros nos inculparon pero estoy aquí para averiguarlo…

Cherubiel: …

James: Así que… puedes decírmelo…

El pirata alza sus pistolas contra el Querubín.

James: … o tendremos que hacer esto por las malas.

Pero la joven alada ni se inmuta de las palabras del chico rubio, limitándose simplemente a tomar una flecha de su carcaj y cargarla con velocidad y precisión milimétrica en su arco.

James: Creo que será por las malas. ¡Alpha Shot!

Pero Cherubiel simplemente lo esquiva.

James: Tsk…¡Lucky Seven!

El Tirador dispara siete veces hacía su contrincante pero esta simplemente ve venir el ataque y esquiva todas y cada una de las balas con simples movimientos de su cuerpo.

James: Así que tu también usas el mantra del que hablaba Jean. Que molestia…

Pero la comandante no parece estar interesada en las palabras del Cazador.

Cherubiel: Sky Arrow.

La Comandante lanza una única flecha contra el muchacho. Este logra esquivar de milagro, dándose cuenta después de la potencia del ataque enemigo, ya que la flecha se ha hundido por completo en una pared.

James: (maldición, si me da con una de esas soy hombre muerto) Cambiemos de munición entonces. ¡Sticky Strike!

El chico rubio dispara una de sus pistolas hacía la comandante con una de sus municiones de pegamento pero esta responde disparando otra flecha

Cherubiel:Sky Arrow

La flecha parte la bala por la mitad vaciando su contenido sobre el suelo, para el desagrado de James. Luego, la traidora carga dos flechas a la vez y las dispara aun más rapído que antes.

Cherubiel: Heaven’s Door

El ataque es tan veloz que James no puede esquivarlo. Las flechas impactan las pistolas del cazador, destrozándolas por completo y dejandole totalmente desarmado, además de herirle las manos en el proceso.

James: ¡Gahhh! ¡Maldición!

La comandante, con su enemigo aparentemente vencido, camina hacia el lentamente y luego lo apunta una vez más.

Cherubiel: Tu eres el que quiso las cosas por el lado “difícil”…ahora harás lo que te digamos si no quieres que perfore tu cráneo ahora.

James: ¡Jamás! ¡A diferencia de alguien a quien estoy viendo, yo jamás traicionaría a mis amigos!

Cherubiel: ¿Traicionar?

James: ¡Traicionaste a tu pueblo, a tu príncipe, incluso traicionaste a tu tío!

Pero ante estas palabras, la mujer deja su comportamiento estoico a un lado y golpea a James con su arco en la cabeza con tal furia y fuerza que le hace sangrar por un oído.

James: ¡Agghh!

Cherubiel: ¡Tu no sabes nada! ¡Fue Caelia quien traicionó a mi familia! ¡Lo único que hago es traerle justicia!

Hace siete años…

Capitulo 159: Eres excelente

Una adolescente esta en uno de los jardines del palacio entrenando tiro con arco bajo la tutela de una mujer rubia. Se trata de nada más y nada menos que Cherubiel, en aquel entonces de unos quince años, y de su madre, Gabriel. Esta le da indicaciones sobre como debe lanzar la flecha mientras que la muchacha apunta con pulso tembloroso hacía una diana.

Gabriel: Muy bien. Ahora solo suéltala.

La chica hace lo que se le dice, pero debido a que su mano tiembla la flecha acaba desviándose por completo, rebota contra una lampara, regresa contra su madre la cual se agacha justo a tiempo y finalmente impacta contra una pared a escasos centímetros de darle a Zacharael, el cual iba pasando.

Zacharael: ¡AHH!

Gabriel: Lo sentimos, Zacharael-san.

El mayordomo simplemente se va indignado por lo sucedido, dejando a Cherubiel decaída.

Cherubiel: *suspiro* Soy un desastre.

Gabriel: Oh, eso no es cierto, cariño.

Cherubiel: ¡Admítelo, mamá! Soy un asco en el tiro con arco, apesto en las lecciones de esgrima con el tío Seraphiel, y por más que lo intento no logro despertar mi mantra.

La chica tira el arco al suelo y se deja caer sobre el pasto bastante desanimada, pero su madre la toma de los hombros para confortarla.

Gabriel: No eres un desastre, mi cielo.

Cherubiel: ¿En serio? Dime una sola cosa en la que sea buena.

Gabriel: Pues…eres excelente armando tus aparatos con diales. Hiciste tu propia Jet Board y no olvidemos aquel báculo con diales de viento que hiciste. Al Centinela le gusto tanto que ahora lo usa en lugar de sus guantes para revelar la entrada.

Las dulces palabras de su madre logran poner una leve sonrisa en los labios de Cherubiel.

Gabriel: Y en cuanto a tu entrenamiento como legionaria solamente necesitas más práctica. Vas prácticamente empezando,  no es como que vayas a hacerlo bien de inmediato, mi cielo.

La mujer da un beso en la frente a su hija haciéndola sonrojarse.

Cherubiel: Jeje ¡Mamá, basta!

Pero su despliegue cariñoso se ve interrumpido por la llegada de Seraphiel, en aquel entonces sin cicatrices y con ambas alas en su lugar.

Seraphiel: ¿Las estoy interrumpiendo, señoritas?

Cherubiel: Oh.Hola, tio Seraphiel.

Gabriel: ¿Sucede algo, hermano?

Seraphiel: Nada serio. Pero Lord Cesarión quiere vernos.

Gabriel: Ok. Voy de inmediato. Tu sigue practicando, mi cielo. Recuerda, eres excelente.

Cherubiel: Jiji. Sí, señora.

Ambos comandantes se van, dejando a la muchacha sola. La chica sigue practicando un rato más, finalmente logrando que una flecha le de a la diana, estando visiblemente contenta por ello mientras piensa en las palabras que le dijo su madre.

Capitulo 160: La promesa que no se pudo cumplir

Un rato más tarde, finalmente Seraphiel y Gabriel salen de su reunión con el Príncipe. Cherubiel va ansiosamente a recibir a su madre tanto para saludarla como para preguntarle de su encuentro con su Alteza.

Cherubiel: Hola, mamá. ¿Para que quería verte Lord Cesarión?

Gabriel: El Príncipe desea organizar una expedición de cacería en unos días y nos ha pedido a tu tío y a mi que nos encarguemos de la seguridad.

Cherubiel: ¿Expedición? Oh. ¿Significa que te vas a ir?

Gabriel: Sólo serán un par de días, cariño. Después estaré aquí contigo como siempre.

Cherubiel: Mphhh. ¿Lo prometes con el meñique?

La muchachita alza el dedo de su mano derecha hacía su madre y esta le devuelve el gesto con su propio dedo, entrelazándolo con el de su hija.

Gabriel: Jejejejeje. Lo prometo.

Unos días más tarde…

La gente se reúne a la salida de Caelia para despedir al Príncipe y a sus soldados , entre ellos están Cherubiel, la cual saluda con entusiasmo a su mamá y esta le responde dulcemente. Una léctica entre los soldados es lo que más destaca del séquito y un vocero anuncia a sus ocupantes.

Vocero: ¡Su alteza real, Cesarión IV…!

Pueblo de Caelia: ¡Viva, viva!

El pueblo saluda con jubilo a su gobernante, el cual se ve feliz y orgullosamente saluda a sus súbditos.

Vocero: ¡..y el heredero al trono, Lord Augustus!

La gente también vitorea al entonces joven heredero, el cual no tiene ni siquiera más edad que Cherubiel. Este saluda nerviosamente junto a su padre, visiblemente abrumado por la multitud. Luego, el Príncipe voltea hacía su hijo y lo toma de los hombros.

Cesarión: Tranquilo, hijo. Sólo será un par de días. Hasta entonces, estoy seguro de que harás un grandioso trabajo cuidando a nuestro pueblo.

Augustus: Si, padre. Prometo que haré que te sientas orgulloso.

Cesarión: Ya lo estoy, hijo. Ya lo estoy.

El Príncipe deja la lectica y los soldados que habrán de acompañarle lo rodean así como Seraphiel y Gabriel, esta ultima volteando una ultima vez hacía atrás y alzando su dedo meñique hacía su hija, prometiendole que se verán pronto.

Dos días después…

Cherubiel se encuentra nuevamente entrenando por su cuenta en el jardín del palacio, cuando repentinamente, ve al joven Augustus correr fuera del palacio junto a varios soldados y sirvientes.

Cherubiel: ¿Qué sucede?

Soldado: ¡El séquito de Lord Cesarión fue atacado!

La chica se queda en shock por un momento y es entonces cuando siente un escalofrió enorme bajando por su cuerpo.

Cherubiel: Mamá…

La muchacha sale corriendo a toda la velocidad que le permiten sus piernas mientras sortea calles y caminos hasta llegar a la entrada de la ciudad, donde ve con horror que el lugar se ha convertido en una enfermería improvisada llena de camillas con heridos y de familiares preocupados. Su mirada se llena aun más de terror cuando ve al joven heredero llorando sin consuelo frente al cuerpo sin vida de Lord Cesarión.

Cherubiel: Santo cielo... ¡Mamá! ¡Mamá responde!

La joven alada camina entre heridos esperando encontrar a su madre, logrando encontrar en su lugar a su tío, el cual esta tirado en una camilla inconsciente y gravemente herido.

Cherubiel: ¡Tio!

Al ver el estado deplorable en el que esta Seraphiel,  Cherubiel teme lo peor, empezando a correr mientras llama desesperada a su madre.

Cherubiel: ¡Mamá! ¡Mamá, responde por favor!

Al no encontrar a su madre en esa parte, la joven se dispone a correr hacía otra zona cuando de repente ve un mechón dorado saliendo de una camilla cubierta con una manta.

Cherubiel: No…

La joven se apresura a la camilla y con mano trémula levanta la manta, palideciendo al ver a su madre tendida inmóvil y cubierta de sangre.

Cherubiel: ¿Mamá?

La muchacha agita a su madre por los hombros intentando en vano hacerla abrir los ojos, pero ya es tarde. Ante esto, los ojos de Cherubiel se llenan de lagrimas. Sus piernas dejan de funcionar y cae, no sobre sus rodillas, sino sobre su trasero como si fuera idiota.

Cherubiel: ¡Mamá!

La chica vuelve a llamar a su madre como si al hacerlo pudiera mágicamente hacerla volver, pero cuando no lo hace, a la chica se le tensa la piel y su voz se apaga como si le hubieran llenado la garganta de algodón.  Simplemente se queda llorando en el suelo en silencio, esperando a morirse también pues ha perdido a quien más amaba.

Capitulo 161: Liberaremos...

Semanas más tarde…

Pueblo de Caelia: ¡Larga vida al Príncipe Augustus!

Caelia esta sumida en el caos y la desesperanza. El joven Augustus ha sido obligado a ascender al trono a la corta edad de catorce años por lo que la incertidumbre de sí podrá gobernar o no esta muy presente. Por su parte, Cherubiel no ha vuelto a ser la misma desde lo sucedido. Ya casi no come, apenas duerme y ha dejado de dirigirla la palabra a todo mundo, simplemente limitándose a pasar sus días practicando tiro con arco. Los que la conocen están preocupados, incluyendo su tío. Este último, aun recuperándose de sus heridas, decide ir a hablar con ella.

Seraphiel: ¿Practicando tiro con arco?

La chica sólo se dedica a lanzar otra flecha en la diana.

Seraphiel: …ya veo… ¿Quieres ir conmigo a la plaza cuando acabes?

Pero es evidente que la chica quiere estar sola, por lo que el hombre decide darle más tiempo.

Seraphiel: Esta bien. Lo entiendo. Estas triste por tu mamá y no es para menos. Pero si quieres hablar con alguien…

Cherubiel: ¿Por qué?

Seraphiel: ¿Eh?

Cherubiel: ¡¿Por qué tuvo que morir ella?! ¡Ella era tan amable, tan buena! ¡Todos la querían! ¡Por que tuvo que morir!

La voz de la chica tiembla mientras las lagrimas corren por sus mejillas.

Cherubiel: Simplemente… simplemente no es justo.

Seraphiel: No, no lo es ¿verdad?

Cherubiel voltea a ver a Seraphiel y se da cuenta de que este también esta llorando.

Seraphiel: ¡Gabie no lo merecía! ¡Si no hubieramos sido asignados a esa maldita expedición nada de esto habría pasado!

La tristeza en la voz del hombre comienza a convertirse en ira.

Seraphiel: ¡Y no sólo fue Gabie! ¡Todos esos hombres y mujeres que murieron tenían familia! ¡Todo por los deseos de gloria de un Príncipe obseso por la aventura que no piensa en sus súbditos!

Cherubiel observa a su tio con atención mientras habla.

Seraphiel: ¡Y lo que es más! ¡Siempre ha sido así! ¡Todos nuestros ancestros han muerto sirviendo a Príncipes a los que sus vidas no les importaron! ¡Toda la gente de Caelia ha vivido siempre oprimida por los Príncipes!

La mirada de la muchacha se ensombrece.

Cherubiel: ¿Todo es su culpa, verdad? Y ahora tendremos un niño príncipe que no tiene idea de como gobernar, estamos condenados.

Seraphiel: No… no tiene porque ser así.

Cherubiel: ¿Qué quieres decir?

Seraphiel: Tu y yo podemos acabar con esta tiranía. Podemos acabar con este sistema de opresión y devolverle el poder a la gente de Caelia.

Cherubiel: ¿Pero…pero como?

Seraphiel: No va a ser fácil, mucha gente esta ciega y apoya al príncipe. Tenemos que ganar seguidores y poder para derrocarlo.

La chica se ve insegura sobre esta resolución tan repentina, así que su tío la toma de los hombros y la mira a los ojos.

Seraphiel: Por favor, no puedo hacer esto solo. Si nadie hace nada, los príncipes de esta tierra usaran a la gente como titeres para siempre.

Viendo la determinación y la tristeza en los ojos de la única familia que le queda, Cherubiel finalmente tiene una resolución.

Cherubiel: Tienes razón. Liberaremos a esta tierra juntos.

Varios meses más tarde…

Seraphiel y Cherubiel se reúnen en secreto después de una sesión de entrenamiento.

Seraphiel: ¿Para que querías verme?

Cherubiel: Quería mostrarte algo. ¿Recuerdas el asunto de tu ala?

La chica desenrolla una enorme hoja de papel y se la muestra a su tío.

Seraphiel: Mphmm…interesante. ¿Pero estas segura de que puedes hacer algo como esto? Se que sabes construir aparatos pero esto..

Cherubiel: Subestimas mis habilidades, tío. Por supuesto que puedo.

Ambos miran a la enorme hoja de papel, la cual resulta ser los planos para unas alas metálicas.

Capitulo 162: Positivamente

James se sostiene la oreja con fuerza para intentar detener la sangre que corre de su oído, mientras que Big Bird intenta defenderle de una furiosa Cherubiel.

Big Bird: ¡Atrás, Atrás!

Pero los picotazos del ave no son nada contra la mujer alada la cual simplemente usa su gran velocidad para atraparle con la mano desnuda.

Big Bird: ¡Sueltame! ¡Sueltame!

James: Gahhg…Big Bird…

Acto seguido, la mujer saca un dial y lo presiona, cubriendo a tanto al joven pirata como al ave en una sustancia nubosa que restringe sus movimientos. Luego da un último golpe en la cabeza a James, dejándolo inconsciente finalmente.

Cherubiel: Nosotros solo hacemos lo que es justo y Bueno para Caelia. Y ni tú, ni tus amiguitos ni nadie van a evitarlo.

Horas más tarde…

James: ¿ehh, que?

El muchacho abre los ojos, dándose cuenta de que esta en una especie de celda hecha con barrotes de nube de hierro.

James: Aghh, mi cabeza...

Big Bird: ¡Sáquenme, sáquenme!

El Ave esta en una situación similar pero en una pequeña jaula colgada en el pasillo de la celda.

James: ¡Esa bruja! ¡Me las va a pagar!

¿???: ¡¿James, eres tú?!

El muchacho se asoma lo más que puede sin tocar los barrotes para ver de donde vino la voz, Tratándose de Angélique, la cual esta en la celda contigua bastante golpeada de su pelea previa.

James: ¿Angélique? ¿Qué te sucedió?

Angélique: Chayliel y el centinela resultaron ser traidores. Nos derrotaron a Katrina y a mí, y no sé a donde se la llevaron.

Katrina: Aquí…

La joven pirata responde débilmente desde una celda cercana.

Angélique: ¿¡Katrina, estas bien!?

Katrina: Algo así… estoy cubierta de esta cosa que parece nube…me siento débil.

¿???: No eres la única…creo que esto debilita a los usuarios…

En otra celda, Bert esta cubierto también de nubes.

James: ¡¿También estas aquí, Bert?!

Bert: …y Mia también…

Mia: Maldición, y yo que estaba esperando que alguien nos salvara.

Angélique: Vamos, no todo esta tan mal. Jean vendrá por nosotros. Seamos positivos.

Pero las esperanzas del grupo se apagan rápido cuando oyen un quejido proveniente de otra celda contigua.

Jean: Ughhhh… ¿en donde estoy?

Mia: Bien. Positivamente estamos jodidos.

Capitulo 163: Todo gracias a ustedes

Los piratas del Ave Azul, bastante desanimados, comentan sobre las circunstancias que los llevaron al punto en el que están ahora.

Mia: ¿¡Cómo demonios es que todos acabamos aquí!?

Angélique: A Katrina y a mi nos atacaron Chayliel y el centinela de la puerta. Ambos resultaron ser los traidores que buscábamos.

Mia: Espera un segundo. ¿Qué no el traidor era ese oficial legionario de cabello azul? Bert y yo lo vimos trabajando junto con una de esas encapuchadas de los Nueve Coros y ellos nos capturaron.

James: Pues es evidente que hay más de un traidor. Jean, Big Bird y yo estábamos siguiendo a la Comandante Cherubiel. La vimos ponerse el manto de los de los Nueve Coros, pero luego Jean se separo de nosotros y la desgraciada nos atrapo.

Big Bird: ¡Nos atrapo, nos atrapo!

Mia: Tenemos que encontrar una forma de salir de aquí y avisar al Príncipe, o al Comandante Seraphiel.

Jean: No… al Comandante no…

Mia: ¿Eh?

Angélique: ¿Por qué no?

Jean: Porque el Comandante Seraphiel es…

Sin embargo, no alcanza a terminar su frase pues en ese momento, el mismísimo comandante supremo entra a la zona de las celdas. La mayoría de los piratas no comprende que sucede pero Jean simplemente lo mira de manera sombría.

Jean: Comandante Seraphiel… ¿o debería llamarlo Metatrón?

El resto de los Piratas: ¡¿QUÉ?!

El grupo no puede creer lo que oye pero al hombre alado simplemente parece hacerle gracia la situación.

Metatrón: Fufufufufu. Pues ya que ya lo sabes no veo motivo para esconderlo.

Mia: ¡¿Tu eres Metatrón?!

Angélique: ¡Entonces todo fue un engaño! ¡Su heroica aparición! ¡Sus gestos tan amables! ¡Todo fue una artimaña!

Jean: ¿Qué quieres de nosotros?

Metatrón: Por el momento, nada. Sólo quiero que los “honorables invitados” del Príncipe estén cómodos hasta que llegue el momento justo.

Jean: ¿Qué quieres decir?

Metatrón: El plazo que le dí al príncipe terminara en un par de horas. Pero el ha estado tan ocupado buscándolos ha ustedes que no ha tenido tiempo de pensar en otras cosas, ¿sabes?

Jean: …grr…

Metatrón: Esta tan desesperado por encontrarlos, por encontrar a los pequeños piratas traidores, que ya esta yendo demasiado lejos… Ya ha empezado a ponerse paranoico…ha comenzado a sacar a las personas de sus casas, a interrogarlas y a apresarlas si le resultan mínimamente sospechosas…o mejor dicho, si me resultan sospechosas a mi.

Angélique:… desgraciado…

Metatrón: Y por supuesto,  a la gente no le ha gustado eso en absoluto, algunos ya están empezando a murmurar que el Príncipe sólo se preocupa por si mismo, que es un autoritario… dicen que Metatrón tiene razón.

El líder de los Nueve Coros no puede evitar lanzar una carcajada ante la mirada furiosa de los del Ave azul.

Metatrón: Poco antes de que acabe el tiempo pactado, me inventaré alguna razón para sacar al Príncipe del palacio y a la gente de sus casas y luego, cuando la hora llegue, haré mi aparición triunfal y le daré a la gente lo que desea. Acabaré con el Príncipe y traeré la libertad a Caelia finalmente.

James: ¡Maldito!

Metatrón: ¡Y todo gracias a ustedes, Piratas del Ave Azul!

Bert: ¡Nos usaste para tener una excusa para manipular al Príncipe!

Metatrón: Exacto.

Katrina: Y si ya hiciste lo que querías, ¿Por qué conservarnos con vida?

Metatrón: Porque una vez que acabe con el Príncipe, sus ejecuciones públicas servirán para acabar con cualquier idea que se oponga a Los Nueve Coros si es que aun existe alguna para ese momento. Yo y mis hermanos traeremos un nuevo orden a Caelia y para eso debemos aplastar por completo al anterior.

Jean: ¡No te saldrás con la tuya!

Pero el Serafín sólo mira altiva y burlonamente al capitán a través de los barrotes.

Metatrón: ¿Y qué vas a hacer tu? ¿Detenerme?

Jean: …grr…

Metatrón: Intentalo

El comandante se retira con una sonrisa maliciosa en el rostro, dejando a los Piratas de nuevo en el confinamiento de sus celdas.

Capitulo 164: No te preocupes

3 horas antes de que se cumpla el plazo, Palacio Real.

Augustus: ¡Sigan buscando! ¡En las casas! ¡En donde sea! ¡¡AHORA!!

Legionarios: ¡Si, mi Señor!

Augustus esta al borde del colapso mental. El plazo que Metatrón le ha dado para dejar el trono antes de que este lo tome por la fuerza esta cada vez más cerca de su final y la búsqueda no parece estar dando frutos. Bastante exaltado, el joven jerarca llama a su ama de llaves.

Augustus: ¡MENADEL!

Menadel: ¿S…Si, mi señor?

La acción del príncipe es tan agresiva que Menadel da un paso atrás haciendo que el primero se arrepienta al instante.

Augustus: yo…lo siento mucho, Menadel. ¿Podrías buscar a los Comandantes? Es muy urgente que vengan.

Menadel: Creo que vi al comandante Phanuel en la entrada del palacio. Iré a por el de inmediato.

La ama de llaves va a cumplir con su tarea y se dirige rápidamente a donde vio a Phanuel por última vez. Pero cuando esta por llegar a la entrada, ve a lo lejos algo que la deja perpleja. Se trata de Phanuel y Zacharael quitándose ambos mantos de los Nueve Coros. Ante esta escena, Menadel se esconde para que no la vean e intenta observar que es lo que hacen.

Phanuel: Hehehe. ¿Viste el rostro del Príncipe cuando le dijeron que no habían encontrado nada?

Zacharael: Haha. Si. Nunca había visto nada más hilarante. Estoy ansioso por ver la cara que pondrá cuando Metatrón por fin le corte la cabeza hahahahaha.

Phanuel: Shhh. No te rías tan fuerte hehehehehe.

La Dominación y el Trono siguen comentando y riendo sobre lo que esta sucediendo con el Príncipe y lo que esperan hacer una vez que este sea derrocado ante la mirada horrorizada de la Ama de Llaves. Esta, aunque le toma un momento reaccionar, se da cuenta de que tiene que hacer algo al respecto.

Menadel: (¡Santo Cielo! …¡Tengo que informar al Príncipe o a quien sea de inmediato!)

La ama de llaves corre por los pasillos para llegar hasta la sala del trono, chocándose en su camino con Mikael.

Mikael: ¡Wowowo! ¡Cuidado!

Menadel: ¡Gracias al cielo, un legionario! ¡Tienes que ayudarme!

Mikael: ¿Qué sucede, señorita?

Menadel: ¡Es Horrible! ¡Zacharael y el comandante Phanuel son miembros de los Nueve Coros!

Mikael: ¿¡Qué!? ¿¡Como lo sabes?!

Menadel: Los vi usando esos horrorosos mantos mientras comentaban sobre matar al Príncipe.

Mikael: ¿y le has dicho a alguien más?

Menadel: No. Me dirigía a ver al Principe para decirle. Por favor, encuentra al Comandante Seraphiel e informale de esto.

Mikael: Entendido. Ya se que tengo que hacer.

La mujer se dispone a seguir corriendo para informar al Príncipe algo se le impide. Subitamente siente un dolor agudo irradiando su cuerpo desde su espalda y al voltearse para ver que sucede, sus ojos se llenan de horror y los labios de sangre, pues la espada de Mikael le atraviesa el cuerpo.

Menadel: ¡…!

La joven ama de llaves cae al suelo sin sentido mientras un enorme charco carmesí se forma debajo de ella, mientras que el soldado limpia la sangre de su espada con una mueca malévola.

Mikael: No se preocupe, señorita. El Comandante Seraphiel ya lo sabe. 

Capitulo 165: Me recuerda a su madre…

En alguna parte de Caelia...

El Arcángel hace acto de presencia en un edificio un tanto oscuro y ruinoso en donde ya están algunos de los otros comandantes, los cuales le replican por su tardanza.

Phanuel: ¿Dónde estabas, “Mikael”?

Zacharael: Se supone que tenias que reunirte con nosotros en la entrada del palacio.

Mikael: Estaba arreglando sus estupideces, par de idiotas. Tu compañera ama de llaves los escucho hablando de nuestros planes y tuve que usar mi espada para que abriera la boca.

Phanuel: Je. Nuestro error.

Zacharael: Meh… esa chica lo merecía… siempre tan atenta al príncipe…que asco.

Mikael: Como sea… ¿Dónde esta Metatrón?

Como si lo estuviera invocando, el ángel de alas metálicas hace su entrada al lugar.

Metatrón: Mis hermanos…

Los comandantes hacen una pequeña reverencia al verle.

Metatrón: Diganme, ¿todo va según lo planeado?

Zacharael: Asi es. El Príncipe no sospecha nada. De él no hay que preocuparse.

Mikael: Principado y Angél están instigando a la población del este de Caelia a que se revelen. No creo que les tome mucho más tiempo.

Phanuel: Virtud y Potestad hacen lo propio en el otro extremo de la ciudad. Todo estará listo cuando demos el golpe final.

Ante estas noticias, el líder de los Nueve Coros no puede evitar emitir una pequeña risa profunda y siniestra.

Metatrón: Excelente ¿Y donde está Querubín?

Phanuel: Debería estar por llegar.

Efectivamente, Cherubiel esta a punto de entrar al lugar pero se detiene al escuchar que hablan de ella.

Zacharael: Awww. Que lindo. El gran Metatrón se preocupa por su sobrinita.

Mikael: De Verdad que hiciste un estupendo trabajo con esa chica.

Phanuel: Seh. No podrías tener a un segundo al mando que fuera más eficiente y confiable que ella.

Metatrón: Tienes razón. En varios aspectos me recuerda a su madre…

A pesar de su carácter normalmente estoico, las palabras de su tío hacen que la chica esboce una leve sonrisa, pero esta pronto se apaga al escuchar lo que viene del otro lado de la puerta.

Mettrón: …Aunque no es tan astuta como ella.

Phanuel: Cierto. Fue Gabriel la que descubrió tu plan aquella vez ¿no?

Metatrón: Si… fue ella quien descubrió que había contratado mercenarios para matar a Cesarión y que la expedición era la trampa perfecta.

Los ojos de Cherubiel se dilatan de la impresión.

Zacharael: Aunque en realidad. Si tu hermanita hubiera sido tan astuta, se habría unido a ti en lugar de tratar de detenerte.

Phanuel: Aunque al final no pudo hacer mucho Hehehe.

El líder de los Nueve Coros comenta con fingida melancolía en su rostro.

Metatrón: Oh, mi querida hermana Gabie. Una vez que acabáramos con Cesarión, yo con mucho gusto habría compartido el poder con ella , pero estaba ciega y no pudo ver la verdad, así que tuve que matarla.

Esta última frase se clava como una daga en el pecho de Cherubiel, la cual simplemente se queda inmóvil mientras sigue escuchando lo que dice Metatrón.

Metatrón: Aunque la muy malagradecida tuvo que llevarse mi ala al otro mundo con ella.

Zacharael: Si. Si no hubieras sido herido, podriamos haber organizado el asesinato de Augustus de inmediato y Caelia habría sido liberada hace mucho.

Metatrón: Pero ya no importa ahora. Caelia ser purificada en un par de horas y todo será como siempre debió ser.

Después de lo que acaba de oir, Cherubiel palidece. No sólo se acaba de enterar que ha vivido engañada los últimos siete años sino que ha estado sirviendo fielmente al asesino de su amada madre.

Cherubiel: (¡No! ¡No puede ser!)

La chica se queda enredada en sus pensamientos por un rato, no sabiendo si llorar o entrar y matar a Seraphiel en el acto, hasta que este comenta que Querubín ya se ha tardado bastante, por lo que entra al lugar más por inercia que por gusto.

Metatrón: Oh. Ahí estas Querubín. ¿Por qué tardaste tanto?

Pero la joven no contesta, simplemente se le queda mirando fijamente con el rostro inexpresivo.

Metatrón: ¿Querubín?

Cherubiel: Ah. Eso.  Me distraje con algo.

Metatrón: ¿Cómo van las cosas?

Cherubiel: Pues según veo… todo va de acuerdo a tu plan.

El Serafín logra distinguir cierta ira en la voz de su sobrina pero no le presta importancia.

Metatrón: Muy Bien. Tomen sus posiciones entonces. Ya casi es hora.

Los comandantes salen del lugar rumbo a sus respectivos “lugares” a incluyendo a Cherubiel, mientras una resolución empieza a formarse en su mente.

Capitulo 166: Milagro

De regreso a las celdas, los Piratas del Ave Azul intentan por todos los medios que pueden escapar del lugar. Jean, Katrina y Bert se retuercen dentro de sus restricciones nubosas mientras que Angélique, Mia y James intentan romper las paredes de las celdas a base de patadas y puñetazos.

Angélique: Heel Strike

Mia: Enrollar

Sin embargo, debido a que las paredes están hechas de nubes isla, estas simplemente absorben el impacto, haciendo inútil cualquier esfuerzo por escapar.

Mia: *jadeando* No … no funciona…

Angélique: Es como si no hiciéramos nada.

James: Si tan sólo tuviera mis pistolas tal vez podría destrozar la cerradura.

Los usuarios de fruta del Diablo están igual o peor pues la extraña sustancia que los retiene drena su energía por lo que aunque intentan moverse, rápidamente están exhaustos.

Katrina: Es inutil…no puedo salir de aquí..

Bert: Ni yo…

Jean se revuelve todo lo que puede dentro de su prisión acuosa pero es en vano, no hay manera de salir de ahí.

Jean: ¡Maldición! ¡No podemos dejar que ese bastardo de Metatrón se salga con la suya!

Angélique: ¡Necesitamos un milagro!

Pero entonces la puerta principal se abre súbitamente y de par en par, dejando entrar la luz, encegueciendo brevemente a los piratas.

James: ¡Aghh! ¡¿Qué sucede?!

Angelique: ¡No lo sé!

Una vez que logran reponerse del golpe lumínico, logran apreciar que Cherubiel es la que ha entrado al lugar, mirandola con desprecio.

Angélique: Tsk…

James: Oh, eres tú.

Jean: ¿¡Que demonios quieres?! ¡¿También viniste a burlarte de nosotros como tu querido tío?!

Cherubiel no puede evitar sentir mucha furia por la última frase y esta es muy visible en su rostro, pero simplemente sigue caminando al interior del lugar.

Jean: ¡¿Acaso quieres humillarnos más?!

Cherubiel: No…

La joven entonces abre la celda de James presionando un mecanismo que esta en el suelo que hace que las nubes de hierro se retraigan a sus conchas.

Cherubiel: Rápido, sal…

Los Piratas se quedan sorprendidos y aunque  James no comprende lo que sucede, igualmente su cuerpo lo instiga a salir. Una vez afuera, la mujer pone un dial en la mano del joven.

Cherubiel: Ten. Usalo para quitar las nubes pantano que atan a tus amigos.

James: ¿Por qué… por qué nos ayudas?

Mia: Seguramente es otra de las trampas de Metatrón.

Cherubiel: ¡NO! ¡NO LO ES! *suspiro* Miren…yo

La joven mira a James mientras habla.

Cherubiel: Tenias razón. Nunca debí traicionar al príncipe.... yo…cometí un error…un terrible error y tengo que arreglarlo… Ustedes solo… cojan su barco y váyanse de este lugar….yo tengo que solucionar los problemas que cause…

La joven se va de manera tan súbita como su aparición, dejando a los Piratas patidifusos un momento.

Angélique: Bueno, no fue un milagro pero definitivamente fue algo.

Jean: ¡James! ¡No te quedes ahí parado y sácanos de aquí! ¡Milagro o no hay que salir de aquí!

James se apresura a librar a sus compañeros abriendo sus celdas y quitando las nubes que cubren a Jean, Katrina y Bert.

Jean: Bien, ¿quien esta listo para patearle el trasero a Metatrón?

Capitulo 167: Traicionado

Una hora antes de que se cumpla el plazo…

Los piratas salen del edificio dándose cuenta de que estaban en un sótano ubicado en la torre del Centinela justo a la entrada de Caelia.

James: Tenemos que llegar al palacio rápido. Estamos a punto de que se cumpla el tiempo límite.

Big Bird: Límite, límite.

Mia: Pero estamos al otro maldito lado de la ciudad, no llegaremos a tiempo para advertir al Príncipe.

Jean: Si. Si lo haremos.

El peliazul se transforma en su forma híbrida a una velocidad escalofriante y luego se pone a dar ordenes.

Jean: James, Angélique y Big Bird irán conmigo. Big Bird puede volar y yo puedo llevar a uno en mi espalda y a otro en mis brazos pero no más. El resto tendrá que ir a pie.

Mia: ¿Y porque ellos?

Jean: Porque James puede atacar desde lejos mientras este en mi espalda y Angélique es la más veloz de todos aquí. Si hay necesidad, ella puede llegar al palacio más rápido que cualquiera.

Mia: Ok. Lo capto.

Jean: Bien. ¡Vamos ya!

James se sube a la espalda de Jean y este toma a Angélique en brazos y sale volando, mientras Big Bird tambien alza el vuelo y el resto toma velocidad de carrera.

Palacio Real de Caelia, sala del trono

De regreso al palacio, El comandante supremo se encuentre “informando” al Príncipe sobre la situación actual.

Augustus: ¿Los encontraron? ¿En serio?

Seraphiel: Asi es. Mis hombres los han capturado y encerrado. Deberían estar trayendolos ante usted justo ahora.

Ante estas palabras de su Comandante, el Príncipe suspira aliviado.

Augustus: Me alegra saberlo. Le agradezco infinitamente por su esfuerzo comandante, no sé que sería de mí sin usted.

Seraphiel: *murmurando* Yo si sé que sería de mí sin usted.

Augustus: ¿Qué dijo?

Serpahiel: No dije nada.

Augustus: Oh, me pareció oír que decía algo. Como sea. Continué con su labor, comandante.

Seraphiel: Sí, mi señor.

El comandante se da vuelta para marcharse mientras intenta contenerse una carcajada, dejando al príncipe sólo en la sala del trono.

Augustus: Parece que todo se esta solucionando. Menadel, ¿Puedes venir por favor? Quiero alistarme para recibir a los prisioneros.

Pero el ama de llaves no aparece por ninguna parte, Augustus vuelve a llamarla pero esta no aparece ni tampoco contesta. Esto extraña al joven jerarca, ya que Menadel nunca muestra demora alguna, y luego recuerda de que no la ha visto en un par de horas por lo que sale a buscarla el mismo.

Augustus: ¿Menadel?

El joven príncipe sigue buscando por un rato en el palacio hasta que súbitamente se resbala con algo y cae al suelo con el pecho.

Augustus: Aghhh. Eso dolió.

Pero al levantarse, se da cuenta de que esta cubierto de una sustancia carmesí terriblemente familiar.

Augustus: ¡¿Sangre?! Pero, ¿¡de donde…!?

El Príncipe escucha un llanto lastimero y débil viniendo de un pasillo cercano y ve un rastro de sangre hacía el mismo, por lo que se apresura a ver, encontrando a Menadel, sangrante y llorosa mientras se arrastra por el suelo.

Augustus: ¡Menadel!

El príncipe corre hacía ella con semblante preocupado y la toma en brazos.

Menadel: M..mi…mi señor…

Augustus: ¡Menadel! ¡¿Qué sucedió?! ¡¿Quién te hizo esto?!

La Ama de llaves alza la cabeza debilmente.

Menadel: Fue…traicionado, mi señor…

Augustus: ¿¡Traicionado!? ¡¿¡Por quien?!

Menadel: Za… Zacharael… y el…el comandante Phanuel… son miembros de los Nueve Coros.

La mirada de Augustus se llena de horror, pero no tiene mucho tiempo de pensar en ello porque en ese momento, siente venir hacia el un proyectil, por lo que salta con la mujer herida en brazos para evitarlo.

Zacharael: tsk… Arcángel dijo que la había silenciado. Que problema.

Frente a ellos, esta Zacharael con un par de pistolas apuntándolos a ambos.

Capitulo 168:No se oye bien

El Príncipe mira a Zacharael con una mezcla de ira y tristeza mientras sostiene a Menadel.

Augustus: Zacharael… ¿por qué?

Zacharael: Pues la verdad es muy simple…me harte de seguir tus estúpidas ordenes todo el tiempo. Zacharael, haz esto. Zacharael, haz lo otro. Bla bla blah.Tan inutil que no puedes hacer nada por tu cuenta. ¿Como se podría esperar que alguien así fuera un buen gobernante? La verdad es que no se como esa idiota que trae en brazos no se rebeló también.

Augustus: Grr….

Zacharael: Pero eso da igual. Ahora, te recomiendo que te rindas de una vez y entregues el trono a Metatrón.

Augustus: ¡Jamás!

Zacharael: Ja. Entonces creo que habrá que hacer esto por el modo díficil …

Augustus repentinamente se ve rodeado por varios miembros de los Nueve Coros incluyendo a Mikael, el cual apunta con su lanza y espada al Príncipe, y cuya presencia llena de terror a la Ama de Llaves.

Zacharael: Iras a entregar el trono a Metatrón ahora. Y si te resistes de alguna forma no respondo por lo que pueda pasarte o a esa muchacha estúpida que cargas.

El joven jerarca se ve contra las cuerdas. Aunque intentase pelear, lo más seguro es que perdería, y además simplemente no puede dejar a su suerte a Menadel. Por lo que se ve obligado a hacer lo que le dicen.

Augustus: Bien. Lo haré si le consiguen ayuda médica a Menadel.

Menadel: No… no lo haga…m...mi señor.

Ante esta escena, Zacharael mira con asco y escupe al suelo.

Zacharael: Meh. Como sea.No veo motivos para no concederte un último deseo. Busquen un sanador para “esta mujer” y lleven al Príncipe a la Plaza Príncipal de inmediato.

Miembros de los Nueve coros: ¡Sí, Dominación!

Un miembro de los Nueve Coros le quita de los brazos a Menadel y se la lleva, mientras el resto lo apunta con lanzas por la espalda para obligarlo a caminar.

Augustus: No se saldran con la suya. El Comandante Seraphiel y sus hombres los detendrán.

Pero al oir esto, Zacharael,  Mikael y todos sus hombres empiezan a reirse sin parar.

Zacharael: El no va a detener esto. Nadie te va a salvar esta vez, hahahahaha.

2 minutos para que se cumpla el plazo…

El grupo de Jean ha llegado al palacio con la intención de alertar a Augustus pero lo han encontrado completamente vacío, lo que les da muy mala espina, por lo que se han puesto a buscar al Príncipe o a cualquiera.

Jean: ¿¡No hay nadie en el palacio?!

Angélique: ¡Nadie!

Big Bird: ¡Nadie, Nadie!

James: ¡Esperen! ¡Encontre a alguien!

Los muchachos corren al lugar, donde James ha encontrado a Menadel con el torso cubierto de vendas y muy debil. Esta se asusta al verlos pero estos intentan tranquilizarla.

Angélique: No tengas miedo. No te haremos daño.

James: Nosotros no somos los malos aquí.

La ama de llaves alcanza a percibir la verdad en sus palabras por lo que se tranquiliza un poco.

Jean: ¿Dónde esta el Príncipe?

Menadel: Fue traicionado…por Zacharael y uno de los comandantes… Los hombres… de los Nueve Coros se lo llevaron a la plaza…

Repentinamente…se oye un terrible estruendo proveniente del centro de la ciudad seguido por una gran humareda.

Jean: Eso no se oye bien…..

Capitulo 169: Derrocado

Minutos antes…

Augustus: (Seraphiel… Alguien… Cualquiera… Por favor…)

Augustus esta esperando a que alquien aparezca para salvarle mientras es llevado hacia la plaza principal, la misma donde dio su discurso antes, para que entregue el trono. En el lugar ya se encuentran cientos de personas sacadas de sus hogares por miembros traidores de la Legión y miembros de los Nueve Coros para ver el suceso. Las opiniones están divididas entre los que quieren que el Príncipe sea derrocado y los que no.

Hombre: En los últimos dos días, ha demostrado ser un pésimo gobernante. Nos quito nuestro derecho a transitar libremente. Encerró injustamente a los ciudadanos. No habrían atacado la ciudad para empezar si no fuera por eso.

Mujer: Nunca hemos pasado por hambruna o escasez durante su gobierno. Las otras naciones tienen buenos tratos con Caelia gracias a el, no es un mal príncipe, esto no debería suceder.

Sin embargo, sea cual sea su postura, todos están allí esperando a ver lo que sucede. El grupo de los Nueve Coros que escolta al Príncipe no tarda en llegar, y pronto también aparecen los comandantes de los Nueve Coros uno. Ángel, Arcángel, Principado, Potestad, Virtud, Dominación y Trono; todos presentes para el acontecimiento.

Phanuel:Oigan, ¿Dónde esta Querubín?

Zacharael: No lo sé y no me interesa.

Phanuel: Es sólo que me parece raro que no esta por aquí, ella anhelaba mucho este momento.

Zacharael: Ella se lo pierde. Disfrutemos nosotros.Jajaja. Estoy emocionado. No puedo creer que este día al fin llegó.

Verchiel: Y que lo digas.

Mikael: Tomó tanto tiempo…

Rekuel: …y esfuerzo…

Chayliel: ……

Virtud: Y al fin serán recompensados. Seremos recompensados al fin, queridos.

El Príncipe no puede evitar sentir temor ante ellos y más aun porque esta vez parece que no hay nadie para salvarle. Finalmente, llega al centro de la plaza en donde el Príncipe logra vislumbrar una figura terriblemente familiar. Los miembros de bajo rango de los Nueve Coros se retiran dejando al Príncipe frente a frente con el ángel de las alas de acero.

Metatrón: Príncipe Augustus…

Augustus: Metatrón…

Miembros de los Nueve Coros: ¡¡Larga vida al gran Metatrón!!

Los hombres y mujeres de la organización criminal así como muchos civiles vitorean al Serafín hasta que este alza las manos en señal de que hagan silencio.

Metatrón: Las veinticuatro horas se han acabado. Es tu última oportunidad, Augustus. Entregame el trono de Caelia…

El líder de los Nueve Coros mueve amenazadoramente las cuchillas de sus alas hacía el.

Metatrón: O tendré que arrancártelo por la fuerza.

Augustus esta contra la pared. Sea cual sea la opción que elija acabará perdiendo su reino.

Metatrón: ¿Y bien?

Viendo que esta vez nadie va a ir a su rescate, el abatido jerarca agacha la cabeza y se quita la corona para posteriormente ofrecerla a Metatrón.

Augustus: Esta bien, Metatrón. Tú ganas. Caelia es tuya.

Metatrón toma la corona ansiosamente, la contempla un momento y luego la alza de manera triunfal.

Metatrón: ¡Caelia ha sido liberada, hermanos!

Los Nueve Coros: ¡¡ROAAAAAAARRR!!

La gente vitorea y grita en jubilo, mientras que Augustus permanece con la cabeza gacha, totalmente abatido.

Metatrón: ¡Pero no podemos darnos el lujo de que el opresor quede con vida!

Augustus: ¡¿Qué?! ¡Pero te entregue Caelia!

Metatrón: Si, pero no me puedo arriesgar a que vayas a algun pais aliado y consigas ayuda o un ejercito para retomar nuestra preciada ciudad. Lo siento mucho, “mi señor”.

La manera en que lo ha llamado resuena en Augustus, reconociendolo casi de inmediato.

Augustus: ¡Seraphiel! ¡Tu eres Seraphiel! ¡¿Cómo pudiste?!

Pero el encapuchado sólo se ríe

Metatrón:Sólo estoy liberando a Caelia de tí, tal como la libere de tu padre,fufufufu.

La revelación le enciende la sangre al Príncipe derrocado, quien se deja llevar por la ira.

Augustus: ¡Maldito!

El Príncipe le lanza un puñetazo pero este lo bloquea con una sola mano y luego le retuerce el brazo con tanta fuerza que le saca el hombro de su cuenca. La escena aterra a los civiles presentes, incluyendo a aquellos que apoyan a los Nueve Coros.

Augustus: ¡Gaaaaah!

Metatrón: Ahora….moriras.

Sin embargo, Metatrón siente un ataque venidero, por lo que se cubre con sus alas, evitando así ser alcanzado por una potente flecha explosiva que manda lejos a Augustus,  derriba a varios civiles,  e incluso es visible el humo que genera desde muchos kilómetros. Metatrón, sin embargo, no resulta herido, viendo con incredulidad e ira a quien lanzo la flecha.

Metatrón: Cherubiel….¿qué estas haciendo?

Capitulo 170: Protegerlo

Augustus se recompone de la explosión e igual que el resto de los presentes mira con asombro a la joven encapuchada la cual esta en pose de combate apuntando con una nueva flecha hacía el líder de los Nueve Coros, el cual aún exige una respuesta a su actual proceder con la mirada.

Cherubiel: Por una vez, estoy haciendo lo que es correcto.

Metatrón: ¿Correcto?

Cherubiel: Por años, me hiciste creer que la sociedad estabamos esta corrupta. Que los Príncipes eran culpables de todo lo que estaba mal en Caelia y me hiciste seguir tu empresa ciega y fielmente, te di las armas para llevarla a cabo , incluso perdi mi nombre verdadero en pos del de Cherubiel, porque decías que era un mejor nombre para mí… pero fue un engaño.

Metatrón:  ¿¡De qué demonios estas hablando!?

Cherubiel: ¡Ahora se que lo único que esta mal con Caelia son personas como tú! ¡Tu hiciste todo esto! ¡Tu manipulaste a Augustus para que tomará todas esas malas decisiones! ¡Tu mandaste matar a Cesarión!

La gente en el público se llena de horror ante estas revelaciones incluyendo los que estaban a favor de Los Nueve Coros, por lo que Metatrón empieza a inquietarse al ver que esta perdiendo el apoyo de la gente.

Cherubiel: ¡Y no sólo eso! ¡ Tu asesinaste a mi madre! ¡Y ESO NO TE LO PERDONARE! ¡Heavenly Judgement!

La joven dispara nuevamente una flecha explosiva contra el líder de los Nueve Coros el cual vuelve a cubrirse con sus alas-cuchilla, mientras que la gente empieza a correr despavorida. Al ver que Cherubiel los ha traicionado, los otros comandantes salen disparados a atacarla mientras ella sigue disparandole más flechas a Metatrón.

Mikael: ¡Maldita! ¿¡Cómo te atreves a atacar a Metatrón! ¡Banishment from Heaven!

El Arcángel prepara su espada y lanza con la intención de empalarla.

Cherubiel: ¡Tu…NO TE METAS!

La joven toma su carcaj como si fuera un bate, esquivando agilmente los estoques de Mikael y asestándole un golpe tan fuerte en la nuca tan fuerte que deja al Arcángel con la cara clavada en el suelo completamente en K.O. ante la mirada atónita de sus antiguos compañeros.

Rekuel: ¡Venció a Arcángel!

Chayliel: ¡…!

Sin embargo, Mikael distrajo a Cherubiel lo suficiente como para que esta dejase su incansable embate contra Metatrón, el cual deja de cubrirse de las explosiones para ver que Augustus esta escapando del lugar aprovechando la confusión.

Metatrón: ¡Idiotas! ¡Vayan tras el Príncipe!

Metatrón levanta sus alas amenazadoramente hacía Cherubiel, la cual toma velozmente otra flecha de su carcaj y la carga en su arco.

Metatrón: ¡Yo me encargo de mi sobrina!

Los comandantes hacen lo que se les dice y proceden a ir tras Augustus, el cual intenta desesperadamente salir del lugar.

Phanuel: ¡Tras él!

Estos rápidamente logran rodearlo y  alcanzarlo, siendo el Trono quien esta más peligrosamente cerca.

Phanuel: (¡Ya te tengo!)

Angélique: ¡Heel Missile!

Pero, repentinamente,  cae Angélique con los talones por delante, lanzada desde los brazos de Jean en su forma híbrida y seguida después por este y por James y Big Bird.

Jean: ¡Ara Speer!

James: ¡Alejense de él!

Big Bird: ¡Alejense, Alejense!

Phanuel tiene que detenerse en seco para evitar el ataque de los piratas, los cuales al ver fallido su ataque se interpone entre el Príncipe y los comandantes en pose de combate.

Augustus: ¡Ustedes! ¿¡Qué estan haciendo?!

Jean: ¿Qué no es evidente?

El Príncipe se queda sin habla ante esta contestación.

Piratas del Ave Azul: ¡Protegerlo!

Capitulo 171: Superioridad Numérica

Con los piratas enfrente, Phanuel toma sus cinturones y los enciende en llamas, mientras que Zacharael saca sus pistolas y el resto de los comandantes se pone en guardia.

Phanuel: Ja. Si creen que pueden detenernos se equivocan.

Zacharael: ¡Ataquen!

Los seis comandantes se lanzan contra Jean y compañía y estos se defienden como pueden.

Jean: ¡Corra, Alteza!

Augustus tarda un milisegundo en reaccionar antes de salir corriendo fuera de la plaza tan rápido como le permiten sus piernas mientras sostiene su hombro herido con una mano. Por desgracia, Phanuel y el resto no están dispuestos a dejarle escapar.

Phanuel: ¡Ángel!  ¡Principado! ¡Potestad! ¡Virtud! ¡Vayan tras él! ¡AHORA!

James: ¡El Príncipe!

Los aludidos siguen la orden sin rezongar siquiera. Jean y compañía intentan detenerles pero el Trono y la Dominación les cortan en camino.

Zacharael: Ah, ah, ah. Ustedes se quedarán a divertirse un rato con nosotros, panda de ineptos.

Jean: Tsk…

James: Los ineptos serán ustedes. Ahora tenemos superioridad numérica.

Pero ante este comentario, Phanuel y Zacharael simplemente se miran el uno al otros y luego sueltan una risotada tan grande que a uno se le saltan las lagrimas y al otro le empieza a doler el estomago por la falta de aire, acciones que dejan bastante confundidos a los piratas.

Zacharael: Jajajajaja. Ya… ya no puedo….jajajajaja.

Phanuel: Ehehehehe. Lo siento pero es que fue tan gracioso…

El Trono se seca las lagrimas y luego deja que su rostro forme una sonrisa malévola.

Phanuel: Si ustedes creen que tienen superior numérica están muy equivocados. Zacharael….por favor, haz los honores.

La Dominación deja de reírse y luego se lleva dos dedos a la boca para soltar un sonoro silbido que resuena por toda la plaza. A los pocos segundos, cientos de soldados de los Nueve Coros aparecen rodeándolos por completo.

James: Para que abrí la boca…

Big Bird: ¡Tonto, Tonto!

Angélique: Da igual. Vinimos a patear traseros, no importa si son dos o un millón.

Jean: Je. Tu lo has dicho. Acabemos con esto de una buena vez…

Capitulo 172: Gran Diferencia

Mientras tanto... en alguna calle de Caelia

Mia, Bert y Katrina siguen corriendo por caminos y callejuelas para alcanzar al resto de sus compañeros mientras ven el humo que se eleva desde el centro de la ciudad.

Mia: ¡Vamos! ¡Corran, chicos!

Katrina: Ya voy...

Bert: Eso intento...ufff...ufff...

Mia: Por favor, chicos. esas explosiones no son solo porque si. La batalla debe de haber comenzado ya. ¡Corran más rápido!

Bert: Ya habríamos llegado si no se te hubiera ocurrido pasar al barco antes.

Mia: Ya te lo dije. era absolutamente indispensable que pasara al barco. Necesitaba algo.

Se puede ver que la pelinaranja sostiene con fuerza su bolsa, en la cual lleva guardada una pequeña botellita cuadrada con un extraño liquido de color verde.

Katrina: Bueno. Si dices que era necesario entonces era necesario. Apresurémonos.

El grupo se aproxima más al lugar donde se originan las explosiones, estando a unas cuantas calles de la Plaza Principal.

Bert: Ya casi llegamos.

Sin embargo, al doblar en una esquina, el carpintero choca de frente con el Príncipe Augustus en persona. Este rebota con el prominente abdomen del pirata y cae de trasero al suelo con la mirada aterrada.

Bert: ¡¿El Príncipe?!

Katrina: ¿Qué hace aquí?

El Principe les contesta lanzando una mirada hacía atrás, lugar donde aparecen sus perseguidores.

Verchiel: Pero miren a quien tenemos aquí.

Virtud: Eso explica las otras presencias que sentí.

Rekuel: Parece que el Príncipe o es la única rata que cazaremos hoy...

Chayliel: ....

Comprendiendo de inmediato la situación desesperada del príncipe, los piratas adoptan posiciones de combate.

Bert: Katrina. Llévate al Príncipe lejos de aquí. Mantenlo a salvo.

Mia: Nosotros nos encargaremos de ellos.

La joven pirata asiente, ayuda al Príncipe a levantarse y luego corre con el tomado de la mano en dirección opuesta a la plaza. Sin embargo, los comandantes no piensan rendirse en su esfuerzo

Virtud: Ángel, Principado. Vayan tras ellos.

Sin decir palabra alguna, ambos reinician su persecución, mientras que Virtud y Potestad se quedan nuevamente cara a cara con El Jabalí del Mar y y La Bebedora.

.Virtud: Tal parece que su grupito criminal esta lleno de "valientes héroes" dispuestos a sacrificarse. Que lindo...y que patético.

Verchiel: Se nota que ustedes no aprenden. Creer que pueden con nosotros después de que los usáramos para barrer el suelo es muy tonto. Acabaran igual que antes, ¿lo saben?

Mia: Se equivocan...

Verchiel y Virtud: ¿...?

Mia:: Para empezar no somos héroes, somos piratas. Hay una gran diferencia.

Bert: Segundo. No estamos dispuestos a sacrificarnos. Los Piratas siempre se salen con la suya.

Mia: Y tercero...Los que quedaran para barrer el suelo son ustedes.

¡¡La Pelea por la Revancha comienza!!

Capitulo 173: Diablo Verde

Los piratas se alzan altivamente frente a los de los Nueve Coros. Mia adopta velozmente su posición del Estilo del Barril Enorme y Bert se torna en su forma híbrida a la misma velocidad.

Virtud: Ya me estoy aburriendo de su discursito. ¿Los destrozamos ya?

Verchiel: Seh. Yo también estoy aburrido. ¡QUE EMPIECE LA DIVERSIÓN!

La Potestad carga con el hombro contra Bert enviándolo varios metros lejos aunque sin lograr derribarle por lo que procede a cargar nuevamente contra él. Por su parte, Virtud se queda inmóvil igual que Mia, simplemente mirándose una a la otra.

Mia: ¿Y…. Que clase de nombre clave idiota es Virtud? Porque a mi no me pareces muy virtuosa.

Virtud: Tsk…Ignorante… Virtud es el nombre de un tipo de Ángel… encargados de mover al Universo. ¿Entiendes lo que eso significa? No tienes ninguna oportunidad contra alguien que es capaz de mover al Universo.

Mia: Solo escuche, blah, blah, blah, ángel, aburrrido.

Virtud: Bien, ya me hiciste enojar. ¡Swords of Virtue!

La falta de interés de La Bebedora hace que la Virtud enfurezca por lo que la ataca extendiendo hacía ella un Dial de Acero. Mia esquiva por centimetros, pero la mujer alada prevee sus movimientos lanzando un segundo estoque con otro dial de Acero, que ahora le hace un corte severo en un brazo.

Mia: ¡Aghh! ¡Oye eso dolió!

Virtud: Ese es el punto, cariño. ¡Debe doler!

Virtud repite su ataque contra Mia, la cual intenta esquivar nuevamente sin embargo, nuevamente es alcanzada por las nubes-acero, esta vez, en un costado.

Mia: ¡Ughh!

La Pelinaranja se sostiene la herida con la mano para parar la sangre mientras que la Virtud se ríe.

Virtud :Huhuhuhu. Eso es lo que ganas por no escuchar lo que te digo.

Mia: Jeje. Te equivocas. Escucho todo lo que dices, por muy aburrido que sea. Escuche todo lo que acabas de decir y escuche lo que dijiste nuestra batalla anterior


Virtud: Tal vez parezca que tu forma de pelear es impredecible, pero no lo es, querida.


Mia: Eso me hizo pensar, ¿Cómo puedo vencer a un enemigo que sabe que movimiento voy a hacer antes de que lo haga? Y creo que encontré la solución.

La Pirata saca la botellita de liquido verde de su bolsa y procede a quitarle la tapa ante la mirada severa de la Virtud.

Mia: A esto le llaman “Diablo Verde”. Bastante apropiado considerando que peleo contra “un ángel”. A tu salud.

Acto seguido, la Bebedora hace honor al nombre,se empina la botella y bebe la totalidad del líquido verde, haciendo unos cuantos gestos por lo amargo que sabe.

Mia: (¡Puaj! Sin rebajar y sin azúcar esto sabe terrible. Bueno, espero que esto funcione porque en unos segundos voy a dejar de ser yo).

Subitamente, Mia deja caer la botella de vidrio al suelo. La pelinaranja se estremece, sus mejillas se enrojecen y su semblante se torna adormilado. Parece que apenas puede sostenerse en pie pero aun así, sus manos adoptan su forma usual de c, para gran confusión de su rival.

Virtud: (¿Qué rayos le sucede?)

Mia: ¡¿Y tu qué me ves?!

La pelinaranja se lanza a una velocidad prodigiosa contra Virtud, la cual por alguna razón no ve venir el ataque esta vez y sale disparada hasta destrozar unas cajas que habia cerca. La mujer alada se levanta dificultosamente.

Virtud: (Fue… demasiado rápido, mi mantra no funcionó. ¿Qué es lo que hizo?)

Sin embargo, Mia sigue tambaleándose en su lugar mirando a su alrededor muy confundida

Mia: ¿Dónde estoy? … ¿Qué estoy haciendo?

Virtud: (Agh… Como sea. ¡Dark Rain!)

La Virtud saca de entre sus mangas un par de diales de Pantano y dispara una serie de proyectiles de mediano tamaño hacía ella. Pero a pesar de que intenta leer sus movimientos para apuntarla, simplemente no lo consigue, mientras que Mia no deja de tropezarse, caerse y levantarse.

Virtud: (¡¿Por qué no puedo darle?!)

Mia: ¡¿Que no sabes que es de mala educación quedarse callado?!

La Bebedora se arroja contra Virtud con un puño de frente a tanta velocidad y fuerza que esta vez la hace atravesar una pared. Mia se queda tambaleándose en su lugar mientras que Virtud se levanta  mientras se limpia la sangre de su boca rota. La Comandante del Quinto Coro esta sobrepasada y por primera vez en mucho tiempo, se puede apreciar el temor en la mueca de su boca.

Virtud: ¡Maldición! ¡¿Qué esta pasando?!

Mia: ¡¿No vas a venir por mi?! ¡Entonces yo llevare la pelea a ti!

Mia le lanza otro puñetazo pero justo antes de poder golpearle, cae de espaldas y se pone a roncar.

Virtud: ¡¿Se quedó dormida?!

Viendo eso como una oportunidad única, la Comandante corre para recoger la botella de la cual bebió Mia y huele el interior, esperando poder obtener una pista de la repentina subida de poder combativo de su contrincante.

Virtud: Esto es….¡licor!

Entonces, Virtud se da cuenta de lo que sucede. Su Mantra no puede predecir los ataques que Mia esta pensando porque esta no esta pensando, esta totalmente ebria y actúa solo por inercia. Pero el saberlo no le es útil porque repentinamente logra percibir el aliento alcohólico de la mujer en su nuca. Virtud se gira lentamente sólo para recibir una patada  de La Bebedora en la sien que la hace caer al suelo con los ojos en blanco.

Mia: ¡SIIIIII! ¡Caíste redondita! JAJAJAJAJAJA

Y repentinamente, cae al suelo, esta vez, verdaderamente dormida.

Capitulo 174: ¿Puedes escapar?

Mientras tanto…

Bert tiene sus propios problemas para enfrentarse a Verchiel y su mantra, el cual esta resultando ser una verdadera molestia.

Bert: ¡Hog Smasher!

El pirata lanza un golpe de su pezuña a toda potencia contra su enemigo alado pero este simplemente lo ve venir y lo esquiva haciéndose hacía un lado.

Bert: Maldición ¡Hog Trotter!

Bert le lanza una patada para derribarle la Potestad sólo tiene que saltar para esquivarle.

Verchiel: Eso no te servirá contra mí. ¡Power Cut!

El Comandante arremete con un tajo vertical de su espada que Bert apenas y puede parar con sus manos-pezuñas, pero Verchiel no parece que vaya detenerse ahí. Este lanza una sonrisa a Bert, el cual queda confundido por el gesto por un segundo hasta que un rodillazo le saca el aire.

Verchiel: ¡Power Knee!

Bert: ¡Huuh!

Inmediatamente después, Verchiel da un giro veloz y lo patea lejos, destrozando en el proceso una pared de un edificio. El Jabalí del mar se levanta desorientado en su forma humana dentro del lugar en el que acaban hacerle irrumpir, mientras que Verchiel lo llama en tono burlón desde afuera.

Verchiel:*sarcásticamente* ¿No vas a salir? Por favor, se hace tarde para tu final. No me hagas salir a buscarte

Bert: Maldición…si puede ver si se mueve para evitar todos mis ataques jamás podré ganarle. Necesito un plan…

El carpintero mira a su alrededor intentando pensar en algo y se da cuenta de que esta en una enorme bodega llena de suministros y materiales de todo tipo, lo que hace que se le venga una idea a la mente.

Bert: ¡Eso es! ¡Ya lo tengo!

El veterano se corre por el interior del lugar y toma varias cuerdas y otros materiales en sus manos. Verchiel puede sentir su presencia alejándose de él y adentrándose en el edificio. Verchiel lo interpreta como que Bert esta intentando escapar lo que lo hace sonreir siniestramente.

Verchiel: Te has tardado en darte cuenta que luchar no te servirá contra mi…

Luego, la Potestad entra al edificio empuñando firmemente su espada con ambas manos.

Verchiel: … pero no te será posible escapar tampoco.

Bert, por su parte, ha escuchado entrar al comandante por lo que intenta apresurarse con la orquestación de su plan.

Bert: Vamos… vamos…ya casi esta…

El carpintero se encuentra jalando una cuerda para subir algo hacia el techo con una polea hasta que lo logra para su satisfacción. Sin embargo, esta le dura poco pues Verchiel no tarda en encontrarlo con su espada refulgurante y lista para cortarlo.

Verchiel: ¿Creiste que podrías jugar a las escondidas conmigo?

Bert: Tsk…

Verchiel: Pues déjame decirte una cosa. ¡De mi nadie se puede esconder! ¡Power Slash!

Verchiel lanza un poderoso corte  que Bert no puede esquivar, causándole una enorme herida sangrante en una de sus piernas.

Bert: ¡Aggggh!

El carpintero intenta correr hacia el otro lado de la bodega aunque sólo logra ir cojeando, causando la risa de Verchiel que simplemente se lo observa va tras de él.

Verchiel: No escaparás.

Aparentemente acorralado, Bert acaba contra la pared, momento en el que Verchiel aprovecha para atravesarle el hombro con su espada dejando al pirata jadeante de dolor y con el brazo inservible.

Bert: ¡Uggggh!...ufff…ufff.

Vercheil: Te lo dije. No puedes escapar.

Pero entonces Bert alza la mirada y sonríe.

Bert: ¿y tú si?

El Hombre entonces activa con el brazo que le queda bueno una palanca la cual activa un mecanismo que deja caer una gran cantidad de cajas y tablas sobre la Potestad. Este intenta esquivarlas todas pero mientras esta distraído con eso, Bert saca la espada de su hombro,  toma una red que había escondido previamente y la usa para enredarlo, restringiendo sus movimientos.

Verchiel: ¡¿Aghh, que demonios?!

Bert: Je...je… Por lo que pude notar puedes prever todos mis movimientos y actuar en consecuencia. Por lo que pensé ¿Qué tal si no te dejo moverte?

La mirada de Vercheil se dilata de horror mientras se retuerce intentando escapar de la red, al ver que Bert toma nuevamente su forma híbrida y echa su único brazo para atrás cargando con extrema potencia.

Bert: ¡Hog Chops- Whole Ribcage!

Bert asesta el un golpe en el pecho de Verchiel con tanta fuerza que se oye un crujido es el interior de su cuerpo. La Potestad se queda inmóvil mientras la sangre brota de su boca para luego caer al suelo inerte.

Bert: Je. Mira quien no escapa de quien ahora.

Capitulo 175: Dos contra una

Bert sale de la bodega cojeando y sosteniéndose el hombro herido esperando ver a Mia, pero al mirar hacia la calle, ve dos cuerpos tirados en el suelo, lo que le hace temer lo peor.

Bert: ¡Mia!

El carpintero avanza como puede hasta su compañera y se agacha para luego moverla con violencia.

Bert: ¡Mia! ¡Mia, despierta!

Mia: ¡Uggh! No hables tan fuerte…

Bert sus pira aliviado al ver que Mia esta bien, mientras que esta se lleva las manos al rostro para cubrirse los ojos.

Mia: ¡Demasiada luz!

Bert: Je. Veo que te divertiste tanto como yo…

Mia: ¿Divertirme? …si no me acuerdo de nada… no vuelvo a beber absenta en mi vida, lo juro.

La mujer se levanta dificultosamente mostrando un semblante terrible.

Bert: Vamos. Hay que alcanzar a Katrina y al Príncipe.

Mia: ¡Siiiii! (nauseabunda) …dame un segundo…

La bebedora sa hace a un lado y agacha la cabeza para vomitar mientras Bert la observa.

Bert: Ok…creo que esto nos tomara un rato.

Mientras tanto…

Katrina y Augustus siguen corriendo con Ángel y Principado pisandoles los talones. Andar a toda velocidad sin descanso ha empezado a desgastar tanto a la Llorona como al Príncipe y sus perseguidores están cada vez más cerca. La joven pirata se da cuenta por lo que decide hacer algo desesperado.

Katrina: ¡Replicant Twelve- Girl Barricade!

La chica manda a sus clones a que bloqueen el paso para ganar algo de tiempo y luego da instrucciones a su alteza.

Katrina: Escuche, alteza. Me quedare aquí par detenerlos. Usted siga corriendo y no se detenga por nada. Vaya a los muelles. Allí vera un barco azul con velas negras. Ese es nuestro barco, escondase ahí y espere a que llegue yo o alguno de mis amigos.

Augustus: ¡Pero es que…!

Katrina: No podré protegerlo a usted y a mi misma si nos alcanzan. Si usted sigue corriendo tenemos una oportunidad. Corra. Prometo ir después.

Aunque asustado y herido, el príncipe logra ve que la joven pirata tiene razón.

Augustus: Esta bien…pero tenga cuidado señorita.

La niña asiente y le sonríe al Príncipe y este se va. Acto seguido, ella se pone en posición de combate pues sus clones han sido ya derrotados y Chayliel y Rekuel se alzan de pie ante ella.

Rekuel: Hmm… Un obstaculo más antes del premio. Podría quedarse uno y el otro ir tras el príncipe….nah… prefiero que los dos la acabemos rápido. Tal parece que la niñita no aprendió la lección con la tunda que le dí antes.

Chayliel: …como sea…

Ambos se ponen en posición pero Katrina no piensa retroceder.

Katrina: ¡Si creen que me voy a amedrentar por ser dos contra una se equivocan!

Capitulo 176:Sin miedo

Katrina: ¡Replicant Fifteen!

La Joven Pirata crea quince clones dispuestos en circulo alrededor de sus enemigos, todos con un cuchillo listo en la mano.

Katrina: ¡Circle of Death!

Los clones lanzan los cuchillos hacía los comandantes pero estos esquivan con facilidad, por lo que Katrina manda a los clones a que vayan directamente a por ellos.

Katrina: ¡Riot Squad!

Sin embargo, nuevamente estos resultan no ser problema para el Principado y el Ángel, atacandolos con su guante y su cayado respectivamente.

Chayliel: ¡Impacto!

Rekuel: ¡Tremor!

Las replicas desaparecen para el desagrado de Katrina mientras que Rekuel la observa con saña y Chayliel aparta la mirada.

Rekuel: Patético…

Katrina: ¡No es todo lo que tengo! ¡Copy Knife-Double Fan!

La joven pirata replica su cuchillo cinco veces por cada mano para después lanzar cada tanda a sus enemigos. Aunque para los comandantes no representa mucha dificultad repelerlos, Katrina vuelve a lanzar el mismo ataque una y otra vez a gran velocidad, evitando que se acerquen o puedan atacar de vuelta.

Chayliel: Esta intentando ganar tiempo…

Rekuel: Que tedioso. Acabemos con esto.

El Principado comienza a girar su bastón a gran velocidad para escudarse de los ataques mientras avanza hacía Katrina. Esta, al ver que se acerca, concentra todos sus esfuerzos en él, por lo que la joven no nota cuando Chayliel usa sus jet skies para propulsarse por las paredes  y atacarla desde arriba.

Chayliel: Air Assault

Katrina: Kyahhh

El  ataque derriba a la joven y la hace soltar su cuchillo. Esta se pone en cuclillas y trata de gatear para cogerlo de vuelta pero justo al tomarlo, Rekuel lo aplasta con la parte inferior de su cayado, destrozando la hoja por completo y dejando a la pirata sólo con el mango.

Katrina: Uh oh…

Rekuel: ¿Qué vas a hacer sin tu cuchillo ahora?

El Principado patea con fuerza a la niña haciendola chocar con un muro con mucha fuerza. Tanta que incluso Chayliel hace una mueca de dolor. Katrina se levanta con los labios rotos y se limpia la sangre con el antebrazo.

Rekuel: Tal parece que no será necesario que participes en esto, Ángel. Sólo quédate ahí y observa.

Chayliel: ¡…!

Katrina: (Sin un arma estoy en desventaja, ¿¡que voy a hacer?!)

Pero entonces, la joven se da cuenta de que hay una arma que puede usar y replicar… la de Rekuel.

Katrina: (Si quiero ganar tengo que tomarla… en ese caso…) ¡Replicant Twenty-Stream!

Veinte Katrinas más la original se lanzan al ataque intentando tomar el arma de su rival, pero este las disipa chocando el dial de impacto de de su arma contra el suelo, además enviando a volar a la original.

Rekuel: ¡Earthquake!


Katrina: ¡Gahh! ¡Replicant Twenty Five!

Katrina vuelve a repetir su maniobra una y otra vez, con cada vez más clones. Treinta, Cuarenta, cincuenta clones pero no importa cuantas veces lo haga o cuantos clones envie, el resultado sigue siendo el mismo. La sangre empieza a brotar profusamente de la nariz, los oidos y la boca de la joven pirata pero a pesar de ello esta no se rinde en su esfuerzo. Chayliel observa toda la escena con horror, hasta que ya no puede contenerse más.

Chayliel: ¡Por favor, detente!

Pero Katrina simplemente continua luchando sin escucharla

Chayliel: ¡Si continuas con esto el te matará! ¡Los Nueve Coros te matarán!

Es entonces cuando la Llorona voltea a verla con determinación en el rostro.

Katrina: No le tengo miedo ni a él ni a Los Nueve Coros

Esa frase rompe una cadena en el interior de Chayliel. Todo ese tiempo, todas las malas acciones que hizo desde que fue obligada a convertirse en el Ángel, las hizo por un motivo: El temor a Metatrón y a lo que este le hará si fracasaba. Pero al ver a esa chiquilla sin miedo, finalmente se siente libre de hacer algo bueno por primera vez en mucho tiempo, lanzadose a por Rekuel tambien.

Rekuel: ¡Ángel, ¿que estas haciendo?!

Chayliel Algo que debí hacer hace mucho. ¡Impacto!

El ataque manda a volar un par de metros al Principado, pero lo más importante es que le hace soltar su cayado, dandole una oportunidad de oro a Katrina.

Katrina: ¡Esto será util! ¡Replicant Fifty!

La niña hace cincuenta clones, todos armados con cayados identicos al de Rekuel. Este, al verse en esa situación empieza a entrar en pánico.

Rekuel: Oye… oye… espera un segundo, nenita….baja eso ¿si? …Por favor…

Pero las cincuenta Katrinas se le acercan cada vez más con rostros fúricos.

Rekuel: Una niña como tu nunca atacaría a un enemigo desarmado…¿verdad?

Katrina: Tienes razón. Una niña no lo haría….

El comandante sonrie levemente pero su sonrisa pronto se apaga debido a la siguiente frase.

Katrina: Pero una pirata si.

Las Katrinas dejan caer la fuerza de 50 diales de impacto sobre Rekuel. El ataque es tan fuerte que los clones desaparecen mientras que la Katrina real y Chayliel salen disparadas contra muros. Para cuando la onda de choque se disipa, solo queda un enorme crater con el cuerpo inerte de Rekuel al fondo.

Capitulo 177: Par de idiotas

¿¿??: ¡Oye! ¡¿Estas bien?!  ¡¡Despierta!!

Katrina: ¿uh, que?

Katrina abre los ojos para ver a Bert y Mia suspirando de alivio al ver que despierta y luego la ayudan a levantarse.

Bert: ¿Dónde esta el Príncipe?

Katrina: Le dije que corriera y se escondiera en el Ocean Spirit. Debe estar esperándonos.

Mia observa interesada el cráter  así como las señales de batalla en el lugar, preocupada porque sólo un comandante esta en el suelo.

Mia: ¿Y el otro comandante?

Katrina piensa un segundo en Chayliel, en como se redimió y  luego la busca con la mirada pero ya no esta.

Mia: ¿Katrina?

Katrina: De ella ya no hay que de que preocuparse. Hay que ir con el Príncipe.

Aunque Bert y  Mia no comprenden bien a que se refiere, deciden hacer caso a su compañera e ir hacía el barco.

Mientras tanto… Plaza Principal

Jean: ¡Doppel Ara Schlag!

James: ¡Alpha Shot!

Angélique: ¡Turning Heel!

La batalla continua. Hasta ahora, Phanuel y Zacharael se han mantenido a distancia esperando a que sus subordinados acaben con Jean y compañía, sin embargo, su plan no ha salido para nada como esperaban pues pierden hombres a un ritmo alarmante mientras los enemigos siguen en pie. Viendo esto, el par finalmente decide tomar cartas en el asunto y atacar a quien les parece más sencillo derrotar.

Phanuel: Yo iré por la chica.

Zacharael: Bien, yo iré por el chico tuerto.

Asintiendo para ellos mismos, ambos comandantes preparan sus respectivas armas y se disponen a realizar un ataque sorpresa, aprovechando la distracción de sus enemigos.

Phanuel: Fire Rings

El Trono lanza sus cinturones en llamas girando a gran velocidad hacía Angélique. Afortunadamente, el resplandor y el calor del fuego  logran alertarla a tiempo para evitar el ataque.

Angélique: Demonios, por poco y no lo esquivo.

Phanuel: No ha estado mal… para ser una chica tan linda…

Angélique: Tsk… Tengo más de donde vino eso, idiota.

Por su parte, Zacharael intenta un método más sigiloso. Escabulléndose, este se oculta y se acerca para poder dar un tiro directo a la cabeza de James con sus pistolas. Sin embargo, cuando ya esta por ponerse en posición…

James: ¿Quieres dejar pretender que te escondes? Es Irritante.

Ante ese comentario, Zacharael sale del lugar donde estaba.

Zacharael: Me viste venir desde antes, ¿Eh? Muy impresionante para alguien con un solo ojo.

James: Por favor. No necesito dos ojos para poder ver que eres un idiota. ¡Ven a por mi de frente si eso quieres!

Capitulo 178: Más rápido, más fuerte

Angélique: ¡Assault Heel!

Phanuel: ¡No funcionará conmigo!

La pelirroja se impulsa con los brazos para saltar e intentar clavarle los tacones en la cara al Trono pero este predice el movimiento con su mantra y lo bloquea  oportunamente con sus antebrazos. El impacto lo mueve apenas centímetros para atrás dejándolo lo suficientemente cerca de ella como para atacarla con uno de sus cinturones llameantes.

Phanuel: ¡Flaming Tire!

Sin embargo, a pesar de saber exactamente la posición en la que se ubicará su enemiga, esta es lo suficientemente veloz como para que este solo le roce un brazo, causándole únicamente una quemadura leve.

Angélique: Ouch, eso dolió. ¡Heel Shot!

Phanuel:Ya te lo dije. Eso no funciona conmigo.

Nuevamente, el ataque de la pelirroja es bloqueado por la tremenda fuerza del comandante del Tercer Coro y luego la hace retroceder nuevamente con sus cinturones. Esta vez, dándole en un costado y causándole otra quemadura leve, esta vez en el costado.

Angélique: ¡AGGGHH! ¡Heel Strike!

Pero extrañamente , Angélique no cambia su estrategia. Sigue lanzándose al ataque de frente de mil maneras diferentes y Phanuel se limita simplemente a bloquearla y repelerla de la misma manera. Tras muchas veces de intentar atacar al Trono sin éxito, la primer oficial parece estar exhausta y las quemaduras que tiene parecen estar haciendo mella en ella.

Phanuel: ¡Ja! Tal parece que sólo resultaste ser una cara bonita. Nunca había conocido a alguien tan estúpido como para lanzarse directo a que le den una paliza. Per ya que soy muy generoso, te cumpliré tu deseo con gusto.

El Trono toma el cinturón que ata su cintura para también prenderle fuego mientras lo mueve violentamente y de manera circular junto a los otros dos creando tres enormes “ruedas ígneas”

Phanuel: ¡Chariot of God!

Pero contrariamente a lo que esperaba, Angélique no demuestra estar asustada o molesta en lo absoluto. De hecho, ella sonríe. Sin embargo, Phanuel decide no prestarle atención y acabar con ella de una vez.

Phanuel: ¡Muere!

Sin embargo, al intentar golpearla esta vez. Angélique hace gala de una velocidad extraordinaria, jamás vista por el comandante, esquivando por completo el ataque.

Phanuel: ¿¡Qué demonios…!?

Angélique: ¡Lightning Heel!

Este intenta seguir sus movimientos usando su mantra para poder darle el ataque final pero Angélique simplemente se mueve tan rápido, que para cuando Phanuel asesta el golpe, esta ya se ha movido a un sitio diferente, lo que empieza a causar la desesperación en el Trono. Angélique lo sabe y comienza a mofarse de su rival mientras se mueve.

Angélique: Por lo que puedes ver, no soy sólo una cara bonita. Todos mis movimientos anteriores tuvieron una razón de ser. Ese molesto mantra tuyo tenía que tener una debilidad, así que lance ataques destinados a fallar con la esperanza de notar algún fallo, alguna abertura, algo que me permitiera superarte.

Phanuel: (¡¿De que demonios esta hablando?!)

Angélique: Y al hacerlo , me di cuenta de dos cosas. La primera es que bloqueaste todos mis ataque pero no esquivaste ninguno, lo que significa que confías más en tu fuerza y no en tu agilidad. La segunda es que todos los ataques que lograste asestarme apenas y lograron darme a tiempo, lo que significa que eres lento.

Al Trono comienza a entrarle pánico al darse cuenta de que su rival ha comprendido por completo su estilo de combate, mientras que los tacones de Angélique se comienzan a calentar por la fricción y la velocidad!

Angélique: ¡Aunque puedas leer mis movimientos, mientras estos sean más rápidos y fuertes que los tuyos, no puedes hacer nada contra mi!

Phanuel ¡Ya basta!

El comandante hace un enorme esfuerzo final por lograr atinarle a Angélique, pero cuando parece que lo va a lograr, esta esquiva gracilmente y apunta con extrema velocidad sus tacones a la cara de su enemigo.

Angélique:¡Scintilla Heel!

Con las agujas de sus botas al rojo vivo,  la navegante patea al hombre en la sien, estrellándolo en el suelo con tanta potencia que este recorre decenas de metros destrozando el suelo antes de detenerse inmóvil, humeante y completamente vencido.

Angélique: ¿Y adivina que? Soy más rápida y más fuerte que tu…

Capitulo 179: ¿Como lo llamaba?

La Dominación apunta a James con sus pistolas mientras observa que, a diferencia de las veces anteriores, James esta luchando con su cuchillo y no con pistolas, ya que estas fueron destruidas en su anterior combate con Cherubiel, por lo que el hombre alado no tarda en remarcarlo.

Zacharael: Hasta ahora he podido notar que eres un tirador igual que yo ¿Pero dónde estan tus pistolas? Las tenías ayer. ¿No me digas que las perdiste?

James: …no es de tu incumbencia…

Zacharael: Eso es deprimente, ¿sabes? Un tirador, sin un ojo y sin pistolas. Casi me da lastima acabar con alguien como tu.

James: ¡Te dije que no es de tu incumbencia!

El Cazador se lanza al ataque con su cuchillo para el goce de Zacharael, el cual cree que será muy sencillo terminar con el asunto. Sin embargo, cuando este prepara su pistola para dispararle, ve que de repente, el muchacho tuerto comienza a urgarse en los pantalones justo en la entrepierna, lo que desconcierta a la Dominación.

Zacharael: (¿¡Que carajos esta haciendo?! ¡¿Acaso es un pervertido?!)

Pero entonces, su mantra le advierte de un peligro inminente cuando James saca la mano de su pantalón  y saca una extraña arma de fuego con la cual dispara un diminuto aunque potente proyectil. Zacharael apenas logra esquivarlo, lo que le deja sorprendido y furioso.

Zacharael: ¡¿Cómo te atreves a intentar dispararme , maldito?!

James: Je. ¿No te gusto la demostración? Pense que querías saber sobre mis pistolas.

El joven alza su extraña pistola y la describe.

James: Esta me la dio un amigo que hice hace unos días. Un revolver apache. A la mayoria de los tiradores no les gusta por su poca fuerza y precisión…

El cazador carga el arma con munición de su propia manufactura, gira el tambor y luego dispara un proyectil de increíble potencia. Zacharael, lo ve venir gracias a su mantra, aunque aun tiene que quitarse del camino para evitar ser impactado por el tremendo ataque.

James: Pero ese no es ningún problema para mi como podrás ver.

Zacharael: Tch.. suficiente parloteo. Tengas o no pistola, te mataré

James: Quiero verte intentarlo. ¡Coyote Waltz!

Zacharael: ¡Twin Striker!

El Comandante del Cuarto coro prevee el ataque de su rival y lo intercepta con el propio, anulandose y explotando.

James: Otra vez. ¡Coyote Waltz!

Pero Zacharael simplemente repite la maniobra anterior.

Zacharael: Eso te será inutil contra mí.

James: ¿Ah si? ¡¿Y qué tal esto?!

El muchacho se pone a correr alrededor de la Dominación y luego le dispara nuevamente, esta vez con un proyectil más grande que el anterior, que se extiende como una onda hacia su objetivo.

James: ¡Demon Swing!

Zacharael: ¡Dual Shooter!

Nuevamente, Zacharael ve venir el ataque y vuelve a bloquearlo con sus propios proyectiles. Aunque esta vez debe disparar muchos más para repelerlo, resultando en una explosión mayor que lo hace retroceder un poco y generando una oportunidad única para James, el cual vuelve a dispararle aprovechando que esta distraído evitando la explosión.

James: ¡Toma esto!

Sin embargo, Zacharael alcanza a predecir el ataque y dispara nuevamente al proyectil de James. Pero James en lugar de molestarse, sonríe. Al explotar el proyectil , este libera una sustancia viscosa y pegajosa sobre Zacharael, que deja sus manos pegadas a sus pistolas y sus pies pegados al suelo, inmovilizandolo por completo.

Zacharael: ¿Qué demonios? ¡No puedo moverme!

James: Esa es la idea. No importa si puedes predecir mis ataques  con tu “mantra”si no puedes hacer nada al respecto. Ya que ahora eres inofensivo, me largo. Adios, perdedor.

El cazador se va caminando lenta y tranquilamente dejando al Comandante humillado mientras intenta desesperadamente despegarse, hasta que este empieza a gritar.

Zacharael: ¿¡Como?! ¡¿Cómo un idiota de un ojo como tu descubrió la debilidad del mantra?! ¡¿Como pudiste vencerme?!

Ese comentario hace que James se detenga en seco y da media vuelta.

James: No fue tan difícil.

El joven levanta su arma y apunta.

James:Ya había peleado antes con alguien que usaba el mantra… Brawler Impact.

Del pequeño revolver apache sale una gigantesca bola de energía que impacta de lleno al inmóvil comandante dejándolo completamente achicharrado y lo que es más importante para James, callado.

James:...aunque él no lo llamaba de esa forma… ¿Cómo lo llamaba?


El joven tuerto tiene un recuerdo de la noche antes de partir al Mar del Cielo, en el cual se encuentra charlando con Gale sobre sus habilidades de tiro.

James: Si no es indiscreción ¿Cómo puedes disparar tan bien aunque seas ciego?

Gale: Je. Es una pregunta común. Es gracias a una habilidad que tengo. Me permite “oir las voces” que emiten todas las cosas y saber donde están aunque no pueda verlas.

James: Wow. ¿Y como aprendiste a hacer eso?

Gale: He nacido sabiendo como hacerlo. Es curioso, aunque nací ciego nunca he tenido problemas para “ver”. Aunque sé que cualquiera pude aprenderlo mediante entrenamiento.

James:Vaya… ¿y como se llama esa habilidad? Me gustaría aprenderla algún día.

Gale: Su nombre es…


James: Ah si. Ya recordé…

el cazador sigue caminando.

James: Haki de Observación

Capitulo 180: Juntos

Al mismo tiempo que James y Angélique acaban con Zacharael y Phanuel, Jean y Big Bird derrotan hasta al último miembro raso de los Nueve Coros, por lo que los cuatro compañeros se reúnen nuevamente.

Angélique: ¿Son todos?

Big Bird: ¡Son todos, son todos, ahh!

James: Creo que acabamos aquí.

Jean: Aun no… queda un cabo suelto.

El joven capitán se ve serio y sus amigos se dan cuenta a que se refiere de inmediato.

Jean: ¡¿Dónde esta ese cretino de Metatrón?!

Sus compañeros lo observan mientras este comienza a avanzar por la plaza buscando a Metatrón, decidido a tomar revancha por haberle derrotado y humillado en dos ocasiones. Viendo la determinación de su capitán y su deseo de derrotarle, deciden buscar también. 

Angélique: Siendo un lugar bastante abierto, no debería ser muy difícil encontrarle.

Big Bird: No debería, no debería.

Jean: Espero que el bastardo no se haya ido a otra parte.

Pero pronto, la suposición de Jean prueba ser falsa, cuando James empieza a gritar enérgicamente.

James: ¡Jean! ¡Chicos!

Los tres compañeros atienden al llamado del Cazador, el cual esta inmóvil y viendo hacia el frente con los ojos llenos de horror, y cuando Jean, Angélique y Big Bird llegan a donde el esta, también se horrorizan al ver la escena.

Angélique: *susurando* Santo cielo…

Jean: ¡Maldito!

Metatrón, con mirada asesina, se alza victorioso sobre Cherubiel. Ella esta tirada en un charco de su propia sangre, apenas consciente, mientras se esfuerza por alcanzar su arco, incapaz de hacerlo debido a las heridas causadas por las alas de espada que ella misma fabrico para su tío y a que este le pisa la cabeza, hiriéndola y humillándola aun más.

Metatrón vence a Cherubiel

Metatrón: No puedo creer que sigas con vida. Aunque supongo que no debería sorprenderme… yo mismo te entrene para que fueras imparable. Lastima que resultaste ser tan ciega como tu madre…

Cherubiel: ¡¿Cómo…Cómo pudiste matar a tu propia hermana?!

Metatrón: Ella se lo busco … si tan sólo me hubiera escuchado en aquel entonces , nada de esto tendría que haber pasado.


Hace siete años

Es la primera noche de la expedición y Lord Cesarión ha decidido levantar su campamento en una nube isla deshabitada para comenzar la cacería al día siguiente. Gabriel y algunos de sus hombres toman la primera guardia nocturna por lo que se encuentran custodiando la tienda del Príncipe. Todo parece muy tranquilo hasta que la mujer nota una silueta moviéndose en la oscuridad no muy lejos de ahí.

Gabriel: ¿Qué fue eso? Será mejor que vaya a dar un vistazo. Vigilen bien a su Alteza, soldados.

Legionario: ¡Si, comandante!

La mujer sigue a la misteriosa figura hasta lo que parece ser una góndola dialera de gran tamaño. Una vez ahí, la silueta mira a su alrededor para asegurarse que nadie le siga y luego procede a subir a la embarcación.

Gabriel: Tengo un mal presentimiento sobre esto…

La Comandante decide escabullirse en la góndola para investigar, quedando sorprendida al ver que la figura que vio antes es su hermano mayor, el cual se dirige a hablar con unos hombres fuertemente armados.

Seraphiel: Esta todo listo, señores. El Príncipe se encuentra en la tienda central del campamento. Matenlo tan rápido como sea posible, quiero minimizar las bajas lo más que se pueda. ¡Y nada de lastimar a mi hermana, solo noqueenla con el gas somnifero!

Gabriel observa boquiabierta pero se mantiene en silencio para seguir escuchando.

Seraphiel: Una vez muerto el príncipe, volveremos a Caelia para la fase dos: asesinar al heredero al trono. Sin Príncipe y sin heredero, por ley, el poder pasará al líder de la Legión. Y entonces, como comandante supremo, Caelia me será entregada y ustedes tendrán su recompensa.

Hombres armados: ¡Siii! ¡Sii!

Gabriel: ¡No si puedo impedirlo!

Seraphiel: ¡Gabie!

La mujer salta frente a su hermano, apuntandole con su arco y flecha, mientras lo mira acusadoramente.

Gabriel: No puedo creer lo que estas haciendo, Seraphiel. ¿Cómo osas hacer planes para asesinar a la familia real?

El hombre baja la cabeza.

Seraphiel: Oh, Gabie. Trate de dejarte fuera de esto tanto como pude. Pero ahora que lo sabes, tal vez puedas ayudarme.

Gabriel: ¡¿Ayudarte!? ¡¿A asesinar al Príncipe?!

Seraphiel: Tienes que entender, hermana. Caelia esta sumida en un gobierno  que no hace nada más que ver por sus propios intereses. Nuestra propia familia no ha hecho más que obedecer a sus caprichos por siglos. Pero puedo acabar con eso ahora,podemos acabar con eso ahora.

El hombre le extiende la mano a su hermana.

Seraphiel: Ayúdame y nuestra familia tendrá el poder que siempre ha merecido. ¡Gobernaremos Caelia juntos!

Pero la mujer rechaza el ofrecimiento con mirada fiera, mientras aun apunta con su arco.

Gabriel: ¡Has enloquecido, Seraphiel! ¡Yo jamás traicionare a mi señor!

Seraphiel: Temí que dijeras eso…

Capitulo 181:Nadie puede detenerme

Seraphiel: En ese caso…espero que entiendas que no puedo dejar que salgas de aquí con esa información. Lo siento mucho.

Gabriel: No. Yo lo siento mucho. Sky Arrow

Sin embargo, el mantra del hombre hace que esquive la flecha fácilmente mientras camina hacía ella.

Gabriel: ¡Sky Arrow! ¡Sky Arrow!

Pero el hombre sigue avanzando hasta quedar frente con frente con su hermana. Momento en el que le atraviesa la tripa con una espada. La mujer se queda de hielo por un segundo antes de escupir sangre violentamente.

Seraphiel: Lo siento, Gabie. Pero es culpa del príncipe. Su lealtad hacia él te ha matado.

Gabriel: ¡T…Tu…!

El comandante retira  la espada y Gabriel cae al suelo formando una macha carmín debajo de ella. Luego Seraphiel se dirige a los sicarios.

Seraphiel: ¡Ahora es tiempo de tomar lo que nos pertenece!

Sicarios: ¡ROAAAAAARRR!

La gondola dialera avanza veloz y sigilosamente  hasta el campamento del príncipe y los sicarios entran en este usando el manto de la noche para cubrirse. Asesinan en silencio a varios guardias antes de que uno se de cuenta  de lo que sucede y emita la alarma.

Soldado: ¡Nos atacan!

Los gritos despiertan a Cesarión y al resto de los legionarios que no estaban de guardia, haciendo que inmediatamente se pongan a la defensiva.

Cesarión: ¡¿Qué sucede?!

Soldado: ¡Sicarios, señor! ¡Deben estar tras de usted!

Cesarión: ¡Llamen a los comandantes! ¡Ahora!

Soldado: ¡Ya los llamamos! ¡Pero no están aquí!

Cesarión: ¿¡Qué?!

La situación empeora rápido. Las fuerzas del Príncipe son ampliamente superadas en número y los soldados empiezan a caer victimas de los atacantes.

Soldado: ¡Protejan al Príncipe! ¡Protejan al….! ¡GAHHH!

Pronto, el príncipe es aislado y rodeado. Pero aun asi, este sostiene su espada con firmeza.

Sicarios:¡Matenlo!

Cesarión: No me dejaré matar así de facil si eso es lo que creen.

El Príncipe pelea valientemente, derrotando a varios de los enemigos, pero debido a al número de atacantes, finalmente es abrumado y superado, siendo herido de muerte por una espada que le atraviesa el torso de lado a lado.

Seraphiel: Altanero hasta el final por lo que veo…

El Príncipe reconoce la voz como la de su comandante de inmediato.

Cesarión: Seraphiel….¿Por qué?

Seraphiel: Porque ya estoy harto de servir a un hombre que se cree omnipotente solo por ser de la realeza. Pero no se preocupe. Una vez me encargue de su inutil hijo, me ocuparé  de ser el gobernante que Caelia necesita.

Cesarión: …A…Augustus…no…

La voz del príncipe se apaga hasta que su cuerpo  queda en silencio mientras Seraphiel se alza victorioso.

Seraphiel: ¡El Príncipe esta muerto!

Sicarios: ¡¡ROAAAAR!!

¿???:¡¡NOOOOOO!!

El Comandante y sus hombres se sorprenden de oír una voz en contra, sorprendiéndose al ver su origen.

Seraphiel: ¡¿Sigues con vida?!

Se trata de Gabriel. Aunque gravemente herida, ha logrado bajar de la góndola cargando un dial y una Burn bazooka.

Gabriel: …Mi señor… lo siento… le he fallado…pero no le fallare a su hijo…¡Lo juro con mi vida!

La mujer arroja el dial hasta Seraphiel, el cual resulta ser un Breath Dial que libera gas.

Seraphiel: ¡¿Qué estas haciendo?!

Gabriel: (Lo siento, mi niña. Ya no volveré a casa).

La mujer dispara el Burn Bazooka y el torrente igneo que saleenciende el gas creando una explosión que engulle a Seraphiel, a sus hombres y finalmente a ella también.

Metatrón: ¡Si no hubiera sido por ella, Caelia hubiera sido mia hace mucho! ¡Pero ahora nadie puede detenerme! ¡Ni siquiera TU!

El Serafín extiende sus alas mecánicas y clava sus cuchillas en su derribada sobrina. Esta grita y se retuerce en un espasmo de dolor, para luego cerrar los ojos y quedar inmóvil ante las miradas horrorizadas de los Piratas del Ave Azul, que ahora son observados de vuelta por Metatrón.

Metatrón: Ni tampoco ustedes…

Capitulo 182: La fuerza del Serafín

En cuanto Metatrón posa sus ojos en ellos, los Piratas se ponen en guardia, completamente dispuestos a luchar.

Metatrón¿De verdad creen que tienen una oportunidad contra mí? Mejor ríndanse. Les daré una muerte rápida.

Jean: ¡Jamás!

Big Bird: ¡Jamás, jamás!

Angélique: ¡Nunca nos rendiríamos contra ti, y menos aun después de lo que le has hecho a esa pobre chica!

James: ¿¡Como pudiste hacerle eso a tu propia familia?!

Metatrón: Esa chica tonta dejo de ser mi familia en el momento en el que se convirtió en una ciega traidora. Pero eso no es de su incumbencia. Debieron rendirse cuando tuvieron la oportunidad.

James: ¡Ya cállate! ¡Coyote Waltz!

El chico rubio dispara uno proyectil de forma canina contra el Serafín , pero este solo sonríe y vuela para esquivarlo, dirigiéndose luego hacia el con velocidad excesiva.

Metatrón: ¡God's Face!

El ángel de las alas metálicas da un cabezazo aéreo a James, que sale disparado con tal fuerza que rompe el piso al caer.

Jean: ¡James!

Angélique:¡Pagaras por eso! ¡Heel Shot!

La chica se propulsa de un talonazo para patearlo pero este súbitamente desaparece y aparece detrás de ella.

Angélique: ¡¿Como diablos...?!

Metatrón: ¡God's Footprint!

El hombre pega una patada justo en la columna de la pelirroja, haciéndola escupir sangre por la fuerza del impacto y estrellándola contra un pilar cercano.

Jean: ¡Angélique!

Metatrón: ¡Tu sigues! ¡God's Hand!

Big Bird: ¡Cuidado, cuidado!

El Serafín se dispone a golpear a Jean en el estomago con la palma abierta. Jean intenta esquivar pero el mantra de su enemigo predice a donde se moverá, por lo que logra darle de igual modo, dejándolo por completo sin aire mandándolo al suelo.

Metatrón: Débil...

Big Bird: ¡Maldito, maldito!

El ave intenta ir contra el líder de los Nueve Coros, pero este simplemente lo agarra en el aire.

Big Bird: ¡Sueltame, ahhh! ¡Dejame!

Metatrón: Ave insolente...

El hombre alado lo estruja hasta que se oye un crujido y luego arroja al pájaro herido como si fuera basura. Viendo a sus enemigos en el suelo, Metatrón sonríe y se da media vuelta.

Metatrón: Me gustaría quedarme con ustedes pero tengo un asunto pendiente con cierto príncipe. Adios.

Y dando un salto, Metatrón alza el vuelo con un objetivo en mente: hallar y Matar a Augustus de una vez por todas. Sin embargo, ni dos minutos de haber despegado, su mantra lo alerta de una presencia acercándose. Una presencia conocida y molesta. El hombre se da vuelta con el ceño fruncido, para ver a Jean en su forma híbrida haciéndole frente en el aire.

Jean: No te liberaras de mi tan fácil. Si quieres matar al príncipe, tendrás que pasar sobre mí primero.

¡¡Comienza la batalla en el limite superior del mundo...!!

Capitulo 183: Ángel de Azul y Oro

Mientras tanto, James, Angélique y Big Bird se levantan del suelo. Aunque lastimados, la herida más grave parece ser una pata rota del ave, y al ser un animal volador, no le afecta tanto.

Angélique: Aghh...Parece que Jean se nos adelanto.

James: Hay que ir tras él ¡Rápido!

Big Bird: ¡Rápido! ¡Rápido!

Pero tan pronto comienzan a avanzar, escuchan una queja lastimera en las cercanías. Al buscar su procedencia, logran ver a Cherubiel arrastrándose por el suelo, todavía intentando llegar a su arco.

Cherubiel: Tengo que...detenerlo...

Angélique: Santo Cielo....¿Como puede seguir con vida?

James: ¡Hay que ayudarla!

Big Bird: ¡Ayudarla! ¡Ayudarla!

Los tres corren hacía la joven alada y James la levanta en brazos, mientras que ella intenta alzar el rostro.

James: No te preocupes. Nosotros te ayudaremos.

Cherubiel:...M...mi arco...por favor...

Viendo la intensidad de la suplica en sus ojos, James cumple su petición y carga también las armas de la chica en su espalda, para luego salir junto a sus compañeros tras su capitán.

Mientras tanto...sobre alguna parte de Caelia...

La batalla aérea continua y se va moviendo hacia los muelles. Jean se las esta viendo negras contra Metatrón, pues debido al mantra de este, es incapaz de asestarle algún golpe e inversamente, el Serafín acierta en todos sus intentos.

Jean: ¡Ara Schlitz!

Pero el ataque solo logra cortar el aire y no a Metatrón, mientras que este responde con un golpe lateral de su brazo justo en el costado del peliazul.

Metatrón: ¡God's Right Arm!

El golpe envía a Jean varios metros hacía atrás y deja bastante resentidas sus costillas, lo que le obliga a hacer un esfuerzo para mantenerse en el aire.

Jean: ¡Ughh! ¡Ara Fubtritt!

El hombre pájaro intenta patear a su enemigo en la cabeza, pero una vez más fracasa y en cambio, es golpeado en el rostro con fuerza.

Metatrón: ¡God's Fist!

Jean se mantiene en el aire con dificultad y se limpia la sangre que brota de su pico con el dorso de la mano, empezando a mostrar signos de cansancio.

Jean: (Esto esta mal... No esta dejando que me acerque en absoluto)

Metatrón: ¿Que pasa? Por lo que dijiste antes creí que darías más pelea pero ni siquiera me estoy esforzando.

Jean: ( Necesito ser más rápido...voy a tener que usar "eso" aunque no este listo. Pero si funciona la mitad de bien de como funciona el de Jill, todo saldrá bien)

Metatrón: ¿Sin palabras? Y eso que aun no has visto mi verdadero potencial.

Jean: No... tu no has visto mi verdadero potencial.

Repentinamente, el cuerpo de Jean comienza a cambiar. Sus facciones vuelven a ser humanas salvo por las alas, que siguen batiéndose incansablemente para mantenerlo en el cielo.

Jean: ¡Ara Teil: Gold-Blaue Engel!

Ante el cambio de forma de su rival, Metatrón solo puede reírse.

Metatrón: ¿No pudiste hacer nada como pájaro y esperas vencerme así?

Jean: No espero ¡Voy a vencerte así!¡Doppel Ara Fausten!

Metatrón predice nuevamente el ataque, pero esta vez se ve abrumado por la velocidad de Jean, el cual lo golpea con ambos puños en cara y vientre, haciéndole sangrar, para sorpresa e ira del Serafín.

Capitulo 184: Lo que se necesita

Mientras tanto…

Katrina: Muy bien. A la cuenta de tres… Uno…

Bert: ¡Dos! ¡Tres!

Augustus: ¡Gaaahaaa!

Los Piratas se encuentran en el Ocean Spirit usando un botiquín y su escaso conocimiento médico para atender sus heridas, empezando por el hombro dislocado del Príncipe.

Bert: Ya quedo. Ahora sólo hay que inmovilizarlo.

El Príncipe se mantiene en silencio, pensativo y cabizbajo mientras los piratas le hacen una férula improvisada para su brazo, hasta que finalmente se decide a hablar.

Augustus: Gracias…

Bert: No es nada, alteza…

Augustus: No. Habló en serio. No tengo forma ni palabras para agradecerles lo suficiente. Me han salvado y ayudado en tantas ocasiones…incluso después de que yo los traté como criminales…yo… espero que puedan perdonarme por eso algún día y…

Mia: No hay nada que perdonar.

Bert: No tiene porque preocuparse.

Katrina: Además, de verdad somos criminales, jeje.

El Príncipe no puede evitar esbozar una sonrisa ante esas respuestas, pero en ese momento, un estruendo proveniente del exterior llama la atención de todos.

Augustus: ¿Qué fue eso?

Mia: No tengo idea pero no se oye bien. ¡Vamos!

Los cuatro salen a cubierta en donde quedan boquiabiertos al ver a Jean pugnando contra Metatrón en el aire con tanta velocidad que los golpes que lanza se oyen como truenos.

Mia: ¡Es Jean!

Augustus: ¡Esta enfrentando a Metatrón!

Katrina: ¡Nunca lo había visto moverse tan rápido!

En efecto. Usando la velocidad de su nueva forma, Jean atiza a Metatrón a base de golpes, Llevandolo casi a la entrada de Caelia misma.

Jean: ¡Ara Fubtritt!

La patada manda ligeramente para atrás al Serafín, y luego el Peliazul sigue atacando con más patadas y golpes rápidos.

Jean: ¡Ara Knuff! ¡Ara Fausten!

Metatrón aunque es capaz de predecir cada movimiento, aparentemente no puede esquivarlos.

Jean: ¿Qué pasa, Metatrón? ¿Dónde esta ese potencial del que hablabas?

Pero el Serafín no le responde, limitándose solamente a seguir manteniendo su guardia arriba.

Jean: En ese caso, acabemos con esto de una vez ¡Doppel Ara Fausten!

Pero en el momento en el que va a golpear, Metatrón le sonríe, alertándole de que algo no esta bien.

Metatrón: ¡Guardian!

Manteniéndose de alguna otra forma en el aire, el líder de los Nueve coros usa sus alas metálicas como coraza para cubrirse del puñetazo de Jean, el cual intenta suprimir una mueca de dolor al chocar su mano contra las cuchillas, mientras la sangre se filtra entre sus dedos.

Metatrón: Ese estilo tuyo es muy veloz. Bastante molesto… Pero esa velocidad requiere un sacrificio, ¿no? Eres más veloz pero también más débil.

Jean: Tsk…

Metatrón: Je. Al parecer dí en el clavo. Aunque no es que fuera muy difícil notarlo. Cuando te transformaste a esta “nueva forma” perdiste mucha masa muscular. Los golpes que me diste, aunque veloces, no son tan poderosos.

Jean: (¡Maldición!…)

Metatrón: Es casi trágico. En tu otra forma tienes la fuerza pero no la velocidad y en esta tienes la velocidad pero no la fuerza…

El hombre saca de entre su túnica un dial de impacto y luego lo apunta hacía Jean.

Metatrón: ¡Y necesitas ambas para vencerme!

El hombre presiona el Dial,  disparando a Jean más allá de los límites de Caelia.

Capitulo 185: Hay que apagarlas...

Momentos antes...

James y compañía llegan al Ocean Spirit y se reúnen con sus compañeros y el Príncipe, los cuales se horrorizan al ver el terrible estado en el que cargan a Cherubiel.

Augustus: Dios mio...

Bert: ¿¡Qué sucedió?!

James: ¡Metatrón! ¡Eso sucedió! ¿Donde esta ese desgraciado ahora?

Angélique:¿Y donde esta Jean?

En ese momento, se oye el estruendo del Dial de Impacto de Metatrón y los piratas alzan la vista solo para ver como su capitán es proyectado más allá de la entrada de Caelia.

Angélique: ¡¡Jean!!

Big Bird: ¡¡Jean!! ¡¡Jean!!

Katrina: Esto es malo. Podría haber caído en el mar de Nubes. ¡Si pasa lo mismo que en el mar azul,se ahogará!

Augustus: Podría ser peor que eso. A la entrada de Caelia esta el límite del mar del Cielo...

Angélique: Lo recuerdo. Vimos la cascada hacía el mar azul cuando llegamos aquí.

Augustus: Si el joven Jean cayera al mar de nubes, la corriente podría arrastrarlo a la cascada y...

Todos sienten escalofríos sólo de pensarlo, por lo que deciden tomar acción de inmediato.

Angélique: ¡Bert! ¡Saca al Ocean Spirit de la ciudad! ¡Será más fácil saber que hacer si estamos más cerca!

Bert: ¡Voy!

Angélique: Pero usted debería quedarse aquí, alteza. Sería peligroso si Metatrón lo ve.

Augustus: Entiendo.

Mia: Ella también debería quedarse.

La pelinaranja señala a Cherubiel.

Cherubiel: No... me niego...

Mia: ¡No estas en condiciones en absoluto!

James: Déjala que venga... yo le echaré un ojo.

Mia: Bien. Pero ten cuidado, James. Es el único ojo que te queda, jeje.

James: *sarcasmo* Que simpática... me muero de risa..

Augustus: Tengan cuidado.

El Barco y sus tripulantes zarpan hacía el exterior de Caelia, mientras que el Príncipe se queda en la torre de vigía observando desde la lejanía. Mientras tanto, Jean milagrosamente ha aterrizado en una diminuta nube isla, y no en el mar de nubes. Se levanta con dificultad tras el ataque siendo observado desde arriba por Metatrón, el cual sonríe con sorna.

Metatrón: Me impresiona que sigas con vida...Oh, Da igual, no será por mucho.

Jean: Lo mismo te digo yo a ti. ¡Ara Handflache!

Jean vuelve a usar su Gold Blaue Engel para impactar el pecho de Metatrón con su mano no herida. Una vez más, el serafín no logra esquivar y escupe algo de sangre. El golpe no es lo suficientemente fuerte para derrotarlo, aunque si logra hacerle tirar su dial de impacto.

Metatrón: Maldición...¡God's Hand!

Metatrón intenta lanzarle un puñetazo que Jean evita, pero al hacerlo, este sonríe, desconcertando a Jean.

Metatrón: ¡Sword!

El serafín mueve sus alas de tal manera que causa severos cortes en la espalda de Jean.

Jean: ¡Gahh! ¡Ara Fausten!

Metatrón: ¡God Fist!

Los Puños de ambos contendientes chocan una y otra vez en el cielo, pero las heridas de Jean así como el cansancio de estar batiendo sus alas constantemente hacen que su velocidad vaya decreciendo, cosa con la que Metatrón no debe lidiar al tener alas mecánicas. Sus compañeros observan la batalla desde abajo, preocupándose por el estado de su capitán.

Angélique: Jean esta exhausto. No creo que pueda seguir luchando mucho más.

Mia: Esas malditas alas metálicas... Hay que hacer algo.

James: ¿Pero que hacemos?

Cherubiel: Hay que apagarlas...

Mia: ¿Apagar? ¿Apagar qué?

Cherubiel: ...las alas de Metatrón...

Capitulo 186: El día que el cielo tembló

Angélique: ¿Apagarlas? ¿Es posible?

Big Bird: ¿Posible, posible?

Cherubiel: ....no en el sentido literal...pero se pueden desactivar...

James: ¿Cómo?

Cherubiel: ...Las alas de Metatrón se componen de dos partes...la parte estética...y la parte mecánica...

...la parte estética es lo que pueden ver...

James: Las cuchillas.

Cherubiel: ...Pero lo que lo mantiene en el aire es la parte mecánica... un mecanismo que activa diales de propulsión de manera continua... oculto bajo su túnica y conectado a su ala verdadera... un golpe directo causaría que se sobrecargara...haría corto circuito y no sería más que un montón de cuchillas..

Bert: Entonces es eso. Hay que destruirlo pues.

Angélique: Pero... Incluso volando, Jean apenas puede acercarse a él. ¿Cómo vamos a destruir el mecanismo desde aquí?

Los Piratas y la ex-comandante observan la batalla celestial con mirada severa y luego James se vuelve hacía Cherubiel...

James: Yo puedo hacer algo al respecto... Pero mi revolver apache no es suficiente así que necesito pedirte algo prestado...

Por su parte, Jean sigue gastando más y más energía para pelear contra Metatrón, casi estando en su límite y alentándose cada vez más, lo suficiente incluso como para que el Mantra de su enemigo vuelva a ser efectivo...

Jean: ¡Ara Knuff!

Metatrón: ¡God 's Footprints!

El serafín esquiva agilmente el codazo del pelíazul y luego le estampa ambos pies en la espalda, haciendo que las heridas que ya tenia sangren aun más.

Jean: *cof cof* ¡Ara Applaus!

Metatrón: ¡Looking to Heaven!

Jean intenta aplastar la cabeza de su enemigo entre sus palmas pero es esquivado de nueva cuenta y en su lugar recibe un poderoso uppercut en la barbilla. El joven capitán sale unos metros hacía atrás jadeante, sangrante y luchando por mantenerse en el aire, mientras que Metatrón lo mira con sorna.

Metatrón: Je. Fue divertido. Pero tu vida termina aquí muchacho ¡Sword!

Sin embargo, cuando esta por ejecutar su ataque final, su mantra le advierte de un peligro inminente viniendo a toda velocidad desde abajo. Metatrón se mueve para esquivar, quedando sorprendido al ver que lo que venía era una flecha lanzada por James con el arco de Cherubiel.

Metatrón: Desgraciado...

James: Tsk... lo vio venir.

El tirador rápidamente vuelve a cargar el arco y dispara en múltiples ocasiones a Metatrón, el cual sigue esquivando sus ataques agilmente.

Metatrón: Patético...

Sin embargo, Jean vuelve a arremeter, y a pesar de que Metatrón lo ve venir, su atención centrada en las flechas hace que no pueda esquivarle esta vez, siendo fuertemente rodeado por los brazos del peliazul para restringir sus movimientos.

Metatrón: ¡SUELTAME!

Jean: ¡James! ¡Lo que sea que vayas a hacer...HAZLO AHORA!

James: Entendido... capitán.

James suelta la cuerda del arco una vez más, esta vez acertando en su objetivo. La zona de la espalda baja de Metatrón,donde se encuentran los mecanismos de sus alas. Estas emiten un chirrido metálico al ser golpeadas por la flecha y luego empieza salir humo de ellas, alarmando a su portador haciendo que Jean decida hacerse para atrás.

Metatrón: ¿¡Qué esta pasando?!

Súbitamente, se oye un ruido seco del mecanismo, como si algo se hubiera detenido en su interior. Las alas de acero entonces dejan de funcionar, convirtiendose en un montón inútil de cuchillas y Metatrón se precipita a toda velocidad al mar de Nubes.

Metatrón: ¡AHHHHHHH!

Sin embargo, Jean inesperadamente lo alcanza a vuelo y logra sostener su mano en el aire. Metatrón se siente confundido y aliviado momentáneamente, hasta que ve la ira en el rostro de Jean.

Jean: Te dije que te aplastaría y no voy a dejar que la caída me robe el crédito.

Entonces, Jean hace fuerza con su brazo y lanza a Metatrón hacía arriba...

Jean: ¡Ara Style...!

Usando lo que queda de sus fuerzas, Jean patea y golpea a Metatrón en múltiples ocasiones con una celeridad tan extrema que no permite que este caiga, oyendose sus golpes como truenos en el cielo.

Jean: ¡...Flipperautomat!

Finalmente, Jean termina su ataque disparando a Metatrón hacía abajo de una patada de potencia increíble, estrellándolo con la misma nube isla en donde antes este le había estrellado. Metatrón vomita sangre al caer y queda con los ojos en blanco, efectivamente derrotado.

Capitulo 187: Mientras más alto estés...

Con su enemigo finalmente derrotado, Jean vuela hasta la cubierta del Ocean Spirit, en donde finalmente deja que el cansancio se apodere de él, transformándose abruptamente a su forma humana y teniendo que ser sostenido por Bert para evitar acabar en el suelo.

Bert: ¡Woahhh! ¿Estás bien, Jean?

Jean: ...uffff...pufff... si, estoy bien. Sólo necesito un baño caliente y unas alitas de pollo...

Bert: Jeje. También yo, capitán. También yo.

Los piratas ríen por su difícil victoria y desde la torre del centinela, Augutus, que ha visto todo, suspira aliviado por ver terminada la pesadilla. Sin embargo, hay una persona que no celebra: Cherubiel, la cual simplemente mira hacía la nada, cosa que James observa y comienza a preocuparle.

Cherubiel: ...fue vencido...¿verdad? Seraphiel fue vencido...

James: Si. El fue vencido...

Cherubiel: ...bien...

Habiendose mantenido consciente por mera fuerza de voluntad y satisfecha con la respuesta, Cherubiel finalmente se desploma, chocando de cara al suelo como si fuera una tabla.

James: ¡Cherubiel!

El tirador inmediatamente va a socorrerla, sintiéndose aliviado al ver que aun respira pero estando aun preocupado porque el estado de la joven es crítico.

James: ¡Esta sangrando demasiado! ¡Necesita un médico ahora!

Katrina: ¡Traeré el botiquín!

Big Bird: ¡Botiquín , botiquín!

en sus esfuerzos por salvar la vida de Cherubiel, ninguno de los piratas nota que Metatrón ha recobrado la consciencia y observa furiosamente el Ocean Spirit desde el suelo, incapaz de levantarse.

Metatrón: ¡Esos ...malditos... piratas! ¿¡Cómo pudieron derrotarme?! ¡¿Cómo?! ¡¿CÓMO?!

La mente del Serafín parece haberse trastornado por completo, lanzando una mirada que raya en la locura.

Metatrón: No, No ,No, No, No, No... todavía no he perdido...Todavía puedo ganar ¡Todavía puedo ganar!

El hombre busca algo en su túnica dificultosamente y al encontrarlo sonríe, totalmente demente. Se trata de un dial de algún tipo. Luego lo apunta a los incautos piratas que siguen sin notarlo...

Metatrón: ¡Yo Gano! ¡¡YO GANO!! ¡¡¡REJECT!!!

El hombre presiona el dial y una onda de choque equivalente a diez diales de impacto sale de este. Metatrón es disparado por el retroceso hacía el Mar de Nubes para nunca volver a salir, mientras que el Ocean Spirit es impactado severamente, lo que derriba a todos sus ocupantes.

Jean: Ughhh... ¿¡Qué demonios fue eso!?

Mia: No lo sé...pero dolió...

Angélique: Esperen un segundo... el barco se esta moviendo...

La navegante ve que el impacto los ha enviado directo hacía la cascada que cae hacía el Mar Azul, por lo que inmediatamente lanza la alarma.

Angélique: ¡La corriente nos esta arrastrando! ¡Hay que salir de aquí! ¡Bert, todo a estribor!

El veterano corre inmediatamente hacía el timón para maniobrar, pero el barco no hace lo que él quiere...

Bert: ¡No puedo girarlo! ¡Lo que sea que nos impacto debió romper el timón!

Angélique: ¡Maldición! ¡Giren las velas del bauprés! ¡Sostengan la vela de mesana! ¡Tiren el ancla! ¡Tenemos que dar vuelta como sea! ¡Ahora!

Todos salvo Jean que apenas y se mantiene en pie y James que atiende las heridas de Cherubiel, corren a hacer lo que su navegante les dice, mientras que el barco avanza peligrosamente hacia el fin del cielo. Pero a pesar de sus esfuerzos, el barco sólo logra girar un poco.

Mia: ¡No esta funcionando...!

Katrina: ¡Vamos a caeeeeeeer.....!

Augustus: ¡NO!

Desde la torre del centinela, Augustus mira con horror como el barco de sus salvadores llega al limite del cielo para luego precipitarse a toda velocidad hacía el mar Azul.

TO BE CONTINUED
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