One Piece Fanon
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Traidores

Capitulo 139: Planes para el día de hoy

  • La Barracuda y la Medusa: Volumen XI: “Aun no”

Sin que las piratas se den cuenta, Racoon presiona un botón y salta una alarma, alertando a todos los marines sobre la infiltración. Barb dice que es hora de salir de ahí, pero Avo dice que aun no, aun necesita ir por algo.


Es un nuevo día en Caelia y la gente ya ha empezado con sus labores matutinas. Esto incluye a los Piratas del Ave Azul, los cuales, una vez más han sido invitados a la mesa del príncipe, esta vez a desayunar.

Angélique: No tiene porque ser tan amable con nosotros, alteza.

Augustus: Ninguna amabilidad es suficiente para mis salvadores, señorita Angélique.

Todos comen animosamente en la mesa a excepción de Jean y James, los cuales tienen cara de haber pasado una noche pésima. James mete la comida en su boca con la mirada fija en la nada como si fuera un autómata y Jean literalmente esta dormido sentado, con la cabeza hacía atrás mientras sostiene un tenedor con un pedazo de fruta y Big Bird le picotea la cabeza para que despierte.

Big Bird: ¡Despierta, bobo, despierta!

James: ¿Qué? ¡¡Oh, si , si!! ¡¡estoy despierto!!

Mia: ¿Qué pasa con ustedes? Estan hechos una ruina.

Jean: No pude dormir…

James: Yo tampoco…

Bert: Pues yo dormí como si estuviera en una nube. Aunque supongo que es porque la cama estaba hecha de nubes…jeje.

Katrina: Buuuu. Que mal chiste.

Una vez que Jean y James se espabilan un poco, notan que ni Cherubiel ni Seraphiel los acompañan en la mesa esta vez y no tardan en preguntar por ellos.

James: ¿Los comandantes no están aquí hoy?

Augustus: No, están encargándose de la investigación de lo de ayer. Tienen un día ocupado por delante, igual que yo.

Katrina: ¿Qué tiene que hacer, alteza?

Debo ir a algunas reuniones para tratar cuestiones de estado y luego debo dar un discurso a mi súbditos.

Jean: ¿Discurso?

Angélique: Es cuando una persona habla a un publico grande, Jean.

Jean: No me refiero a eso. Ya sé que es un discurso…

Angélique: *risa contenida* Ya sé, pero me gusta molestarte.

Jean:….

Katrina: ¿Para qué el discurso, alteza?

Augustus: Mi pueblo esta algo intranquilo por lo sucedido ayer. Un discurso puede ayudar a calmar a la gente.

Katrina: Ahhhh, entiendo.

Augustus: ¿Y ustedes, mis queridos invitados que planes tienen para hoy?

Jean: Pues supongo que terminar de recorrer la ciudad.

Mia: *voz baja* Aburriiiiido.

Bert: También deberíamos revisar el Ocean Spirit.

Jean: Oh, si. Eso también.

Augustus: Ya veo. Les deseo que su día sea provechoso.

Todos: Gracias.

Al terminar el desayuno, todos salen del palacio. Jean y compañía se dirigen hacía el Ocean Spirit  y el príncipe sale con su séquito y varios guardias más con rumbo a su reunión. Nadie se da cuenta de la persona que observa desde las sombras con una sonrisa siniestra.

¿???: Todo marcha según lo establecido…

Capitulo 140: A salvo

  • La Barracuda y la Medusa: Volumen XII “El Poder del Mar de nuevo en mis manos”

Avo se dirige a la sala de mantenimiento donde tuvo antes su batalla contra “Pluma Azul-Dorada”. El lugar se encuentra aún en ruinas para suerte de la gyojin, pues también continua ahí su Kanabo. Avo lo toma y sonríe, diciéndole a Barb que ahora si pueden irse.


Los piratas pasean un rato por la ciudad pero después de un par de horas ya están muy aburridos, pues no logran ver nada además de los lugares a donde ya los había llevado Hamaliel el día anterior.  El clima es caluroso y debido a la ausencia de nubes que tapen el sol dado que ya están en ellas, los chicos deciden comprar unas bebidas para refrescarse y se sientan junto a una fuente.

Mia: ¿Podría ser este día más aburrido?

Jean: ¿Podría ser este lugar más aburrido?

Big Bird: ¡aburrido, aburrido!

James: (sarcasmo) No es aburrido. ¿ya olvidaste toda la diversión que tuvimos ayer?

Bert: ¿Cuando nos patearon el trasero?

Jean: (sarcasmo) Uy si, cuanta diversión.

Katrina: *sorber* *sorber*

Angélique: ¿Y ahora que hacemos? ¿vamos al Ocean Spirit?

¿???: ¿Qué tal si le compran una bebida bien fría a su querida amiga?

Atrás de ellos aparece Chayliel saludándolos con una sonrisa y se sienta junto a ellos.

Angélique: Hola, Chayliel-san.

Jean: ¿Qué haces por aquí?

Chayliel: Fui a visitar a Hamaliel para llevarle unas cosas. Me contó lo que paso ayer. Lamento que hayan tenido que estar ahí, chicos.

Jean: No hay cuidado, creo que deberíamos estar acostumbrados.

Angélique: Y hablando de Hamaliel ¿Cómo esta?¿Ya se siente mejor?

Chayliel: Todavía tiene jaqueca por el golpe, pero el sanador dice que estará como nueva en unos días y volverá a ser la nerd sabionda que todos conocemos.

Angélique: Oh, me alegro.

Chayliel: Hamaliel también me contó que el príncipe los invito a cenar.

Angélique: De hecho.

James: Resulto mucho más amable de lo que creí para un príncipe.

Chayliel: Que afortunados en poder conocer a Su Alteza, lo que me recuerda…¿Qué hora es?

La mujer alada voltea la vista a un reloj de sol ubicado cerca y se levanta sobresaltada.

Chayliel: ¡Oh , cielo! ¡¿Ya es tan tarde?! ¡El discurso del príncipe empieza en unos minutos! ¡Si no llego rápido el oficial al mando va a matarme!

Jean: ¿Por qué? ¿Qué ocurre?

Chayliel: Soy parte de la Legión y se supone que debo hacer guardia durante el discurso del príncipe.

Jean: ¿Esta mal si vamos contigo? Nos aburrimos a muerte.

Chayliel: Esta bien. Pero hay que correr.

Los del Ave Azul siguen a Chayliel a toda velocidad hasta que llegan a la Plaza Principal donde una gran cantidad de gente ya se ha aglomerado para oír el discurso, haciendo gran bullicio.

Chayliel: Ok, chicos. Debo ir a buscar a mi oficial, los veo luego.

Angélique: Ok, nos vemos, Chayliel-san.

No muchos minutos después aparece en el atril un hombre grande el cual comienza a hablar.

¿???: ¡Su atención por favor!

La gente guarda silencio y el oficial prosigue.

Verchiel: ¡Su Alteza real, el Príncipe Augustus!

Gente de Caelia: ¡Larga vida al Príncipe Augustus!

La gente vuelve a guardar silencio y el Príncipe comienza su discurso.

Augustus: ¡Ciudadanos de Caelia! ¡Mis queridos subditos! ¡Como ya sabrán, ayer nuestra amada ciudad fue atacada por miembros de una organización criminal que se hace llamar a sí misma “Los Nueve Coros”! ¡Estos agitadores realizaron un ataque contra mi persona y contra mi pueblo!

El Príncipe hace una breve pausa antes de continuar.

Augustus: ¡Sin embargo, gracias a la oportuna y valiente acción de los Comandantes de la Legión, así como los soldados bajo sus ordenes y algunos extranjeros que se encontraban en el lugar, el incidente no paso a mayores!

Toda la gente en el lugar, incluyendo a los piratas escucha con mucha atención las palabras del príncipe.

Augustus: ¡Ahora…no sabemos quienes son estos miembros de “Los Nueve Coros” ni cuales son sus verdaderos motivos”! ¡Se qué esto los inquieta! ¡Pero les aseguro que la Legión trabaja incansablemente para encontrarlos y llevarlos ante la justicia! ¡Personalmente he pedido a mis comandantes que se encarguen de la situación! ¡Por lo que les aseguro….que la Ciudad de Caelia esta a salvo!

Sin embargo, al decir esas ultimas palabras, un objeto  extraño cae en el centro de la plaza. Se trata de otro de esos extraños aparatos en forma de concha el cual emite un gas. El oficial Verchiel alcanza a verlo y no tarda en darse cuenta de que es.

Verchiel: ¿Un Breath Dial?

¿???: ¡Por “los Nueve Coros”!

Acto seguido, otra concha emitiendo fuego es arrojada al mismo lugar, haciendo que el gas haga ignición y explote, mandando a volar a mucha gente y causando un caos generalizado.

Jean: ¡¿De nuevo?!

Capitulo 141: El ángel de las alas de acero

  • La Barracuda y la Medusa: Volumen XIII.-“En marcha”

Finalmente, Avo y Barb escapan de la base arrojándose desde una ventana al Mar de Jade. Acto seguido, la Gran Líder y su oficial nadan tan rápido como sus cuerpos se lo permiten con rumbo a la prisión donde el resto de los Piratas del Abismo están presos.

La plaza se ha vuelto un caos pues nuevamente aparecen encapuchados de los Nueve Coros. Sin ninguno de los comandantes presentes en el momento, Verchiel hace su mejor esfuerzo tratando con la situación.

Verchiel: ¡Estan llegando más enemigos! ¡Protejan a su alteza!

¿???: ¡Por aquí, mi señor!

  • Soldado de élite de la Legión:  Mikael

Pero cuando Mikael se dirige a evacuar a Su Alteza, es interceptado por un gran grupo de encapuchados.

Encapuchado: Jajaja, el príncipe es nuestro.

Mikael: No, no lo es.

El soldado de élite toma su lanza y comienza a apalear a los atacantes que se disponían a ir tras el príncipe, con el lado no puntiagudo de su arma.

Mikael: Banisment from Heaven

Sin embargo, los encapuchados son demasiados para el soldado y estos logran pasarle para ir por Augustus.

Encapuchado: ¡No puedes detenernos a todos!

Jean: ¡Pero yo sí!

El peliazul  golpea la sien del encapuchado con su Ara Faust dejandole K.O. mientras que Angélique y James hacen lo propio con los otros usando su pistola y su Heel Slayer respectivamente.

Angélique: ¡Heel Shot!

James: ¡First Strike!

Jean: ¿Esta bien, alteza?

Augustus: Si… Estoy bien…

Mikael: Tsk...lo tenía controlado....

Mientras tanto, Verchiel comanda a los hombres para que sigan lidiando con la situación.

Verchiel: ¡Evacuen a los civiles!

Chayliel: ¡Por aquí, síganme!

Chayliel y otros legionarios dirigen a los civiles a la salida de la plaza pero al llegar a ellas, estas están bloqueadas por sujetos encapuchados.

¿???: Awww. Mira. Los queridos Legionarios se creen tan listos como para escapar. ¡Qué idiotas!

  • Comandante del Quinto Coro: “La Virtud

¿???: Ah, ah, ah. Ustedes no irán a ninguna parte.

  • Comandante del Cuarto Coro: “La Dominación

Legionario: Ustedes son los tontos si creen que dos de ustedes pueden evitar que saquemos a estas personas de aquí. ¡Ataquen!

Sin embargo, antes de que cualquiera de los soldados pueda hacer algo, Dominación saca un par de pistolas de entre sus mangas y dispara una de ellas hacia el suelo, generando un destello que ciega a todos los presentes temporalmente. Para cuando el resplandor se disipa, el comandante ya ha tomado una mujer de rehén y la tiene apuntada con la otra pistola.

Dominación: Creo que no me entendieron bien. Se quedaran en la plaza o si no…pues… no respondo por lo que le pase a esta mujer.

Mujer: ¡KYAAAAAAAAAAH!

Virtud: Ya lo escucharon, bajen sus armas ahora.

A los legionarios no les queda más remedio que obedecer. Inmediatamente después, la mujer inmoviliza a los soldados usando una concha que despide una sustancia similar a las nubes pero más acuosa.

Chayliel: No se saldrán con la suya.

Virtud: Tranquila, querida. Sólo vinimos a escuchar el discurso y queremos que todos lo escuchen también.

Chayliel: ¿Eh?

La encapuchada sonríe y señala a un enorme resplandor que se mueve hacía el centro de la plaza. Este resulta ser producido por otros dos individuos encapuchados, un hombre grande y rechoncho y una mujer esbelta, ambos llevan  conchas que disparan luces al cielo para llamar la atención.

¿???: ¡Pueblo de Caelia! ¡Presten atención!

¿???: ¡El salvador de estas tierras ha llegado!

  • Comandante del Tercer Coro: El Trono
  • Comandante del Segundo Coro: El Querubín

Los Comandantes apagan las luces de sus conchas y acto seguido, se ve en el cielo una figura alada. Esta aterriza a una velocidad prodigiosa ante el asombro y temor de todos los presentes. Se trata de otro hombre encapuchado, de gran porte, pero en lugar de tener alas de plumas blancas como el resto de la gente del lugar tiene una suerte de cuchillas de aspecto muy afilado. El hombre extiende los brazos en señal de jubilo y luego esboza una sonrisa absolutamente siniestra.

  • Comandante del Primer Coro y líder supremo de Los Nueve Coros: Metatrón “El Serafín”

Miembros de los Nueve Coros: ¡¡SALVE EL GRAN METATRÓN!!

Capitulo 142: Una afirmación...

  • La Barracuda y la Medusa: Volumen XVI “La Prisión”

Avo y Barb finalmente llegan a la prisión donde supuestamente están los otros Piratas del Abismo encarcelados. A su vez, va llegando un barco de la Marine y sus tripulantes establecen tener un objetivo: Trasladar a los prisioneros.


Toda la gente, a excepción de los miembros de los Nueve Coros, observa anonadada la aparición de Metatrón, el cual continúa sonriendo siniestramente mientras sus subordinados lo alaban. Luego hace un gesto con las manos para indicar que hagan silencio y se dispone a hablar.

Metatrón: Ciudadanos de Caelia. Mis hermanos y yo hemos venido a ustedes para quitarles las vendas que cubren sus ojos. Como saben, hace siglos, esta no era más que una tierra desolada pero cuando nuestros ancestros llegaron desde Bilka, la convirtieron en una ciudad gloriosa y prospera gracias al esfuerzo y trabajo duro de su gente. Por desgracia, una persona se aprovechó del trabajo del pueblo .El primer príncipe de Caelia, Cesarión I. Se elevo ante el pueblo mediante engaños y falsas promesas y desde entonces la gente de Caelia ha tenido que subordinar sus esfuerzos para mantener a una familia real y su lujoso estilo de vida a la vez que nuestra hermosa tierra decae cada vez más ante la ignorancia y el atraso, mientras que naciones como Skypiea, Weatheria o incluso Metropia son mucho más avanzadas y prosperas que nuestra amada tierra!

Los otros miembros de los Nueve Coros abuchean al príncipe y la familia real causando la furia de Augustus.

Augustus: Ya es suficiente. ¡Legionarios! ¡Detengan a este criminal!

Los hombres del joven jerarca se dirigen a detener al Serafín pero más subordinados de este aparecen llevando más rehenes, obligandoles a detenerse.

Metatrón: Que rudo, Príncipe. Su turno de hablar ya paso, Este es mi turno de hablar. Es por razones como esta que uno tiene que llegar estos extremos.

Augustus: Tsk…

Metatrón: Yo como ustedes, una vez serví humildemente a un príncipe. Ofrecí mis habilidades, mi fuerza, mi sudor, mi sangre y mis lágrimas por ese príncipe…. Y ¿Cómo fui retribuido? ¡Con nada más que miseria! Ya estoy harto de ser usado en nombre de alguien que no ve por esta tierra así que yo cambiare eso. Mi s hermanos y yo devolveremos a Caelia su vieja grandeza y tomaremos de los otros reinos lo que nos pertenece.

Todos los presentes sin excepción, sean civiles, legionarios, miembros de los Nueve Coros e incluso los Piratas del Ave Azul observan al hombre de las alas de metal sin parpadear, mientras este se dirige hacia el príncipe hasta quedar frente a frente.

Metatrón: Esta no es una advertencia. Es una afirmación. Yo y mis hermanos no nos detendremos hasta tomar Caelia, y lo haremos por los medios necesarios. Sin embargo, no deseo desperdiciar vidas en vano como lo harían “ciertas personas”, Príncipe Augustus. Le daré 24 horas para abandonar el trono y la ciudad de manera pacífica, o si no, me veré forzado a tomarlos por la fuerza.

El Serafín camina de vuelta y se quede de pie junto a Querubín y Trono los cuales llevan más de esos ”diales” en las manos. Por último, Metatrón vuelve a alzar la voz una vez más.

Metatrón: ¡Al resto de ustedes, ciudadanos de Caelia, solo les diré una cosa! ¡Únanse a nosotros o no interfieran!

En ese instante, los comandantes activan sus diales liberando nubes negras. Un segundo después, Los Nueve Coros han escapado de nuevo.

Angélique: Se han ido…

Jean: No, no esta vez. ¡Big Bird! ¡Conmigo!

Acto seguido, el peliazul se trasforma en su forma híbrida y sale disparado hacía arriba.

Capitulo 143: El rostro del mal

  • ·La Barracuda y la Medusa:Volumen XVII- “Oportunidad única”

Avo y Barb se dan cuenta de que si no liberan a sus compañeros ahora, ya no habrá otra oportunidad después así que hacen un plan para salvarlos de una vez por todas. ____

Jean se eleva por encima de los edificios de la plaza con Big Bird detrás esperando ver a alguno de los miembros prófugos de Los Nueve Coros.

Jean: Búscalos, Big Bird.

Big Bird: Estoy en eso, estoy en eso.

Convenientemente, su plan tiene éxito pues alcanza a ver a Metatrón volando con sus alas metálicas hacía las afueras de la ciudad.

Jean: ¡Ahí estás!

Big Bird: ¡Ahí esta, ahí esta!

El hombre pájaro bate sus alas con más fuerza para volar más velozmente y darle alcance, mientras prepara una de sus patas inferiores para darle una patada voladora.

Jean: Ara Geschoss

Sin embargo, Metatrón lo siente venir mucho antes de que el ataque lo impacte, esquivándolo en el aire, por lo que Jean tiene que hacer un esfuerzo para no estrellarse con el impulso que lleva. Metatrón se queda estático mientas sus alas de cuchilla lo mantienen en el aire, mientras que Jean se da la vuelta, quedando cara a cara.

Metatrón: Vaya, no pensé que alguien fuera capaz de encontrarme y mucho menos de seguirme aquí arriba.

Jean: Pues ya ves que si. Pagarás por lo que has hecho.

Metatrón: Se nota que eres de esos que no saben nada. Tendré que iluminarte entonces.

Jean:¡Ara Speer!

Pero nuevamente, Metatrón simplemente ve venir el ataque y lo esquiva, para sorpresa y desagrado de Jean.

Metatrón: Creo que fallaste.

Jean: ¡Ughh! ¡Ara Fausten!

Pero Metatrón solo vuelve a esquivar.

Jean: ¡Ara Schlag! ¡Ara Schlitz! ¡Ara Fubtritt!

Metatrón simplemente se mueve centímetros mientras sonríe, evitando todos y cada uno de los ataques de Jean.

Metatrón: Jejejejeje. Eso no servirá contra mi, no mientras use mi mantra.

Jean: ¿Mantra?

Metatrón: Me permite saber muchas cosas, ¿sabes?

Jean: ¡Saber mucho, mis calzoncillos! ¡Ara Schlitz!

Sin embargo, Metatrón detiene su ataque usando una sola mano.

Metatrón: Eso incluye saber cuando y como pretendes atacar, muejejejeje.

El Serafín le da una potentisima patada en la tripa a Jean, el cual sale hacía atras en el aire por una distancia considerable hasta que logra detenerse usando sus alas.

Jean: ¡UGH!

Big Bird: ¡Jean!

El ave sale a la defensa de su humano y se dirige a atacar al líder de los Nueve Coros con sus garras, justo en la cara. Metatrón simplemente se dispone a hacer lo mismo que ha estado haciendo con Jean, pero a pesar de que el ataque del ave pasa de largo, sus garras logran atrapar parte de la túnica de este, jalándola hacia atrás y dejando al 

Metatrón sin su manto

El rostro de Metatrón es revelado

descubierto su rostro.Pero extrañamente, Metatrón no intenta cubrirse, esbozando una gigantesca sonrisa malevola.

Jean: ¿Quién… eres tú?

Metatrón: Soy alguien que obtendra lo que merece muy pronto.

El hombre saca de entre su manto otra de esas conchas y la apunta hacía Jean.

Metatrón: Supongo que tampoco sabrás lo que es un Dial de Impacto…

Jean reconoce la concha como algo peligroso e intenta arrebatársela de un golpe, pero al hacerlo no pasa absolutamente nada, causando que el Serafín haga una mueca de satisfacción.

Metatrón: Mala idea. Esta cosita me permite absorber le energía de cualquier ataque…

Jean:¡!

Metatrón: Y luego liberarla contra lo que yo quiera.

Acto seguido, el líder de los Nueve Coros presiona el ápice de la concha liberando toda la fuerza almacenada contra Jean y Big Bird, los cuales salen disparados hacía el suelo con una energía bestial. Jean intenta levantarse bastante maltrecho pero sólo logra observar al hombre de alas de metal riendo sonoramente mientras escapa volando para luego desmayarse.

Capitulo 144: Medidas Extremas

  • La Barracuda y la Medusa: Volumen XVIII: "Abatidos"

Mientras tanto, dentro de la prisión, tanto Krum como Evandra esperan su “destino” en sus respectivas celdas, estando fuertemente encadenados. Sus rostros denotan una profunda amargura.  Un guardia les dice que es el momento y abre sus celdas para trasladarlos.


¿???: ¡Ey, esta bien! ¡Despierta!

Big Bird: ¡Despierta, despierta!

Jean: Mphmm…¿Qué?

Jean despierta de su inconsciencia en medio de una calle con Cherubiel dándole palmaditas en la mejilla y Big Bird parado en su pecho. Al ver que el peliazul ha despertado, esta expresa su alivio a su estoica manera mientras que Big Bird da gritos de alegría.

Big Bird: ¡¡Que alivio, que alivio!!

Cherubiel: Vaya. Menos mal. ¿Qué fue lo que sucedió?

Jean: Ugh… ese maldito… me derribo.

Cherubiel: ¿Quién?

Jean: Metatrón. El líder de los Nueve Coros

A la comandante casi se le va la voz ante esa contestación, perdiendo por un momento su carácter estoico.

Cherubiel: ¿...el … el líder de los Nueve Coros? ¿Lo viste?

Jean: Si, lo vi.

La Comandante se mantiene en completo silencio por un momento pero luego reacciona.

Cherubiel: Demonios. Es más serio de lo que creí. Estaba ocupada en la investigación cuando me informaron de la situación. Vine lo más rápido que pude pero ya todo había terminado. Venga conmigo. Hay que informar al Comandante Supremo y al príncipe de inmediato.

La comandante ayuda a Jean a levantarse y junto a Big Bird se dirigen a informar a Seraphiel y Augustus, sin que Jean o su compañero se den cuenta de que El Trono vigila desde las sombras.

Trono: Excelente actuación, Querubín. Un poco atropellada al principio pero da igual. Ya casi estamos listos para el paso tres.

Más tarde ese día…

Augustus se encuentra en el palacio junto a Verchiel y otros miembros de la Legión. Por decreto del príncipe, Jean y sus amigos también están ahí las heridas del joven peliazul así como tomar su testimonio con respecto a su batalla con Metatrón. Es más que evidente que Jean se siente molesto por su derrota pero aun así coopera.

Verchiel: Confirmo, ¿dijo que Metatrón era un hombre en sus cuarentas, de tez blanca,cabello pelirrojo y ojos color ámbar?

Jean: Sí, y con una enorme cicatriz en el ojo izquierdo.

Verchiel: Ok. Gracias por la información.

En ese momento aparecen Seraphiel y Phanuel, los cuales se apresuran a hablar con el príncipe.

Seraphiel: Lo sentimos, Alteza. Vinimos tan rápido como pudimos.

Phanuel: Ya nos han puesto al tanto de la situación. Es terrible. No pueden obligarlo a abdicar.

Augustus: Eso lo sé. No dejare Caelia en manos de un lunático. ¿Qué debemos hacer, comandantes?

Cherubiel: Ya he enviado a los hombres a hacer revisión del perimetro, pero hasta ahora nada.

Seraphiel: Eso no es suficiente. Si queremos resolver esta situación antes del tiempo límite tenemos que tomar medidas más drásticas.

Augustus: ¿Qué clase de medidas?

Seraphiel: Si atacaron en días consecutivos, significa que su base esta en la ciudad o muy cerca de ella. Propongo que se revise cada casa y negocio ,se cierren las fronteras, que se interrogue a cada persona que se encuentre en la ciudad y se arreste a cualquier sospechoso sólo por precaución.

Phanuel: Concuerdo, además yo sugeriría anular la libertad de reunión y establecer un toque de queda.

Cherubiel sólo asiente con la cabeza

Augustus: ¡Pero…se estarían violando las garantías individuales de los ciudadanos!

Seraphiel: Lo sé, mi lord. Pero es necesario si queremos capturar a esos criminales antes de que decidan realizar otro ataque.

Al príncipe no le gustan nada las medidas que proponen sus comandantes. Simplemente se voltea hacía una mesa, agita la cabeza de un lado a otro y golpea fuertemente con un puño, dejando ver la desesperación que la situación le genera. Finalmente,  el príncipe toma una decisión.

Augustus: (suspiro) Esta bien. Manden cerrar las fronteras, establezcan el toque de queda y comiencen la búsqueda de inmediato. No podemos perder más tiempo.

Seraphiel, Cherubiel y Phanuel: ¡Sí, mi señor!

Jean: Eso no suena bien...

Bert: No me gusta en absoluto...

Los Piratas del Ave Azul observan la escena sin saber que hacer. Han quedado atrapados en medio de una tormenta...

Capitulo 145: Si me permite dar mi opinión...

La Barracuda y la Medusa: Volumen XIX: Traslado

Krum, Evandra y el resto de los oficiales de los Piratas del Abismo son llevados al barco para su traslado a Impel Down. El buque zarpa sin que los marines se enteren de Avo y Barb siguiendolos bajo el agua de muy cerca.


19 horas para el final del plazo…

Los hombres de la Legión se han movilizado de inmediato para hacer cumplir con las medidas aprobadas por el Príncipe. Las fronteras son cerradas y la gente es enviada a sus casas para posteriormente realizar investigaciones e interrogatorios.

Verchiel: Por favor, regresen a sus casas hasta que se levante el toque de queda y cooperen con la investigación.

La gente no tarda nada en demostrar su inconformidad y pronto se hacen oír muchas voces protestando al respecto.

Hombre: ¡No pueden hacer esto!

Mujeres: ¡Tenemos derechos! ¡Se supone que ustedes deben protegerlos!

Verchiel: Lo lamento. Son ordenes de su alteza para su seguridad.

Mientras tanto, Los Piratas del Ave Azul continúan en el palacio siendo básicamente invitados por obligación ya que tampoco tienen permitido salir,  por lo que comentan sobre que hacer con la situación que tienen ante ellos mientras están a solas en la sala de estar que les han asignado.

Bert: ¿Y ahora qué?

Big Bird: ¿Ahora qué? ¿ahora qué?

Angélique: Deberíamos ayudar de alguna manera. El príncipe y los demás han sido muy amables con nosotros y no se merecen esto.

Katrina: ¿Pero que podemos hacer?

Angélique: Deberíamos ayudar en la investigación

Mia: ¿Pero como? Mientras crean que somos civiles nos tendrán encerrados aquí.

Jean: ¡Pero no somos civiles…!

Todos se quedan callados ante las palabras de su capitán.

Jean: No somos civiles, somos piratas. Ya nos las hemos visto negras antes. No podemos dejar que nos desmoralicen sólo así como así. Hay que darle su merecido a ese montón de tontos.

James: ¿Olvidas que esos tipos casi arrastraron el suelo con nosotros? A ti más que a nadie.

Jean: Sí, casi. Tu mismo lo dijiste. Y es por eso mismo que tenemos que encontrar a esos tipos, y patearles el trasero.

Los piratas se dan cuenta de que Jean tiene razón, no pueden simplemente quedarse sin hacer nada.

Angélique: Muy bien.

Mia: Estamos contigo, capitán.

Katrina: Pero aun tenemos el problema de estar encerrados aquí.

Bert: Oh, vamos. Somos piratas. Simplemente salgamos cuando no este mirando nadie.

Todos: ¡SIII!

Los Piratas siguen comentando sus planes sin darse cuenta de que son observados.

17 horas antes de que se cumpla el plazo…

Augustus se encuentra dando vueltas de un lado a otro en su sala del trono con semblante preocupado con Menadel llevándole una taza de té de tila para ayudarlo a calmarse. En ese momento, llega Cherubiel para dar un reporte de la situación, haciendo reverencia al entrar.

Cherubiel: Mi señor…

Augustus: Puede levantarse, comandante.

Cherubiel: Todos los ciudadanos ya están en sus casas y se ha procedido a realizar la investigación. Ya hemos revisado un 18% de la ciudad.

Augustus: ¿Algún resultado?

Cherubiel: Hasta ahora ninguno.

Augustus: (suspiro) Comprendo. Por favor siga con la búsqueda.

Acto seguido, el jerarca llama a su ama de llaves mientras que la comandante procede a retirarse.

Augustus: Menadel. ¿Podrías revisar que mis honorables invitados estén cómodos, por favor?

Menadel: Sí, mi señor.

Ante estas palabras , la comandante detiene su salida.

Cherubiel: Si me permite dar mi opinión,mi señor. Yo no confiaría en esos extraños...

Augustus: ¿Qué quiere decir, comandante?

Capitulo 146: Acusaciones

La Barracuda y la Medusa: Volumen XX: ¡Ahora!

Cuando el buque ya se ha alejado lo suficiente de la base. Avo y Barb están listas para concretar su plan. Haciendo gala de sus habilidades de Jujustsu Gyojin y Combate Tritón respectivamente, las piratas crean un enorme torrente que disparan hacia el casco del barco, haciéndole un agujero enorme.


El Príncipe mira a la comandante extrañado. Luego voltea hacía Menadel de una manera que da a entender que quiere hablar a solas con la legionaria.

Augustus: Haga lo que le pedí, por favor.

Menadel: Sí, mi señor.

Una vez que la ama de llaves se retira, Augustus procede a hablar con su comandante.

Augustus: Explíquese por favor, comandante.

Cherubiel: En mi opinión. A mi me parece un poco raro que con la llegada de esos extranjeros, hayan comenzado los ataques a la Ciudad. ¿No le parece extraño?

Augustus: Me parece sólo una desafortunada coincidencia.

Cherubiel: Por favor, considérelo alteza. Siempre están presentes durante las apariciones de Los Nueve Coros.

Augustus: Pero no tiene sentido. Ellos pelearon contra los Nueve Coros. Salvaron mi vida…

Cherubiel: Y los miembros de Los Nueve Coros no les hicieron absolutamente nada. ¿No es raro?

Augustus: Por  favor, Comandante. Salieron heridos también. Hace un par de horas el joven Black fue atendido aquí mismo. Usted misma lo trajo.

Cherubiel:Pero ninguno tenía heridas graves. Es más, podrían sólo estar fingiendo, o fue parte de un plan para acercarse a usted.

Augustus: Esa es una acusación muy grave y sin fundamentos, comandante. Le sugiero que modere su lengua.

El príncipe comienza a perder la paciencia y ese último comentario le cae como puñal a Cherubiel, quedándose callada un momento. Pero no tarda mucho en volver a ganar la confianza para hablar.

Cherubiel: Muy bien, mi señor. Entiendo. Sólo dígame que no tiene ni la más mínima sospecha de ellos y dejaré esto por la paz.

Sin embargo, la tensión de la situación actual hace que a Augustus empiecen a asaltarlo las dudas. Después de todo, sólo conoce al grupo de poco más de un día y las enérgicas acusaciones de Cherubiel sólo lo dejan aún más confundido.

Cherubiel: ¿Alteza?

Augustus: Yo… sólo quiero creer que lo que me dices no es una posibilidad.

El joven jerarca se queda con la cabeza gacha y Cherubiel intenta confortarlo.

Cherubiel: Yo también quiero creerlo pero es algo que no podemos descartar. Al menos dejeme interrogarlos, Alteza. Así nos despejaremos de dudas.

Augustus: *suspiro*Esta bien. En cuanto regrese Menadel, le pediré que los traiga aquí.

Cherubiel: Bien, Alteza.

Muy a tiempo con la situación, la ama de llaves reaparece en ese momento pero por alguna razón, su semblante esta muy alterado.

Menadel: ¡Mi señor!

Augustus: Ah, Menadel. Lamento hacerte dar vueltas pero necesito que traigas a mis honorables invitados ante mí inmediatamente.

Menadel: ¡Pero es que ellos no estan!

Augustus: ¡¿Qué?! ¿¡Cómo que no estan?!

Menadel: Fui a verlos como se me ordeno pero no estaban en la sala de estar.

Augustus: Tal vez estén en las habitaciones.

Menadel: También los busque ahí , y en el comedor y en los tocadores. Pero no están en ninguna parte del palacio.

Augustus no puede sentirse angustiado sobre esto y su preocupación sólo se acrecienta cuando llega su mayordomo corriendo.

Zacharael: ¡Mi señor! ¡Vi a los extranjeros escapando del palacio!

Augustus: No…no es posible…Debe haber una explicación…

Cherubiel: La hay y la encontraré.

La comandante inmediatamente ordena la búsqueda del grupo así como una inspección completa al barco en que llegaron.

Cherubiel: No se preocupe, alteza. Llegaré al fondo de esto.

Cherubiel procede a retirarse, mientras que Augustus simplemente se sienta en su trono totalmente abrumado. 

Capitulo 147: Falso Nombre. Verdadero nombre

La Barracuda y la Medusa: Volumen XXI: Liberación.

El buque empieza a hundirse  sin remedio ante la desesperación de los Marines que comienzan a ahogarse. Los Piratas del Abismo no se ven afectados por el agua pero están desconcertados de lo que sucede.


Minutos antes…

Aprovechando que están solos y que ha caído la noche, los Piratas del Ave Azul salen de la sala de estar y se dirigen hacia una de las habitaciones esperando poder salir por alguna de las ventanas sin ser vistos. Big Bird se asoma levemente para ver el exterior y luego regresa para avisar a sus compañeros.

Big Bird: Despejado, despejado.

Jean: Bien hecho, Big Bird. Yo voy primero.

El peliazul se transforma y usa sus alas para bajar suavemente y sin hacer ruido. Una vez en el suelo, este hace señales al resto de su compañero para que bajen.

Jean: (susurro) ¡Ahora!

Big Bird hace lo mismo que su amo, Bert, Mia, James y Angélique bajan de un salto y Katrina hace una escalera humana con sus clones para poder bajar.

Jean: Muy bien. Ahora vamos a encontrar a esos tipos de “Los Nueve Coros” y a patearles el trasero.

Todos: ¡¡Siiiiiii!!

Sin embargo, su entusiasmo se ve interrumpido por la presencia repentina de Zacharael, el cual los mira con ojos abiertos como platos.

Zacharael: ¿Qué están… qué están haciendo?

Jean: Ahmm…estábamos…¿buscando el baño?

Zacharael los mira con cara de pocos amigos , exigiendo un respuesta de verdad con la mirada, mientras Angélique se da en la cara con la palma de la mano en señal de frustración.

Jean: Ok, ok. Decidimos salir a investigar también. Queremos ayudar al Príncipe.

Zacharael: Lo siento pero no puedo permitirlo, tendré que pedirles que entren al palacio de nuevo o me veré forzado a llamar a los guardias.

Angélique: Por favor, no lo haga. Mire, solo queremos ayudar. El Príncipe ha sido muy amable con nosotros y no se merece lo que le esta pasando.

Katrina: Queremos derrotar a los tipos malos. Usted también quiere eso, ¿no?

El mayordomo se queda pensativo por un momento. Lo que le dicen tiene sentido para él.

Zacharael: Esta bien. Yo no los vi jamás, pero no me hago responsable si descubren que no están aquí o si les pasa algo.

Angélique: Muchas gracias.

El grupo se va del lugar sigilosamente ante la mirada de Zacharael. Pero entonces, cuando el mayordomo se da la vuelta, se se ve sorprendido al encontrarse de frente con Cherubiel, la cual esta acompañada por nada más y nada menos que El Trono, el cual esboza una enorme sonrisa.

Trono: Excelente actuación, Dominación. Casi tan buena como la tuya, Querubín.

Cherubiel: Tsk…

Trono: Aunque me gusto más esa en la que fingiste ser herido frente al Príncipe y la Legión llego para salvarte. Fue gloriosa.

La mueca sorprendida del mayordomo se torna en una de satisfacción mientras eleva su dedo indice sobre sus labios para indicar al Trono que guarde silencio a modo burlón.

Zacharael: No deberías llamarme por mi Verdadero Nombre cuando estoy de encubierto. Yo no te llamo por tu Falso Nombre cuando usas tu apariencia verdadera, ¿no es así,  Phanuel?

El Trono se baja la capucha, revelando su identidad mientras se ríe de manera sarcástica.

Phanuel: Qué simpático, Dominación. Qué simpático.

Zacharael: Además, tu actuación como uno de los héroes del día también fue sublime.

Cherubiel: Dominación, Trono. Ya basta de sus sandeces. ¿Esta todo listo para el paso tres o no?

Zacharael: Tranquila, Querubín. Todo esta listo. El Príncipe ahora sólo necesita un empujoncito para que su confianza se quiebre.

Cherubiel: Excelente. Yo iré a hablar con el Príncipe sobre mis “preocupaciones”. Entonces entrarás tu para darle solidez a mi discurso, Dominación. En cuanto a ti, Trono. Ve e informa a Metatrón que el plan va sobre ruedas.

Phanuel: Excelente.

Zacharael: Así será.

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