One Piece Fanon
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Sombrero vikingo
Sombrero vikingo
Capítulo I: La leyenda de Ragnar Sigurd



Hace cientos de miles de años, un valiente guerrero nórdico atravesó todo el mundo conquistando el mar entero y enriqueciendo al pueblo de donde venía. Su relación con la gente era formidable, y su valentía radicaba en su destreza, fuerza, y su especial cariño con el pueblo. El líder nórdico fue encarcelado y ejecutado en la guillotina sin, aparentemente, motivo alguno. «Tras la riqueza, viene la avaricia», escribió en la última página de su diario, antes de morir. Se le llamó La leyenda de Ragnar Sigurd. Es lo único que se supo de él.

—¿Cómo podemos comprobar que esta historia es verídica, profesor? —preguntó un alumno de la clase, hace cuatro años—. Gorm era un niño de tez clara, ojos oscuros, y cabello marrón y desaliñado. Su vestimenta consistía en guantes negros, un casco vikingo y unas botas negras. El profesor se quedó en silencio durante varios segundos, se acercó al niño y le respondió con otra pregunta. —Dime, Gorm, ¿tú quién crees que es el enemigo?— El niño no supo responder.

Gorm vivía en el norte de las alturas de Verdun, un pueblo del gigantesco archipiélago de Shetland. Allí escaseaban los recursos, la comida y el agua. Gorm vivía con su abuelo —que apenas se podía mantener con vida—, y sus padres desaparecieron tras la Gran Tormenta que tuvo lugar hace dieciséis años, cuando Gorm recién había nacido. Desde pequeño admiraba a Ragnar Sigurd, y siempre deseó zarpar del archipiélago para descubrir el mundo exterior y salir de, según él, la pequeña burbuja en la que se encontraba. La cultura nórdica solo permitía a los vikingos de más de dieciséis años explorar más allá de Shetland, y a los más experimentados ir más allá de la Gran Línea, que separaba a los pueblos nórdicos del más allá, llamado habitualmente el Nuevo Mundo. Pocos vikingos habían logrado adentrarse a esos mares y vivir para contarlo. Los más fuertes y audaces, por supuesto, recibían el honor de los Dioses y del Rey. Cada año, los más honorables y valientes guerreros del pueblo zarpaban en grandes embarcaciones drakkar con rumbo a la Gran Línea, con un total de cinco tripulaciones lideradas por comandantes. Entre ellos estaba el rey Harald «el Despiadado», luchador y líder de la primera flota que zarparía en tres semanas al Nuevo Mundo, en una expedición de un año junto a las otras cuatro tripulaciones.

Gorm estaba emocionado. En dos días, sería la elección para los doscientos honorables guerreros que acompañarían al Rey en su expedición. Las cuatro primeras tripulaciones habían sido elegidas con antelación por la mano derecha del Rey, y esta era la última oportunidad de Gorm para ser elegido como un valiente guerrero que honraría a los caídos en el más allá, el Nuevo Mundo.


Información para el lector:

Drakkar

Los drakkar eran embarcaciones largas, estrechas, livianas y con poco calado, con remos en casi toda la longitud del casco. Versiones posteriores incluían un único mástil con una vela rectangular que facilitaba el trabajo de los remeros, especialmente durante las largas travesías. En combate, la variabilidad del viento y la rudimentaria vela convertían a los remeros en el principal medio de propulsión de la nave.


Sombrero vikingo
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Capítulo II: El camino hacia la historia





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